Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 19 de junio de 2019

La Fundación Tortilla de Maíz Mexicana y la Alianza por Nuestra Tortilla exigieron la revisión de la Norma Oficial Mexicana (NOM)-187-SSA1/SCFI-2002 que regula las especificaciones sanitarias y la información comercial de la tortilla de maíz.

En conferencia de prensa Rafael Mier, director de la Fundación Tortilla; Mercedes López, directora de la Asociación de Consumidores Orgánicos; Blanca Mejía, de la Unión de Tortilleros; Rigel Sotelo, fundador de Cal y Maíz y Sergio Jarquín, del Consejo Rector de la Industria de la Masa y la Tortilla, indicaron que la actual NOM, aunque cuenta con diversos aspectos positivos, no se cumple, además que es “laxa” en cuanto a aditivos permitidos.

Expusieron que la NOM permite “64 aditivos”, muchos de los cuales se autodenominan “mejoradores”, cuando en realidad “no mejoran” la calidad de la tortilla.

Dieron como ejemplo el “Mexenil, un mejorador azul, que es una pintura, un colorante azul, que no mejora solo pinta” e hicieron una demostración de cómo se tiñe masa con este colorante para vender la tortilla como hecha con maíz azul.

Precisaron que la nueva NOM debería establecer qué tipo de maíz se usó en su elaboración y si está nixtamalizado o es industrializado o incluso si es genéticamente modificado.

Sostuvieron que alrededor “50 por ciento de las tortillas que se consumen en el país son industrializadas” e insistieron en que se debe regularizar los aditivos, porque la tortilla tradicional solo cuenta con maíz, cal y agua.

También se pronunciaron por realizar una campaña de consumo de tortilla nixtamalizada, pues dijeron que debido a la difusión de diversos mitos ha descendido el consumo de este alimento de “98 por ciento a 92 por ciento” en los últimos años.