Por Gabriela Moncada, Síntesis, 5 de agosto de 2018
Tehuacán. Con una marcha por la dignidad de las mujeres de Santa María Coapan, lugareñas portando su vestimenta típica y acompañadas por sus hijos, familiares, amigos y vecinos, protestaron en contra de la represión ejercida por el ayuntamiento de Tehuacán, mismo que en octubre del año pasado ordenó su desalojo, impidiéndoles la venta de tortillas y antojitos en el centro de la ciudad.
La manifestación pacífica duró alrededor de dos horas, sumó a cientos y partió poco antes que la 26va. Carrera de la Tortilla 2018, sobre el mismo trayecto en que más tarde alrededor de 300 niñas, jóvenes, adultas y personas de la tercera edad compitieron por los premios que este año se elevaron notoriamente, otorgando 5 mil, 4 mil, 3 mil, 2 mil, mil y 500 pesos a los primeros seis lugares de las cinco categorías participantes: niñas (7-12 años), juvenil (13-15 años), libre (18-39 años), máster (40-59 años) y veteranas (60 y más), esto, sin contar los tanques de gas, prensas y comales que también se entregaron.
“Se vive y se defiende, la cultura no se vende”, “El pueblo unido jamás será vencido”, “Fuera Maseca”, fueron algunas de las consignas que gritaron los inconformes a lo largo de 4 kilómetros, desde el Palacio Municipal de Tehuacán hasta la Presidencia Auxiliar, en cuyo contexto acusaron a las autoridades municipales y auxiliares de pretender introducir a dicha marca harinera, una vez que fue patrocinadora del evento, lo que ha generado inquietud y molestia entre los consumidores, por lo que aclararon que para la elaboración artesanal de sus tortillas “no usan harina sino maíz criollo”.
“No nos dejan vender como Dios manda”, se quejó una fémina, quien denunció que los alineadores de Tehuacán constantemente les molestan y no sólo les prohíben efectuar la vendimia que representa para ellas el sustento diario de sus familias, sino que también les quitan su mercancía.
Los manifestantes portaban un moño negro con blanco, uno en señal de luto por las mujeres que fallecieron este año y el segundo como símbolo de esperanza porque esta tradición no se pierda.
Cabe hacer mención que el contingente hizo un alto frente al monumento a la “Coapeñita”, en donde rindieron un homenaje a las compañeras ya muertas y que por años se dedicaron a esta actividad.
