Por El Poder del Consumidor, 29 de septiembre de 2023.

El Día Nacional del Maíz se celebró por primera vez en 2009, hoy estamos festejando el 15° aniversario. Nació como una iniciativa de la Campaña Nacional Sin Maíz no Hay País. Luego, la celebración se hizo oficial por decreto en 2019. Actualmente, esta celebración está arraigada en decenas de poblaciones rurales y urbanas en todo el país que lo celebran de diversas maneras.

Es un día de fiesta, sí, pero también de reflexión y de actuación combativa.

Estados Unidos busca imponer a México qué maíz comer y cómo producirlo, ahora mediante un panel de controversia derivado del T-MEC.

Con esta acción pretende la derogación del decreto presidencial del 13 de febrero de este año, que establece la prohibición del uso de maíz transgénico y del glifosato, un agrotóxico a él asociado.

Los daños a la salud que causa el glifosato se han documentado en innumerables artículos científicos que se encuentran disponibles al público.

Es un hecho, además, que el maíz transgénico no es equivalente a nuestros maíces nativos, pues fue diseñado como forraje para la engorda de animales. Por ello, contiene una mayor cantidad de almidones y hay datos que lo vinculan con la epidemia de obesidad y diabetes que han causado los ultraprocesados elaborados con jarabes de alta fructosa y almidones de maíces transgénicos, violando el derecho a una alimentación adecuada consagrada en la Constitución, cuya Ley Reglamentaria se aprobó en el Senado de la República el 19 de septiembre de este año.

Está en juego nuestra salud. Como expresamos hoy al gobierno de Estados Unidos, “el pueblo de México no tolerará que, con el pretexto de un tratado comercial, se le obligue a comer lo que los propios ciudadanos estadounidenses rechazan.”

Pero este no es únicamente un tema de salud. Denunciamos que lo que pretenden los dueños del poder económico al contaminar los maíces mexicanos, no es sólo apropiarse de las semillas y privatizarlas en favor de unas cuantas empresas, lo que buscan es acabar con formas de vida y de organización comunitaria para poder seguir arrasando nuestros territorios y así apoderarse de nuestros recursos naturales y del trabajo de nuestra gente.

Estamos defendiendo una forma de vida y de entender el mundo. El maíz y la milpa, que producen las y los campesinos, nos identifican y nos dan un rostro frente a otras culturas desde hace milenios. Fueron el sustento de ciudades como El Tajín, Las Yácatas, Mitla, La Quemada, Teotihuacán, Xochicalco, Palenque, Uxmal o Tenochtitlán, entre otras centenas de ciudades. Hoy lo son del arte, de la artesanía, así como de los conocimientos y técnicas que se expresan en la agricultura y en las ricas cocinas regionales que tanto nos enorgullecen.

Hoy, el Día Nacional del Maíz, y todos los días, convocamos a todo el pueblo de México a:

  • Defender activamente nuestro derecho a una alimentación sana, adecuada y culturalmente afín.
  • Defender nuestro derecho a tener tortillas elaboradas con maíz de buena calidad y libre de agrotóxicos en nuestra mesa diaria.
  • Defender y valorar el trabajo campesino.
  • Y por encima de todo, los convocamos a defender nuestra soberanía.


Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País

Foto de Jen Theodore en Unsplash

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.