Por Kau Sirenio, Pie de Página, 24 de enero de 2024.

El 18 de enero, falleció una niña de ocho meses; otros nueve menores fueron hospitalizados en Sinaloa; todos son hijos de jornaleros agrícolas que trabajan en condiciones paupérrimas en los campos agrícolas de ese estado; los infantes presentan enfermedades respiratorias y gastrointestinales.

Estos hechos se registraron en las cuarterías de la zona de Valle Campestre, Ampliación de Ruiz Cortines, Ruiz Cortines 2 y el casco urbano de la sindicatura de Ruiz Cortines, en este último lugar fue donde falleció la niña de ocho meses.

A pesar de las condiciones insalubres en que trabajan los obreros agrícolas, las autoridades sanitarias de Sinaloa se empeñan en responsabilizar a los padres de los menores para evitar el contagio de enfermedades respiratorias que padecen sus hijos.

De acuerdo con los medios locales de Sinaloa, la directora general de Salud, Andrea Leticia Espinoza Camacho, dijo que a la menor que falleció se le diagnosticó un cuadro gripal: “Se le brindó tratamiento, pero los padres no lo suministraron, e incluso y a pesar de la condición de la menor, fue llevada al campo agrícola hortícola donde trabajan”.

Espinoza Camacho agregó: “El día 9 de enero fue visitada por la brigada de salud en la cual se encontró con un cuadro de resfriado común o gripa leve y se le otorgó el tratamiento. Hoy nos dimos cuenta de que lamentablemente no se le estaba otorgando de manera adecuada el medicamento y constatamos que también se le estaba llevando al campo agrícola a trabajar”.

De acuerdo con la funcionaria del gobierno municipal de Guasave, que personal de Salud Municipal y las brigadas se desplegaron en las cuarterías para identificar a menores enfermos para proporcionarle atención medica.
Entre las víctimas infantiles se encuentran: la hermana de Karen “N”, la bebé fallecida, Becky “N” de un año, quien está internada por una infección respiratoria aguda; Mariela “N” de dos años, por intoxicación con insecticida; un bebé de dos meses con laringotraqueitis.

Además de un bebé de un mes y cuatro días con neumonía; Roberto “N” de tres años, originario de Chihuahua, presenta dificultades respiratorias; y Jesús Emanuel de un año y dos meses que presentó un cuadro gastrointestinal.

La situación en los campos agrícolas no es nuevo, el año pasado Tatyi Savi documentó en abril de 2023 la muerte de tres menores en la cuartería Juan José Ríos, municipio de Guasave.

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La violencia en contra de la infancia se repite en el mismo municipio, sin que hasta la fecha los trefiles de gobierno haya resuelto está situación en el que los hijos de los jornaleros terminan hospitalizado por trabajar en los campos agrícolas cuando deberían de estar en las aulas.

Mientras que el alcalde de Guasave, Martin Ahumada Quintero, solo hace anuncios después de la tragedia, sin que los albergues seguros se concreten. En esta ocasión dijo que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya y con el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa (CAADES), Marte Vega Román, van a trabajar para aperturar una guardería para hijos de jornaleros en Ruiz Cortines.

Para el alcalde el antídoto para esta tragedia es la guardería, como si esto fuese un milagro que se va asomar en las cuartarías donde viven los obreros agrícolas. No, esto no resuelve nada, mientras haya expulsión de jornaleros en los estados del Sur como Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

El olor a muerte siempre estará presente en la agroindustria solapada por la corrupción que impera en altas esferas del gobierno federal, estatal y municipal. Hasta ahora, no ha habido avance en las políticas publicas que atiendan a niñas y niños jornaleros.

Mientras el poder del consumidor no boicotee a estas empresas agrícolas, los jornaleros seguirán poniendo los muertos; de nueva cuenta es necesario revisar la conducta de los productores agrícolas con los trabajadores del campo y aquí entra la participación de los universitarios, académicos, intelectuales, periodistas y la sociedad civil.

Image by Bethany Wallace from Pixabay