Por Alianza por la Salud Alimentaria, 2 de abril de 2018

Existe una fuerte asociación del fríjol con la tradición, pues las culturas mesoamericanas basaron su alimentación en el fríjol y el maíz, por lo que se crearon numerosos platillos para degustarlos.

Además, el fríjol es de gran relevancia social y económica para quienes lo cultivan, pues sus ingresos dependen de la producción, oferta y demanda de esta leguminosa.

El consumo promedio de fríjol a nivel mundial es de 2.6 K/habitante/año.

En México el fríjol es considerado un producto tradicional para el desarrollo rural del país. Sin embargo, el consumo de fríjol per cápita en México ha disminuido en los últimos años.

Entre las propiedades nutricionales del frijol encontramos que es fuente de proteínas, carbohidratos y también tiene cantidades importantes de vitaminas y minerales, por lo que es una excelente opción para incluir en tu alimentación.

Considerando que el frijol es la leguminosa que más se consume en México, se recomienda comerlo de 3 a 4 veces por semana.

La preparación de esta tradicional leguminosa varía y depende de la creatividad de cada persona, puedes cocinarlos como crema, sopa o como guarnición de guisados, entre otros.

Actúa: Recupera tus tradiciones alimentarias para tener una dieta saludable: ¡come fríjoles!

Notas

Fuentes consultadas: Reyes E, Padilla L, Pérez O, López P. Historia, naturaleza y cualidades alimentarias del fríjol.

Revista Investigación Científica 2008; 4 (3): 1870-8196. Disponible en: estudiosdeldesarrollo.net/administracion/docentes/documentos personales/15599InvestigacionCientificaVol4No3_1.pdf