Por La Jornada, 21 de abril de 2019

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en conjunto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) busca detonar el desarrollo de la bioeconomía en el sector primario, a través de la formación de valor agregado en procesos como el manejo de desechos obtenidos en la producción agrícola y la agroindustria y la generación de nuevos alimentos, materiales así como energías renovables.

El subsecretario de Agricultura, Miguel García Winder, expuso que la bioeconomía es reconocida como una alternativa para potenciar las políticas de desarrollo agrícola y rural –con enfoque de sostenibilidad—, que contribuyan a la especialización inteligente de los territorios y a la innovación que México necesita para hacer frente a los desafíos del incremento de la productividad, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.

Destacó que el país “cuenta con recursos de la biodiversidad en general, de la agrodiversidad en lo particular, así como de biomasa de desecho que tiene que ser mejor aprovechada”.

Hugo Chavarría, gerente del Programa Hemisférico de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, dijo que “es una alternativa para los países de América Latina, que están obligados a contar con políticas públicas más eficientes para lograr una producción sostenible y eficiente”, pues, en la región se pierden o desperdician 127 millones de toneladas de alimentos al día, señaló al participar con la ponencia “La bioeconomia: un modelo de desarrollo para responder a las necesidades del futuro”.

La Sader destacó que la región tiene mucho que aportar en la producción de alimentos, a través de prácticas sustentables, para una población creciente, demandante de proteínas y productos sanos y de calidad; es una de las regiones con mayor riqueza biológica, ya que tiene ocho de los 15 países con mayor biodiversidad del mundo.