Por Ecoticias, 25 de noviembre de 2016

Cuando abrimos el grifo, hay agua.

Cuando encendemos la estufa, hay fuego. Este tipo de comodidades no deben darse por sentado.

Para las personas que viven en zonas rurales, el suministro de agua y energía para sus necesidades básicas es una lucha diaria. Por lo general, estas tareas recaen principalmente en las mujeres y niñas y el costo es alto.

Si se agotan cada vez más los ecosistemas del planeta, las mujeres y niñas deben caminar kilómetros y kilómetros en lugares desconocidos e inseguros para recoger agua y leña, lo que aumenta el riesgo de ser asaltadas u objeto de violencia sexual.

En muchas zonas áridas y semiáridas, como los países del Sahel, el cambio climático está causando alteraciones en los patrones de precipitación y sequías prolongadas.

Los hogares en situación de inseguridad alimentaria y pobreza extrema a menudo recurren a estrategias que incluyen casar a sus hijas a una edad temprana.

Como resultado, las familias tienen una boca menos que alimentar y obtienen algo de dinero a cambio por la novia.

Una joven casada con un hombre mayor tiene menos poder de negociación, y por lo tanto una mayor probabilidad de ser objeto de violencia doméstica.

El cambio climático también está causando el agotamiento de los recursos naturales como el agua.

Esto significa que las mujeres y las niñas tienen que viajar largas distancias para recoger agua para sus familias.

Durante los desastres naturales y los conflictos, las familias son desplazadas y se pierden los activos.

Sin la protección de sus familias, las mujeres y los niños tienen una mayor probabilidad de ser víctimas de trata, objetos de abuso y de ser asaltados.

Si los hombres se frustran cuando pierden su papel de sostén de la familia, pueden cometer actos de violencia. Los hombres y los niños también pueden ser blanco de la violencia.

Durante los conflictos, los grupos rebeldes a menudo tienden a matar a los hombres y reclutar a la fuerza a los niños como soldados.

Estas formas de violencia se conocen como violencia de género, ya que se basan en relaciones desiguales entre mujeres y hombres, o se basan en las percepciones sociales sobre cómo deben comportarse un hombre y una mujer.

En la lucha contra la violencia de género, ONU Ambiente trabaja con sus socios en una serie de iniciativas especiales.

Una de estas iniciativas es un proyecto de género, recursos naturales y consolidación de la paz con ONU Mujeres, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a la Consolidación de la Paz.

En 2013 ONU Ambiente llevó a cabo un análisis llamado Las mujeres y los Recursos Naturales que vincula los tres temas.

Con los resultados obtenidos, la organización, en consulta con sus socios, tiene un plan piloto en marcha con diversas recomendaciones.

Por ejemplo, para proporcionar a los hogares rurales soluciones de energía limpia y apoyo para el sustento de las mujeres, ONU Ambiente desarrolla un programa conjunto con ONU Mujeres denominado

El emprendedurismo de la mujer para la energía sostenible. Lanzado en la conferencia sobre cambio climático de 2015 en París, el programa se implementa en seis países de Asia, África y América Latina.

La Iniciativa de Pobreza y Medio Ambiente codirigida por ONU Ambiente y el PNUD también es clave en el apoyo a las mujeres mediante la introducción de energías alternativas como el biogás.

El proyecto encontró que el suministro de cocinas limpias ha generado una disminución de la violencia ya que las mujeres pasan menos tiempo en trayectos por el bosque para recoger leña.

Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Erik Solheim, señala que “el cambio climático golpea a los más pobres.

La mayoría son mujeres que dependen de los recursos naturales para obtener alimentación, agua y combustible y que son las que sufren más en tiempos de conflicto armado.

ONU Ambiente trabaja para hacer frente a estos problemas porque las mujeres no deberían tener que temer por su seguridad sólo para mantener a su familia”.

ONU Ambiente se une a la comunidad internacional para conmemorar este día, que coincide con la campaña mundial 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género.