Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 01 de noviembre de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio de 2023 en JAMA demostró que los medicamentos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) que se recetan para la diabetes y la pérdida de peso, podrían aumentar el riesgo de pancreatitis, gastroparesia y obstrucción intestinal
  • Estos medicamentos incluyen los dos agonistas del receptor del GLP-1 más comunes, la semaglutida (Ozempic) y la liraglutida (Saxenda y Victoza). Ambos son parte de la gran demanda de medicamentos recetados para bajar de peso, la cual se disparó en un 2 082 % del 2019 al 2022
  • Los agonistas del receptor del GLP-1 funcionan de manera similar a la hormona natural del cuerpo, ralentizan la función del tracto gastrointestinal y retrasan el vaciado del estómago, para que el usuario se sienta lleno por más tiempo
  • Los resultados demostraron que, a pesar de que los participantes perdieron peso, una vez que dejaron de usar el medicamento, que cuesta $1 000 dólares al mes, la mayoría recuperó dos tercios del peso perdido

Un estudio de octubre de 20231 en JAMA demostró que, los medicamentos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) que se recetan para la diabetes y la pérdida de peso, podrían aumentar el riesgo de pancreatitis, gastroparesia y obstrucción intestinal.

Se calcula que la demanda de productos para bajar de peso aumentará a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, por sus siglas en inglés) del 9.7 % entre 2023 y 2032.2 De acuerdo con la empresa de consultoría Custom Market Insights, el valor del mercado de la pérdida de peso en Estados Unidos en 2022 fue de $ 135 700 millones de dólares, y se prevé que alcance los $ 305 300 millones de dólares para el 2030. Otra estimación3 indica que podría alcanzar los $ 405 400 millones de dólares en 2030.

La demanda de medicamentos recetados para perder peso también se disparó en un 2 082 % del 2019 al 2022.4 Uno de los agonistas del receptor del GLP-1 más conocidos es la semaglutida, nombre de marca Ozempic.  La semaglutida se comercializa bajo dos nombres. Con el nombre Ozempic como medicamento para la diabetes, y en dosis más altas, como Wegovy para bajar de peso.

La empresa afirma una pérdida de peso del 14.9 % en adultos con obesidad,5 pero esto viene con un alto costo financiero y físico. El medicamento cuesta más de $ 1 000 dólares al mes,6 y podría tener efectos secundarios, como parálisis estomacal y pancreatitis. Antes de analizar los resultados del estudio de JAMA, debemos entender cómo funcionan los medicamentos GLP-1.

Cómo funcionan los medicamentos GLP-1

Los agonistas del GLP-1 son una clase de medicamentos que se recetan para controlar los niveles de azúcar en la sangre y, en la actualidad, para tratar la obesidad. 7 La mayoría son inyectables, y el primero de este tipo fue aprobado por la FDA en 2005. Su cuerpo produce de forma natural la hormona GLP-1 en el intestino delgado, la cual ralentiza la digestión, aumenta la saciedad, detiene la secreción de glucagón y hace que el páncreas libere insulina.

Los agonistas del GLP-1 funcionan de manera similar a la hormona, por lo que el medicamento se adhiere al receptor y genera los mismos efectos. El retraso en el vaciamiento gástrico es la característica principal de la gastroparesia, en la que se ralentiza el paso de los alimentos desde el estómago al intestino delgado. 8 Los síntomas incluyen sensación de saciedad después de comenzar a comer y durante mucho más tiempo. La diabetes es la causa más común de gastroparesia.

Los ensayos clínicos del Wegovy9 demostraron que el 44 % de las personas que tomaron el medicamento experimentaron náuseas, el 24 % tuvo vómitos y el 20 % dolor abdominal. Los investigadores de la Clínica mayo también analizaron la liraglutida, otro agonista del receptor GLP-1, en adultos con obesidad. Descubrieron que los efectos del medicamento en la pérdida de peso podrían tener una relación con un “retraso del vaciamiento gástrico de sólidos”,10 y entre más tiempo permanecía la comida en el estómago, mayores eran los efectos de la pérdida de peso.

Entre los participantes del grupo de placebo, la comida salía del estómago en sólo cuatro minutos, pero después de cinco semanas de tomar el medicamento el tiempo promedio de vaciado gástrico fue de 70 minutos y, en algunos casos, hasta 151 minutos. Después de 16 semanas, el tiempo de vaciado gástrico disminuyó a 30.5 minutos, que aún es mucho más tiempo en comparación con el del grupo placebo. Debido a que el proceso de digestión se ralentizó de forma drástica, los participantes se sintieron llenos por más tiempo y comieron menos.  Pero ese no es el único efecto del medicamento.

Perder peso de esta manera aumenta el riesgo de pancreatitis, íleo y gastroparesia

Los agonistas del GLP-1 aumentan el efecto del GLP-1 del cuerpo y ralentizan la digestión, lo que genera la sensación de saciedad por más tiempo. 11 En el estudio presentado,12 los investigadores quisieron analizar el riesgo de eventos adversos gastrointestinales de los agonistas del GLP-1 que se utilizan en el tratamiento de la diabetes y que no están aprobados para bajar de peso.

Los investigadores mencionaron que en estudios anteriores se descubrió que las personas con diabetes tenían un riesgo mayor de pancreatitis, obstrucción intestinal y gastroparesia. Tomaron una muestra aleatoria de pacientes de 2006 a 2020, utilizando una base de datos que contiene el 93 % de las recetas para pacientes ambulatorios y los códigos de diagnóstico ICD-9 y ICD-10. Eligieron pacientes que eran nuevos usuarios de alguno de los dos agonistas del GLP-1, semaglutida o liraglutida.

Compararon los resultados contra la naltrexona-bupropión. Dentro del grupo había 4 144 participantes que tomaban liraglutida, 613 semaglutida y 654 naltrexona-bupropión. Encontraron que los participantes que tomaban agonistas del GLP-1 tenían un riesgo mayor de pancreatitis, obstrucción intestinal y gastroparesia, pero no de enfermedad biliar. Incluso cuando los pacientes con hiperlipidemia fueron eliminados del estudio, los resultados no cambiaron.

Science Alert indica que, a pesar de que el aumento del riesgo es bajo, tomando en cuenta el creciente número de personas que usan estos medicamentos, representa un aumento de cuatro veces el número de personas que están en riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades.

Mahyar Etminan, Pharm.D, epidemiólogo de la Universidad de Columbia Británica y autor principal del estudio, dijo para CNN que, “cuando millones de personas usan estos medicamentos, un riesgo del 1 % significa que muchas personas podrían experimentar estos eventos”. 13

Segun Forbes14 el 22 de septiembre del 2023, justo un mes antes de que se publicara el estudio presentado, la FDA añadió “íleo” como otro posible evento adverso en la etiqueta de Ozempic. Otros dos agonistas del receptor GLP-1, Mounjaro y Wegovy, ya tenían advertencias sobre el íleo, que es una enfermedad que podría provocar una obstrucción intestinal.

No es de extrañar que si los agonistas del GLP-1 ralentizan el vaciado gástrico, lo mismo podría suceder con el movimiento en el intestino delgado, lo cual podría aumentar el riesgo de íleo y de obstrucción intestinal.

Los agonistas del receptor GLP-1 podrían generar cambios en el intestino

En una carta del 2023 dirigida al editor de Acta Pharmaceutica,15 los autores mencionaron los resultados de un estudio de pacientes con diabetes que utilizaron agonistas del receptor GLP-1, y encontraron un aumento de 3.5 veces en el índice de obstrucción intestinal en un estudio de 25 617 personas. Los medicamentos también podrían aumentar la longitud y el peso del intestino delgado en estudios con animales.

En los seres humanos, podrían aumentar la longitud del intestino y la altura de las vellosidades. Las vellosidades son las proyecciones similares al pelo, dentro del intestino delgado, que ayudan a absorber los nutrientes. Los investigadores explicaron cómo esto podría afectar de manera significativa la función intestinal, al aumentar el riesgo de obstrucción”… el intestino delgado podría perder elasticidad y favorecer la fibrosis, lo que podría provocar una obstrucción intestinal superior en el futuro… ”

Al día de hoy, no se han podido comprobar estos cambios en el intestino humano, esto podría ser debido a la dificultad que representa medir la longitud del intestino delgado. Debido al retraso del vaciamiento del estómago que se produce, la Sociedad Americana de Anestesiólogos publicó una advertencia para quienes toman medicamentos GLP-1 antes de una cirugía electiva.16 Sugieren suspender estos agonistas del receptor GLP-1, ya que podrían aumentar el riesgo de complicaciones, como regurgitar los alimentos que aún se encuentran en su estómago, incluso si realizo el ayuno adecuado.

La ASA recomienda dejar de tomar el medicamento durante un día para quienes lo toman todos los días, y 7 días para quienes se administran una inyección a la semana, así como retrasar el procedimiento si experimenta síntomas de retraso en el vaciamiento gástrico. Debido al riesgo relacionado con la anestesia, y a la alta probabilidad de que las personas tengan el estómago lleno, la ASA sugiere realizar un ultrasonido para evaluar el contenido del estómago antes de la cirugía si el paciente no ha suspendido el medicamento.

Los resultados a largo plazo no son los que esperaría

Podría tardar algunos meses encontrar la dosis ideal para cada persona, para poder controlar los efectos secundarios del medicamento. En un estudio que se publicó en el New England Journal of Medicine,17 los investigadores administraron 2.4 mg de semaglutida, en un ensayo doble ciego, a 1 961 adultos con un índice de masa corporal de 30 o más. En el grupo de tratamiento, se generó una pérdida del 14.9% del peso corporal desde el inicio hasta las 68 semanas, y del 2.4% en el grupo del placebo.

En un segundo estudio18 que se publicó en Nature Medicine, a un grupo de adultos con obesidad o sobrepeso y con alguna comorbilidad relacionada se le administró 2.4 mg de semaglutida por vía subcutánea durante 104 semanas. En este estudio, el grupo que recibió el medicamento perdió el 15.2 % de peso corporal, en comparación con el 2.6 % del grupo de placebo.

Si bien, estos resultados parecen alentadores, cabe recalcar que la compañía farmacéutica desarrollo la semaglutida como un medicamento de uso crónico. En otras palabras, se debe utilizar de forma regular durante un período prolongado. Un estudio19 financiado por Novo Nordisk demostró que, después de un año de dejar de tomar el medicamento, los participantes recuperaron dos tercios del peso perdido, y los investigadores llegaron a la conclusión de que, “es necesario llevar un tratamiento continuo para poder mantener la pérdida de peso y mejorar la salud”.

La mayoría de los estudios reportó efectos secundarios importantes con el tratamiento a corto plazo,20 lo que provocó que los participantes se retiraran de dichos estudios. 21 Algunos efectos secundarios graves y comunes de la semaglutida22 son la ansiedad, confusión, depresión, dificultad para respirar, pesadillas, convulsiones y dificultad para hablar.

¿Existirá una opción natural para ‘adelgazar’?

En mi opinión, pasarán muchos años antes de poder ver la “cura milagrosa” para perder peso. El uso de medicamentos para perder peso podría generar problemas de salud permanentes y agotadores, además que es muy probable que recupere el peso perdido si deja de tomarlos, como lo demostró la compañía farmacéutica que vende Wegovy y Ozempic.

Hoy en día existen mejores soluciones que abordan la razón principal por la que la mayoría de las personas aumentan de peso, que es la resistencia a la insulina a causa de la disfunción mitocondrial por exceso de estrés reductor. El exceso de ácido linoleico (AL) de los aceites de semillas, es el factor principal del estrés oxidativo mitocondrial. Algunas estrategias que podrían ayudar a perder peso y mejorar su salud incluyen:

  • Disminuir su consumo de aceites de semillas y aumentar el consumo de grasas saludables: consumir demasiado AL podría favorecer el sobrepeso y obesidad. El AL es un tipo de grasa omega-6 que se encuentra en los aceites de semillas como la soya, semilla de algodón, girasol, colza (canola), maíz y cártamo.

Lo ideal es menos de 5 gramos al día, qué es lo que consumían nuestros antepasados antes de que aparecieran las condiciones de salud crónicas, como la obesidad.  La mejor manera de determinar la cantidad real es medirla como un porcentaje de las calorías diarias. El AL debe representar menos del 2 % de sus calorías diarias. Puede utilizar el sitio web Cronometer para realizar un seguimiento de esto.

  • Evite los alimentos ultraprocesados, las comidas rápidas y de restaurantes: ya que contienen aceites de semillas. La manera más sencilla de hacerlo es preparando sus alimentos en casa.
  • Puede seguir la alimentación con restricción de tiempo (TRE): nuestros ancestros no tenían acceso a los alimentos todo el tiempo, por lo que nuestra genética está diseñada para no consumirlos por varias horas. El comer cada pocas horas durante mucho tiempo, hace que su cuerpo pierda la capacidad de quemar grasa para convertirla en combustible.   La mayoría de las personas que llevan una alimentación TRE limitan el tiempo que consumen alimentos a ocho y diez horas o menos, casi todos los días de cada semana.
  • La berberina podría ayudar a regular el azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina: como ya lo he mencionado, la berberina es conocida como el “Ozempic de la naturaleza”, y se ha demostrado que podría ayudar a prevenir la diarrea, reducir el riesgo de intestino permeable, nutrir los microbios beneficiosos y mejorar los síntomas de la enfermedad del hígado graso.

Además de beneficiar el tracto gastrointestinal, también podría aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, disminuir los síntomas del PTSD en un modelo animal y reducir los síntomas de abstinencia de opioides.

Fuentes y Referencias

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.