Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 26 de octubre de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • La inflamación es la respuesta de emergencia por parte del cuerpo a los problemas que podrían ocasionar lesiones o infecciones. Si la inflamación no se trata, se vuelve crónica, lo que podría provocar enfermedades graves, como artritis reumatoide y enfermedades del hígado y del corazón
  • Los nutrientes conocidos por sus fuertes propiedades antiinflamatorias incluyen las grasas omega-3 EPA y DHA, que son esenciales para la función de las membranas celulares y las membranas de las mitocondrias, así como el jengibre, que ha demostrado fortalecer el sistema inmunológico y ayudar contra enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide
  • La curcumina, un compuesto que se encuentra en la cúrcuma, tiene propiedades antibacterianas, anticancerígenas, antiinflamatorias, antipalúdicas, antioxidantes, antiparasitarias, antiproliferativas, proapoptóticas y cicatrizantes. La curcumina podría influir en ciertos tipos de cáncer, en la presión arterial alta, las enfermedades del corazón y los coágulos de sangre, los problemas del intestino, las enfermedades neurodegenerativas y el glaucoma
  • Otros nutrientes antiinflamatorios poderosos incluyen la condroitina, glucosamina, MSM, vitamina E, glicina, bromelina, ácido boswélico y extracto de té verde

La inflamación es la respuesta de emergencia del cuerpo a los problemas que podrían ocasionar lesiones o infecciones. En un estado agudo, la inflamación es una parte importante y esencial del mecanismo de curación del cuerpo.

Sin embargo, si la inflamación no se trata, se vuelve crónica, lo que podría influir en casi todas las enfermedades crónico-degenerativas.

Aunque los medicamentos antiinflamatorios podrían servir en algunos casos, podrían generar efectos secundarios no deseados, y casi nunca son una solución ideal a largo plazo. Para prevenir y tratar la inflamación crónica, los nutrientes en la alimentación, ya sea de alimentos enteros o de un suplemento nutricional, podrían ser su mejor opción.

Por fortuna, existen muchos nutrientes antiinflamatorios, y si agrega las cantidades suficientes a su alimentación, podría mantener la inflamación bajo control. A continuación, sin ningún orden en particular, analizaré algunos de los nutrientes conocidos por sus efectos antiinflamatorios.

Vitamina E

La vitamina E evita que el AL en los tejidos se oxide y genere subproductos tóxicos peligrosos. Dado que la mayoría de las personas tienen niveles de AL 10 veces más altos de lo normal, y que dicho exceso podría favorecer de forma significativa a las enfermedades crónicas, una buena opción es tomar vitamina E de forma regular hasta que sus niveles de AL bajen a niveles saludables, lo que podría tardar hasta seis años en la mayoría de los casos.

La vitamina E también evita que el AL en los tejidos se oxide y genere subproductos tóxicos peligrosos.

La vitamina E podría prevenir casi de forma milagrosa la mayor parte del daño ocasionado por el AL, y también podría revertir o prevenir muchos de los problemas relacionados con el exceso de estrógeno. Esto es importante, ya que el AL tiene efectos paralelos al exceso de estrógeno, en términos de sus efectos metabólicos y contra la salud. En otras palabras, cuando consume PUFA o AL en exceso, aumenta la producción de estrógeno en su cuerpo.

Entonces, cuando los niveles de AL aumentan, también aumenta el estrógeno, y eso no es bueno. Por interesante que parezca, tanto el AL como el estrógeno aumentan el flujo de calcio desde el exterior hacia el interior de la célula, ya que la concentración de calcio en el exterior es 50 veces más alta que en el interior. Entonces, el exceso de AL provocará que el calcio ingrese a la célula, lo que aumentará la concentración de óxido nítrico y el superóxido.

Cuando esto sucede, aumentará una especie muy nociva de nitrógeno reactivo llamada peroxinitrito, y esto provocará un daño general a los tejidos.

El AL y el estrógeno también podrían favorecer un proceso peligroso en el cuerpo llamado lipólisis, que es la liberación de ácidos grasos de las células grasas al torrente sanguíneo, donde se movilizan. Esto aumenta la oxidación o la quema de grasas en las mitocondrias, que es lo que debería evitar, ya que lo ideal es quemar glucosa en las mitocondrias, no ácidos grasos.

Por suerte, la vitamina E podría ayudar a contrarrestar este efecto dañino del AL. La vitamina E también suprime de forma directa la función de una enzima llamada aromatasa. Esta enzima convierte las hormonas masculinas, como la testosterona y la DHEA, en estrógenos.

Lo mejor de todo es que sirve como antagonista del estrógeno, lo que significa que se adhiere al receptor de estrógeno para impedir que se una al mismo. Esto reduce de forma significativa el daño provocado por el exceso de estrógeno.

La vitamina E funciona de forma similar al medicamento tamoxifeno, el cual se usa para tratar los cánceres de mama con receptores de estrógeno positivos. Estas son las razones por las que creo que casi todo el mundo debería incluir vitamina E en su alimentación. Sin embargo, debido al exceso de AL, muy pocas personas pueden obtener suficiente vitamina E de su alimentación, para detener esta destrucción oxidativa provocada por el exceso de AL en sus tejidos.

Por fortuna, debido a que la suplementación es a corto plazo, no la necesitará para toda la vida.

Si logra mantener su consumo de AL por debajo de 5 gramos al día durante tres años, tal vez ni siquiera la necesite, o quizás sólo unas pocas veces al mes. Sin embargo, si durante este tiempo, o cuando sus niveles de AL en sus tejidos son bajos o normales, llega a consumir una comida con un alto contenido de AL, le recomiendo que tome una cápsula de vitamina E para protegerse de esta exposición.

La vitamina E también podría ayudar a protegerlo del daño de los radicales libres y de los efectos normales del envejecimiento. Es fundamental para la salud del cerebro, y los estudios demostraron que podría ayudar a retrasar la pérdida de la función cognitiva en personas con alzhéimer, al prevenir el daño de la membrana celular y la muerte de neuronas.1

Cómo elegir un buen suplemento de vitamina E

La mayoría de los suplementos de vitamina E son sintéticos. Este es un factor importante que demuestra que es diferente de la vitamina E que se obtiene de los alimentos reales. ¿Cómo puede saber si un suplemento de vitamina E es sintético? Todo lo que necesita saber está en la etiqueta. Por fortuna, lo hacen bastante sencillo.

La vitamina E sintética se llama acetato de alfa tocoferol. El acetato es la clave. Si la etiqueta dice acetato de tocoferol, significa que es sintética. También ponga atención a la orientación del isómero óptico. La mayoría de los suplementos vitamínicos son racémicos o tienen isómeros diestros y zurdos. Esto es un problema, ya que la mayoría de las moléculas biológicas tienen isómeros ópticos diestros. Por lo regular se les llama isómeros D y L para derecha e izquierda respectivamente.

Cuando tiene ambos isómeros, se llama racémico. En términos biológicos, sólo hay un isómero óptico que funciona bien con la vitamina E, que es el isómero D, mientras que el isómero L no sirve. Sin embargo, en los suplementos sintéticos, el 50 % de la vitamina E del suplemento es el isómero L.

Y, lo que es peor, muchas versiones sintéticas utilizan un éster de vitamina E, el cual sólo tiene cerca del 50 % de la función del producto natural. Por ende, el efecto total de muchos suplementos de vitamina E se reduce en un 75 %.

Por lo tanto, lo primero que debe hacer para identificar suplementos saludables y buenos de vitamina E, es asegurarse de obtener vitamina E real, no sintética. Lo que necesita es “d alfa tocoferol”, como se muestra en la etiqueta a continuación. Como se puede ver en esta etiqueta, se trata del d alfa tocoferol. No es DL ni racémico, es el isómero D puro, que es lo que su cuerpo puede utilizar.

También puede ver que se trata de vitamina E derivada del aceite de girasol, el cual es rico en AL. Sin embargo, no tiene de que preocuparse, ya que la cantidad de AL en la cápsula es mínima, quizá sea menos de 50 o 100 miligramos.

Lo ideal es mantener su consumo de AL por debajo de los 5000 mg, por lo que esa cantidad no le afectará en absoluto. También puede ver que la dosis es de 134 miligramos o unidades. No es necesario que consuma mucho más que esto. Recuerde que más no es mejor; no es necesario tomar 400 unidades ni mucho menos 1000 unidades, la dosis óptima e ideal es de 100 unidades o 100 mg.

También puede ver en la parte inferior de la etiqueta que contiene otros isómeros de vitamina E, el espectro completo de tocotrienoles, en particular los tipos beta, gamma y delta de vitamina E, que también son el isómero D efectivo.

Puede utilizar esta etiqueta como ejemplo para elegir un suplemento saludable de vitamina E. Es fundamental hacerlo de la forma correcta, por lo que la mayoría de las personas que leen esto podrían beneficiarse si toman un suplemento de vitamina E adecuado, por esta razón le dedico tanto tiempo a explicarlo.

Grasas omega-3

Las grasas omega-3 son fundamentales para la función de las membranas celulares y las membranas de las mitocondrias.

Las membranas son estructuras lipídicas formadas por fosfolípidos y otros componentes. Dado que sus membranas celulares y mitocondriales obtienen la materia prima que necesitan de los alimentos que come, es muy importante consumir grasas saludables.

Si su alimentación incluye alimentos procesados, podría estar consumiendo demasiado ácido linoleico (AL) omega-6, el cual podría afectar la función de las mitocondrias y disminuir la capacidad de su cuerpo para convertir la grasa omega 3 de 18 carbonos ALA, en grasa de 20 carbonos EPA y grasa de 22 carbonos DHA.

Si disminuye su consumo de AL a alrededor del 2 % de sus calorías diarias y consume suficiente omega-3 ALA (que se encuentra en las semillas de chía, nueces, frijoles y algas), podría producir cantidades considerables de DHA y EPA, y tal vez no necesite tomar suplementos. También podría dejar los suplementos si consume con regularidad pescado graso, como salmón salvaje, caballa, sardinas y anchoas.

Dicho lo anterior, la mayoría de las personas que no disminuyen su consumo de AL y que no comen este tipo de pescado, podrían beneficiarse de un suplemento de DHA/EPA. Si elige tomar un suplemento de omega-3, en mi opinión el aceite de kril es mejor que la mayoría de los suplementos de aceite de pescado, los cuales son ésteres etílicos producidos de forma sintética. Por el contrario, el omega-3 del aceite de kril es natural y está unido a fosfolípidos que favorecen su absorción, lo que significa que no necesita una gran cantidad.

El aceite de krill también contiene casi 50 veces más astaxantina, un poderoso antioxidante, que el aceite de pescado, lo que evita que las grasas omega-3 se oxiden antes de que lleguen a las membranas celulares.

Aunque el AL favorece la inflamación, los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias, y ayudan a proteger y a reparar los huesos, músculos, articulaciones y tejidos conectivos del daño que se haya generado.

Un estudio en animales de 2019,2 que comparó los efectos analgésicos y antiinflamatorios del aceite de kril Neptune y del aceite de pescado, encontró que, si bien ambos disminuyeron la inflamación y el dolor agudo, el aceite de kril Neptune fue el más efectivo.

Raíz de jengibre

Se ha demostrado que el jengibre, el cual es fácil de cultivar en casa, podría fortalecer el sistema inmunológico y ayudar contra las enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide, al hacer que los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco) sean más resistentes a la formación de trampas extracelulares de neutrófilos (NET), lo cual podría favorecer la inflamación y las enfermedades autoinmunes. De acuerdo con un informe del CU Anschutz Medical Campus de septiembre de 2023:3

“En un ensayo clínico, los investigadores descubrieron que consumir un suplemento de jengibre al día durante siete días (20 mg de gingeroles/día), estimuló una sustancia química dentro de los neutrófilos llamada AMPc en los participantes sanos. Estos niveles altos de AMPc suprimieron la NETosis (formación de trampa extracelular de neutrófilos), en respuesta a diversos estímulos relacionados con la enfermedad.

El Dr. Jason Knight, MD, PhD, profesor asociado de la División de Reumatología de la Universidad de Michigan y coautor principal, menciono que, “por primera vez, nuestra investigación brinda evidencia del mecanismo biológico que sustenta las posibles propiedades antiinflamatorias del jengibre en las personas”.

El jengibre también tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antioxidantes y anticancerígenas que podrían ayudar a proteger contra enfermedades, tanto agudas como crónicas. La Biblioteca Nacional de Medicina menciona lo siguiente acerca del jengibre:4

“Aún no se comprende en su totalidad el mecanismo exacto, pero se ha demostrado que varios compuestos activos del jengibre tienen actividad biológica.

  • Gingerol y compuestos relacionados: tienen actividad antitumoral mediante la inducción de apoptosis y modulación de la actividad genética, actividad antioxidante, antiinflamatoria, antianalgésica, antimicrobiana y hepatoprotectora
  • Paradol: propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antimicrobianas
  • Shogaol: actividad antioxidante, antiinflamatoria y anticancerígena al suprimir la expresión de la metaloproteinasa-9 de la matriz, la actividad antiproliferación y la invasión celular
  • Zingerone: actividad antioxidante y propiedades antiinflamatorias y antibacterianas
  • 1-Dehidro-10-gingerdiona: regula los genes inflamatorios
  • Terpenoides: estimula la apoptosis al activar el p53
  • Flavonoides del jengibre: actividad antioxidante
  • Estudios demostraron que el jengibre podría funcionar como agente antimicrobiano. También se ha demostrado que varios componentes activos podrían ayudar contra la E coli, Salmonella typhi, Bacillus subtilis, Candida albicans, M. avium y M. tuberculosis…
  • Los antioxidantes ayudan a limpiar el cuerpo de radicales libres y disminuyen el estrés oxidativo. El desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y los mecanismos de defensa antioxidantes podrían favorecer el estrés oxidativo…

El jengibre es una fuente de múltiples antioxidantes y podría ayudar a disminuir la oxidación de lípidos y la formación de ROS. Los estudios han demostrado la capacidad de los compuestos activos de la raíz de jengibre para encontrar el anión superóxido y los radicales hidroxilos, así como para suprimir la peroxidación lipídica in vivo.

La inflamación es un mecanismo esencial de respuesta inmunológica al daño y podría estar regulada por la interleucina-1 (IL-1), el factor de necrosis tumoral (TNF) y las citocinas antiinflamatorias… Estudios in vivo demostraron que el jengibre podría inhibir las citocinas proinflamatorias y regular de forma negativa la inducción de genes inflamatorios”.

Extracto de cúrcuma

Además de darle su color dorado al curry, la cúrcuma contiene un polifenol llamado curcumina, la cual podría tener más de 150 efectos terapéuticos.

Miles de estudios5 han demostrado que la curcumina tiene propiedades antibacterianas, anticancerígenas, antiinflamatorias, antipalúdicas, antioxidantes, antiparasitarias, antiproliferativas, proapoptóticas y cicatrizantes. Los científicos que analizan las actividades biológicas de la curcumina, mencionaron lo siguiente acerca de sus beneficios para la salud:6

“La ciencia moderna ha demostrado que la curcumina podría regular diversas moléculas de señalización, incluyendo moléculas inflamatorias, factores de transcripción, enzimas, proteínas quinasas, proteínas reductasas, proteínas portadoras, proteínas de supervivencia celular, proteínas asociadas a la resistencia a los medicamentos, moléculas de adhesión, factores de crecimiento, receptores, proteínas reguladoras del ciclo celular, quimiocinas, ADN, ARN e iones metálicos”.

Debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, se ha demostrado que la curcumina podría influir en diversas enfermedades, incluyendo7 ciertos tipos de cáncer8,9 (al bloquear el suministro de sangre a los tumores y al regular las vías de señalización relacionadas con el cáncer), presión arterial alta, enfermedades del corazón y coágulos sanguíneos, problemas de los intestinos10 (al estimular la producción de bilis), enfermedades neurodegenerativas11 y glaucoma12 (al reducir el daño oxidativo en el ojo y la presión intraocular).

Aunque la cúrcuma es muy común en polvo, este contiene una cantidad mínima de curcumina, que también se sabe que no se absorbe de forma adecuada a través del tracto gastrointestinal. Por estas razones, es mejor usar el extracto de curcumina, debido a que es una molécula lipófila (que le gustan las grasas). Muchos preparados de curcumina incluyen algún tipo de aceite o grasa para mejorar su capacidad de absorción y biodisponibilidad.

Glucosamina, condroitina y MSM

La glucosamina y la condroitina son compuestos que se encuentran en el cartílago humano, mientras que el MSM13 (metilsulfonilmetano) es un compuesto rico en azufre que se puede encontrar en algunas plantas, frutas y vegetales.

Las investigaciones señalan que la glucosamina y la condroitina funcionan de manera sinérgica cuando se combinan, mientras que el MSM podría potenciar aún más sus efectos al mejorar el ingreso a las células. Los tres tienen propiedades antiinflamatorias y se usan con frecuencia en el tratamiento de los síntomas de la artritis.

Solas o combinadas, la glucosamina y la condroitina ayudan a aliviar el dolor relacionado con la artritis, al retardar la degradación del colágeno y del cartílago, así como al mejorar el funcionamiento de las articulaciones. Como lo explica el Centro TRT:14

“La glucosamina y la condroitina son dos componentes fundamentales del cartílago, los cuales influyen de forma significativa en la salud de las articulaciones. La glucosamina es un componente vital de los glucosaminoglicanos, los cuales son esenciales para la formación y reparación del cartílago.

Por otra parte, la condroitina es un componente estructural del cartílago que le ayuda a retener agua, lo que favorece la lubricación y absorción de impactos necesarias para que las articulaciones funcionen de manera adecuada.

Juntas, la glucosamina y la condroitina trabajan de manera sinérgica para beneficiar la salud de las articulaciones. Mientras que la glucosamina favorece el crecimiento y reparación del cartílago, la condroitina ayuda a conservar su integridad y flexibilidad. Por esta razón, los suplementos de glucosamina y condroitina a menudo se recomiendan para personas que experimentan dolor o rigidez en las articulaciones como resultado de lesiones, artritis o desgaste relacionado con la edad.

Además, las investigaciones demostraron que la combinación de glucosamina y condroitina podría ayudar a ralentizar la progresión del daño en las articulaciones en personas con osteoartritis,15 la cual es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que se caracteriza por la degradación del cartílago”.

Otros nutrientes antiinflamatorios

Los siguientes son otros nutrientes antiinflamatorios que podrían beneficiarle:

• Glicina: la glicina tiene poderosos efectos antiinflamatorios, ya que suprime la activación de las células inmunes y la producción de citocinas proinflamatorias. Funciona sobre las células inflamatorias, como los macrófagos, para bloquear la señalización del inflamasoma NLRP3.

La glicina también disminuye los niveles de TNFα, IL-6 y de otras citocinas en los macrófagos, al igual que neutraliza las respuestas inflamatorias inducidas por LPS. Además, la glicina actúa sobre los neutrófilos para suprimir la señalización y el reclutamiento de CXCR2, al igual que bloquea la expresión de ICAM-1 y reduce la adhesión endotelial.

• Bromelaína: la bromelina es una enzima que se encuentra en la piña. Podría ayudar a disminuir la inflamación, el dolor y degradación de las articulaciones, mejorar la función de los intestinos y la salud digestiva, así como favorecer el metabolismo de los aminoácidos. También existe evidencia que señala que podría ayudar a prevenir problemas respiratorios y enfermedades del corazón, así como reforzar el sistema inmunológico.16

• Ácido boswélico: el ácido boswélico, que se extrae del árbol boswellia serrata, se ha utilizado por mucho tiempo en la medicina tradicional. Podría ayudar a reducir el dolor y la inflamación en todo el cuerpo, incluyendo el dolor de la artritis.17

• Extracto de té verde: el extracto de té verde contiene una poderosa catequina antioxidante llamada EGCG, la cual ayuda a combatir la inflamación, aliviar el dolor de articulaciones y músculos, así como prevenir futuros daños y estrés oxidativo. También podría favorecer la función del cerebro, corazón y vasos sanguíneos, y ayudar al sistema inmunológico a combatir diversas enfermedades. 18


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