Por Mauricio del Villar, MasdeMx, 22 de diciembre del 2021.

* Esta serie compila voces y perspectivas sobre México, y sobre la vida, provenientes desde Oaxaca. Se trata, simplemente, de enriquecer el vasto imaginario que confluye en el territorio mexicano.  

Diálogo con Don Pedro Santiago

Cuenta la gente que en el pueblo de San Andrés Huayapam, en los Valles Centrales de Oaxaca, una de las primeras personas que camina por sus calles antes de que salga el sol es Don Pedro Domingo Santiago Cruz, quien a sus 85 años se dirige día con día a su parcela para vincularse con su tierra, cuentan que juntos, su tierra y él, dialogan para tejer la vida.

Don Pedro se describe a sí mismo como una persona de edad que trabaja en su parcela, sencillamente porque ahí le gusta estar, andar y trabajar. Desde pequeño le enseñaron a trabajar el campo y fueron los abuelitos de aquel entonces quienes cultivaban la tierra a su manera, no la dejaban abandonada, sembraban maíz, que era lo fuerte, y después de la cosecha empezaban a labrar la tierra ?ellos decían que era para que los rayos del sol entraran y para que en invierno el frío penetrara y matara los microbios?. La cosecha se daba muy bien porque la forma de relacionarse era a tiempo y sin químicos.

Historia de una vida, historia de una tierra

¿Qué recuerda de su niñez Don Pedro?

Perdí a mi papá a los tres años, ya que murió, me quede con mi mamá, Justina, ella lucho para hacer su vida y para crecerme. De mi padre éramos tres hermanos y dos fallecieron, yo era el más pequeño. Mi madre fue algo muy importante en mi vida, fue papá y mamá, recuerdo cosas muy buenas, me daba ejemplos para poder aprender a vivir, respetar a las personas, trabajar para dar de comer, muchos consejos que me daba, los consejos que ella me dio son sagrados. En Huayapam no había primaria completa, sólo en ciudades grandes, por lo que sólo estudié hasta cuarto año de primaria, hasta ahí nomás, no había ese recurso. 

En mi niñez el respeto a los viejos era algo muy importante, ahora casi se perdió completamente, antes la cultura del respeto era lo más importante. Mi mamá siempre me decía respeta a las personas mayores y a los niños más pequeños que tú. Me sucedió un caso cuando iba caminando y encontré una persona sobre la calle de la paz y yo pase de largo, en la tarde mandaron llamar a mi mamá en el municipio y cuando regreso empezó a pegarme, y yo le dije “¿por qué me pega usted?” y ella me dijo, “acuérdate que te he dicho que vas a respetar, entonces porque no respetaste al señor sindico, lo encontraste y no lo saludasteis”. Porque entonces el saludo era quitarse el sombrero y decir su mano, en esa forma ese era el respeto. Ahora es muy diferente y ya se perdió, ahora hasta entre papás e hijos se dicen la palabra “güey”. 

Anteriormente a las autoridades las mandaba el consejo de ancianos, los mayores del pueblo, ellos nombraban a la autoridad. Poco a poco se fue perdiendo y ahora ya no. Ese consejo de ancianos, todos los consultaban, el presidente para actuar consultaba al consejo, pero ya se perdió. El consejo desapareció, fue la constitución que dijo que la autoridad tiene la facultad de decidir sobre todo y ahí es donde se debilitó. 

¿Recuerda usted alguna historia del Pueblo? 

Platican que, en el año de 1912, tiempos de la revolución, todos los pueblos estaban en contra de los gobiernos y resulta que para el gobierno de Oaxaca uno de sus enemigos eran nuestros vecinos de la Sierra Norte. Ellos bajaban a pelear con el gobierno en el centro de la ciudad y los soldados salían a tirotearlos. Cuando bajaban de la Sierra se quedaban aquí en el pueblo por estar cerca de la ciudad, aquí se refugiaban y hacían fiestas. Entonces el pueblo fue el fregado porque quedó en medio.

Un 24 de septiembre, a las 5 de la mañana, el ejercito había sitiado nuestro pueblo, en esa noche tuvieron fiesta los de la Sierra y cuando se vieron rodeados corrieron por todo el río a la montaña y dejaron comprometido al pueblo. Entonces, los vecinos de la población dijeron que ellos no tenía nada en contra del gobierno y se resguardaron en sus casas, pero llegó el ejército y abrió las puertas de las casas, haciendo una matazón pareja. Después alguien avisó al gobierno y el gobierno mandó contra orden, juntaron todos los cadáveres y los quemaron en la plaza de Huayapam, y por eso en el pueblo hay una  calle que se llama Mártires. 

Sembrar con palabras

Para usted, ¿qué representa su lengua? 

Cuando era niño hablábamos en la casa y en la escuela puro zapoteco, para mí hablar el zapoteco no representaba mucho porque era lo natural, conforme llegaba a la casa mis papás y todos hablábamos el zapoteco, no era raro, en la escuela, zapoteco, cuando nos encontrábamos en el campo, zapoteco, puro zapoteco pues. En el 50, que yo tenía 15 años, el señor que fue mi padrastro me mandó a la escuela en el pueblo, él quería meterme a un internado, pero yo no quise. Entonces, llegó un maestro y nos prohibió hablar el zapoteco, dijo que puro castellano; ya no debíamos hablar zapoteco. Cuando nos dijo eso yo pensé mal, sentí feo, entonces empezamos a hablar castellano, eso se metió en mi cabeza y ya cuando fui joven llegué con esa idea de ya no hablar el zapoteco. En mi casa sí seguimos hablando, pero ya después no.

Cuando me casé y me llegaron mis hijos, entonces mi esposa y yo dijimos “no vamos a hablar zapoteco delante ellos”, pero hicimos muy mal, me hubiera gustado que ellos aprendieran zapoteco. Después me di cuenta de que hice mal, pero ya fue muy tarde. Yo todavía lo hablo y hablo todo, con los de mi edad y hasta los que tienen 70 años hablo todavía zapoteco, pero ya los de abajo casi no hablan. Parte de nuestra identidad y cultura se pierde al olvidar la lengua, se pierden costumbres como el respeto, de ahí vienen los saludos. Las cosas van cambiando. 

Para usted, ¿qué representa el campo?

Cuando era niño y joven comíamos lo que cosechábamos. Como no se hacía otra cosa más que trabajar en el campo, entonces en el campo había todo: frijol, calabaza, haba, chícharo, tomate, maíz. Eso comíamos y luego también el téjate que se hacía aquí. Se criaban animales, mucho pastoreo, chivo, toro, borregos y burros, teníamos todo en la casa, gallinas, huevos, hierbas del campo, quelites, nopal chico y grande. 

Para mí venir a trabajar a mi tierra todos los días temprano, me siento contento. Estar sentado no me siento a gusto, quiero estar en el campo, me siento contento, cuando no voy a trabajar me siento triste. Es mi vida cotidiana y he tenido suerte porque casi no me enfermo. Estar en contacto con la tierra da fuerza, mis hijos me dicen que descanse, pero si me siento me duele. La tierra es donde vivimos, es la que nos da todo.

Para empezar, el ser humano lo que hace es explotar todo lo que hay en la tierra para hacer dinero, para tener bastante dinero, es la ilusión del hombre y no sé para qué lo quiere porque al rato se muere y no se lleva nada, es la conclusión a la que llego, por eso yo estoy feliz teniendo de comer un día. No ilusiono tener un fajo de billetes en la mano, me conformo con estar bien y estar comiendo. Sin embargo, escucho y veo que hay gente que lo que hace es creer en el mundo, porque el mundo es la gente y la tierra es otra, creen en el mundo. El mundo quiere explotar los minerales, el agua, los árboles para hacer dinero, pero la tierra es fuerte. 

A los jóvenes ya nos les gusta el campo. Yo a mi manera de pensar pienso que la culpa la tienen los medios de comunicación. A lo mejor estoy mal, pero si me atrevo a decirlo abiertamente, porque tanto los medios escritos como la televisión traen cosas muy abiertas, que a lo mejor algunas son buenas, entonces esas cosas hacen que los niños y jóvenes piensen diferente, entonces en esos medios de comunicación ven una forma de comunicación diferente, les meten otras ideas, formas de vestir diferente, forma de trabajar diferente, por tanto ahí es donde ven lugares que ganan dinero sin sacar mucha fuerza. Por eso no es un atrevimiento sino le echo directamente la culpa a los medios de comunicación. Y ahora con el internet un poquito peor todavía, porque, bueno, fuera de todo fuera pura cosa buena, pero no. Son cosas de la vida que son complicadas. Ahora un trabajador de campo trae el celular y cada rato se para para atender el celular, por una parte está bien, pero por otra parte está mal, porque hace dos cosas, no estás haciendo nada más una.

Insisto, para mí la riqueza es el camposimplemente porque de ahí sale la comida, si no trabajamos el campo, qué comeríamos algún día. Ahora lo que pasa es que pues, de acuerdo con la tecnología, los que tienen dinero disque mejoran la semillas y el campo, pero todo eso es lo contrario porque la semilla del tomate, para sacarlo como ellos quieren, tienen que echarle mucho químico, pero es una verdura que no aguanta y comemos el químico vivo, como los pollos de granja que comen puro alimento. Una persona de campo que tiene pollos hasta los seis meses ponen 20 o 25 huevos y ya se “enculecan”, y después de un tiempo ya sanas las gallina vuelven a poner, es un ciclo natural. Sin embargo, con la tecnología ya no paran de poner y ponen, ponen, ponen?

La pregunta obligada

¿Cuál es su pensar respecto a la pandemia?

Eso de la pandemia desde el primer momento que lo escuché, la forma en que lo escuché, pues me cayó de sorpresa, porque es una enfermedad mundial y no es la primera. Entonces por qué tanta difusión, lo difunden como un mal demasiado peligroso, cuando dentro de mi ignorancia veo que no es como lo difunden.

Yo mismo me contradigo para sacar mis conclusiones, me pregunto y me respondo, si de veras fuera así pues ya se acabaría la gente en el mundo, nos caeríamos como mosquitas, pero para mí no, dentro de mi pensar no es cierto. Sí es una enfermedad nueva, por los síntomas, pero no es tan peligrosa como dicen. Se usa para meter miedo, el miedo es peor enemigo del hombre. Si tienen miedo, aunque no sientan nada, van a sentir que están malos.

Cuando voy a la ciudad uso las reglas para protegernos pero que yo lo sienta importante no es así. No sentirlo me hace estar fuerte, no tengo miedo, no pasa nada. Se dice que los doctores son cómplices del gobierno, por eso mucha gente no va a verlos cuando se enferman. 

Repensar la historia, para repensar México

Finalmente, para usted ¿qué representan los 500 años de la caída de Tenochtitlán?

Se cumplen los 500 años desde que derrotaron nuestra gente. Los que venían de fuera traían ambición, era una cosa desmedida, si no hubiera esa ambición no hubieran pensado en conquistar otro lugar. El avance de la ciencia es bueno y es malo, por eso pensó el hombre en ir más allá de su lugar cuando se dieron cuenta que no era el único, que la tierra era amplia, es cuando viajaron con esa ambición de conocer lugares, y ya conociendo vieron las riquezas con ambición. 

Pasó la independencia que según hubo, pero al final no fue porque quedaron los mismos descendientes de los que vinieron a conquistar y hasta ahorita están. Desafortunadamente el gobierno hace lo que dicen.

Para mí ser mexicano representa un orgullo porque en México hay todo y lo que se necesita es trabajar para vivir, y ser oaxaqueño con mucha más razón. Debemos dedicarnos a trabajar y comer cosas sanas que nos alimenten y vienen de la tierra. 

Sobre Don Pedro Domingo Santiago Cruz

En el 2009 Don Pedro obtuvo el Reconocimiento a la Conservación de la Naturaleza “Dr. Miguel Álvarez del Toro”, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Ha ocupado diversos cargos en su comunidad, desde topil hasta presidente municipal. Cuando presidió el comisariado de Bienes Comunales, se realizaron acciones de reforestación y conservación de suelos sin precedente, se promovió el estudio de ordenamiento ecológico de la comunidad y otro especial sobre el agua, y se estableció el primer vivero comunitario en el municipio.

Es importante destacar su labor para el establecimiento del Centro Demostrativo de Permacultura El Pedregal, en San Andrés Huayapam, en colaboración con el Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO). El Pedregal es parte de una serie de programas piloto y centros demostrativos del proyecto Aguaxaca, que implican la participación concertada de comunidades, sociedad y gobierno con el fin de conservar los procesos naturales de la región, y asegurar que haya agua para todos y opciones de mejoramiento social.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.