Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 24 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El estado de Nueva Jersey ha otorgado inmunidad civil y penal a los proveedores de atención médica que enfrentan al COVID-19. Nueva York también ha otorgado inmunidad civil y penal, incluyendo a los ejecutivos de los asilos de ancianos
  • Michigan, Massachusetts, Illinois y Connecticut también han emitido leyes que protegen la negligencia relacionada con el COVID-19; a principios de junio, los legisladores de Iowa presentaron un proyecto de ley para proteger a los proveedores de atención médica, hospitales, asilos y una variedad de negocios
  • El problema de otorgar inmunidad a todos los proveedores y responsables de atención médica es que puede disminuir la calidad de la atención, ya que es menos probable que tomen todas las precauciones necesarias para evitar un error, si no existen consecuencias bajo ninguna circunstancia
  • Durante la pandemia del COVID-19, se ha solicitado a muchos proveedores de atención médica brindar atención fuera de su especialidad, lo que aumenta el riesgo de que ocurran errores con terribles consecuencias

Un problema oculto de la pandemia del COVID-19 es el riesgo de negligencia médica y las consecuencias para las personas, los proveedores de atención médica y los hospitales. Como lo indicó Epic Brokers:

“Existe un riesgo de mayores demandas de responsabilidad profesional derivados del COVID-19 por presuntas fallas en las pruebas, tratamiento o diagnóstico adecuados.

Se están llevando a cabo negociaciones con los gobiernos estatales y federales para ofrecer protección a los proveedores de atención médica que enfrentan al COVID-19. Algunos estados han ofrecido protección a los proveedores y organizaciones de atención médica, así como la protección del ‘buen samaritano'”.

De hecho, el estado de Nueva Jersey ha otorgado inmunidad total, tanto civil como penal, a los proveedores de atención médica que enfrentan al COVID-19, mientras que Nueva York también ha otorgado inmunidad civil y penal.

El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien en contra de los lineamientos federales, ordenó a los asilos que aceptaran a personas con COVID-19, otorgó protección a los ejecutivos de los asilos para ancianos.

Según los informes, esta norma se emitió después de que la Greater New York Hospital Association donara más de 1 millón de dólares al Comité Democrático del Estado de Nueva York. Desde entonces, dos legisladores de Nueva York presentaron un proyecto de ley que revocaría la inmunidad general de Cuomo.

Los estados de Michigan, Massachusetts, Illinois y Connecticut también han emitido leyes que protegen la negligencia relacionada con el COVID-19, mientras que, a principios de junio, los legisladores de Iowa presentaron un proyecto de ley para proteger a los proveedores de atención médica, hospitales, asilos y una variedad de negocios.

La negligencia médica es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos

El problema de otorgar inmunidad a todos los proveedores y responsables de atención médica es que puede disminuir la calidad de la atención. Es menos probable que tomen todas las precauciones necesarias para evitar un error, si no existen consecuencias bajo ninguna circunstancia.

Es probable que esta protección haya causado graves errores éticos y médicos documentados por la enfermera y encubierta Erin Marie Olszewski en el Hospital Elmhurst en Nueva York, que se menciona a continuación.

Incluso sin la pandemia, la negligencia médica es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos, según los expertos en seguridad de pacientes de Johns Hopkins. Según los datos, el 9.5 % de todas las muertes al año provienen de errores médicos, incluyendo diagnósticos erróneos y errores de tratamiento. Sin embargo, la situación puede ser peor.

Según el documento del 2017, “Your Health Care May Kill You: Medical Errors”, más del 90 % de los errores médicos pasan desapercibidos. Aun así, las tasas de negligencia médica en los Estados Unidos son “mucho más altas” que las de otros países desarrollados, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Alemania y el Reino Unido, señala el documento.

El informe del Fondo de la Commonwealth del 2017, “Mirror, Mirror 2017: International Comparison Reflects Flaws and Opportunities for Better U.S. Health Care” también señala que el sistema de atención médica de los Estados Unidos ocupa el último lugar en buenos resultados de los pacientes en comparación con otras naciones de altos ingresos. Esto, a pesar de que el sistema de atención médica de los Estados Unidos supera a todos los demás países.

Enfermera comparte su experiencia con el COVID-19

Aunque es importante no obligar a que los proveedores de atención médica cumplan con los estándares en medio de un brote de una enfermedad nueva, darles una protección sin importar que tan atroz sea la negligencia también puede poner a las personas en un riesgo innecesario.

Un caso destacado es el del Hospital Elmhurst, un hospital público en Queens, Nueva York, que ha sido “el núcleo de la pandemia” del COVID-19 en los Estados Unidos. En una entrevista muy censurada, la enfermera Erin Olszewski aborda una serie de problemas en el hospital Elmhurst, incluyendo:

  • Reglas para no resucitar a personas con COVID-19
  • Falta de estándares de equipo de protección personal (EPP)
  • No separar a las personas con COVID de las personas con un resultado negativo, lo que asegura la máxima propagación de la enfermedad entre las personas no infectadas que llegan con otros problemas de salud
  • Etiquetar las pruebas negativas de COVID-19 como positivas
  • Uso rutinario de ventilación mecánica en todas las personas con COVID-19

De estos, el mal etiquetado de las pruebas negativas de COVID-19 como positivas y el uso rutinario de ventilación mecánica son quizás los peores, ya que han causado la muerte innecesaria de muchas personas.

En su video encubierto, Olszewski habla sobre cómo un paciente con accidente cerebrovascular contrajo la enfermedad al ser colocado en la misma habitación que un paciente con COVID positivo. Terminó con ventilación mecánica y debido al daño pulmonar, aumentaron sus posibilidades de morir.

Una parte de por qué la ventilación mecánica es tan peligrosa es porque se les administra sedantes y paralíticos. Puede permanecer dormido durante mucho tiempo y puede durar así hasta un mes. “No existe forma de recuperarse de algo así”, dice Olszewski. Lo que es peor, según Olszewski, a muchas personas ni siquiera se les dice que los sedaran. Solo se les dice que recibirán asistencia respiratoria.

En una conversación escalofriante, un médico afirma que la ventilación mecánica no ha sido exitosa desde que comenzó la pandemia, mientras que muchas de ellas ni siquiera obtuvieron un resultado positivo de COVID-19. En un caso como este, ¿usted cree que el personal y los administradores del hospital deberían estar exentos de cualquier consecuencia?

Julio es el mes de la conciencia sobre la negligencia médica

Una publicación del 2 de julio de 2020 en el blog del bufete de abogados Ashcraft & Gerel enumera “10 hechos sorprendentes sobre negligencia médica en los Estados Unidos”, entre los que se menciona:

  • Más del 92 % de los médicos en Estados Unidos y Canadá informan haber estado involucrados en un error médico y “accidentes”
  • 1 de cada 25 personas hospitalizadas desarrolla una infección prevenible durante su estancia
  • 1 de cada 4 personas de Medicare se lesiona o muere por negligencia médica en el hospital
  • Las fallas humanas son responsables del 80 % al 90 % de todos los errores médicos
  • Se estima que 1 de cada 3 adultos mayores que reciben atención en centros de enfermería especializada experimentan eventos adversos prevenibles

A pesar del aumento continuo de los errores médicos prevenibles, la tasa de demandas exitosas de negligencia médica disminuyó 55.7 % entre 1992 y 2014. Incluso cuando hay mucha evidencia de negligencia, los médicos son absueltos la mitad de las veces, y hasta el 90 % de las demandas de negligencia no tienen consecuencia.

La pandemia acelera los cambios en la gestión de riesgos

Según The Health Care Blog, “la pandemia podría acelerar los cambios en la forma en que las organizaciones de atención médica piensan sobre la gestión de riesgos y su cobertura de seguro”.

En el siguiente video, Margaret Nekic, presidenta ejecutiva de Inspirien, una aseguradora responsable por negligencia médica organizada por hospitales y médicos e indemnización por riesgo de trabajo, analiza cómo los proveedores están respondiendo a los cambios generados por el COVID-19.

Por ejemplo, durante esta pandemia, a muchos proveedores de atención médica se les ha solicitado brindar atención fuera de su especialidad, lo que aumenta el riesgo de que ocurran errores. También están utilizando equipos modificados. Por supuesto, el SARS-CoV-2, al ser un virus nuevo, no tenía una estrategia de tratamiento clara, por lo que los médicos han tenido que experimentar e innovar.

Los proveedores de atención médica también realizan pruebas fuera de las instalaciones médicas, y aunque los médicos están cubiertos por su seguro sin importar en dónde trabajen, la mayoría de las enfermeras están protegidas por el hospital en el que trabajan y, por lo tanto, es posible que el seguro no las proteja en caso de hacer pruebas o cuidados en otras instalaciones.

El problema con el estándar de cuidado

Ahora, mientras los investigadores de Johns Hopkins han identificado “una variación injustificada en los patrones de práctica médica que carecen de responsabilidad” como uno de los principales contribuyentes a los errores médicos, uno podría argumentar que adherirse a los protocolos de atención médica en realidad podría ser parte del problema.

Los proveedores de atención médica tienen miedo de no cumplir con el estándar de atención, incluso cuando no están de acuerdo con ello o creen que quizás no es la mejor opción para una persona, porque esta es la forma más sencilla de ser acusado de negligencia.

Es “más sencillo” dejar morir a una persona que arriesgarse a perder la licencia médica por tomar un enfoque diferente. Esto incluye recetar medicamentos peligrosos con base en recomendaciones generales en lugar de seguir un sistema de atención más personalizado.

En lo que respecta al COVID-19, hemos observado cómo el hospital de Elmhurst sigue utilizando ventilación mecánica a pesar de que los trabajadores e investigadores se han retractado, al advertir que la ventilación mecánica mata a más pacientes con COVID-19 de los que salva y al parecer no es un tratamiento apropiado para esta enfermedad.

También hemos observado cómo el tratamiento temprano con hidroxicloroquina y zinc, se ha suprimido en los Estados Unidos por falta de información, y tanto médicos como farmacéuticos han sido amenazados de perder su licencia médica si la recetan, a pesar de que ha obtenido opiniones positivas de los médicos de cuidados intensivos de todo el mundo. Esto, a pesar de que aún no existe otro tratamiento disponible para el COVID-19, ya que las posibles terapias aún están bajo investigación.

Los pacientes ‘piadosos’ tienen más probabilidades de morir

En su libro Hospitals and Health: Your Orthomolecular Guide to a Shorter Hospital Stay, el Dr. Andrew Saul señala que saber cómo jugar “el juego del hospital” puede ayudar a salvar su vida. Es importante destacar que los pacientes piadosos, que son los que no dicen o cuestionan nada, son los más propensos a morir.

Una de las mejores maneras de proteger su salud y su vida en el hospital es traer un defensor personal que pueda hablar por usted y se asegure de que reciba la atención adecuada, en especial si está tan enfermo que no puede hacerlo usted. Por desgracia, esta pandemia ha impedido que los miembros de la familia visiten a las personas hospitalizadas para actuar como sus defensores.

Muchas veces, esto los deja a merced del personal médico que es inmune a las consecuencias y están motivados de manera negativa a considerar cualquier terapia natural, incluso estrategias tan simples como la vitamina D, por temor a las repercusiones de infringir el “estándar de cuidado.”

Esto hace que sea aún más importante cuestionar todo, si alguna vez lo hospitalizan. También es importante recordar que tiene derecho a hacerlo. Como señaló Saúl en la entrevista:

“Es importante recordar la estructura de poder del hospital. No importa de qué hospital se trate, la persona más poderosa en el sistema hospitalario es el paciente.

Es posible establecer cualquier cosa con un documento. Para determinar quién es responsable se necesita un poder notarial, testamento u otro tipo de documento. Digamos que es una situación normal, el paciente tiene el derecho de decidir, [pero] el sistema funciona bajo el supuesto de que el paciente no tiene simplemente no hará uso de su derecho.

Un paciente puede decir que no quiere que lo toquen”. Y no pueden. Si lo hacen, es un delito, y puede llamar a la policía. Y pueden argumentar que al entrar firmó un formulario”. Pero puede cancelar su firma. Puede revocar el permiso.

El hecho de que tengan permiso para hacer una cosa, no significa que tengan permiso para hacer todo. No existe una situación que no pueda detener, ya que el paciente tiene el potencial de detener cualquier cosa.

Si el paciente no lo sabe, no está consciente, o no puede hacerlo, la siguiente persona más poderosa es el cónyuge. El cónyuge tiene una enorme influencia y tiene casi todo el poder del paciente. Si el paciente está discapacitado, el cónyuge puede hacer mucho más que el paciente.

Si no hay un cónyuge presente, las siguientes personas más poderosas son los hijos del paciente. Como podría notar, no he mencionado a los médicos o administradores del hospital. Esto es porque no tienen el poder. En realidad, no lo tienen. Solo quieren hacerlo pensar que lo tienen.

Pero no tienen el control. Lo tienen los pacientes. Ellos ofrecen productos y servicios, y están tratando de hacer que los acepte.

Cuando vaya al hospital, traiga un plumón negro para tachar todo lo que no le agrade del contrato. Coloque taches muy grandes a través de las cláusulas y páginas enteras, y no lo firme. Y si le dicen que no lo van a admitir, solicíteles que lo pongan por escrito.

Los abogados pueden armar un caso con eso Tienen que aceptar sus condiciones. Esto es un juego, y puede ganarlo. Pero no puede hacerlo si no conoce las reglas. Y no explican las reglas. Puede encontrar todas estas reglas en [el libro] ‘Hospitals and Health'”.

Cómo sobrevivir a la infección

No hay respuestas fáciles cuando se trata del COVID-19, pero al considerar que no es posible demandar por negligencia bajo ninguna circunstancia (dependiendo del lugar), sería bueno pensar en el tratamiento.

En los últimos meses, he explicado algunos tratamientos que parecen ser los más efectivos, como el Protocolo MATH+ y la intervención temprana con hidroxicloroquina y zinc.

En casa, puede tomar quercetina en lugar de hidroxicloroquina a la primera señal de síntomas, ya que el mecanismo de acción del COVID-19 es su capacidad para transportar zinc a las células, mientras que el zinc ofrece la mayoría de los beneficios. Los ésteres de cetona también pueden ser beneficiosos para tratar ciertos síntomas.

Es importante destacar que, en lugar de esperar una vacuna dañina, debería empezar a optimizar su nivel de vitamina D. Para mayor información consulte mi artículo “Cómo solucionar la crisis de COVID en 30 días“.

Como dice el viejo dicho, más vale prevenir que lamentar. La opción más segura para evitar un error médico es permanecer fuera del hospital, y para lograrlo, es necesario fortalecer la función inmunológica y revertir cualquier comorbilidad subyacente como la resistencia a la insulina y la obesidad.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.