¿La irrigación nasal podría ser más efectiva que lavarse las manos?

Es probable que, para estos momentos, comprenda la importancia de lavarse las manos para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.

Pero, ¿sabía que enjuagar sus senos nasales podría ser una mejor forma de inhibir la progresión de una enfermedad viral como el COVID-19? En un artículo del 20 de abril de 2020, MSN’s Best Life presentó las recomendaciones de la Dra. Amy Baxter, médica pediátrica de medicina de emergencias, en Atlanta, Georgia.

Según indica, la irrigación nasal es una estrategia inusualmente debatida que podría ayudar a reducir la progresión de la enfermedad en las personas que dieron positivo para la infección por COVID-19.

En una respuesta del 2 de abril del 2020 a un documento de BMJ sobre la falta de equipos de protección personal en la primera línea de COVID-19, el profesor Robert Matthews también mencionó la importancia y posible utilidad del lavado orofaríngeo para proteger de la infección a los proveedores de servicios de salud.

Según informó el sitio web Best Life de MSN:

“Durante mucho tiempo, la irrigación o lavado nasal se ha considerado una forma efectiva para eliminar virus o bacterias de las cavidades sinusales. Baxter tiene múltiples razones para creer que este enfoque puede ser efectivo para evitar que la propagación del coronavirus se agrave en un paciente enfermo”.

Pero ¿por qué la irrigación nasal?

Como señaló Baxter, los investigadores descubrieron que la carga viral de SARS-CoV-2 suele ser más pesada en los senos nasales y cavidad nasal. Parece lógico enjuagar los senos nasales de forma regular, ya que podría ayudar a eliminar el patógeno y evitar que se estableciera y llegara a los pulmones.

De igual manera, el uso de la irrigación nasal es respaldada por las discrepancias en edad y género observadas en el COVID-19. Prácticamente, los niños no corren el riesgo de infectarse por COVID-19, mientras que las tasas de mortalidad entre los adultos mayores son más altas. Una mayor población masculina muere por la infección, en comparación con la población femenina.

“Los niños no desarrollan senos nasales por completo hasta la adolescencia; los hombres tienen cavidades más grandes que las mujeres, y las cavidades son más grandes [en esos] mayores de 70 años”, señala Baxter.

Anteriormente, la investigación ya demostró que la irrigación nasal podría disminuir los síntomas y duración de otras enfermedades virales, como la gripe estacional y resfriado común.

En un ensayo controlado aleatorio, se descubrió que la irrigación nasal y enjuagues con solución salina hipertónica disminuían en 1.9 días la duración del resfriado común y reducían en un 35 % la transmisión dentro del hogar, ya que podrían disminuir la eliminación viral cuando se realiza dentro de las 48 horas posteriores al inicio de los síntomas.

Si bien, aún no se ha estudiado como un método preventivo para COVID-19, hay razones para sospechar que la irrigación nasal podría ser útil.

Baxter señala que las tasas de mortalidad por COVID-19 en países del sudeste asiático como Tailandia, Vietnam y Laos fueron sorprendentemente bajas, y que la irrigación nasal es una práctica común en esas áreas. Según Baxter, lo hace alrededor del 80 % de la población del sudeste asiático.

Cómo pueden irrigarse los senos nasales

Baxter sugiere irrigar los senos nasales cada vez que haya estado expuesto a una persona infectada o que de positivo para COVID-19. Recomienda enjuagar los senos nasales en la mañana con una mezcla de agua tibia (ocho onzas) y povidona yodada (media cucharadita).

La povidona yodada no solo ha demostrado matar de forma eficaz a las bacterias Klebsiella pneumoniae y Streptococcus pneumoniae, sino también puede inactivar con rapidez al SARS-CoV, MERS-CoV, virus de influenza A H1N1 A y rotavirus después de 15 segundos de exposición.

La mezcla utilizada en este estudio, povidona yodada al 7 % diluida de 1 a 30, que equivale a una concentración total de povidona yodada al 0.23 %, inactivó más del 99 % de los coronavirus que causan el SARS y MERS.

Puede utilizar una olla Neti o una botella de enjuague sinusal NeilMed. La presión del agua que obtiene de una botella de enjuague sinusal puede servir como un enjuague más efectivo. Si una presión más alta le incomoda, una olla Neti puede ser una opción más cómoda, ya que actúa con la gravedad.

Por la noche, Baxter recomienda enjuagar sus senos nasales de nuevo con una mezcla de:

• 8 onzas de agua tibia hervida
• 0.5 cucharadita de bicarbonato de sodio
• 1 cucharadita de sal de mesa

Los enjuagues bucales también podría ser útiles

Hacer enjuagues bucales también puede reducir el riesgo de que el SARS-CoV-2 llegue a sus pulmones. Como señaló el Dr. Neal Naito en un artículo del New York Times del 29 de marzo de 2020, aunque “no hay pruebas sólidas” de que hacer enjuagues pueda prevenir COVID-19, prácticamente no hay inconvenientes en la recomendación.

Al igual que Baxter, Naito señala que muchos países de Asia oriental, como Japón, consideran que hacer enjuagues bucales es una práctica de higiene.

“En el este de Asia, particularmente en Japón, el gobierno nacional promueve los enjuagues, junto con otras prácticas como lavarse las manos, usar tapabocas y mantener el distanciamiento social, como una cuestión de higiene de rutina durante la temporada regular de resfriados y gripe.

(Sin embargo, no todos pueden hacer enjuagues de manera efectiva, incluyendo a algunas personas con dolor de cuello, derrame cerebral o demencia, así como niños menores de 8 años).

La mayoría de los primeros estudios sugieren que hacer enjuagues puede ayudar a prevenir y tratar las infecciones de las vías respiratorias superiores e inferiores, que por supuesto, provienen de Japón”, escribe Naito.

Al parecer es más útil una solución oral de enjuagues de povidona yodada de venta libre, utilizada durante décadas por los japoneses para tratar el dolor de garganta.

Un pequeño estudio de Japón, publicado en 2002, encontró que los pacientes diagnosticados con enfermedad respiratoria crónica que hicieron enjuagues con una solución de povidona yodada al menos cuatro veces al día, redujeron en alrededor del 50 % su incidencia de infección respiratoria aguda.

Evite el desinfectante cutáneo a base de yodo para hacer enjuagues bucales

Es importante destacar que Naito enfatiza que las soluciones de povidona yodada que se venden como desinfectantes cutáneos NO son adecuadas para hacer enjuagues ya que contienen ingredientes que podrían ser dañinos y no deben consumirse.

“Es esencial que las personas eviten hacer enjuagues bucales con soluciones desinfectantes para la piel, incluidas las que contienen povidona yodada”, indica. Por lo tanto, cuando use povidona yodada para hacer enjuagues bucales, asegúrese de buscar soluciones como Betadine formulada específicamente como enjuague bucal para el dolor de garganta, no productos destinados para cortaduras y heridas.

Otra estrategia de prevención: peróxido de hidrógeno nebulizado

Aunque, lo cierto es que los enjuagues y la irrigación nasal pueden ser útiles, considero que la nebulización de peróxido de hidrógeno o plata coloidal puede ser aún más efectiva. El Dr. Thomas Levy ha publicado una guía sobre cómo usar el peróxido de hidrógeno nebulizado para realizar la prevención y el tratamiento de infecciones respiratorias virales, incluyendo al COVID-19.

Para inactivar los virus con peróxido de hidrógeno, todo lo que necesita es un cubrebocas que tape su boca y nariz y un nebulizador que emita un vapor fino con peróxido de hidrógeno de grado alimenticio adecuadamente diluido.

A menudo, el peróxido de grado alimenticio viene en concentraciones de 12 %, que deben diluirse hasta 1 % o menos antes de utilizarse, como se describe en la siguiente tabla. Si utiliza peróxido de hidrógeno al 3 %, entonces debe multiplicar el número en la primera columna por 4, o dividir la segunda columna entre 4.

El vapor microscópico, similar al humo o al vapor, puede inhalarse cómodamente en los pulmones, así como en las fosas y senos nasales. El peróxido de hidrógeno (H2O2) consiste en una molécula de agua (H2O) con un átomo de oxígeno adicional, y este último es el que permite la inactivación de los patógenos virales.

Los coronavirus se mantienen unidos por medio de un recubrimiento de lípidos (grasa). El jabón es anfipático, lo que significa que puede disolver la mayoría de las moléculas, por lo que disuelve esta membrana grasa, haciendo que el virus se deshaga y se vuelva inofensivo.

El peróxido de hidrógeno funciona de manera similar. Podrá encontrar información más detallada sobre el mecanismo de acción en mi artículo anterior, “¿El peróxido de hidrógeno podría tratar el coronavirus?“.

Las células inmunológicas pueden producir peróxido de hidrógeno. Es posible detener la reproducción viral al matar la célula infectada. Por lo que, el peróxido de hidrógeno ayuda a que las células inmunológicas realicen su función natural de manera más efectiva.

El peróxido de hidrógeno también es un agente de señalización redox muy importante. A diferencia del estrés oxidativo, la aflicción oxidativa señala un desafío oxidativo que tiene efectos positivos o beneficiosos y es esencial para la señalización redox.

Muchos estudios han analizado el uso de peróxido de hidrógeno contra diferentes patógenos. Uno de las más importantes es una revisión de 22 estudios, publicada en marzo de 2020 en Journal of Hospital Infection. Encontraron que el peróxido de hidrógeno al 0.5 % inactivaba efectivamente en un minuto de exposición a diversos coronavirus humanos, incluyendo a los responsables del SARS y MERS.

Si ya tienen secreción nasal o dolor de garganta, Levy recomienda utilizar el nebulizador durante 10 a 15 minutos cuatro veces al día hasta mejoren sus síntomas.

De igual manera, puede utilizar el peróxido de hidrógeno nebulizado para realizar la prevención y el mantenimiento, lo que podría ser recomendable durante la temporada de gripe, o mientras la pandemia COVID-19 está en pleno apogeo. De acuerdo con Levy:

“Debido a que no es una terapia tóxica, la nebulización puede administrarse con la frecuencia necesaria.

Si se realiza al menos una vez al día, producirá un impacto muy positivo en la función intestinal, ya que puede acabar con la colonización crónica de patógenos presente en la mayoría de las narices y gargantas, y detener la ingestión de estos patógenos y sus toxinas.

Si la prevención diaria no es una opción práctica, entonces puede recurrir a este método de prevención cuando sea necesario; por ejemplo, cuando alguien estornude en su cara o cuando baje de un avión después de un vuelo transatlántico. No espere a que aparezcan los síntomas, mejor utilice el nebulizador cada vez que pueda”.

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