Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 29 de junio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los autores de un estudio probaron variantes genéticas y encontraron que el gen responsable de la reacción exagerada del sistema inmunológico estaba cerca del gen para el tipo de sangre
  • Algunos utilizaron pruebas de ADN en el hogar para rastrear la genealogía o descubrir más información sobre los riesgos médicos; aunque es útil para esto, los laboratorios no están exentos de riesgos
  • Es probable que su tipo de sangre no sea el factor más importante; en cambio, puede optimizar su nivel de vitamina D, mejorar su sensibilidad metabólica y reducir la resistencia a la insulina con ayuno intermitente

Después de que China revelara el descubrimiento del SARS-CoV-2 en su país, los científicos de todo el mundo actuaron. Se trataba de un tipo diferente de coronavirus que se había estudiado desde al menos 1980.

Una diferencia son las capacidades potenciales de la ganancia de función, que se cree que tiene el virus y que se han utilizado en entornos de laboratorio para alterar la función de las células “como herramientas poderosas para comprender la biología bacteriana y viral básica y las interacciones entre patógeno-huésped”. Estados Unidos prohibió esta investigación en 2014, pero en 2017 inició en silencio y.

“… los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos anunciaron que reanudarían la financiación de los experimentos de ganancia de función que involucran influenza, coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente y coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo [SARS]”.

El nuevo coronavirus parecía desencadenar muchos síntomas en las personas. Algunas solo tenían una leve aflicción; otras estuvieron enfermas durante semanas y otras sufrieron debilidad respiratoria tan grave que requirieron a la ayuda de un ventilador.

Su tipo de sangre podría revelar el perfil de riesgo

Después del brote de SARS de 2003, los investigadores descubrieron que el Tipo de sangre O, tenía un efecto protector contra esa cepa del coronavirus. Los científicos también analizaron qué factores genéticos pueden afectar la infección y su gravedad para las personas expuestas al SARS-CoV-2.

La compañía de pruebas genéticas 23andMe dio a conocer resultados preliminares de un estudio que realizaron al utilizar la información de más de 750 000 personas. Los primeros resultados sugieren que el tipo de sangre de una persona influye en su susceptibilidad al virus.

Además de la información que usaron de los millones de personas que enviaron su ADN a la compañía, desean agregar datos de 10 000 pacientes hospitalizados que aún no forman parte de su base de datos.

La compañía informó que el porcentaje que dio positivo al COVID-19 en el grupo sanguíneo AB, fue del 4.1 %. Las diferencias reportadas en el estudio demostraron que aquellos con tipo O tenían un potencial 9 % o 18 % menor para dar positivo en el virus en comparación con aquellos con tipos de sangre A, B o AB.

En otro estudio, los investigadores encontraron que las personas con sangre tipo O Rh positivo tenían la mejor protección. 23andMe no encontró diferencias entre los dos factores de HR, positivos o negativos. Es importante tener en cuenta que los datos se recopilaron de información autoreportada, lo que puede reducir la validez de este estudio.

En una investigación de China, los investigadores compararon los tipos de sangre de 2 173 pacientes que dieron positivo al SARS-CoV-2. Los resultados demostraron que las personas con el tipo de sangre O tenían un riesgo menor de infección y las personas con el tipo de sangre A un riesgo mayor. Los resultados de este estudio son preliminares, y los investigadores advierten que solo se deben usar como guía.

Un grupo diferente de investigadores evaluó la información de salud de las personas que tenían insuficiencia respiratoria; además de revisar los datos de un grupo de control, estudiaron a pacientes en siete hospitales en Italia y España. En el análisis final, se incluyeron 835 personas de Italia y 775 de España que dieron positivo al virus.

Los investigadores analizaron 8.5 millones de polimorfismos de un solo nucleótido, que son variaciones genéticas. Encontraron diferencias genéticas estadísticamente significativas en los grupos sanguíneos. También encontraron un riesgo mayor en las personas que tienen sangre A-positiva y un riesgo menor en las personas con tipo de sangre O.

Es importante recordar que los resultados no demuestran que haya una protección o riesgo absoluto con el tipo de sangre, solo que aquellos con el tipo de sangre O pueden tener un riesgo menor y aquellos con el tipo de sangre A pueden tener un riesgo un poco mayor. Los resultados de Italia y España se suman a un creciente cuerpo de evidencia que indica que el tipo de sangre tiene algún impacto en la susceptibilidad de una persona a la infección por el SARS-CoV-2.

Laura Cooling, de la Universidad de Michigan, dijo que los datos actuales no coinciden con la epidemiología del patrón de la enfermedad en los Estados Unidos. Señaló que el tipo de sangre O es más frecuente en la población de afroamericanos, y que experimentan un número desproporcionadamente mayor de infecciones.

Esto sugiere que el tipo de sangre puede ser un factor de riesgo menor en comparación con otros, como las comorbilidades que aumentan el riesgo de afecciones graves y enfermedades como la deficiencia de vitamina Dobesidaddiabetes y enfermedades cardiovasculares.

¿Qué es lo importante en el tipo de sangre?

El tipo de sangre tiene un impacto en la forma de tratar de emergencia y la transfusión; y la transfusión exitosa requiere que la persona que recibe la sangre reciba el mismo tipo del donante.

Su tipo de sangre está determinado por la presencia o ausencia de antígenos en la superficie de cada glóbulo rojo. Estos le dan a su sangre características específicas, incluyendo el tipo de sangre. Los cuatro tipos principales que están determinados por dos antígenos específicos, A y B, incluyen A, B, AB y O. También puede estar presente otro factor, Rh.

Los tipos de sangre más comunes son O-positivo y A-positivo. La distribución aproximada de los tipos de sangre varía de tipo O-positivo en el 38 % de la población a tipo AB-negativo en el 1 % de la población.

En la actualidad, no se entiende cómo el tipo de sangre puede desempeñar un papel tan importante en la susceptibilidad al COVID-19. El profesor Andre Franke de la Universidad de Kiel es autor del estudio de Italia y España. Encontró que el gen del tipo de sangre está cerca de un gen que controla una proteína para una fuerte respuesta inmunológica.

La reacción exagerada del sistema inmunológico, llamada tormenta de citoquinas, es lo que causa una respuesta inflamatoria masiva y daño pulmonar con el COVID-19. En teoría, esta variación genética puede tener influencia sobre el sistema inmunológico y explicar la relación que tiene con el tipo de sangre.

Considere estos riesgos antes de hacerse una prueba de ADN en el hogar

La cantidad de personas que usan pruebas de ADN en el hogar para rastrear su ascendencia, confirmar su herencia u obtener información sobre el tipo de sangre aumentó hasta 2019, como lo demuestra la gran población que 23andMe usó en su estudio.

Aunque 23andMe.com experimentó un crecimiento reciente, esa compañía, junto con Ancestry.com, que también recolecta su ADN, perdió ventas en 2019. Sin embargo, estas pruebas no están exentas de riesgos. Sin embargo, aún conservan los datos de todas las personas que les han enviado información. El uso potencial de ADN varía desde estudiar su árbol genealógico y ayudar a encontrar indicadores genéticos hasta identificar condiciones de salud y resolver problemas.

Los dos últimos se realizan en laboratorios muy regulados, mientras que el ADN para identificar su árbol genealógico no. El kit de prueba en el hogar le permite conocer sus resultados en línea. Al hacerlo, debe autorizarle a la empresa almacenar su información en su base de datos. Esta es la misma base de datos que 23andMe utilizó para realizar la comparación reciente del tipo de sangre y la infección por COVID-19.

La información también se puede usar de otra forma, dependiendo de las reglas de la compañía. En algunas, su uso de servicios les permite vender sus datos genéticos a terceros sin su consentimiento y sin participación en los beneficios. Las compañías farmacéuticas, por ejemplo, necesitan grandes conjuntos de datos de ADN para desarrollar nuevos medicamentos.

Estos datos se venden por millones de dólares, pero quienes los proporcionan no obtienen ninguna de las ganancias. Esa ironía se ve agravada por el hecho de que los consumidores tienen que pagar alrededor de $ 99 para que se les realice una prueba de ADN, que luego está disponible para uso corporativo y aprovechamiento, entre otras cosas, que los donantes no tienen control.

Su ADN es su conjunto de información más personal, que se puede usar y manipular de varias maneras. En una era donde las empresas tienen dificultades para mantener seguros sus nombres de usuario y contraseñas, no es poco realista pensar que sus datos de ADN también pueden estar en riesgo.

En 2013, los investigadores publicaron un artículo que demostraba que era posible identificar a las personas que participaban en estudios de investigación genética al hacer una referencia cruzada de sus datos con información disponible de forma gratuita en Internet. Los científicos están entusiasmados con la información potencial que se puede obtener de grandes bases de datos de ADN, pero plantea un problema para su privacidad.

Las compañías de análisis de ADN no están sujetas a las regulaciones de la HIPAA, lo que significa que su información personal de salud no está protegida. Incluso si no hay fugas, su información genética puede ser utilizada por empleadores, organizaciones de seguros de vida y compañías de seguros de salud. De hecho, en 2013, 23andMe admitió que el objetivo de su empresa era recopilar grandes cantidades de datos de ADN para usar sin el consentimiento de los donantes.

Pasos para optimizar su salud y apoyar su sistema inmunológico

Es importante conocer su tipo de sangre, pero probablemente no sea un factor importante en su capacidad para resistir ante una infección viral. El número de personas que muere por COVID-19 se encuentra en algún lugar entre la estimación de la Organización Mundial de la Salud del 3.4 % y un estudio en Nature Medicine que indica el 1.4 %.

Dado que muchos casos de personas infectadas no se reportan, es probable que muchos de los casos leves y asintomáticos no se incluyan dentro de las cifras. Esto significa que la tasa de mortalidad sería menor. En un estudio de la autoridad nacional de salud de Italia, el 99 % de las muertes en Italia fueron de personas con afecciones médicas subyacentes.

De los reportados, 48.5 % tenía 3 o más comorbilidades. Esto señala la importancia de tratar cualquier problema subyacente que pueda tener. Es importante que trabaje en optimizar su salud de manera que no tenga efectos secundarios o problemas de salud indeseados que tenga que tomar un medicamento.

Las enfermedades comórbidas con tasas más altas de muerte y gravedad son las cardiovasculares, diabetes, presión arterial alta, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer. De las cinco enfermedades en esta lista, cuatro están muy afectadas por la disfunción metabólica. El denominador común es la resistencia a la insulina, que se provoca por una alimentación de altas cantidades de carbohidratos y alimentos procesados.

Cuando su cuerpo es resistente a la insulina, tampoco es metabólicamente flexible. Como señaló la Dra. Sandra Weber, presidenta de la American Association of Clinical Endocrinologists:

“Sabemos que, si no tiene un buen control de la glucosa, existe un alto riesgo de infección, incluyendo virus y quizás [COVID-19] pero al [mejorar el control de glucosa] es posible mejorar el resultado debido a una mejor función inmunológica”.

El momento y el tipo de comida tienen una fuerte influencia en su capacidad para vencer la resistencia a la insulina. El ayuno intermitente promueve la sensibilidad a la insulina y mejora el control de azúcar en la sangre. Esta estrategia ayuda a resolver la diabetes tipo 2, presión arterial alta, obesidad y otras afecciones causadas por la disfunción metabólica. Para leer más sobre cómo el ayuno intermitente afecta la sensibilidad a la insulina, consulte el artículo “Ayuno intermitente: el poderoso auxiliar para revertir la diabetes tipo 2“.

Los investigadores también encontraron evidencia convincente de que mantener niveles óptimos de vitamina D ayuda a reducir el riesgo de enfermedad grave. Dado que los científicos anticipan una segunda ola de enfermedades en el otoño, tiene muy poco “tiempo” para elevar su nivel de vitamina D a al menos 60 ng/ml y hasta 80 ng/ml.

Es importante destacar que la investigación publicada el 28 de abril de 2020 demostró que la insuficiencia de vitamina D es prevalente en casos graves de COVID-19. También encontraron que el 100 % de las personas menores de 75 años admitidas en la unidad de cuidados intensivos tenían insuficiencia de vitamina D. Para una discusión más profunda sobre cómo su nivel de vitamina D afectará su riesgo y cómo optimizar sus niveles, consulte el artículo “Niveles de vitamina D recomendados antes del resurgimiento del COVID-19“.

Entonces, para optimizar los niveles de vitamina D se recomienda averiguar cuáles son sus niveles por medio de un análisis de sangre. Una manera fácil y rentable de lograrlo es por medio de un kit de prueba de vitamina D de GrassrootsHealth.

Una vez que conozca sus niveles en la sangre, es posible evaluar la dosis que necesita para mantener o mejorar sus niveles. El nivel ideal es superior a los 40 ng/ml, y entre los 60 ng/ml y 80 ng/ml (medición europea: 100 nmol/L o entre 150 nmol/L y 200 nmol/L).

Es posible ajustar la dosis al considerar su nivel básico de vitamina D. Para hacerlo, es posible utilizar el siguiente cuadro o usar el Calculador de vitamina D * de GrassrootsHealth. Para convertir ng/mL en la medición europea (nmol/L), solo multiplique la medida de ng/mL por 2.5.

Además del ayuno intermitente y optimizar sus niveles de vitamina D, encontrará una lista con más estrategias que puede incorporar a su rutina diaria en el artículo “¿Quiere vencer al coronavirus? Trate su diabetes e hipertensión“.

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