Por Redacción, Sin Embargo, 17 de agosto de 2023.

Katherine Tai, titular de la Oficina de Representación Comercial de Estado Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), anunció este jueves que el Gobierno que representa solicitó la creación de un panel de resolución de controversias en el marco del Tratado con México y Estados Unidos (T-MEC) por el decreto mexicano que prohíbe la importación de maíz transgénico.

Katherine Tai declaró que el Gobierno estadounidense tomó esta decisión en respuesta al decreto presidencial, con el argumento que estas medidas carecen de fundamentos científicos y ponen en peligro el acceso al mercado que México se comprometió a proporcionar en el T-MEC.

“Estados Unidos ha utilizado las herramientas provistas por el T-MEC para intentar resolver las preocupaciones por las medidas biotecnológicas de México. Hoy, Estados Unidos está tomando el siguiente paso para hacer cumplir las obligaciones de México en el T-MEC”, afirmó Tai.

“Es fundamental que México elimine sus medidas de biotecnología inconsistentes con el T-MEC para que los agricultores estadounidenses puedan seguir accediendo al mercado mexicano y utilizar herramientas innovadoras para enfrentar los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria”, agregó.

Por su parte, Tom Vilsack, Secretario de Agricultura de Estados Unidos, reiteró que el decreto de México no se basa en evidencia científica que muestre que el maíz transgénico es dañino para la salud.

“El enfoque de México hacia la biotecnología no se basa en la ciencia y va en contra de décadas de evidencia que muestra la seguridad y el riguroso sistema de revisión regulatoria que se basa en la ciencia y que garantiza que no representa ningún daño para la salud humana y el medio ambiente”, dijo.

La USTR anunció que tras haber concluido los 75 días de consultas sin llegar a un acuerdo entre ambos países, Estados Unidos dará el siguiente paso que es el establecimiento del panel, en el que a partir de ahora son 30 días para nombrar a las y los panelistas que conformarán el equipo, quienes tendrán hasta 180 días para emitir el fallo.

EL DECRETO PRESIDENCIAL

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), del Gobierno de México publicó el pasado el 13 de febrero de 2023, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un decreto por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado en el país.

El decreto del Gobierno de México estableció como periodo de transición para el desarrollo y escalamiento de las acciones previstas, el cual comprende de la fecha de entrada en vigor del mismo y hasta el 31 de marzo de 2024.

Según el decreto, el Gobierno federal busca fomentar el establecimiento y generación de alternativas y prácticas “sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción agrícola y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el medio ambiente, libres de sustancias tóxicas que representen peligros agudos, crónicos o subcrónicos”.

OTRO DECRETO

El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que ya firmó el decreto presidencial para aumentar los aranceles a la importación del maíz no blanco, para ayudar a la industria agricultora mexicana, a fin de que se consuma más producto nacional.

Desde Palacio Nacional, el mandatario aclaró que el decreto presidencial aplicará para el maíz no blanco para que “no enojen los grandes productores del extranjero y sus defensores”.

“Acerca del maíz blanco que se produce en el país, somos autosuficientes y es un maíz de buena calidad, no transgénico, y por eso lo estamos protegiendo”, agregó desde Palacio Nacional.

El mandatario argumentó que “con este decreto vamos a garantizar también que se adquiera el maíz que están cosechando, que están produciendo los agricultores de México. […] Tenemos suficiente producción. Por eso ayudamos mucho a los productores, entregamos fertilizantes y está creciendo la producción”.

El pasado 24 de junio, México impuso un arancel del 50 por ciento a la importación de maíz blanco con el objetivo de impulsar la producción nacional y evitar el ingreso de grano modificado genéticamente, según López Obrador.

El maíz blanco fue uno de los alimentos de la canasta básica que quedaron exentos de aranceles a principios de año en un intento del Gobierno de controlar la inflación en el país. Pero según el decreto, esa decisión “no ha generado un impacto significativo en la disminución de precios en el mercado nacional, por lo que se considera pertinente eliminarla”.

México importa poco maíz blanco —el que se usa para consumo humano— principalmente de Estados Unidos y de Sudáfrica. Pero como la imposición de aranceles choca, en principio, contra el tratado de libre comercio norteamericano podría complicar la controversia comercial que ya tiene el país con Washington y Canadá por el comercio de maíz modificado genéticamente.

México quiere restringir el maíz transgénico para el consumo humano —el blanco— y, a la larga, vetarlo también para la alimentación animal —el maíz amarillo o forrajero—, algo que sus dos socios del norte dicen que dañaría el comercio en la región. Sólo de Estados Unidos, México lleva años importando maíz transgénico amarillo por un monto de unos tres mil millones de dólares anuales porque ese producto es deficitario en el país.

Tanto Estados Unidos como Canadá consideran que los miedos mexicanos a los peligros de ese maíz modificado genéticamente no están sustentados por la ciencia y por ello activaron un instrumento para solucionar controversias que existe en el seno del tratado de libre comercio norteamericano, el T-MEC, y que, de no llegarse a un acuerdo, podría acabar en sanciones.

El Presidente López Obrador ha dicho no tener miedo a las controversias y ha insistido en que sólo se debe usar para consumo humano el blanco nacional, en primer lugar para apoyar el mercado mexicano y también porque el importado, aunque más barato, está modificado genéticamente.

Foto de Samuel Branch en Unsplash
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