Niveles bajos de vitamina K se relacionan con un mayor riesgo de fallecimiento

La vitamina K es una vitamina soluble en grasa que se puede encontrar en algunos alimentos. El cuerpo la utiliza para ciertas funciones, incluyendo las necesarias para el metabolismo óseo, la coagulación de la sangre y muchas otras funciones celulares.

Su cuerpo tiene una capacidad limitada para almacenar vitamina K, por lo que debe obtenerla todos los días, ya sea de sus alimentos o en forma de suplemento. También se recicla dentro de su sistema, lo que optimiza sus beneficios. Muchos medicamentos diferentes, tales como los antibióticos, los medicamentos para bajar de peso, los medicamentos para el colesterol y el anticoagulante warfarina, pueden interferir con su absorción y, por lo tanto, afectar la coagulación de la sangre.

La vitamina K se distribuye por todo el cuerpo, incluso en el cerebro, corazón, huesos e hígado. Dado que se descompone y se excreta rápidamente, a diferencia de otras vitaminas liposolubles, no es común alcanzar niveles tóxicos.

Debido a que esta vitamina es crucial para varias funciones corporales, suena lógico que, si no obtiene los niveles necesarios todos los días, de forma constante, podría aumentar su riesgo de muerte temprana.

La vitamina K reduce el riesgo de muerte en personas de edad avanzada

Hace poco, un equipo publicó un artículo en American Journal of Clinical Nutrition que investigaba las proteínas dependientes de la vitamina K que pueden afectar la aterosclerosis, que es la rigidez y calcificación de los vasos arteriales.

El objetivo de la investigación era determinar si existía una relación entre la vitamina K circulante, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por cualquier causa. El estudio se realizó en la Universidad de Tufts y fue dirigido por Kyla Shea, quien comentó lo siguiente:

“La posibilidad de que la vitamina K esté relacionada con enfermedades cardíacas y la mortalidad se basa en nuestro conocimiento sobre las proteínas en el tejido vascular que requieren vitamina K para funcionar. Estas proteínas ayudan a evitar que el calcio se acumule en las paredes de las arterias y, sin suficiente vitamina K, son menos funcionales”.

Los investigadores recopilaron datos de tres bases de datos científicas, incluyendo el estudio Framingham Offspring. Se midieron los niveles de vitamina K1 circulante (filoquinona) de los participantes y cada uno de ellos presentó algún tipo de evento cardíaco o muerte. Durante 13 años, hubo 3 891 hombres y mujeres con 858 eventos cardíacos y 1 209 muertes.

Es curioso que, aunque la vitamina K está relacionada con la salud vascular, los datos no mostraron una asociación entre un nivel bajo de vitamina K y la enfermedad cardiovascular (ECV). Sin embargo, existía un vínculo entre los niveles bajos y la mortalidad cualquier causa. Los participantes con el menor nivel sérico de vitamina K tuvieron un riesgo 19 % mayor de mortalidad por cualquier causa.

Dado que el estudio fue observacional, los científicos no pudieron establecer una relación causal, pero los datos coinciden con lo que ya sabemos sobre la función de la vitamina K en el cuerpo. Un tercio de los participantes en el estudio no eran de raza blanca, lo que les permitió a los investigadores especular que la relación es multiétnica. El Dr. Daniel Weiner, nefrólogo del centro médico Tufts, explicó la relación que existe entre las arterias rígidas y la ECV:

“Al igual que cuando una banda de goma se seca y pierde su elasticidad, cuando las venas y las arterias se calcifican, la sangre bombea de manera menos eficiente, lo que provoca una serie de complicaciones. Por esta razón, medir el riesgo de muerte, en un estudio como este, puede ayudar a entender el espectro de eventos relacionado con el deterioro de la salud vascular”.

Vitamina K: Conceptos básicos

Existen dos tipos básicos de vitamina K. La vitamina K1 se encuentra en los vegetales de hoja verde y actúa a través del hígado para ayudar a mantener un sistema de coagulación saludable. Este es el tipo de vitamina que midieron los investigadores en el estudio. La vitamina K1 también ayuda a reducir la calcificación en los vasos sanguíneos y ayuda a los huesos a retener el calcio.

La vitamina K2 (menaquinona) es producida por bacterias en su intestino y se puede encontrar en algunos productos de origen animal y alimentos fermentados, como el queso y el natto. Este es el tipo de vitamina que ayuda a activar la vitamina D y mover el calcio del sistema arterial hacia los huesos y dientes.

También hay varias formas diferentes de vitamina K2. Reciben su nombre según la longitud de la cadena química y comienzan con la letra M de menaquinona. Los dos tipos más importantes se encuentran en los productos de origen animal y alimentos fermentados. La mayoría de las dietas occidentales carece de ambas formas de vitamina K2.

En un estudio, los investigadores compararon la efectividad de administrarle a mujeres sanas suplementos de dos tipos de vitamina K, MK-4 y MK-7. Y “demostraron que los humanos absorben bien una dosis nutricional de MK-7, además esta misma dosis aumenta significativamente los niveles séricos de MK-7, mientras que la MK-4 no tuvo ningún efecto en los niveles séricos de MK-4”.

Más beneficios de la vitamina K

La vitamina K es parte integral de la capacidad del cuerpo para coagular la sangre. Estos factores de coagulación están involucrados en una serie de eventos que detienen el sangrado y se producen en el hígado. Por lo tanto, las personas con enfermedad hepática grave pueden tener dificultades con la coagulación dependiente de la vitamina K y tienen un mayor riesgo de hemorragia.

Como se discutió anteriormente, la vitamina K también es crucial para sacar el calcio del sistema arterial y prevenir la calcificación de los tejidos blandos. Esta función es fundamental para prevenir la osteoporosis y mantener una buena salud ósea.

Otro beneficio es una proteína dependiente de la vitamina K llamada proteína específica del gen 6 de la detención de crecimiento (Gas6), que se identificó en 1993 y se encuentra en el corazón, los riñones, los pulmones y el cartílago. Contribuye con muchas funciones celulares que pueden desempeñar un papel importante para proteger un sistema nervioso envejecido y, además, parece regular la homeostasis vascular.

Otros estudios que utilizaron la vitamina K2 en células cancerosas en el laboratorio han demostrado un efecto apoptótico. En un estudio, los investigadores encontraron apoptosis inducida por vitamina K2 en células de cáncer de vejiga y en otro estudio, contra el cáncer de mama triple negativo.

La vitamina K2 y el magnesio mejoran los beneficios de la vitamina D

Cada vez hay más evidencia que demuestra que su nivel sérico de vitamina D lo protege contra el COVID-19 y reduce la gravedad de la enfermedad. Y aunque su cuerpo produce vitamina D por la reacción a la luz solar, muchas personas no reciben la exposición suficiente al sol para elevar sus niveles de vitamina D por encima de 30 ng/ml.

Para alcanzar este objetivo mínimo, es posible que necesite un suplemento. Sin embargo, tomar solo suplemento de vitamina D3, sin magnesio y vitamina K2, podría ofrecer poca protección efectiva y aumentar su riesgo de aterosclerosis. Para determinar cuánto suplemento debe tomar, necesita medir su nivel actual. Puede hacerlo con un kit casero que puede conseguir en GrassrootsHealth.

El kit se envía a su casa, donde utiliza la lanceta para sangre en el dedo y después lo regresa al laboratorio. Solo recibe los resultados de la prueba, los cuales podrá ingresar en la calculadora de GrassrootsHealth para determinar la cantidad de suplemento que necesitará para lograr el resultado deseado.

La vitamina D ayuda a absorber y utilizar la vitamina K2. De hecho, una deficiencia de vitamina K podría contribuir con los síntomas de “toxicidad por vitamina D”. En mi entrevista con la Dra. Kate Rheaume-Bleue, médica de salud natural y autora de Vitamin K2 and the Calcium Paradox, habló sobre este tema:

“No vemos síntomas de toxicidad por vitamina D con mucha frecuencia, pero cuando los vemos, esos síntomas son una calcificación inapropiada. Ese es un síntoma de toxicidad por vitamina D y lo causa la falta de vitamina K2. La K2 lo protege de esta toxicidad de una manera muy simple”.

Además de todo esto, ya había dicho antes que es importante consumir vitamina K2 cuando está tomando un suplemento de vitamina D3 porque evita la calcificación excesiva en sus arterias. El magnesio también es muy importante si quiere elevar su nivel de vitamina D, ya que es necesario para activarla.

Sin cantidades suficientes, el cuerpo no puede utilizar la vitamina D de forma adecuada. Mohammed Razzaque es profesor de patología en el Lake Erie College of Osteopathic Medicine en Pennsylvania. Y señala que, sin magnesio, los suplementos de vitamina D no sirven de mucho.

Para reducir el riesgo de deficiencia de vitamina D, es necesario tener niveles óptimos de magnesio. Según una revisión científica, es posible que hasta el 50 % de las personas que viven en los Estados Unidos y toman suplementos de vitamina D no obtengan todos sus beneficios debido a que se almacena en su forma inactiva, lo cual es causado por tener bajos niveles de magnesio.

La relación es bilateral. Mientras que la vitamina D mejora la absorción de magnesio, consumir grandes cantidades también puede agotarlo. Esto se debe a que, si quiere convertir grandes dosis de vitamina D en su forma activa, necesitará grandes dosis de magnesio para lograrlo.

GrassrootsHealth publicó una investigación que se basó en datos de casi 3 000 personas, la cual demuestra que, si no está tomando un suplemento de magnesio y vitamina K2 junto con la vitamina D, entonces debe aumentar su consumo en un 244 %. Lo que esto significa que, si toma los tres suplementos al mismo tiempo, necesita una menor cantidad de vitamina D para alcanzar un nivel saludable.

Según los investigadores, “en comparación con aquellos que toman estos suplementos por sí solos, ya sea vitamina K2 o magnesio, las personas que toman ambos suplementos tiene un mayor nivel de vitamina D”.

Considere utilizar un suplemento de magnesio y vitamina K2

También existen varias formas de magnesio. En cada forma, el magnesio está unido a otra molécula. Como se menciona en “Doctor neoyorquino destaca la importancia de optimizar los niveles de la vitamina D“, algunas formas tienen compuestos que cumplen otras funciones en el cuerpo:

• Glicinato de magnesio, un polvo con baja solubilidad. La glicina es un aminoácido importante y precursor del glutatión.
• Magnesio iónico que se encuentra en tabletas de hidrógeno molecular. Cada tableta hidrosoluble contiene alrededor de 80 mg de iones de magnesio suelto y biodisponible, que constituye aproximadamente el 20 % de la cantidad diaria recomendada.
• El treonato de magnesio, es otra excelente opción, ya que puede atravesar la barrera hematoencefálica.
• Malato de magnesio, que se disuelve bien en agua. El malato es una sustancia intermediaria en el ciclo de Krebs, por lo que es probable que contribuya a la producción de ATP.
• Citrato de magnesio, que también se disuelve bien y tiene un agradable sabor a ácido cítrico.

Dado que la mayoría de las personas que llevan una dieta occidental tienen deficiencia de vitamina K2 y la vitamina se usa y se excreta rápidamente, es muy importante modificar su alimentación o recurrir a los suplementos. Como se señaló en el estudio que mencioné, las personas con los niveles elevados de vitamina K tienen un menor riesgo de muerte.

Y dado a que es difícil detectar o evaluar los niveles de vitamina K2, puede ser difícil determinar si está obteniendo suficiente vitamina K. Para obtener más información sobre cómo obtener la cantidad suficiente de vitamina K, consulte el siguiente artículo: “Las espinacas, el huevo y el queso gouda podrían ayudar a combatir el COVID-19“.