Ecologistas en Acción alerta de los impactos por los residuos del lindano

La organización Ekologistak Martxan halló el pasado 15 de junio un vertido incontrolado de lindano en una zona del Monte Jata, en la carretera que comunica los municipios vizcaínos de Barrika y Bakio.

Por Enric Llopis, Rebelión, 21 de agosto de 2017

Tras dar aviso al Gobierno Vasco y la Diputación Foral, se procedió al precintado de la zona. El lindano es un compuesto químico utilizado, en el pasado, para el control de plagas agrícolas.

Se trata de una sustancia organoclorada (hidrocarburo en el que los átomos de hidrógeno se sustituyen por otros de cloro) que, además de como plaguicida, se empleó para disolventes y aislantes. Desde el año 2008 la Unión Europea prohíbe su uso. Sin embargo, ¿qué ocurre, décadas después, con la gestión de los residuos de las viejas factorías en las que se producía esta sustancia tóxica, por ejemplo en Sabiñánigo (Huesca) o Barakaldo, Amorebieta y Erandio, en Bizkaia? ¿Y con los vertidos de lindano en el municipio soriano de Borobia y en los de Viana e Igúzquiza, en Navarra?

Presentado en junio de 2017, el informe de Ecologistas en Acción “Fabricación y uso del lindano. Crónica de un envenenamiento persistente y silencioso” advierte de las características y toxicidad del producto; así, la degradación de la molécula de lindano resulta lenta y dificultosa; es más, se incorpora con facilidad a la grasa del animal que lo inhala o ingiere, y a continuación se acumula en las redes tróficas (de relaciones entre cadenas alimentarias); además puede trasladarse por el aire o adherido a partículas. El lindano es perceptible en forma de polvo cristalino blanco.

La fabricación de este compuesto en Europa comenzó en los años 50 del siglo pasado, y se prolongó hasta los años 70. En el estado español la producción se expandió, sin embargo, hasta la década de los 90. El lindano encontraba demanda para los insecticidas, la farmacología y el tratamiento de la madera, entre otros usos; pero también podía utilizarse para la eliminación de piojos o la sarna. El documento de Ecologistas en Acción señala que, desde primera hora, se tuvo que afrontar la cuestión de los residuos; por cada tonelada de lindano producida, se generaban entre seis y diez toneladas de residuos, con rasgos de contaminación muy similares.

Hoy se arrastra este enorme problema, principalmente por los vertidos incontrolados durante décadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera desde 2015 al lindano como sustancia “cancerígena”, de la que se ha constatado su carácter tóxico. Asimismo opera como disruptor endocrino, capaz de alterar el equilibrio hormonal en el cuerpo humano. ¿Cuáles son los efectos de la exposición a elevadas concentraciones de lindano? La posibilidad de irritaciones cutáneas, dolores de cabeza, náuseas, diarreas, convulsiones e incluso la muerte. Pero asimismo puede afectar a los sistemas respiratorio, cardiovascular y hepático. También resulta muy tóxico para los insectos, la fauna acuática y afecta a la reproducción y desarrollo de aves y mamíferos.