Por Arturo Cano, La Jornada, 22 de marzo de 2023.

Hasta 2007 se creyó que, como siempre, el mal estaba en el país en desarrollo. Canadá y Estados Unidos culpaban a la deforestación en México. Pero ocurre que ese año se puso prácticamente fin a la tala ilegal, que en los siguientes años se ha mantenido más o menos a raya.

Sin embargo, a mediados del año pasado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluyó la mariposa monarca en la lista roja de especies en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat y por el cambio climático.

En la disminución significativa de la mariposa monarca, que tarda varias generaciones en sus trayectos de ida y vuelta entre el sur de Canadá y los límites de Michoacán y el estado de México, ha sido clave el agrotóxico que actualmente es parte de una ruda disputa comercial entre Estados Unidos y nuestro país.

Lo escribió de manera inmejorable Eugenio Fernández Vázquez, en la Revista de la Universidad (2017): “Entonces llegó el glifosato, diseñado explícitamente para acabar con ella (con la asclepia o algodoncillo, la única planta en que la monarca deposita sus huevecillos). Lo único que sobrevive a ese veneno son las plantas modificadas genéticamente para resistirlo. Hoy, las mariposas monarcas que logran llegar más allá del río Bravo son muy pocas.

Ya no se usa DDT, pero sí glifosato y otros tóxicos similares, que tienen nuevas víctimas. La mariposa monarca, que lo había resistido todo, está amenazada por la agricultura industrial.

Quizá si la monarca fuese un insecto feo no se dedicarían tantos esfuerzos a su protección ni habría preocupación por el daño que sufren sus poblaciones en el centro de Estados Unidos, donde el algodoncillo, que había resistido un siglo de agricultura industrial, ha sucumbido frente al glifosato.

Este martes se presentaron en la Semarnat los datos más recientes sobre la superficie que ocupó la monarca en el ciclo 2022-2023, dado que hace unas semanas el insecto comenzó el vuelo de regreso.

Jorge Rickards, director de WWF México, organización que desde hace casi dos décadas participa en el monitoreo de la superficie ocupada por el insecto, dijo que una vez que México logró el control de la tala ilegal, le volteamos la tortilla a Estados Unidos.

Agregó que estudios científicos demuestran la correlación entre la disminución de asclepia y la de monarcas. Entre 1999 y 2010, dijo, la población de la planta disminuyó 58 por ciento en EU, en tanto que la de mariposa se redujo 81 por ciento.

Humberto Peña Fuentes, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y Gloria Fermina Tavera Alonso, directora de conservación de la misma institución, informaron de las acciones realizadas en el periodo, en coordinación con las comunidades donde se ubican los santuarios de la mariposa. Tales acciones van desde patrullajes de la Guardia Nacional hasta impulso de una marca común que emplean artesanos y productores, así como acciones de reforestación y combate a la tala ilegal.

Foto de Alex Guillaume en Unsplash
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