Por Alejandro Calvillo, Sin Embargo, 24 de mayo de 2023.

Grupo Bimbo, Frito Lay (Sabritas de PepsiCo), Mondelez, Gamesa, Bonafont y la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) por un lado, y, por otro, Nestlé y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) se han amparado contra la prohibición que les impide seguir utilizando estrategias altamente eficientes para inducir a la infancia mexicana al consumo de productos no saludables, como los son personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, etc. Estas estrategias han sido denunciadas por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia por violar los derechos de la infancia y por la Organización Mundial de la Salud por violar su derecho a la salud.

Los amparos se han presentado contra las reformas al Reglamento a la Ley General de Salud que prohíbe el uso de estos personajes en la publicidad y contra la norma de etiquetado frontal que prohíbe su uso en los empaques.

Se ha demostrado, a través de muy diversos estudios científicos como el uso de personajes en empaques y publicidad se da, principalmente, para incitar a niñas y niños al consumo de alimentos y bebidas no saludables que tienen una alta responsabilidad en que el sobrepeso y la obesidad se hayan disparado en la población infantil y que estas generaciones estén teniendo una menor esperanza de vida que la de sus padres. La OCDE habla de una reducción de 4 años en la esperanza de vida de los mexicanos de continuar con estas tendencias de sobrepeso y obesidad y estudios prospectivos en salud señalan que, de no cambiarse las tendencias, uno de cada dos niñas y niños de nuestro país desarrollará diabetes a lo largo de su vida.

Basadas en los derechos humanos, en los derechos de la infancia, algunas naciones han prohibido todo tipo de publicidad dirigida a la infancia considerando la susceptibilidad que tiene este sector de la población, por su inmadurez cognitiva, a ser manipulados por las estrategias de mercadeo. De manera especial, en varias naciones más se ha establecido la prohibición de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia, atendiendo los llamados desde 2004 por parte de la Organización Mundial de la Salud, reconociendo que es un factor poderoso en el deterioro de sus hábitos alimentarios y del desarrollo de enfermedades crónicas no trasmisibles.

En 2004, la OMS, en la Estrategia Global sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud lo dejó muy claro al decir que esta publicidad “se aprovecha de la credulidad e inexperiencia de los niños”. UNICEF reconoce, al igual que la OMS, que esta publicidad se aprovecha de la condición de vulnerabilidad de la infancia.

Para dar una idea de la inversión de las corporaciones en el desarrollo de estrategias para incitar a niñas y niños al consumo de sus productos citamos una revisión sistemática que encontró 117 técnicas diferentes para hacerlo señalando que el “uso de personajes, niños y actores” fue la técnica de marketing más popular para comercializar productos a niños. Y si las empresas recurren al uso de los personajes es por su gran efectividad.

Desde los tres años, niñas y niños muestran ya preferencias por los productos que tienen personajes y otros elementos atractivos en lugar de los productos que no tienen estos elementos. Los dibujos animados en envases es una de las técnicas de mercadeo más frecuentes para atraer la atención de niños y niñas. Las animaciones abarcan desde el uso de personajes de programas de televisión, personajes de películas, hasta personajes creados por los propios fabricantes.

Muy diversos estudios controlados con niñas y niños han ofrecido un mismo producto en empaques que incluyen personajes y en otros que nos los tienen, pidiéndoles que los prueben e indiquen cuál es el producto que más les gusta, el que tiene el mejor sabor. En todos los estudios realizados con diversos productos como galletas, papas fritas, hamburguesas, etc., la mayoría de las niñas y niños declaran que aquellos productos que en su envoltura tenían personajes tenían un mejor sabor, a pesar de que se trataba del mismo producto solamente con empaques diferentes.

Las evaluaciones que se han realizado en diversos países sobre los productos que tienen en su empaque personajes o que son publicitados con personajes concluyen que la mayoría de estos productos no son recomendables para el consumo de niñas y niños, es decir, no son productos saludables.

Los amparos de la industria, de Bimbo, Nestlé, Mondelez, Frito Lay (Sabritas-PepsiCo), Bonafont, Gamesa y la propia Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), estas últimas representando a las muy poderosas cadenas de radio y televisión del país y a las mayores corporaciones de la comida chatarra, violando el interés superior de la infancia, violando sus propios derechos, buscan mantener su publicidad depredadora sobre una población profundamente vulnerable que por primera vez, de forma seria, el Estado busca proteger a través del etiquetado frontal y las reformas al reglamento de publicidad.

La evidencia del abuso de la infancia a través de la publicidad llevó en 2008 a las grandes corporaciones globales de alimentos y bebidas ultraprocesados de los Estados Unidos, Canadá y México, hacer público su “compromiso” de proteger a la infancia de la publicidad de productos no saludables a través de la Iniciativa de Publicidad en Alimentos y Bebidas a la Infancia. Este “compromiso” de las corporaciones, ha sido uno más del maquillaje para aparentar cierto nivel de ética, solamente para aparentar. Parte de las mismas compañías que hoy presentan los amparos, hace más de 15 años, se comprometieron a solamente publicitar opciones saludables a la infancia. Obviamente era un maquillaje, aclaraban que los criterios los ponía cada empresa ya que, argumentaban, sus productos eran diferentes. De esta manera, por poner un solo ejemplo: Kellogg’s estableció un criterio tan laxo que sus Zucaritas con 40% de azúcar podrían publicitarse para niños con el Tigre Toño que se había ya convertido en el personaje más reconocido por niñas y niños.

Tres de los proyectos de sentencia sobre los amparos contra el etiquetado, que ya están en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, afortunadamente defienden el etiquetado. Hay un par más que incluyen el tema de los personajes que aún no tienen sentencia, se trata de amparos de Herdez y ConMéxico. Entre los amparos presentados en primera instancia contra el reglamento de publicidad por prohibir el uso de personajes y otras estrategias a la infancia, el de Frito Lay, que es Sabritas de PepsiCo, recibió sentencia a favor con un desconocimiento profundo del juez sobre toda la evidencia científica que existe sobre el impacto de la publicidad en los hábitos alimentarios.

Es importante que el Poder Judicial revise la evidencia científica al respecto y ponga por encima de los derechos comerciales de las marcas el interés superior de la infancia y el derecho a la salud, y, en especial, prohíba el abuso de la infancia, el aprovechamiento de su vulnerabilidad, como dice la OMS, de su credulidad e inexperiencia.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.