Por Samuel Amaya, Diario Co Latino, 20 de mayo de 2023.

Organizaciones representadas en la Campaña “Azúcar Amarga” exigieron este viernes al Estado salvadoreño que prohíba el uso de los agrotóxicos, ya que estos generan problemas de salud de la población. Se venden como productos salvadores, pero han sido creados “para matar”.

Los agroquímicos, también conocidos como agrotóxicos o plaguicidas, son productos que engañosamente se venden para “mejorar las producciones agrícolas, pero que a la luz de la realidad son creados para matar”, comentó la campaña en su pronunciamiento.

Cada 19 de mayo se ha establecido como el día de acción global contra la transnacional Monsanto, empresa que fue adquirida por la empresa Bayer en 2016. Monsanto fue oficialmente disuelta como compañía en 2018, “como empresa ya no existe; sin embargo, es un símbolo por todo lo que ha significado el impacto criminal de esta empresa en el medio ambiente y en la salud de las personas”, destacó José Acosta, miembro de la campaña.

Monsanto fue la compañía líder en producción de agrotóxicos, principalmente el Glifosato, y que tiene una amplia capacidad de influencia sobre los gobiernos, principalmente con los latinoamericanos. El impacto de los plaguicidas “ha sido brutal en el planeta”.

El Glifosato es un herbicida que se aplica en El Salvador en el cultivo de caña de azúcar, pero es un herbicida altamente cuestionado, lo preocupante es que diversos estudios científicos han documentado contaminación por glifosato en: agua embotellada, agua potable, tortillas, entre otros alimentos básicos, así como también es señalado como cancerígeno según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, destacó la campaña ciudadana.

Por estas razones, el glifosato y una larga lista de agrotóxicos considerados de alta contaminación ambiental, son prohibidos en sus países de origen; sin embargo, en El Salvador aún se comercializan, casi sin ninguna restricción.

De hecho y según los datos que las organizaciones manejan, cada año El Salvador importa unas 4,300 toneladas de agroquímicos, esto equivale a 1.33 libras de pesticidas, por habitante. En el periodo 2022-2023 se cultivaron un aproximado de 14,000.00 Mz de caña de azúcar, misma cantidad de territorio donde indiscriminadamente es usado el Glifosato como práctica del sector cañero, en estas regiones los daños en la salud de la población son evidentes con tasas extremadamente altas de insuficiencia renal.

Otro problema es que la mayor parte de los productos empleados, sobre todo los fumigados, llegan a un destino diferente del buscado, afectando a especies vegetales, animales, vida microbiana, aire, cuerpos de agua, sedimentos de ríos, mares y alimentos, en consecuencia, los impactos en la salud y el ambiente van mucho más lejos de los lugares donde se aplican.

Por ejemplo, en los cañales, cuando se riega el Glifosato y le cae a un árbol de coco de alguna vivienda cerca, este no da frutos y los que quedan, se caen tiernos. “En el caso de la contaminación de los ríos, los peces mueren. Además, no se puede cultivar a campo abierto, sino que, a través de cubierto con el maya invernadero, de otra forma, no se puede sacar hortalizas ni frutas”, lamentó la líder comunitaria Rosa Chávez.

En septiembre de 2013, la Asamblea Legislativa aprobó el Decreto 473, conteniendo la prohibición de 53 agroquímicos peligrosos. Sin embargo, el expresidente, de la República Mauricio Funes no lo sancionó y devolvió con observaciones, estas no fueron superadas y no se logró la prohibición de dichos productos.

“Aquí en El Salvador no se encuentran regulados de ninguna manera (los agrotóxicos), de tal manera que se siguen importando sin ningún análisis en la afectación a la salud, los ecosistemas y la biodiversidad. Se siguen importando productos como los bipiridilos, los órganos fosforados, los carbonatos, piretroides que son amenazas directas a fuentes de agua, alimentación, incluso, se van acumulando en los tejidos blandos de la población”, destacó Alejandro Labrador, técnico de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).

“El Salvador sigue siendo uno de los países que reporta la mayor cantidad de personas que padecen enfermedades renales en Centroamérica, esta es una alerta y una alarma por lo cual urgimos entre otras cosas, la actualización que permita la prohibición de la ley de control de plaguicidas, fertilizantes y productos de uso agrícola”, agregó Labrador. Al año, existen aproximadamente mil casos de personas que padecen enfermedades renales crónicas.

Todos los análisis serios sobre este tema, alertan que el uso y tránsito poco regulado en el territorio salvadoreño de agrotóxicos como el Glifosato y otros, vulneran los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida, a la salud, a la alimentación a un medio ambiente sano, entre otros.

En el día mundial de la acción contra Monsanto, exhortaron a la Asamblea Legislativa, especialmente a la Comisión Agropecuaria y la Comisión de Medio Ambiente que retome la discusión sobre este tema y se encamine a reformar la Ley de Control de Plaguicidas, Fertilizantes y Productos de Uso Agrícola, con el objetivo de establecer una sólida prohibición de sustancias como el glifosato, así como prohibir los componentes activos de los agrotóxicos con potencial peligro para la salud humana y el medio ambiente.

Imagen de Lisa Baird en Pixabay

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