Por Redacción La Jornada, La Jornada, 11 de abril de 2023.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) anunciaron la instalación de una mesa de trabajo con el fin de detectar en la masa y la tortilla la presencia de maíz transgénico, producto que se importa de Estados Unidos sobre todo para uso pecuario.

En un comunicado, precisaron que de esa forma cumplen con el decreto presidencial del pasado 13 de febrero, que define acciones sobre el glifosato y el maíz modificado genéticamente, entre ellas la prohibición de destinar este grano para consumo humano.

El pasado 7 de abril venció el plazo que establecieron Estados Unidos y Canadá para que México diera sus argumentos científicos para la prohibición del uso del maíz transgénico como alimento.

Cofepris y Conacyt informaron que se fortalecerá el Laboratorio Nacional de Referencia para detectar la presencia del transgénico en el maíz que consumen los mexicanos.

De esta forma, dijeron, trabajan conjuntamente para el desarrollo de capacidades técnicas y analíticas a fin de evaluar los riesgos del uso y consumo de ese producto, las repercusiones de la utilización asociada a glifosato y su posible impacto en la salud humana.

Explicaron que, de acuerdo con el decreto, ambos organismos cumplen las acciones de reformar el marco legal aplicable para que el maíz transgénico no sea utilizado en consumo humano y evitar su siembra en el país, a la vez que se preserva el patrimonio alimentario y la riqueza biocultural.

Agregaron que hay datos contundentes que demuestran la imposibilidad de separar los maíces transgénicos de los nativos. En el caso de las importaciones, vienen semillas transgénicas y convencionales.

Consideraron fundamental asegurar que todos los materiales de maíz transgénico que ingresen al país vengan inviables y no puedan usarse como semillas en las siembras. Recordaron que la Comisión para la Cooperación Ambiental, establecida con la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, recomendó en 2004 evitar la entrada de semillas de maíz transgénico viables, así como su cultivo.

Desde 2013, ante una demanda de acción colectiva contra la siembra de maíz transgénico, un juez ordenó la moratoria, por lo que no se han realizado esos cultivos, indicaron los organismos federales.

Precisaron que buscan refrendar esta medida cautelar, confirmada en 2021 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando prohibió, como medida de protección a la biodiversidad, la liberación al ambiente de maíz con alteraciones genéticas, pues podría contaminar las miles de variedades nativas.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.