Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 15 de febrero de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • El riesgo aumentó de manera dependiente de la dosis y fue mayor en las personas que tomaban nitroimidazoles y fluoroquinolonas, que a menudo se usan para tratar infecciones intestinales
  • El consumo de un solo antibiótico puede afectar su microbioma intestinal hasta por 12 meses, además puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto, derrame cerebral y cáncer colorrectal. El uso innecesario de antibióticos aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a los antimicrobianos, la cual está en aumento, y los expertos estiman que para 2050 matará a 10 millones de personas cada año
  • Los emulsionantes, un aditivo alimentario común que se encuentra en la mayonesa, aderezos para ensaladas, productos horneados y los helados, se han relacionado con el desarrollo de inflamación intestinal y colitis “intensa” en un modelo animal
  • Las opciones naturales que podrían ayudar a reducir los síntomas incluyen el jengibre, curcumina, grasas omega-3, probióticos, aceite de coco y optimizar los niveles de vitamina D

Por el Dr. Mercola

En enero de 2023,1 se publicó un estudio en la revista BMJ Gut, en el que los investigadores descubrieron que el uso excesivo de antibióticos podría provocar la enfermedad intestinal inflamatorial (IBD por sus siglas en inglés). Existen dos subtipos principales de IBD que es la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas afecciones se caracterizan por una inflamación dañina en el intestino. 2,3,4

Los dos subtipos difieren en la forma en la que sufre una persona. La colitis ulcerosa se limita al revestimiento del intestino grueso. A lo largo de la pared intestinal se pueden formar muchas úlceras y por lo general los síntomas se desarrollan muy rápido. Es posible que las personas experimenten urgencia y frecuencia de evacuaciones intestinales, incontinencia, heces con sangre, dolor abdominal y espasmos. Las personas también podrían tener diarrea persistente y pérdida de apetito y de peso inesperada.

Los síntomas aparecen en un periodo de meses o a veces años, a pesar de que es una afección crónica. La enfermedad de Crohn es otra forma de IBD que puede ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Por lo general aparece en el intestino delgado o al comienzo del intestino grueso.

La enfermedad de Crohn a veces puede provocar fístulas que atraviesan la pared intestinal y se conectan a otro órgano, como la piel o la vejiga. La enfermedad puede causar cicatrices a lo largo de la pared intestinal, lo que estrecha el tracto gastrointestinal y puede provocar una posible obstrucción, dolor abdominal y estreñimiento.

Cuando se desarrolla por primera vez la enfermedad de Crohn, es posible que las personas no experimenten síntomas alarmantes, pero a medida que la afección empeora, reportan diarrea persistente, dolor abdominal, heces con sangre y estreñimiento.

Al igual que la colitis ulcerosa, es posible que tenga pérdida de apetito, fatiga y pérdida de peso inesperada. La respuesta inflamatoria puede afectar otras áreas del cuerpo y causar síntomas que parece que no se relacionan, como fiebre, erupciones cutáneas, artritis e irritaciones oculares que provocan visión borrosa, irritación o enrojecimiento.

El uso de antibióticos aumenta el riesgo de desarrollar IBD

Los casos de IBD hicieron que los investigadores sospecharan que los factores ambientales podrían estar involucrados. En generaciones anteriores, la IBD se había relacionado con el uso de antibióticos, pero la influencia era incierta. Los investigadores utilizaron los registros nacionales de Dinamarca de personas de 10 años o más entre 2000 y 2018 y calcularon las tasas de incidencia a la IBD después de que una persona recibiera antibióticos.

En el registro hubo un total de 6 104 245 personas y los investigadores encontraron 52 898 nuevos casos de IBD durante el período de estudio. Los datos demostraron una respuesta dependiente de la dosis en todos los grupos de edad para la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. El riesgo de desarrollar IBD fue mayor en los primeros dos años después de tomar un antibiótico.

Este riesgo fue mayor en las personas que tomaron nitroimidazoles y fluoroquinolonas, los cuales se usan para tratar infecciones gastrointestinales. 6 El Dr. Adam Faye de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York fue el investigador principal del estudio. Dijo que los antibióticos se dirigen a todas las bacterias sin centrarse en las que causan enfermedades.

Esto tiene un efecto adverso en el microbioma intestinal. El Dr. Faye también descubrió que el riesgo de desarrollar IBD después de consumir antibióticos era otra razón para limitar el uso en personas con resfriados, gripe u otras infecciones virales:7

“Debido a que queremos que los pacientes mejoren rápido, es posible que seamos más propensos a recetar un antibiótico en algunos de estos entornos, pero además de complicar los patrones de resistencia bacteriana, esta es otra razón para practicar la administración de antibióticos. En otras palabras, use antibióticos cuando sea necesario, pero tenga cuidado de recetarlos para una infección que tal vez será autolimitada o viral”.

Es importante saber que el estudio no demuestra causalidad, sin embargo, parece haber una relación entre el uso de antibióticos y el desarrollo de enfermedad intestinal inflamatoria. En general, el riesgo es un poco mayor para la enfermedad de Crohn que para la colitis ulcerosa.  Los datos demostraron que las personas de entre 10 y 40 años tenían una probabilidad 28 % mayor de desarrollar IBD, mientras que las personas de 40 a 60 años tenían una probabilidad 48 % mayor. En personas de 60 años o más, la probabilidad fue del 47 %.

Además, el riesgo aumentaba con cada exposición a los antibióticos. Las personas que tomaron cinco o más tenían un riesgo mayor. A modo de comparación, las personas de 10 a 40 años que tomaron cinco o más antibióticos tenían un riesgo 69 % mayor, sin embargo, el riesgo se duplicó para las personas de 40 a 60 años.

En un análisis más detallado de los datos, los investigadores también descubrieron que las personas tenían una probabilidad 66 % mayor de desarrollar IBD en los primeros dos años y ese aumento disminuyó a tan solo un 13 % después de cuatro o cinco años. Estos datos respaldan un estudio realizado en Suecia de 20208 que examinó alrededor de 24 000 nuevos casos de IBD. Después de ajustar los factores de confusión, los investigadores descubrieron que las personas que tomaron antibióticos de amplio espectro tenían un riesgo casi dos veces mayor de desarrollar IBD.

La Dra. Bethany DeVito, jefa asociada de gastroenterología en la clínica ambulatoria de Northwell Health en Great Neck, Nueva York, no participó en el estudio de Nueva York, pero comentó sobre la importancia de los datos actuales y dijo:

“Cualquier alteración en el microbioma puede provocar enfermedades, en especial en el tracto GI con el síndrome del intestino irritable. Se habla de que es un factor en la causa de la enfermedad intestinal inflamatoria, debido a la inflamación que puede surgir al afectar el microbioma”.

Los antibióticos aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de intestino, derrame cerebral e infarto

El tratamiento de un solo antibiótico puede afectar su microbioma intestinal hasta por 12 meses. 9 De acuerdo con las estimaciones de los CDC,10el uso sensato de antibióticos se puede justificar. Aunque los medicamentos salvan vidas, el 41 % de los recetados a pacientes ambulatorios para infecciones de las vías respiratorias superiores son innecesarios.  La exposición a los antibióticos cuando no tiene una infección bacteriana lo expone a un riesgo mayor y ningún beneficio.

En 2014,11 Los investigadores relacionaron el uso de antibióticos con un riesgo un poco mayor de desarrollar cáncer colorrectal. De nuevo, esto tal vez se deba a alteraciones en el microbioma intestinal. Investigaciones pasadas12demostraron que es probable que una menor diversidad bacteriana en el tracto gastrointestinal provoque cáncer de colon.

Sin embargo, una investigación separada13 demostró que las mujeres que tomaron antibióticos durante dos meses o más tenían un riesgo mayor de desarrollar adenoma colorrectal, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Las mujeres que tomaron antibióticos durante al menos dos meses en sus 20 y 30 años tenían un riesgo 36 % mayor de pólipos en comparación con las que no lo tomaron.

Un estudio de 201914descubrió que las mujeres en la edad adulta avanzada que tomaron antibióticos durante dos meses o más tenían una probabilidad 32% mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares que las mujeres que no tomaron. Las mujeres de 40 a 59 años que tomaron antibióticos durante más de dos meses tenían un riesgo 28% mayor de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular.

Los investigadores destacaron las alteraciones en la microbiota intestinal que causan efectos adversos sobre el corazón. El autor del estudio Lu Qi, director del Centro de Investigación de la Obesidad de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, comentó sobre los resultados del estudio para un comunicado de prensa:15

“El uso de antibióticos es el factor más crítico que puede alterar el equilibrio de las bacterias intestinales. Estudios anteriores han demostrado una relación entre las alteraciones en el entorno microbiótico del intestino, la inflamación y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, los derrames cerebrales y las enfermedades cardíacas”.

Las infecciones resistentes a los antibióticos están en aumento

Los antibióticos han transformado la atención de la salud, pero como cualquier producto farmacéutico, conllevan riesgos. Cuando son necesarios para una infección tratable, los beneficios superan los riesgos.  Sin embargo, cuando se usan de manera innecesaria, el paciente a menudo se expone a afecciones prevenibles y graves.

Es importante destacar que el uso excesivo de antibióticos causa infecciones resistentes a los antibióticos. La resistencia a los antimicrobianos mató a más personas que el VIH y el SIDA o la malaria en 2019.16 Las infecciones resistentes a los antibióticos son la principal causa de muerte en personas de todas las edades en todo el mundo. Un análisis sistemático17,18 de la carga de la resistencia bacteriana a los antimicrobianos publicado en The Lancet demostró que hubo un estimado de 4.95 millones de muertes en 2019 con un modelo estadístico predictivo.

Mohsen Naghavi, científico de métricas de salud de la Universidad de Washington en Seattle que formó parte del equipo de investigación, dijo que “la resistencia a los antimicrobianos [AMR] es un problema global que requiere una acción urgente por parte de los legisladores y la comunidad de la salud para evitar muertes prevenibles.  En un mundo donde el uso de antibióticos se ha vuelto tan común, las bacterias resistentes superan a las que se pueden eliminar por los productos farmacéuticos”.19

De acuerdo con la OMS,20cada año mueren al menos 700 000 personas por enfermedades resistentes a los medicamentos. Si no se controla, algunos expertos creen que para 2050 morirán alrededor de 10 millones de personas cada año a causa de bacterias resistentes a los antibióticos.

Un informe de 2022 de los CDC21analizó la resistencia a los antibióticos durante la pandemia de COVID-19 y descubrió que las infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos adquiridas en hospitales aumentaron en un 15 % entre 2019 y 2020. El informe sugiere que los aumentos repentinos en el uso de antibióticos contribuyeron al aumento de la resistencia a los antibióticos.

Los CDC22 llaman a la resistencia a los antimicrobianos “una amenaza urgente para la salud pública mundial, que mata al menos a 1.27 millones de personas en todo el mundo y se relaciona con casi 5 millones de muertes en 2019”. De acuerdo con los CDC, cada año se diagnostican 2.8 millones de infecciones resistentes a los antimicrobianos en los Estados Unidos y un factor importante de la resistencia a los antimicrobianos es el uso de antibióticos y antimicóticos.

Un estudio de 201823reveló que cada año 69 464 niños terminan en la sala de emergencias como resultado de reacciones adversas inmediatas relacionadas con los antibióticos. Aunque esta cantidad suena alta, es posible que solo sea el inicio24 ya que el estudio solo incluyó a los niños que acudieron a urgencias y no a los que fueron atendidos en un centro de urgencias, consultorio médico o domiciliario.

Aditivos alimentarios comunes relacionados con la enfermedad de Crohn y la colitis

Muchas de las sustancias químicas que se agregan a los alimentos procesados se han relacionado con varias afecciones, incluyendo afecciones inflamatorias en el intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Uno de esos aditivos son los emulsionantes, que son alimentos procesados y omnipresentes como la margarina, productos horneados, el helado y la mayonesa.

Un estudio con animales de 201525demostró que los agentes que interrumpen las estructuras mucosas, que recubren la superficie intestinal y protegen las células epiteliales de las bacterias intestinales, tienen el potencial de promover la inflamación intestinal. El estudio demostró que los emulsionantes influyeron en la microbiota e indujeron inflamación de bajo grado y síndrome metabólico. También promovió la colitis “robusta” en ratones predispuestos al trastorno.

Los investigadores concluyeron que los agentes emulsionantes podrían contribuir a una incidencia mayor de “obesidad/síndrome metabólico y otras enfermedades inflamatorias crónicas”. Los emulsionantes se utilizan para evitar que los aceites y las grasas se separen, mejorar la textura y prolongar la caducidad de alimentos como la leche vegetal, hamburguesas vegetales y las hamburguesas.

En ratones con un sistema inmunológico anormal, los emulsionantes causan colitis crónica y en los que tienen una función inmunológica saludable, experimentan una inflamación intestinal leve y una disfunción metabólica que provoca obesidad y resistencia a la insulina.

Aunque estos aditivos están aprobados por la FDA, un estudio de 201326 descubrió que casi el 80 % de los aditivos alimentarios aprobados carecían de información de prueba para ayudar a la agencia a estimar la cantidad que las personas pueden consumir de manera segura antes de sufrir consecuencias para la salud.

Opciones naturales para la IBD

Conforme pasan los años es más claro que los microbios en su cuerpo son indispensables para su salud. El objetivo de la mayoría de los protocolos de tratamiento para la IBD se centra en suprimir la inflamación que provoca daños y eliminar la exposición a contaminantes ambientales, que incluyen fumar, una alimentación alta en azúcar, alimentos fritos, grasas trans sintéticas, estrés, deficiencia de vitamina D y falta de ejercicio.

Si debe tomar antibióticos, es importante agregar alimentos fermentados con el fin de optimizar su microbioma intestinal, además también debe considerar el uso de probióticos a base de esporas, o esporabióticos, que son parte de un grupo de derivados del microbio llamado Bacillus, que ha demostrado mejorar su tolerancia inmunológica.

También recomiendo tomar la beneficiosa levadura Saccharomyces boulardii después de terminar su tratamiento para prevenir complicaciones secundarias por el tratamiento con antibióticos, como la diarrea. La IBD puede ser difícil de tratar, así que le recomiendo consultar a un médico especializado en salud natural que pueda desarrollar un protocolo de tratamiento integral. Las siguientes opciones naturales también pueden proporcionar ayuda:

Jengibre: podría reducir el malondialdehído (MDA), un biomarcador del estrés oxidativo, en pacientes con colitis ulcerosa después de 6 y 12 semanas. El jengibre también provocó reducciones en la gravedad de la actividad de la enfermedad y mejoró la calidad de vida de los pacientes después de 12 semanas.  27

Probióticos: las personas con afecciones inflamatorias como la colitis ulcerosa, que tomaron la bacteria probiótica Bifidobacterium infantis durante ocho semanas, tuvieron niveles más bajos de inflamación que las que tomaron un placebo. 28

Curcumina: esto podría ayudar a inducir y mantener la remisión en pacientes con colitis ulcerosa sin efectos secundarios graves. 29

Grasas omega-3: las grasas omega-3 EPA y DHA de origen animal como el aceite de kril, tienen cualidades que estimulan el sistema inmunológico junto con propiedades antiinflamatorias que han demostrado ser beneficiosas para los trastornos intestinales, incluida la colitis ulcerosa. 30

Optimizar de los niveles de vitamina D: muchos estudios han demostrado que la vitamina D ayuda a modular la IBD. 31,32,33

Aceite de coco: un estudio en animales demostró que el tipo de grasa que consume afecta a las bacterias intestinales, y el aceite de coco produjo una inflamación intestinal menos grave en ratones con enfermedad similar a la de Crohn. 34}

Cannabis medicinal: los investigadores descubrieron35 la vía por la que el cannabis afecta la IBD, ya que protege la capa epitelial del intestino y evita que los neutrófilos entren en el intestino.

 

Fuentes y Referencias

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.