Por La Vaca, 29 de diciembre de 2022.

Aclaración imprescindible: no se trata de una broma del Día de los Inocentes sino un triunfo de la Asamblea de Vecinos Envenenados por Glifosato en La Matanza, creada en octubre de 2021. La revista MU presenció el nacimiento de esa Asamblea y realizó una de las primeras crónicas sobre esa organización de familias literalmente fumigadas con agrotóxicos en campos vecinos a zonas urbanas del distrito. “En mi caso, el campo frente a mi casa pertenece a la empresa Agro Veterinaria Las Cañas cuenta Erika Gebel, una una de las inspiradoras de la Asamblea.

Explica Erika a lavaca: “Se acabaron los agrotóxicos en La Matanza gracias a la votación unánime, y el propio intendente se comprometió a implementarla. Hicimos una movilización, una radio abierta en la puerta del Concejo Deliberante, a las 11 ingresamos al recinto para la sesión. Se hizo la lectura de toda la ordenanza y se votó por unanimidad”.

Erika, su marido Miguel Rodríguez y sus tres hijos habían realizado los análisis por una serie de síntomas y enfermedades: el área de Toxicología del Hospital Ricardo Gutiérrez, mandó hacer esos estudios al laboratorio Farestaie de Mar del Plata, los cuales arrojaron la presencia de agrotóxicos en sus cuerpos.

Síntomas: dolores extraños, problemas de vista y de desarrollo del menor de los hijos, otitis permanentes, sangrado recurrente de nariz, anemia de la pequeña Naiara, problemas de tiroides, broncoespasmos, “una especie de sarampión que en realidad era por los venenos, le ardía el cuerpo a mi hijo más chico” cuenta Erika sobre esa especie de infierno de verse y ver a su familia atacada por enfermedades impensables.

Cuando en el Gutiérrez supieron que vivían en zona urbana pero frente a un campo fumigado, mandaron a hacer los estudios que dieron como resultado altos niveles de agroquímicos en los integrantes de la familia, lo cual se estaba reproduciendo en casas y barrios vecinos.

“Nosotros nos tuvimos que mudar, y fue como recuperar la salud. Apenas nos alejamos de ese campo, fueron desapareciendo muchos de los síntomas, así que eso te muestra el desastre que están haciendo con los agrotóxicos” diagnostica Erika.

Durante el año desde que se creó la Asamblea lograron difundir la situación a la que está sometido todo el municipio, hasta llegar a la ordenanza, que fue presentada por la Asamblea junto a dos integrantes del Frente de Izquierda que tienen bloques separados (Natalia Hernández del PTS y Juan Romero del PO). “Hace poco nos llamaron además del Frente de todos, tuvimos una reunión bastante intensa donde yo dije que no iba a aceptar nada que no fuera la ordenanza, con todos los problemas que tuvimos y tenemos con mi familia” explica Erika.

“Lo de la ordenanza fue muy emotivo para mí. El intendente Espinoza se comprometió a reglamentarla pero para mí la lucha continúa con temas como el del agua que está contaminada en muchos lugares, queremos que se extienda la red de agua potable”.

Dice que perdió mucho: “Perdí la salud, la de mis hijos, la tranquilidad, muchísimo tiempo, dinero, nos robaron cosas de casa cuando nos fuimos corriendo. Ustedes lo vieron cuando vinieron con MU. Pero siento que esto de ayer fue ganar mucho también. Que haya una ordenanza, tener una victoria, que se prohíba la fumigación a menos de 1.100 metros de cualquier vivienda, que nos hayamos organizado como vecinas y vecinos para plantear todo esto, me parece un cambio tremendo. No van a poder con nosotros. Es una victoria de cantidad de organizaciones sociales que sse sumaron, pero incluso es una victoria para muchos que no saben lo que significa”.

Por ejemplo: “Mujeres que no perderán sus embarazos o quedarán con infertilidad, vidas que se salvarán, niños sin daño genético. Lo que ganamos es mucho más que lo que yo perdí”.

Plantea Erika: “Para mí fue un crecimiento acelerado como persona. La Asamblea me enseñó a trabajar en equipo. Aprendí a hacer cosas y aprendí que con organización todos los objetivos, hasta los más imposibles, se pueden lograr. Todos me decían: ‘no vas a poder’. Pero eso me daba más bronca todavía, y aprendí que organizarnos es la clave para ganar”.

Reproducimos aquí la nota original, de noviembre de 2021 publicada en la revista MU, en la que Erika decía: “No hay que tener miedo de hablar. De lo que hay que tener miedo a esta altura es de callarnos, y de quedarnos sin hacer nada”.

Imagen de Elstef en Pixabay 
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