Por Kennia Velázquez / POPLab, Pie de Página, 09 de octubre de 2022.

El reciente anuncio de que la compañía Coca Cola –responsable de la mayor producción global de plásticos– va a ser patrocinadora de la cumbre climática más importante del mundo, ha generado una serie de críticas de parte de organizaciones ambientalistas por lo que consideran “un lavado de cara” a la poderosa compañía que solo el 2020 utilizó 2 millones 900 mil toneladas de envases de plástico.

La Conferencia Anual de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 27), –que se realizará del 6 al 18 de noviembre de 2022 en Sharm El Sheikh, Egipto– reúne a representantes de gobiernos y la sociedad civil para lograr acuerdos para la reducción de emisiones, mitigación del impacto del calentamiento global y medidas contra la degradación de los ecosistemas.

Para Alejandra Parra, activista de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración en América Latina, este “patrocinio es claramente un lavado de imagen, ya que Coca Cola es una de las grandes contaminadoras del planeta con sus envases de plástico que vienen directamente de las petroquímicas”.

El 28 de setiembre los organizadores de la COP 27 anunciaron que en asociación con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto, Coca-Cola se sumaba como patrocinador del evento. El Embajador Achraf Ibrahim, coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la conferencia, fue el encargado de presentar a Coca-Cola como proveedor y patrocinador.

Una serie de reportes de la sociedad civil y colectivos ambientalistas señalan a Coca Cola como una empresa contaminadora de plásticos. La organización Break Free From Plastic, que realiza de manera anual una auditoría de la basura plástica en el mundo, señaló por cuarto año consecutivo a Coca Cola y Pepsico como las empresas más contaminantes del 2021 por la gigantesca producción de botellas de plástico que realizan y los pocos porcentajes que logran reciclar.

Sobre el patrocinio de Coca Cola a la COP de este año, Emma Priestland, coordinadora de Break Free From Plastic, dijo que le parecía “asombroso que una empresa tan ligada a la industria de los combustibles fósiles pueda patrocinar una reunión climática tan vital”.

Al biólogo marino Juan Carlos Riveros, este apoyo le parece sospechoso. “Creo que si Coca-Cola hubiera tenido al menos una señal muy clara de que está cambiando su modelo de negocio a una actividad que no necesariamente significa que pierda dinero, pero que por lo menos la haga más consciente de que no puede seguir como está hasta ahora, tal vez veríamos algún grado de buena fe [en este patrocinio], pero resulta sospechoso en estas circunstancias. Es un mal mensaje, no solo para la empresa, sino para la COP, porque da la impresión de que está demasiado cerca de los intereses privados y no de los públicos”, señala.

Amenaza plástica

En México, donde tiene uno de sus mercados más importantes de Latinoamérica, Coca Cola ha sido denunciada por las organizaciones Greenpeace, El Poder del Consumidor y Coa Nutrición, por publicidad engañosa y “evadir su responsabilidad empresarial sobre los impactos negativos a la salud y al planeta” al señalar que realizan acciones para compensar su impacto.

El director de la campaña de océanos de Greenpeace en Estados Unidos, John Hocevar, sostuvo que “es desconcertante que Coca-Cola, el mayor contaminador de plásticos del mundo patrocine la Conferencia de las Partes. La empresa todavía tiene que reconocer que esto es un problema o explicar cómo cumplirán sus objetivos climáticos sin terminar con su adicción al plástico”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha reportado que en 2019 la fabricación de plásticos nuevos generó el 3,4% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.

Un análisis de la fundación holandesa Changing Markets, la acusó además de no cumplir su compromiso de 1990 de que sus envases contendrían un 25% de material reciclado.

“La Cumbre del clima debería mantenerse limpia e independiente de este tipo de empresas para que se pueda llegar a compromisos reales y la gente pueda poner algo de esperanzas en sus resultados”, señala Alejandra Parra.

Pero no se trata solo de los plásticos que generan, sino también de la gigantesca demanda de agua que necesitan para la producción de sus refrescos.

En 2010 The Coca Cola Company reconoció que para fabricar medio litro de refresco se usan 35,4 litros de agua. Voceros de la empresa han dicho que para la fabricación solo del líquido se utilizan 1.56 litros de agua por litro de bebida, pero no consideran que ese total hay que agregar los desechos que se vierten al desagüe durante el proceso de fabricación.

“Sabemos que los desafíos globales como los desechos plásticos, la administración del agua y el cambio climático son demasiado grandes para que un solo gobierno, empresa o industria los resuelva individualmente”, dijo Michael Goltzman, vicepresidente global de Políticas Públicas y Sostenibilidad de The Coca-Cola Company durante el anuncio de su patrocinio en la COP 27.

Con frecuencia, Coca-Cola hace anuncios sobre inversiones a favor del medio ambiente. Hace unos meses informó que invertirá más de 1,8 millones de dólares en seis países de Sudamérica destinados a la conservación ambiental, reforestación, tratamiento y acceso al agua.

Para John Hocevar, de Greenpeace, “terminar con la adicción de Coca-Cola al plástico de un solo uso es una parte importante para alejarse de los combustibles fósiles, proteger a las comunidades y combatir el cambio climático”.

Polémicos patrocinadores

Juan Carlos Riveros sostiene que desde la COP14 se aumentó la participación del sector privado en la cumbre. “Esto de que Coca-Cola ayude a financiar la COP nos pone en un punto de quiebre en cuanto al rol que tiene el sector privado como causante o partícipe de la contaminación que nos ha llevado precisamente al calentamiento global, así como la contaminación de los mares, ríos, etcétera. Creo que haría bien la directiva de la COP en separar claramente los intereses de los países sobre los intereses particulares de las empresas”, enfatiza.

Además de Coca Cola, actualmente también aparecen como partners de la COP Boston Consulting Group, Vodafone, Egyptair, Microsoft, IBM y Coca Cola como patrocinador.

Las Conferencias anteriores han sido duramente criticadas por los pocos acuerdos alcanzados. La celebrada en 2021 fue considerada como un fracaso por la joven ambientalista Greta Thunberg. Se esperaba que este año se tomaran decisiones más ambiciosas y concretas, sobre todo después del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que han hecho un llamado urgente para tomar acción antes de que los efectos del calentamiento global afecten aún más la naturaleza y la vida humana.

Las preocupaciones de que Coca Cola interfiera en los acuerdos de la cumbre no son en balde. Hace unas semanas la consultora Mckinsey – en cuyo consejo se encuentra la refresquera- se retractó de un informe publicado en 2015 en el que se culpaba a Filipinas, China, Indonesia, Vietnam y Tailandia por la contaminación plástica en los océanos y sugería la incineración como una solución al exceso de basura. La organización Ocean Conservancy que había publicado el texto se disculpó por “crear una narrativa injusta”.

A pesar de este sentimiento de desazón por las limitaciones de la conferencia, Juan Carlos Riveros destaca que se ha convertido “en un espacio y una oportunidad para que la sociedad civil se organice: jóvenes y grupos de activistas, se han visto muchos movimientos de coordinación que difícilmente ocurrirían fuera de este espacio. Es una oportunidad de establecer vínculos, de afianzar agendas, de coordinar y de poder plantear salidas que vayan más allá de la manera como se manejan en las reuniones privadas los gobiernos. Hay un avance muy significativo, por ejemplo en términos de los sistemas de compensación de pagos que deben hacer los países causantes del cambio climático que no se discutiría si no fuera porque la sociedad civil llevó el tema a la mesa”.

Durante el anuncio, Achraf Ibrahim, coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la COP, destacó “el importante papel desempeñado por el sector privado internacional en la promoción de modelos de negocios sostenibles y el apoyo a los objetivos climáticos acordados”.

*Esta nota fue realizada por POPLAB, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes leer la original.

Imagen de Hans en Pixabay 
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