Por Alejandro Calvillo, Sin Embargo, 13 de julio de 2022.

La organización civil suiza Public Eye, dedicada a documentar violaciones de derechos humanos por parte de empresas, casos de corrupción y modelos de negocios ilegales, reveló cómo la trasnacional Nestlé utilizó al Gobierno suizo para intentar bloquear el etiquetado de advertencia que se estableció en México. La investigación se suma al reportaje en el programa de noticias Temps Présent de la televisión suiza que es el más antiguo de la cadena estatal y uno de los más antiguos y prestigiados de Europa. El reportaje acompañado de un programa de una hora está en línea: https://n9.cl/3l50z

Los documentos revelados por Temps Présent y Public Eye exponen cómo las grandes corporaciones trasnacionales utilizan a los gobiernos de los países de origen para bloquear las políticas que afectan sus intereses, aunque estas busquen proteger derechos básicos, como el derecho a la salud.

De acuerdo a la investigación de Public Eye el mercado mexicano representa para la trasnacional suiza más de mil millones de francos suizos, ganancias que consideraba la empresa podrían verse afectadas por el nuevo etiquetado de advertencia. En realidad, lo que no quería la empresa era realizar ninguna inversión para reformular sus productos y bajar sus altos contenidos de azúcares, grasas saturadas y sal

La investigación “En contra del etiquetado de advertencia para la comida chatarra en México. Cómo la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO) bailó al son de Nestlé”, publicada por la organización Public Eye, documenta con correos y documentos internos, como la SECO actuó como una extensión de Nestlé para intentar frenar el etiquetado de advertencia en México.

Chocolates, confitería, cereales de caja, helados, bebidas en polvo, además de varias marcas de productos lácteos de la empresa Nestlé, se veían amenazados de recibir sellos que advirtieran al consumidor de contener exceso de azúcar, de grasas saturadas y/o de sodio. El mercado mexicano es importante para esta trasnacional, se trata del país que más productos ultraprocesados consume en América Latina. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud este muy alto consumo de ultraprocesados es la principal causa de sobrepeso y obesidad en México.

La investigación de Public Eye obtuvo un correo de noviembre del 2019 que la trasnacional Nestlé envió a la SECO, con un documento adjunto, mencionando los aspectos del proyecto de la norma mexicana que resultaban problemáticos para la empresa suiza, agradeciendo su apoyo y defensa de sus intereses. A continuación, el Gobierno suizo, a través de la SECO envió una carta al Gobierno mexicano e intervino a nivel de la Organización Mundial del Comercio (OMC), planteando sus críticas a la regulación mexicana que habían sido identificadas por Nestlé. El Gobierno suizo, insistió ante la OMC en la introducción de otro etiquetado frontal llamado Nutri-Score, un sistema de etiquetado voluntario adoptado en Suiza y promovido por Nestlé, en el que la comida chatarra se califica significativamente más favorablemente en comparación con el etiquetado de advertencias negras establecido en México.

Hace un año, en junio de 2021, se filtró un documento interno de la empresa Nestlé en el que reconoce que más del 60 por ciento de sus productos no son saludables. Nestlé lo reconoce internamente, pero hace todo lo posible para que los consumidores no tengan esta información y para ello obtienen el apoyo del Gobierno suizo. Pero éste no fue el único Gobierno que trato de frenar este etiquetado, lo hizo la Unión Europea y los Estados Unidos, también por medio de la Organización Mundial de Comercio en contubernio con sus empresas de alimentos y bebidas no saludables. Saben que sus productos son una amenaza a la salud, pero lo único que les interesa es incrementar sus ventas.

 El 13 de noviembre de 2019 Nestlé envío a sus proveedores en México una carta en la que les pidieron que se pronunciaran en contra del etiquetado de advertencia. Nestlé les comunicaba que el etiquetado propuesto “transgrede los principios establecidos en tratados comerciales internacionales, particularmente en temas referentes a propiedad intelectual y obstáculos técnicos al comercio…el proyecto de norma incluye entre sus disposiciones la prohibición de usos de personajes, dibujos, celebridades, regalos, ofertas, juguetes o concursos…que fomenten su consumo en productos que cuentas con un sello de advertencia”. 

Nestlé no les comunicaba a sus proveedores que esta prohibición era para los productos que fueran publicitados a niñas y niños. Tampoco les decía que se había comprometido internacionalmente con la OMS a no realizar publicidad de productos no saludables a la infancia y que también se había comprometido a no hacerlo ante la Secretaría de Salud. No mencionaba que la OMS recomendaba desde 2004 que no se realizara este tipo de publicidad a la infancia.

En enero de 2020 realizamos un análisis de la publicidad dirigida a la infancia de alimentos y bebidas no saludables que nos llevó a entregar diversos premios en vrias categorías. La empresa que recibió el mayor galardon fue la empresa Nestlé, a la que se otorgó ‘El Gran Premio al Cartel de los Abusadores’, al ser la compañía que más utiliza personajes para publicitar productos dirigidos a la infancia. La ética no es una práctica de Nestlé. Si quiere conocerse más sobre esta empresa puede llerse algo en referencia a la campaña de boicot en su contra, una de las mayores que se ha realizado en el mundo: https://n9.cl/ocofp

Existe una batalla entre los promotores de la salud pública que siguen las recomendaciones de la OMS que tienen como objetivo bajar el consumo de alimentos y bebidas no saludables y las grandes corporaciones que producen y comercializan estos productos que bloquean por todos los medios que estas recomendaciones se conviertan en políticas públicas. Las corporaciones buscan detener estas políticas a través de la Organización Mundial de Comercio argumentando que son barreras al libre mercado, tienen el control del poder legislativo y aliados en el poder ejecutivo de varias naciones, cuentan con el apoyo de gobiernos y sus recursos millonarios para  comprar asociaciones de profesionales de la salud, financiar instituciones de investigación para que actúen a sus servicios y contar con el respaldo de la mayor parte de los medios de comunicación.

El etiquetado frontal de advertencia ha sido un paso importante en México, amenazado por cientos de amparos de estas corporaciones. Se requieren muchos otros pasos como prohibir estos productos en las escuelas, su publicidad dirigida a la infancia e iniciar programas de acceso a alimentos saludables en los barrios y regiones más marginadas del país donde la mala alimentación genera los peores estragos.

Imagen de Steve Buissinne en Pixabay 
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