Por Daliri Oropeza, Pie de Página, 10 de mayo de 2022.

“Seremos tres pelados pero ya llevamos 10 años”, dice irónica, y un poco retadora, Teresa Castellanos, luchadora por la tierra y el agua, fundadora de la resistencia en Huexca contra la termoeléctrica del Proyecto Integral Morelos.

El grupo de habitantes de Huexca en Resistencia ha variado en participantes en estos 10 años que cumplen de lucha, pero sean tres o sean cincuenta, uno de sus grandes logros es que la termoeléctrica no esté activa. Me queda claro que no son tres pelados. Son sobre todo mujeres.

Teresa Castellanos y su familia se enteraron de este megaproyecto desde diciembre del 2011 por rumores.

“Nos enteramos porque decían que venía un proyecto en diciembre de 2011. Vinieron a ver a mi mamá: ‘Doña Mari, queremos que nos apoye. Sabemos que va a venir un proyecto a Huexca, pero no sabemos qué es’. Mi mamá las acompañó, aunque no creía lograr nada. Hablaron con el ayudante, comisariado”.

Fue una reunión con dos mamás, sus tres hijas jóvenes, Doña Mari y Teresa. Preguntaron a qué venían. El comisariado y ayudante dijeron que no sabían nada. La curiosidad de las mujeres las llevó a la presidencia municipal en Yecapixtla. Investigaron y preguntaron por todos lados. Sostuvieron más de cuatro asambleas con el ayudante de Huexca donde lo cuestionaron y nunca dio información respecto a la termoeléctrica.

Fue en marzo del 2012 cuando los pueblos que ya se defendían del gasoducto del Proyecto Integral Morelos enviaron a sus integrantes a dar una conferencia de prensa en Cuautla. Y una de las dos mamás de Huexca la atendió. Al escuchar, se acercó al final para preguntarles cómo obtenían la información. Al decir su comunidad de procedencia, los integrantes de pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala le dijeron que ahí estaba el problema: la termoeléctrica.

Ella les respondió “¿qué es una termo?”. Los activistas se miraron, y le respondieron: es una generadora de energía eléctrica muy contaminante. Ella se asustó y lo comunicó a Doña Mari.

“Así es como nosotros nos enteramos que era una termoeléctrica. Llegaron Jaime, Samir y Juan Carlos a la comunidad de Huexca, y nos informan en una asamblea, se llenó toda la explanada de Huexca, casi todo el pueblo, y nos advirtieron lo que venía…”, describe Teresa.

Fue en una asamblea numerosa el 15 de mayo del 2012, después de una proyección informativa sobre el PIM y un diálogo con Jaime, Samir y Juan Carlos, que las señoras se preguntaron frente al pueblo qué hacer. Y por consenso tomaron la decisión de detener el megaproyecto en Huexca.

“Las señoras dijeron ‘Lo paramos. El que no tenga miedo que dé un paso al frente’. Las señoras bien aventadas, broncas, con sus palabras. Yo me quedé atrás, algunas mujeres aventaron el pie al frente. Menos hombres se aventaron. Yo dije donde se va a ver es en los putazos. Me dio risa, pues. Fueron como 6 mujeres y 2 hombres. ¿Y cuándo lo paramos? Dijeron ‘mañana mismo’, las señoras”, cuenta Teresa.

Los presentes quedaron atónitos. No daba tiempo de avisar a más pueblos, era levantarse con las fuerzas del pueblo nahua de Huexca o nada. Samir Flores avisó a gran parte de activistas e integrantes de pueblos en resistencias, igual que Jaime y Juan Carlos. El acuerdo fue colocar dos plantones en las vialidades para impedir la entrada de los camiones de material o los trabajadores de la construcción.  Ellos tres fueron los primeros en llegar al punto de reunión: frente a la iglesia.

“Eran las 6:30 de la mañana y no llagaba nadie, ¡puta, ya valió madre, dijeron. En punto de las 7 tres personas con ellos. Fue cuestión de minutos que la gente llegó. A esas horas hicimos los dos plantones. Uno antes de llegar a la termo viniendo de Cuautla y otro en la entrada del pueblo, pasando la termo. Así es como logramos mantener esa decisión y el 16 de mayo, con el inicio de esos plantones, es el inicio de la resistencia. A la semana, los trabajadores ya no llegaban. Algunos se pasaban por el barranquillo pero pronto lo ahuyentábamos”, recuerda Teresa Castellanos y acentúa:

“Llegamos a la conclusión que teníamos que pararla”.

Tere recuerda que en ese entonces nació el movimiento #YoSoy132, quienes fueron a acuerpar la lucha. Varios aún siguen. Sin embargo, Tere les reclama: “quedaron con compromiso acá y no lo cumplieron. Seguir apoyando era el compromiso, seguir en la lucha”. Tuvieron proyección nacional e internacional.

Teresa recuerda que el 23 de octubre de ese mismo 2012, Graco Ramírez envió granaderos para quitarlos, más de 300. Y luego llegaron más de 200 elementos de la Policía Federal, la cual permaneció hasta que terminaran lo que ahora hay de la termo, que aún se ve incompleta.

“Les bajaron la moral a muchas personas cuando les dijeron ‘ya está la termo’ en el 2015, porque todavía no está terminada. Es un logro que no esté activa y no quite decir que porque nosotros nos levantamos no funciona. No solo. Es obra de dios y nosotros somos gente de fe. Toda la rebeldía, la organización, todo tiene que ver. Dios no permite que esa termo funcione. Hemos visto varios milagros”, cuenta Tere sobre estos 10 años de lucha.

Resalta la importancia de los 20 amparos vigentes contra el PIM, uno de Huexca, aunque denuncia que los jueces no hacen efectiva la suspensión. “No les funciona la termo, y nosotros sabemos que hagan lo que hagan, no va a funcionar”.

En 2019, cuando AMLO conmemoró los 100 años de la muerte de Emiliano Zapata en Villa de Ayala, anunció una consulta por la activación de la termo. En un mitin en Cuautla, llamó conservadores de izquierda a los activistas que le gritaron ‘no a la termo’ en su mitin. Días después asesinaron a Samir. Aún así, realizaron una consulta con severas irregularidades que los pueblos boicotearon. Por donde pasa el PIM ganó el NOHuexca hizo su propia consulta autónoma en la misma explanada donde nació su movimiento y el pueblo salió a decir no a la termo una vez más.

Durante la pandemia, integrantes del Comité Huexca en Resistencia instalaron un plantón para protestar contra el intento de activación de la termoeléctrica cuando AMLO lo anunció durante los meses más duros de la pandemia de covid. Con madruguetes, incluido el asesinato de Samir, y traiciones a la propia palabra del presidente, la 4T ha buscado imponer la termoeléctrica y el Proyecto Integral Morelos, pasando por encima de los derechos, las leyes, y justificando la soberanía energética del país.

Teresa se transformó en una reportera comunitaria que diario hacía transmisiones en vivo de lo que entraba y salía, de las veces que la encendieron, de los 9 pozos profundos que tienen, del momento en el que contaminaron la barranca cuya agua desemboca al río Cuautla. La organización Huexca en resistencia se sumó al CNI.

Luego un grupo de activistas dividió el plantón. Sin embargo, el grupo que lleva la resistencia desde hace 10 años no se detiene, y convoca a un evento festivo, para festejar 10 años de lucha. “Festejar que la termo no funciona. que es chatarra, y que la resistencia sigue, y a 10 años de luchar no está fácil. Pero le echamos los kilos”, dice Teresa.

Convocan a que activistas envíen un video a su página, diciendo cómo ha sido su acercamiento como activistas con el pueblo de Huexca en Resistencia. Tere asegura que han sido años de mucho aprendizaje, desde el valor de la mujer que lucha, la no imposición, la toma de decisiones colectiva, los cuidados, la fortaleza de las alianzas, y lo que conllevan las traiciones.

“El Comité Huexca en Resistencia va a durar hasta que esa termoeléctrica sea cancelada definitivamente para llevar a cabo ahí una universidad, que es lo que queremos, lo platicamos desde hace años, una transformación que aporte a la juventud y que pueda aportar el conocimiento. Una universidad autónoma, del pueblo. Y en el otro predio, donde está la plataforma de la termo, ahí queremos un espacio de trabajo de plantas medicinales, laboratorio de plantas, donde tenga trabajo la gente de la comunidad. Eso lo vamos a lograr. Hasta que yo tenga fuerzas seguiré luchando y resistiendo. Y si nos da tiempo de que se cancele antes y crecemos la universidad, pues nos iremos a resistir a otro lado porque esto no se termina acá, es el principio de lo que queremos, el cambio”.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.