Por Claudia Velarde Ponce de León y Georgina M. Catacora-Vargas, Biodiversidad LA, 15 de noviembre de 2021.

A manera de introducción: el contexto del maíz nativo en Bolivia

Diversidad de maíces

La trayectoria del maíz en Sudamérica se registra desde, aproximadamente, 6500 años a. C. (Kistler et al., 2018), y desde entonces, ha sido incorporado en la cultura y lingüística de las culturas andinas y amazónicas. A partir de diferentes expresiones, el maíz cuenta las historias de los pueblos y de la vida cotidiana. En los Andes, como en el resto del Abya Yala, hombres y mujeres indígenas han sido protagonistas en la domesticación, manejo y custodia de variedades de maíz, por ello, desde tiempos ancestrales, forma parte de las sociedades a través de su alimentación, entre otras manifestaciones socioculturales como las expresiones artísticas, festividades y rituales (Ortiz, 2012).

El maíz es una especie con particular importancia biológica y socioeconómica en Bolivia, país que, con base en los registros históricos y actuales, se constituye como uno de sus centros de diversidad genética (Ávila Lara, 2008). Según información registrada en diferentes publicaciones, en Bolivia se han documentado a lo largo del tiempo setenta y siete complejos raciales, superando a los registros de los demás países latinoamericanos (Serratos Hernández, 2009).

La producción del maíz nativo está especialmente concentrada en la agricultura tradicional, siendo las comunidades indígenas y campesinas las que principalmente conservan las variedades nativas y las producen mediante técnicas ancestrales en distintos pisos ecológicos, desde los 150 hasta los 3800 m s. n. m. (Ávila Lara, 2008).

En este contexto de amplia riqueza y dispersión, el maíz nativo cumple un papel fundamental en las dinámicas de soberanía alimentaria a nivel local y nacional, por ser el alimento básico de comunidades campesinas, indígenas y urbanas a través de diferentes preparaciones y bebidas.

El Valle Alto de Cochabamba, ubicado en la parte central del departamento y con altitud entre los 2550 y 2800 (GAD de Cochabamba, 2014), es una zona de conservación y producción de variedades nativas de maíz. En la provincia Punata, su producción es una de las actividades principales en términos de superficie y población dedicada a su cultivo (Municipio de Punata, 2007).

El Censo Agropecuario 2013 indica que en Punata se destinan más de dos mil hectáreas a la producción de diversas variedades de maíz, una superficie considerablemente mayor en comparación a otras actividades agrícolas con casi el 50 % de la superficie cultivada en la temporada de verano (Instituto Nacional de Estadística, 2015a; 2015b).

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Photo by Bart Heird on Unsplash

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