Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 09 de junio de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Los documentos demuestran que Facebook está trabajando en nombre de las grandes compañías farmacéuticas, así como en coordinación con los Centros para el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud para proteger y divulgar la falsa narrativa de que las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas para todos
  • Facebook realiza pruebas beta en un nuevo algoritmo que clasifica como “VH” (reticencia a la vacunación) a los usuarios que publican información que contradice la narrativa universal sobre las vacunas. El grupo beta consta del 1.5 % de toda la base de usuarios
  • A los usuarios se les asigna en secreto una “puntuación VH” para determinar si sus publicaciones y comentarios se deben eliminar, relegar o dejar visible, independientemente de si hay datos que los respalden
  • En la actualidad, la estrategia de supresión de Facebook ha relegado un 42.5 % de los comentarios sobre la reticencia a la vacunación dentro del grupo de prueba

El 24 de mayo de 2021, la organización Project Veritas lanzó una entrevista en video con dos informantes de Facebook, un técnico del centro de datos y un ingeniero de instalaciones del centro de datos, quienes presentaron documentos internos que demuestran que esta plataforma de redes sociales está censurando los datos científicos y médicos en nombre de la lucha contra la “reticencia a la vacunación”.

Hace poco, Facebook lanzó una prueba beta diseñada para censurar la información negativa sobre las vacunas, sin importar su veracidad, con el objetivo final de implementar este programa de censura en todas las naciones y en tantos idiomas como sea posible.

Los documentos demuestran que Facebook está trabajando en nombre de las grandes compañías farmacéuticas, así como en coordinación con los Centros para el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud para proteger y divulgar la falsa narrativa de que las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas para todos. La plataforma incluso elimina las publicaciones de las personas que ya se vacunaron y que comparten su experiencia con los efectos secundarios.

La reticencia a la vacunación ya tiene su propia clasificación

De acuerdo con los documentos internos, Facebook realiza pruebas beta en un nuevo algoritmo que clasifica como “VH” (reticencia a la vacunación) a los usuarios que publican información que contradice la narrativa universal sobre las vacunas. De forma secreta, a los usuarios se les clasifica como “VH” para determinar si sus publicaciones y comentarios se deben eliminar, relegar o dejar visible, independientemente de si hay datos que los respalden. Según la organización Project Veritas:

“El informante … reveló que el gigante tecnológico realizó esta ‘prueba’ en el 1.5 % de sus 3800 millones de usuarios y se enfocó en las secciones de comentarios en las ‘páginas de salud autorizadas’, lo que significa que están tratando de controlar este contenido incluso antes de que aparezca en su página, incluso antes de que alguien lo vea …

Se declaró que el objetivo de esta función es ‘reducir de forma significativa la exposición del usuario’ a los comentarios de VH. Otro de los objetivos de este programa es forzar una ‘disminución de las interacciones con otros comentarios de VH, que incluyen crear, dar me gusta, publicar reportes y dar respuestas”.

Sistema de clasificación de dos niveles para el contenido sobre vacunas

El contenido sobre la vacuna se clasifica en función de su capacidad percibida para “desalentar la vacunación en determinados contextos, lo que contribuye con la reticencia o rechazo a la vacunación”. Y según un documento, “el contenido se clasifica en… el daño potencial y cuánto contexto se requiere para evaluar el daño”. Estas calificaciones se dividen en tres niveles principales:

  1. Desaliento explícito sobre la vacunación contra el COVID-19
  2. Alarmismo, críticas
  3. Desaliento indirecto sobre la vacuna: esto incluye felicitar a las personas que rechazaron la vacuna, contar “historias impactantes” que pueden disuadir a las personas de recibir la vacuna, promover alternativas a la vacunación o “sugerir que la inmunidad natural es mejor que recibir la vacuna”, minimizar los riesgos de la infección natural por COVID-19, expresar objeciones personales o escepticismo sobre la vacuna e incluso “discutir o debatir de forma neutral”

Dependiendo del nivel en el que se clasifique su comentario, será eliminado o “relegado”. Como señaló el periodista de investigación y fundador de Project Veritas, James O’Keefe, en una entrevista para Fox News:

“Lo que más llama la atención sobre estos documentos privados … es que el ‘Nivel 2’ [violación] dice que incluso si los hechos son ciertos … la publicación se seleccionará y relegará, sus comentarios se seleccionarán y relegarán”.

Y aunque no se sabe a ciencia cierta quién aprobó esta prueba beta, los autores que figuran en la lista del programa de “relegación por comentario de reticencia a la vacunación” son el ingeniero de software Joo Ho Yeo; el científico de datos Nick Gibian, quien trabaja en desinformación sobre salud y acoso cívico; el ingeniero de software Hendrick Townley, quien afirma que sus principales intereses son “aprovechar la tecnología y el conocimiento técnico para fortalecer nuestras instituciones democráticas y resolver problemas políticos urgentes”; el científico de datos y aprendizaje automático Amit Bahl; y el gerente de productos Matt Gilles.

Una nueva forma de supresión disimulada

La estrategia de prueba beta para relegar los comentarios es muy similar a lo que se conoce como supresión disimulada, la cual es una forma de bloqueo o restricción disimulada a los usuarios, lo que significa que ninguno de sus seguidores puede ver sus publicaciones.

Con este sistema de supresión de información de dos niveles, no sabrá si sus publicaciones o comentarios se están relegando y si no pueden ser vistos por otros usuarios, pero en general, los documentos internos revelan que esta estrategia de supresión ha relegado un 42.5 % de los comentarios sobre la reticencia a la vacunación dentro del grupo de prueba.

Facebook censura ciencia que podría salvar vidas

Ahora bien, un ejemplo de un comentario de “reticencia a la vacunación” no es solo decir: “No sé si quiero vacunarme”, sino que también incluye comentarios como “Leí un estudio que decía que murió alguien que recibió la vacuna”, al igual que relatos de experiencias personales como “¡Un dolor insoportable después de mi segunda dosis! Estaba tan tembloroso que pensé que iba a convulsionar”.

Facebook incluso está censurando y poniendo etiquetas de “noticias falsas” en los datos que se obtienen del Sistema para Reportar Eventos Adversas a las Vacunas (VAERS), que en realidad pertenece a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y a la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Esto a pesar de tener una política pública para “eliminar el contenido que repite … información falsa sobre la salud … que ha sido desacreditada por las principales organizaciones de salud como la Organización Mundial de la Salud y los CDC”.

Y se justifican al afirmar que los datos del VAERS y otros hallazgos del estudio no se pueden hacer públicos a menos que se proporcione el “contexto completo”. Pero como señaló el informante, ese es un término muy ambiguo. ¿Qué es el contexto completo? ¿Se tiene que publicar un estudio completo para que sea contextual?

En conclusión, queda claro que Facebook suprime y censura la ciencia, los datos médicos y las experiencias personales de primera mano, y al hacerlo pone a todo el mundo en peligro, ya que, al suprimir información crucial sobre los riesgos de la vacuna, está acabando con cualquier posibilidad de consentimiento informado que permita comprender los riesgos.

Facebook está promoviendo la ignorancia que terminará matando a muchos de sus usuarios. Y, dado que Facebook admite abiertamente que coordina su censura junto con los CDC y la OMS, es posible que también se pueda decir lo mismo sobre estas dos organizaciones. Como le dijo uno de los informantes a O’Keefe:

“Zuckerberg quiere construir una comunidad donde todos obedezcan, no donde las personas puedan tener su propio discurso y un diálogo abierto sobre las decisiones más personales, privadas e íntimas. La narrativa es vacunarse, la vacuna es buena para usted, todos deberían recibirla y si no lo hace, se considerará un enemigo público”.

Facebook pasó de ser un centro recreativo digital a convertirse en una cárcel digital

El segundo informante, un ingeniero de instalaciones del centro de datos, dice que Facebook ahora “prohíbe a las personas tener un diálogo abierto sobre temas que afectan su seguridad personal”, incluso comparó esta plataforma con una pareja abusiva que no permite que su cónyuge hable con amigos y familiares sobre lo que sucede a puertas cerradas.

De manera irónica, hay un video que se filtró gracias a ese mismo informante y que muestra al director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, en una videoconferencia que se realizó a mediados de julio de 2020, en la que expresa reticencia a la vacunación. Zuckerberg le dijo a su equipo lo siguiente refiriéndose a las vacunas contra el COVID-19 en desarrollo:

“Solo quiero asegurarme de compartir algunas precauciones al respecto porque simplemente no conocemos los efectos secundarios a largo plazo de modificar el ADN y el ARN de las personas”.

Como señaló O’Keefe, las propias palabras de Zuckerberg ahora violarían la política pública y las reglas de expresión de su compañía.

La organización “Children’s Health Defense” demanda a Facebook por censura

En noticias relacionadas, en agosto de 2020, la organización “Children’s Health Defense” (CHD) demandó a Facebook, al acusar a la compañía y a varias organizaciones de verificación de hechos de “censurar publicaciones de salud pública veraces, así como de tergiversar y difamar de forma fraudulenta a la organización de salud infantil”. Según lo que informó el portal The Defender:

“La denuncia señala que Facebook tiene ‘conflictos insidiosos’ con la industria farmacéutica y con las agencias de salud, además detalla las acusaciones fácticas con respecto a los CDC, la Fundación CDC y las extensas relaciones y colaboraciones de la Organización Mundial de la Salud con Facebook y Zuckerberg. Igualmente, cuestiona la colaboración de Facebook con el gobierno en esta campaña de censura.

Facebook censura la página de CHD, que presenta información objetiva sobre las vacunas, la red 5G y las agencias de salud pública. Instagram, propiedad de Facebook, bloqueó al presidente de CHD, Robert F. Kennedy, Jr. sin previo aviso ni explicación.

Los abogados de “Children’s Health Defense” esperan el fallo de la jueza Susan Illston después de que los acusados presentaran una moción para desestimar la demanda que alega censura patrocinada por el gobierno, falso testimonio y fraude electrónico”.

Facebook se aprovecha de sus usuarios de muchas formas diferentes

Según Shoshana Zuboff, autora del libro: “The Age of Surveillance Capitalism”, las plataformas de redes sociales gratuitas en realidad no son gratuitas, se paga con los datos personales.

Entonces, Facebook y otras compañías de redes sociales no solo censuran su libertad de expresión, sino que también se roban sus datos personales y los utilizan para controlarlo y manipularlo.

Su función principal no es permitirle comunicarse con los demás, su función principal es la vigilancia, la recopilación de datos y la ingeniería social, en otras palabras, los usuarios son la mercancía, no al revés. Ellos lo necesitan más de lo que usted los necesita a ellos.

Empresas como Facebook, Google y otros tiene el poder de utilizar su información para aprovecharse de su vulnerabilidad y beneficiarse de manera comercial o política.

Toda su existencia, incluso los estados de ánimo que son descifrados por un software de reconocimiento facial, se ha convertido en una fuente de ingresos para las entidades corporativas, ya que lo manipulan para que haga, compre y piense de cierta manera.

Los experimentos masivos de Facebook, en los que utilizaron señales subliminales para determinar si podían afectar el comportamiento y los sentimientos de las personas en el mundo real, demostraron que, al manipular el lenguaje e insertar señales subliminales en el contexto, eran capaces de modificar el comportamiento de las personas, y que estos métodos podrían ser utilizados “sin ignorar el consentimiento de las personas”.

Otras tecnologías, como los sistemas de seguridad digital, emplean micrófonos ocultos para espiar sus conversaciones privadas. Y todos estos flujos de datos, desde teléfonos celulares, computadoras, electrodomésticos “inteligentes” y cámaras de video en áreas públicas, se suman a las funciones de modelado predictivo que cada vez son más comunes y que al final, se utilizan para controlarlo y manipularlo.

Necesitamos renovar las leyes

La razón por la que estamos en esta aterradora situación es porque no existen leyes vigentes para restringir este nuevo tipo de capitalismo de vigilancia. De hecho, la única razón por la que ha podido evolucionar en los últimos 20 años es por la falta de leyes en su contra, en especial porque nunca han existido.

Google y Facebook eran los únicos que sabían lo que estaban haciendo. La red de vigilancia creció sin que nadie supiera. Pero le tengo una buena noticia, aún no es demasiado tarde para recuperar nuestra privacidad y nuestra libertad de expresión digital, pero necesitamos una legislación que controle por completo estos sistemas. De acuerdo con Zuboff:

“La elección de convertir cualquier aspecto de la vida en datos debe pertenecer a las personas en virtud de sus derechos en una sociedad democrática. Por ejemplo, esto significa que las compañías no pueden reclamar el derecho a su rostro, ni utilizarlo como materia prima gratuita para su análisis, ni poseer y vender ningún producto computacional que se derive de su rostro …

Y recuerde, cualquier cosa hecha por humanos puede ser deshecha por humanos. El capitalismo de vigilancia es algo reciente, ya que solo lleva 20 años de desarrollo, pero la democracia es vieja, resistente, y subsistido durante generaciones.

Los capitalistas de la vigilancia son ricos y poderosos, pero son vulnerables. Su debilidad es el miedo. Temen a los legisladores que no los respetan. Temen a las personas que exigen un nuevo camino mientras insisten en nuevas respuestas: ¿Quién lo sabrá? ¿Quién decidirá quién tiene la información? ¿Quién decidirá? ¿Quién dictaminará el camino a seguir?”

Cómo proteger su privacidad

Aunque no hay duda de que necesitamos un marco legislativo para restringir el capitalismo de la vigilancia, hay maneras de proteger su privacidad en línea y limitar el tráfico de datos. Hasta el momento, no hay mucho que pueda hacer sobre la censura en línea, pero sí puede exigir a los legisladores que hagan algo al respecto. Para proteger su privacidad, considere tomar las siguientes medidas:

Elimine Facebook, Twitter y otras plataformas de redes sociales que desvían sus datos personales y censuran el contenido: hoy en día, existen otras alternativas que si respetan su libertad de expresión.
Utilice una red privada virtual (VPN) para proteger la verdadera identidad de su computadora.
No utilice Gmail, ya que todos los correos electrónicos que redacta se almacenan de forma permanente, se convierten en parte de su perfil y se utilizan para construir modelos digitales, lo que les permite hacer predicciones sobre sus pensamientos, deseos y anhelos.

Muchos otros sistemas más antiguos, como AOL y Yahoo, también funcionan como plataformas de vigilancia como Gmail. ProtonMail.com, que utiliza un sistema de cifrado completo, es una gran alternativa y su servicio básico es gratuito.

No utilice el navegador Chrome de Google, ya que todo lo que hace se vigila, incluyendo las pulsaciones de las teclas y todas las páginas web que visita. Brave es una excelente alternativa que protege mucho la privacidad.

Brave también es más rápido que Chrome y elimina los anuncios. Se basa en Chromium, que es la misma infraestructura de software que utiliza Chrome, por lo que puede transferir sus extensiones, favoritos y marcadores.

No utilice Google como motor de búsqueda ni ninguna extensión del mismo, como Bing o Yahoo, ya que ambos obtienen resultados que provienen de Google. Lo mismo sucede con Siri, el asistente personal del iPhone, el cual obtiene todas sus respuestas de Google.

Los motores de búsqueda que se sugieren incluyen SwissCows y Qwant. Evite utilizar StartPage, ya que fue adquirida por una empresa de marketing online, como Google, que genera ingresos de la vigilancia.

No utilice un teléfono celular Android, ya que siempre escuchan y graban sus conversaciones.
No utilice dispositivos de Google Home, ya que estos dispositivos registran todo lo que ocurre en su casa, incluyendo el habla y los sonidos, como el sonido que produce al cepillarse los dientes y al hervir agua. Incluso cuando parece que no están activos, envían la información a Google.
Limpie su caché y cookies de forma regular.
No utilice Fitbit, ya que es propiedad de Google, por lo que este dispositivo expondrá aún más datos personales, incluyendo su información fisiológica y sus niveles de actividad.
A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.