Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 25 de marzo del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • La recomendación de evitar alimentos altos en colesterol y altos en grasa saturada muy probablemente ha incrementado las tasas de enfermedades del corazón, ya que estos nutrientes son importantes para la salud cardíaca
  • El colesterol es una de las moléculas más importantes en nuestro cuerpo; es indispensable para la construcción de células y de hormonas sexuales, así como de vitamina D
  • El colesterol total no nos dice prácticamente nada acerca del riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Otros exámenes, como el lipoperfil NMR, la relación de colesterol total/HDL y el índice triglicéridos/HDL ofrecen un cálculo más preciso

Cuando inicié mi práctica médica a mediados de los ochentas, muy rara vez se hablaba sobre el miedo a tener niveles elevados de colesterol al menos que su nivel de colesterol sobrepasara los 330.

Sin embargo, después de algunos años, el colesterol ha llegado a ser conocido como algo que debe mantener lo más bajo posible, o si no, sabemos que sufriremos las consecuencias. Hoy en día, la grasa alimentaria y el colesterol aún son normalmente considerados como los peores alimentos que podría consumir.

Esto es una desgracia, ya que estos mitos realmente dañan nuestra salud. El colesterol es una de las moléculas más importantes en nuestro cuerpo; es indispensable para la construcción de células y de hormonas sexuales, así como de la vitamina D.

Debido a que la hipótesis sobre el colesterol es falsa, las terapias recomendadas, como una dieta baja en grasa y en colesterol, al igual que los medicamentos para bajar el nivel del colesterol, hacen más daño que bien.

Por ejemplo, el tratamiento con estatinas es altamente dañino y costoso, además ha impactado la salud de millones de personas de manera negativa. Como dice el Dr. Frank Lipman en un destacado artículo:

“La profesión médica está obsesionada con la disminución del colesterol debido a teorías erróneas acerca de éste y sobre las enfermedades cardíacas.

¿Por qué querríamos disminuirlo? Cuando de hecho las investigaciones muestran que tres cuartos de las personas que padecen un primer ataque al corazón tienen niveles normales de colesterol, y cuando la información de hace más de 30 años del famoso estudio Framingham Heart mostró que en la mayoría de los grupos de distintas edades el colesterol alto no estuvo relacionado con más muertes.

De hecho, en las personas mayores, la muerte es más común con un nivel de colesterol bajo. Las investigaciones son claras, la estatina se prescribe basándose en una hipótesis incorrecta, y no es inofensiva.”

En este artículo, el Dr. Lipman habla sobre siete cosas que necesita saber al tener una conversación con su doctor acerca de sus niveles de colesterol. Para los principiantes, es importante entender que la idea convencional de que el colesterol causa enfermedad cardíaca está basada en investigaciones seriamente defectuosas.

#1: Investigaciones defectuosas sobre el colesterol han hecho un daño incalculable

Por ejemplo, tenemos el estudio de Los Siete Países, realizado en 1953 por el Dr. Ancel Keys, en el que se relaciona el consumo de la grasa alimentaria con las enfermedades coronarias. Cuando el Dr. Keys publicó el análisis en el que aseguraba probar esta relación, utilizó selectivamente información de solo siete países, a pesar de tener datos disponibles de 22.

Los estudios que excluyó eran aquellos que no concordaban con su hipótesis preconcebida. Una vez que se analiza la información de los 22 países, la correlación desaparece. Además, según afirma el Dr. Lipman:

“Las actuales ideas convencionales sobre el colesterol se basan en gran parte en un estudio influyente pero erróneo de los años sesentas, que concluía que los hombres que consumían mucha carne y lácteos tenían niveles altos de colesterol y enfermedad cardíaca.

Esta interpretación echó raíz, lo que originó el conocimiento prevaleciente de los últimos 40 años: evite las grasas saturadas y sus niveles de colesterol y riesgo de enfermedad cardíaca disminuirán.

Esto ayudó a disparar la avalancha de pseudo alimentos bajos en grasa o sin grasa producidos en el laboratorio y lanzo el negocio multimillonario de los medicamentos para bajar el colesterol con la esperanza de reducir el riesgo a las enfermedades cardíacas. ¿Funcionó? No.

En vez de hacer a las personas más saludables, hemos terminado con una epidemia de obesidad y diabetes que concluirá incrementando los índices de enfermedades cardíacas, lo que está muy lejos del resultado que buscamos.”

#2: El colesterol es importante para la salud

El colesterol es una sustancia suave y cerosa que no solo se encuentra en nuestro torrente sanguíneo, sino también en cada una de las células de nuestro cuerpo, donde ayuda a producir membranas celulares, hormonas (como las hormonas sexuales, testosterona, progesterona y estrógenos) y ácidos biliares que nos ayudan a digerir la grasa.

También es importante para la producción de vitamina D, la cual es vital para la salud óptima. Cuando la luz del sol cae directamente sobre la piel, el colesterol se convierte en vitamina D. También actúa como aislante para las neuronas.

El colesterol también es importante para la salud cerebral y ayuda en la formación de los recuerdos. Se han relacionado los niveles bajos de colesterol HDL con la pérdida de memoria, enfermedad de Alzheimer y puede también incrementar el riesgo de depresión, derrame cerebral, conducta violenta y suicidio.

#3: El colesterol total no nos dice prácticamente nada sobre los riesgos a la salud

El hígado crea cerca de tres cuartos o más del colesterol del cuerpo, el cual puede dividirse en dos tipos:

1.Lipoproteína de alta densidad o HDL. Se conoce como el colesterol “bueno,” que, de hecho, puede ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca.

2.Lipoproteína de baja densidad o LDL. Este es el colesterol “malo” que circula en la sangre y que de acuerdo con las ideas convencionales puede acumularse en las arterias, lo que forma una placa que las hace estrechas y menos flexibles (aterosclerosis). Si se forma un coágulo en una de estas arterias estrechas que van al corazón o al cerebro, se puede producir un ataque al corazón o un derrame cerebral.

Una vez definidos estos dos tipos de colesterol, es importante decir que en realidad hay un sólo tipo de colesterol.

La división entre el HDL y el LDL se basa en cómo se combina el colesterol con las partículas de proteína. El LDL y el HDL son lipoproteínas, grasas combinadas con proteínas.

El colesterol es soluble en grasa y la sangre es mayormente agua. Para que pueda ser transportado en la sangre, el colesterol necesita que una lipoproteína lo lleve, las cuales se clasifican según su densidad.

Las partículas grandes de LDL no son dañinas. Solo las partículas pequeñas y densas de LDL que pueden ser potencialmente un problema, ya que se pueden colar a través del revestimiento de las arterias. Si se oxidan pueden causar daño e inflamación.

Por consiguiente, sería más acertado decir que hay lipoproteínas “buenas” y “malas” (en lugar de colesterol bueno y malo).

Algunos grupos, como la Asociación Nacional de Lípidos, han comenzado a mover su atención del colesterol total LDL al número de partículas de colesterol LDL, para evaluar mejor el riesgo de enfermedad cardíaca. Pero esto aún no ha llegado a los medios de comunicación. Según el artículo del Dr. Lipman:

“Consecuentemente, su sangre puede tener abundantes partículas grandes de colesterol LDL, que son menos alarmantes, y aun así se le prescribirá la estatina.

Las nuevas directrices harán que alrededor de 15 millones de adultos sean “elegibles” a tomar estatinas en un intento de bajar sus números con medicamentos, sin importar qué tipo de LDL tengan.”

#4: Investigue más sobre sus factores de riesgo

Afortunadamente, una vez que usted conoce los tamaños de las partículas, puede tomar el control de su salud y pedirle a su doctor que le haga el examen, o puede ordenarlo usted mismo. Los expertos recomienda utilizar el Lipoperfil NMR. Todos los laboratorios grandes, como LabCorp y Quest, lo ofrecen.

Como lo afirma el Dr. Lipman, si su doctor le dice que su colesterol está muy alto basado en el perfil lipídico estándar, es importante obtener una evaluación más completa, especialmente si en su familia hay un historial de enfermedad cardíaca u otros factores de riesgo. El Dr. Lipman agrega:

“Presione a su doctor para que revise y evalúe los otros factores comúnmente omitidos pero que posiblemente son más importantes, ya que pueden aclarar más su situación particular, específicamente los exámenes que observan la proteína C reactiva de alta sensibilidad, el tamaño de las partículas de colesterol LDL (a veces llamado Lipoperfil NMR), la lipoproteína y el fibrinógeno sérico.

Estas pistas físicas medibles ayudarán a poner más piezas en el rompecabezas y le permitirán a usted y a su doctor desarrollar un programa personalizado para controlar los riesgos, con o sin medicamento para el colesterol. Si su doctor no está interesado en investigar debajo del velo médico, entonces puede que sea tiempo de buscar un nuevo doctor.”

#5: Sea muy precavido con los estudios a favor de las estatinas

La mayoría de los estudios a favor de las estatinas son patrocinados por un fabricante de medicamentos, lo que comúnmente cambiará los resultados a su favor. Y peor aún, los conflictos de intereses se han convertido en la norma cuando se trata de la creación de directrices.

Por ejemplo, las normas revisadas y altamente controversiales sobre el tratamiento del colesterol, publicadas por la Asociación Cardíaca Americana (AHA, por sus siglas en inglés) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC, por sus siglas en inglés) en el 2018, fueron creadas por un número de personas que tenían conflictos de intereses.

Uno de los autores de estas normas es el Dr. Neil J. Stone, quien es un fuerte partidario del uso de las estatinas y quien ha recibido honorarios por conferencias de Abbott, AstraZeneca, Bristol-Myers Squibb, Kos, Merck, Merck/Schering-Plough, Novartis, Pfizer, Reliant y Sankyo. También ha fungido como asesor para Abbott, Merck, Merck/Schering-Plough, Pfizer y Reliant.

#6: Evalúe su necesidad real de un medicamento para disminuir el colesterol

Como lo menciona el Dr. Lipman, los medicamentos para disminuir el nivel de colesterol no son necesarios ni adecuados para la mayoría de las personas, especialmente si el colesterol alto y la longevidad son un rasgo de su familia. “En cualquier caso, no tema responderle a su doctor y decirle que prefiere evitar las terapias con medicamentos,” Lipman afirma lo siguiente:

“Asumiendo que no se encuentra en una situación crítica, hable de la posibilidad de un acercamiento más holístico para disminuir sus números a lo que se considera una zona normal o saludable, con base a sus factores de riesgo específicos, no solo por sus niveles de colesterol.”

Además de los exámenes mencionados anteriormente, como el lipoperfil NMR, los siguientes pueden ofrecerle una evaluación mucho mejor de su riesgo de una enfermedad cardíaca:

  • Relación de Colesterol/HDL. el porcentaje de HDL es un factor muy importante en el riesgo de enfermedad cardíaca. Solo divida su nivel de HDL entre su colesterol total. El porcentaje debe ser idealmente mayor a 24 por ciento.
  • Relación de Triglicéridos/HDL.Puede hacer lo mismo con su índice de triglicéridos y HDL. Ese porcentaje debe ser menor a 2.
  • Su nivel de insulina en ayunas. Cualquier alimento alto en carbohidratos, como la fructuosa y los granos refinados, generan un incremento rápido de glucosa en la sangre y la insulina debe compensarlo. La insulina liberada por consumir demasiados carbohidratos promueve la acumulación de grasa y hace que sea más difícil para el cuerpo eliminar el sobrepeso. El exceso de grasa, en especial la que se encuentra alrededor de la cintura, es uno de los mayores factores que contribuyen a la enfermedad cardíaca.
  • Su nivel de azúcar en la sangre en ayunas. los estudios han mostrado que las personas con niveles de 100-125 mg/dl de azúcar en la sangre en ayunas tienen un riesgo cerca de 300 por ciento más alto de desarrollar una enfermedad coronaria, comparado con las personas que poseen un nivel menor a 79 mg/dl.
  • Su nivel de hierro. el hierro puede ser un estrés oxidativo muy potente, así que si usted tiene un exceso en su nivel de hierro puede dañar sus vasos sanguíneos e incrementar su riesgo de enfermedades cardíacas. Idealmente, debe monitorear sus niveles de ferritina y asegurarse de que no estén muy por encima de los 80 ng/ml. La forma más fácil de disminuir sus niveles es donando sangre. Si eso no es posible, puede practicarse una flebotomía, lo que eliminará efectivamente el exceso de hierro de su cuerpo.

Una nota importante: si usted decide tomar un medicamento de estatina, también debe asegurarse de tomar CoQ10 o Ubiquinol. Una de cada cuatro personas en los Estados Unidos, mayores de 45 años, toman actualmente un medicamento de estatina y a la mayoría de ellos no se les informa que deben tomar una coenzima Q10 para amortiguar algunos de los efectos secundarios más devastadores del medicamento.

Como lo explicó anteriormente el Dr. Sinatra, las estatinas no solo bloquean las vías de producción de colesterol, sino también otras vías bioquímicas, como la de CoQ10 y la de escualeno, la cual según el Dr. Sinatra es esencial para prevenir el cáncer de seno.

La reducción de escualeno causada por la estatina también puede aumentar el riesgo de disfunción del sistema inmune. La reducción de CoQ10 causada por el medicamento es la razón por la cual las estatinas pueden incrementar el riesgo de insuficiencia cardíaca aguda.

Así que si usted está tomando un medicamento de estatina, DEBE tomar coenzima Q10 como suplemento. No puede obtener suficiente de ésta a través de su alimentación. El Dr. Sinatra recomienda tomar al menos 100 miligramos (mg), aunque 200 mg diarios de CoQ10 de alta calidad o de ubiquinol es preferible.

#7: Concéntrese en estimular su HDL

La ciencia sobre las enfermedades cardíacas todavía es muy imprecisa. Como lo dijo el Dr. Lipman: “En última instancia, entre más medidas tome para mejorar su HDL mayores probabilidades tendrá, y si puede hacerlo sin la necesidad de medicamentos los resultados serán incluso mejor.” ¿Cuáles son estos pasos exactamente?

No hace falta decir que su alimentación tiene mucho que ver y el paso número uno es ignorar el consejo convencional de llevar una alimentación baja en grasas y baja en carbohidratos. El Dr. Lipman incluye una lista de 10 estrategias que le ayudaran a reducir su riesgo de enfermedad cardíaca, que se adhiere a la perfección a mis recomendaciones:

Reemplace los alimentos procesados (que están cargados con azucares refinados y carbohidratos, fructosa procesada y grasa trans, todos los productos que promueven la enfermedad cardíaca) con alimentos naturales sin procesar o mínimamente procesados, de preferencia orgánicos y cultivados localmente.
Evite las carnes, los productos cárnicos, los productos lácteos y los huevos provenientes de animales criados en Operaciones Concentradas de Alimentación de Animales (CAFO, por sus siglas en inglés). En cambio, opte por carnes de animales alimentados con pastura y criados de acuerdo con las normas orgánicas.
Elimine los alimentos sin grasa y bajos en grasa. Aumente su consumo de grasas saludables. La mitad de la población sufre de resistencia a la insulina y se beneficiarían al consumir del 50 al 85 por ciento de sus calorías diarias de grasas saturadas saludables como los aguacates, mantequilla hecha de leche de vacas alimentadas con pastura, coco y aceite de coco, aceites de frutos secos sin calentar, frutos secos sin procesar y carnes de animales alimentados con pastura.

Los alimentos sin grasa o bajos en grasa normalmente son alimentos procesados con un alto contenido de azucares, lo cual aumenta sus partículas pequeñas y densas de LDL.

Equilibrar su relación de grasas de omega-3 y grasas de omega-6 también es la clave para un corazón saludable, ya que estos ácidos grasos ayudan a construir las células en sus arterias que hacen la prostaciclina, la cual hace que su sangre se mantenga fluyendo sin ningún problema.

La deficiencia de omega-3 puede causar o contribuir a muchos problemas de salud, tanto mentales como físicos.

También necesita una relación idónea de calcio, magnesio, sodio y potasio, todos estos por lo general se encuentran en cantidades abundantes en una alimentación a base de alimentos enteros. Para obtener una buena cantidad de vegetales en su alimentación considere el jugo de vegetales.
Optimice sus niveles de vitamina D. Algunos investigadores, como la Dra. Stephanie Seneff, creen que la optimización de la vitamina D a través de la exposición solar adecuada, a diferencia de tomar un suplemento oral, podría ser la clave para optimizar su salud. En caso de que opte por un suplemento, también es necesario tomar vitamina K2.
Optimice la salud de sus bacterias intestinales. El consumo regular de alimentos fermentados, como vegetales fermentados, ayudará a resembrar su intestino con bacterias benéficas que podrían desempeñar un papel fundamental en la prevención de enfermedades y de otros problemas de salud.
Deje de fumar y reduzca su consumo de alcohol.
Haga ejercicio con regularidad. El ejercicio en realidad es una las maneras más seguras y efectivas para prevenir y tratar la enfermedad cardíaca. En el 2013, investigadores de Harvard y Standford revisaron 305 ensayos controlados aleatoriamente y concluyeron que no hubo diferencias estadísticamente detectables entre la actividad física y los medicamentos para la enfermedad cardíaca.

El entrenamiento en intervalos de alta intensidad ha mostrado ser especialmente efectivo.

Póngale mucha atención a su salud oral. Hay evidencia convincente que vincula el estado de sus dientes y encías con una variedad de problemas de salud, incluyendo la enfermedad cardíaca.

En un estudio realizado en el 2010, las personas con la peor salud oral aumentaron su riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en un 70 por ciento, en comparación con las personas que se cepillaron los dientes dos veces al día.

Evite los medicamentos de estatinas, ya que los efectos secundarios de estos medicamentos son muchos, mientras que los beneficios son debatibles. En mi punto de vista, el único grupo de personas que se podría beneficiar de los medicamentos que bajan el colesterol son las personas con una hipercolesterolemia familiar genética.

Esta es una condición caracterizada por el colesterol anormalmente alto, que tiende a ser resistente a disminuir con estrategias en su estilo de vida como la alimentación y el ejercicio.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.