Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 07 de enero del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El medicamento artesunato, que contiene dos compuestos que se encuentran en la Artemisia annua: artemisia y dihidroartemisinina, es un tratamiento de primera línea para la malaria
  • En un reciente estudio in vitro se demostró que tanto el pretratamiento como el tratamiento con extractos de artemisia, artemisia sintética y el medicamento artesunato fueron capaces de inhibir la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, el artesunato fue el más potente en términos de tratamiento y, desde una perspectiva clínica, podría ser el único que vale la pena investigar
  • El mecanismo de acción del artesunato contra el SARS-CoV-2 aún se desconoce, pero la artemisia tiene actividad antiviral confirmada
  • La Organización Mundial de la Salud se opuso a los productos a base de ajenjo y advirtió que su uso puede reforzar las cepas de parásitos de la malaria resistentes a los medicamentos. Por esta razón, las personas que viven en áreas propensas a la malaria deben tener cuidado al usar este remedio vegetal

Hoy en día, se considera y evalúa un segundo tratamiento antipalúdico por su eficacia contra el COVID-19. El tratamiento se realiza a partir de la planta Artemisia annua, que la mayoría de las personas la conocen como Ajenjo dulce o artemisia. Otros nombres para esta planta incluyen Annual Sagewort y Sweet Annie.

Las investigaciones realizadas durante las últimas décadas demostraron todos los beneficios de esta hierba medicinal, que se ha usado desde hace siglos en la medicina popular. En 2015, el científico chino Tu Youyou recibió un premio Nobel parcial de fisiología o medicina por descubrir la artemisia y la dihidroartemisinina, ya que ambas tienen potentes propiedades para combatir la malaria.

De acuerdo con la Universidad de Kentucky, “El medicamento más conocido contra la malaria es el artesunato, se desarrolló a partir de esos compuestos y todavía se utiliza como tratamiento de primera línea para la enfermedad”.

El Ajenjo podría ser un remedio contra el COVID-19

Cabe destacar que además de tener una larga historia de uso como antiparasitario eficaz, también tiene propiedades anticancerígenas. Además, la artemisia annua tiene actividad antiviral que podría ser ideal contra el SARS-CoV-2.

En un comunicado de prensa del 8 de abril de 2020, Mateon Therapeutics informó que “el ajenjo es muy potente para inhibir la capacidad del virus causante del COVID-19 (SARS-CoV-2) ya que evita que se multiplique y al mismo tiempo tiene un excelente índice de seguridad”.

Después de probar los efectos antivirales de la planta en un laboratorio durante un par de años, los investigadores de la Universidad de Kentucky, Dinamarca y Alemania, también analizan su uso para el tratamiento del COVID-19. De acuerdo con la Universidad de Kentucky:

“Sorprendentemente, los resultados demostraron que las hojas de la planta, cuando se extraen con etanol o agua destilada, proporcionan más actividad antiviral que el medicamento en sí, lo que significa que un café o té mezclado con Artemisia annua podría ser mejor que tomar el medicamento”.

Con base en estos hallazgos, los investigadores decidieron analizar el ajenjo en pacientes diagnosticados con COVID-19. UK HealthCare implementó algunos de los primeros estudios en humanos, destinados a investigar tanto el extracto mezclado con café y té, como el medicamento artesunato.

Los investigadores de la Universidad de Kentucky fundaron una empresa llamada ArtemiFlow para desarrollar y fabricar el medicamento, en colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo del Tabaco de Kentucky. Una empresa afiliada llamada ArtemiLife, comercializa té y café Artemisia para recaudar fondos para la investigación.

El mecanismo de acción aún es desconocido

En cuanto a su mecanismo de acción, aún quedan por descubrir dichos detalles. C&EN explica:

“Al contrarrestar la malaria, la artemisia aprovecha el gusto del parásito por la hemoglobina en la sangre de su huésped. A medida que el parásito digiere la hemoglobina, libera el complejo hemo de porfirina de hierro de la proteína.

Debido a que este hemo es tóxico para el parásito, el organismo convierte el complejo en una forma cristalina más benigna. “Pero la artemisia corrompe esta vía de desintoxicación del hemo”, dice Paul O’Neill, químico medicinal de la Universidad de Liverpool.

Sin embargo, si la artemisia llegará a tener algún efecto contra el SARS-CoV-2, es probable que dependa de un mecanismo diferente del que usa contra el parásito de la malaria, dice el investigador de la malaria de Harvard, Dyann F. Wirth”.

Un estudio in vitro reporta resultados positivos

Un estudio in vitro que se publicó en el servidor de prepublicación bioRxiv, el 5 de octubre de 2020, observó la eficacia de los tratamientos hechos con artemisia contra el SARS-CoV-2, donde se obtuvieron resultados prometedores.

Tanto el pretratamiento como el tratamiento con extractos de artemisia, artemisia sintética y el medicamento artesunato fueron capaces de inhibir la infección por el SARS-CoV-2. Sin embargo, el artesunato fue el más potente en términos de tratamiento y, desde una perspectiva clínica, podría ser el único que valga la pena investigar.

El estudio fue una colaboración entre investigadores de Alemania, Dinamarca y Hong Kong, dirigido por Kerry Gilmore, Ph.D., del Instituto Max Planck de Coloides e Interfaces en Potsdam, Alemania.

Se analizaron tres extractos de artemisia, así como artemisia sintética pura, artesunato y arteméter. Durante el análisis inicial de la actividad antiviral, se utilizó una cepa alemana del SARS-CoV-2 que se obtuvo de Munich.

Más tarde, durante la fase de concentración-respuesta del ensayo, utilizaron una cepa danesa del SARS-CoV-2 de Copenhague. Se dice que estas dos cepas están “más relacionadas con la mayoría de las cepas del SARS-CoV-2 que circulan en todo el mundo que la cepa de Wuhan”.

En resumen, descubrieron que tanto el pretratamiento como el tratamiento con extractos de artemisia, artemisia sintética y el medicamento artesunato fueron capaces de inhibir la infección por el SARS-CoV-2 de las células Vero E6 y las células Huh7.5 del hepatoma humano. Dicho esto, el artesunato fue el más potente en términos de tratamiento y, desde una perspectiva clínica, podría ser el único que vale la pena investigar.

La Organización Mundial de la Salud advierte sobre su uso

Aunque el mundo está ansioso por agregar otro remedio a su lista de Tratamientos para el COVID-19, la Organización Mundial de la Salud se opuso a los productos a base de artemisia. En un artículo del 27 de mayo de 2020, C&EN informó:

“Uno de los defensores más destacados del uso del remedio herbal contra el nuevo coronavirus es el presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, quien ha promocionado Covid-Organics, un tónico que contiene A. annua que desarrolló el Instituto Malgache de Investigación Aplicada.

Pero los funcionarios de salud están muy preocupados por la promoción y el uso de estos remedios herbales por tres razones importantes. En primer lugar, no existe evidencia de que los extractos de A. annua pueden prevenir o curar el COVID-19.

En segundo lugar, las preparaciones de A. annua como tés, tónicos o cápsulas de hierbas contienen compuestos bioactivos y artemisia que pueden causar efectos secundarios como mareos, problemas de audición y vómitos.

En tercer lugar, y quizás lo más preocupante de todo, es que el uso generalizado de extractos de hierbas de A. annua podría reforzar las cepas de parásitos de la malaria resistentes a los medicamentos, como Plasmodium falciparum.

Para las personas que viven en regiones donde la malaria es endémica, la exposición a dosis subterapéuticas de artemisia en A. annua podría ser suficiente para matar algunos de los parásitos en sus cuerpos. Al eliminar los parásitos débiles se tiene más espacio para que proliferen los parientes resistentes a los medicamentos, lo que hace que los ACT vitales [terapias combinadas hechas de artemisia] sean ineficaces”.

De acuerdo con Pascal Ringwald, quien dirige la unidad de respuesta y resistencia a los medicamentos del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS, la resistencia a la artemisia es un problema importante en el sudeste asiático, donde la artemisia crece muy fácil y se usa demasiado.

Dicho esto, este riesgo será muy bajo para las personas en Estados Unidos y en muchos otros países occidentales donde la malaria es muy rara. De acuerdo con C&EN, “Los científicos entrevistados por C&EN están de acuerdo en que, si bien uso va en contra de las recomendaciones de la OMS, no corre el riesgo de acelerar la resistencia porque hay muy pocos casos de malaria en los Estados Unidos”.

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