Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 18 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Las grasas poliinsaturadas como el LA son muy susceptibles a la oxidación, lo que significa que la grasa se descompone en subcomponentes dañinos. Los OXLAMS (metabolitos oxidados de LA) son los que causan el daño
  • La proporción de omega-3 a omega-6 también es muy importante, pero no se recomienda incrementar el consumo de omega-3. Es necesario minimizar su nivel de omega-6 para evitar daños

En esta entrevista, Tucker Goodrich y yo hablamos del tema de mi próximo libro, y creemos que se tratará del ácido linoleico (LA), ya que considero que es el principal causante de casi todas las enfermedades crónicas del último siglo. Por desgracia, la mayoría de los médicos y profesionales de la salud que se enfocan en la medicina natural saben muy poco del tema.

Goodrich vivió una crisis de salud entre los 30 y los 40 años de edad que lo llevó a aplicar sus habilidades de investigación y de resolución de problemas a la investigación médica.

Como señaló Goodrich, “Fue un momento muy perturbador en mi vida y los profesionales médicos no me ayudaron a investigar cuál fue la causa”. Después de mucha lectura e investigación, decidió eliminar los aceites de semillas de su alimentación. En solo dos días, la enfermedad del intestino irritable que tenía desde hace 16 años comenzó a mejorar.

“Empecé a sentirme mejor de inmediato”, dijo. También perdió mucho peso los siguientes dos meses. Después de eso, dejó de consumir carbohidratos y se dio cuenta que tal vez tenía una grave intolerancia al gluten.

Es importante evitar las grasas omega-6

El ácido linoleico (una grasa poliinsaturada omega-6 o PUFA) se considera una grasa esencial, pero cuando se consume en cantidades muy altas, lo que hace más del 99 % de las personas, actúa como un veneno metabólico.

La mayoría de los médicos que valoran las intervenciones nutricionales para optimizar la salud saben que se deben evitar los aceites vegetales que contienen PUFA omega-6. Lo que la mayoría de las personas no comprende es que si elimina y evita los aceites vegetales, es posible que no obtengan los resultados deseados.

Es muy probable que aún obtengan demasiada grasa de fuentes de alimentos supuestamente saludables como el aceite de oliva y el pollo (que se alimenta con granos ricos en LA).

Otro error común es incrementar la cantidad de omega-3 que consume. Ahora muchas personas son conscientes de que la proporción de omega-3 a omega-6 es muy importante y debería ser casi igual, pero puede ser peligroso incrementar solo los omega-3. Es necesario minimizar el omega-6. Como lo explicó Goodrich:

“La proporción no es tan importante. Lo importante es evitar las grasas omega-6. Existen tipos de enfermedades, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), que estamos comprendiendo mejor, ya que puede encontrar artículos que dicen que lo que evita que la DMAE progrese es un bajo consumo de grasas omega-6, y no hay manera de prevenirlo evitando las grasas omega-3”.

El LA es el contribuyente principal de las enfermedades crónicas

Cuando hablamos de omega-6, en realidad nos referimos al ácido linoleico (LA), ya que el LA constituye la mayor parte (del 60% al 80%) del omega-6 y es el principal contribuyente de casi todas las enfermedades. En términos generales, existen tres tipos de grasas:

  • Grasas saturadas, que tienen átomos de hidrógeno
  • Grasas monoinsaturadas, que carecen de un átomo de hidrógeno
  • PUFA, que carecen de varios átomos de hidrógeno

La falta de átomos de hidrógeno hace que los PUFA sean muy susceptibles a la oxidación, lo que significa que la grasa se descompone en metabolitos dañinos. Los OXLAMS (metabolitos oxidados de LA) son los que tienen un impacto muy negativo en la salud humana. Aunque el exceso de azúcar es malo y se debe limitar a 25 gramos por día o menos, no se oxida como lo hace el LA, por lo que no es tan dañino.

Durante el último siglo, gracias a una investigación muy mala que sugiere que la grasa animal saturada causó enfermedades cardíacas, el LA en la alimentación humana ha incrementado mucho, de casi 2 a 3 gramos al día hace 150 años, a 30 o 40 gramos al día. Goodrich cita una investigación que demuestra que el LA solía constituir del 1 % al 3 % de la energía en la alimentación humana y ahora representa del 15 % al 20 %.

En mi opinión, este cambio ha tenido el impacto más catastrófico en la historia de la raza humana, ya que es todo lo contrario de lo que se necesita para tener una salud óptima. Este cambio en la alimentación ha matado a millones, probablemente cientos de millones, de manera prematura y aún lo hace, ya que las personas no lo entienden.

Como consejo adicional, no confunda el LA con el ácido linoleico conjugado (CLA, por sus siglas en inglés). Aunque la mayoría piensa que el CLA y LA son intercambiables, no lo son. El CLA tiene muchos beneficios y no causará los problemas que causa el LA.

El consumo excesivo de LA es perjudicial

A nivel molecular, el consumo excesivo de LA daña su metabolismo y merma la capacidad de su cuerpo para generar energía en sus mitocondrias. Existe una grasa que solo se encuentra en las mitocondrias, llamada cardiolipina y cuya mayor parte se encuentra en la membrana mitocondrial interna.

La cardiolipina se compone de cuatro ácidos grasos, a diferencia de los triglicéridos que tienen tres, pero las grasas individuales pueden variar. Los ejemplos incluyen: LA, ácido palmítico y los ácidos grasos que se encuentran en el aceite de pescado, DHA y EPA. Cada uno de estos tiene un efecto diferente en la función mitocondrial y, según el órgano, las mitocondrias funcionan mejor con tipos particulares de ácidos grasos.

Por ejemplo, su corazón produce cardiolipina con LA, pero a su cerebro no le gusta el LA y acumula cardiolipina en las mitocondrias con grasas como DHA. Goodrich explica:

“Para darle una idea de lo importante que es esto, el 20 % de la grasa de todo el cuerpo se encuentra en la cardiolipina. Entonces, para cualquier persona que no sepa que son las mitocondrias, son aquellas que nos distinguen de las bacterias. Nos permiten ser criaturas multicelulares. Son las que producen la energía en su cuerpo, lo que se conoce como ATP, que es un portador químico de energía.

Para darle un ejemplo de la importancia que tienen, el cianuro, que todos sabemos que es muy tóxico, rompe sus mitocondrias y lo puede matar en cuestión de minutos. Previene la respiración mitocondrial y, por lo tanto, todo su cuerpo deja de funcionar casi al instante.

Entonces, [las mitocondrias son] muy importantes y debemos cuidarlas porque están en todas partes y en casi todos los tejidos excepto en los glóbulos rojos. Existen estudios que demuestran que la cardiolipina se controla por medio del consumo de grasas. Eso es cierto, hasta cierto punto. Obviamente, existen diferentes tejidos que construyen cardiolipina en las mitocondrias a partir de diferentes grasas”.

La oxidación de la cardiolipina controla la autofagia

La oxidación de la cardiolipina es una de las cosas que controla la autofagia. En otras palabras, es una de las señales que utiliza su cuerpo cuando algo anda mal con una célula, lo que provoca la destrucción y reconstrucción de la misma. Sus células saben que se rompen cuando tienen demasiadas mitocondrias dañadas, y el proceso que controla esto es la oxidación de las grasas omega-6 que se encuentran en la cardiolipina.

Entonces, alterar la composición de cardiolipina en su mitocondria a una que contenga más grasas omega-6, la hace mucho más susceptible al daño oxidativo. Goodrich cita una investigación que demuestra que cuando el LA en la cardiolipina se reemplaza por ácido oleico, otra grasa que se encuentra en el aceite de oliva, las moléculas de cardiolipina se vuelven muy resistentes al daño oxidativo.

“Eso es básicamente a lo que creo que tenemos que regresar.”, dice Goodrich. “Evolucionamos con niveles bajos de LA en nuestra alimentación y por lo tanto en nuestra cardiolipina. Uno de los artículos más bonitos que he visto y algo que engloba todo el modelo del que estoy hablando, es uno en el que les proporcionaron a las ratas una alimentación alta en carbohidratos o agregaron PUFA.

La simple adición de grasas omega-6 a la alimentación provocó que los ratones tuvieran diabetes. Se volvieron resistentes a la insulina, a la leptina y tuvieron problemas de obesidad, las diferencias fueron muy obvias entre los ratones con obesidad y los delgados que llevaban una alimentación con muchos carbohidratos.

La alimentación con PUFA provocó una ruptura en el contenido de cardiolipina en las mitocondrias de sus corazones. Entonces, el simple hecho de agregar aceites de semillas causó daño cardíaco a través de un cambio en la composición de la cardiolipina”.

Como se mencionó antes, el problema principal son los OXLAMS, que son los subproductos oxidados. Uno de ellos es el 4HNE, que es muy fácil de medir. Los estudios demostraron que existe una correlación precisa entre los niveles elevados de 4HNE y la insuficiencia cardíaca. El LA se descompone más rápido en 4HNE cuando el aceite se calienta, por esa razón los cardiólogos recomiendan evitar los alimentos fritos.

Los OXLAMS provocan cáncer

La enfermedad cardíaca no es la única afección que se provoca por el consuno elevado de LA y la producción posterior de OXLAMS. También desempeña un papel muy importante en el cáncer. Como señaló Goodrich, para inducir cáncer en modelos animales, se les deben proporcionar aceites de semillas. “Entonces, este es un proceso fundamental”, dice.

Los animales suelen desarrollar cáncer una vez que el LA en su alimentación alcanza del 4 % al 10 % de su consumo energético, dependiendo del cáncer. Los incidentes de cáncer de mama incrementan una vez que el 4 % de las calorías provienen de aceites de semillas. Es muy alarmante que la mayoría de las personas en los Estados Unidos obtienen casi el 8 % de sus calorías de los aceites de semillas. “Entonces, con base en las investigaciones de laboratorio en animales, estamos muy por encima de lo que estos umbrales en el laboratorio sugerirían es un nivel seguro de estas grasas”, dice Goodrich, y agrega:

“Tenemos esta gran desconexión entre lo que la ciencia del laboratorio nos dice que deberíamos hacer y lo que nuestras directrices alimentarias nos dicen que deberíamos hacer. Los científicos dicen: ‘Oh, mira, es veneno. Causa todas las enfermedades crónicas’, y el gobierno dice: ‘Coma mucho’. Eso es lo contrario”.

El 4HNE es un mutágeno, en otras palabras, es una toxina que daña el ADN. El gen anticanceroso P53 es uno de los genes principales que se ven afectados por este mutágeno. Las mutaciones en el gen P53 se encuentran en el 15 % de los tipos de cáncer, lo que lo convierte en uno de los más comunes. Como señaló Goodrich, “El P53 es literalmente un gen que previene el cáncer. Es la forma en que su cuerpo controla el cáncer. Todos pueden sacar sus propias conclusiones sobre el conocimiento de consumir algo que puede hacer que se rompa”.

Aparte, uno de los principales trabajos del glutatión es desintoxicar el 4HNE. A menudo puede darse cuenta de que tiene un exceso de 4HNE si sus niveles de glutatión son bajos, ya que esto significa que se agotan para desintoxicar el 4HNE.

El incremento del LA también contribuye al riesgo de quemaduras solares

Entonces, para resumir, el incremento del LA (y los productos finales oxidativos que causan el daño) es la causa principal de las enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.

Si reduce su consumo de LA a lo que solían consumir sus tatarabuelos, puede eliminar casi todas las enfermedades que ahora nos matan.

De manera interesante, existe evidencia que demuestra que eliminar los aceites de semillas de su alimentación reducirá su riesgo de quemaduras solares, que es algo que Goodrich experimentó. “La susceptibilidad al daño por radiación UV está controlada por la cantidad de PUFA en su alimentación”, dice. “Es como una marca. Pueden controlar la rapidez con la que ocurre y con la que se desarrolla el cáncer de piel”.

Los aceites de semillas aumentan el riesgo de SDRA y COVID-19

Si se tiene en cuenta el daño metabólico y mitocondrial causado por el LA, existen motivos para sospechar que también podría desempeñar un papel en el COVID-19, ya que algunos glóbulos blancos convierten el LA en leucotoxina. Principalmente, el LA contribuye al efecto inflamatorio que eventualmente lo matará. Goodrich explica:

“Sí. Llegué a esa conclusión. Hice una publicación sobre esto donde analicé los efectos del LA en el SARS COV-2 y el SARS. El SARS es un síndrome respiratorio agudo severo. El SARS puede matarlo al provocar el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

El SDRA tiene muchas causas. Puede desarrollarse por la influenza. O al inhalar ácido en los pulmones. Lo fascinante es que la literatura humana es muy clara en cuanto a que se puede inducir el SDRA a través de la alimentación con aceites de semillas”.

Como explicó Goodrich, la toxina clave que produce los síntomas del SDRA se llama leucotoxina, y los glóbulos blancos elaboran la leucotoxina a partir del LA para matar los patógenos. Es tan tóxico que si les inyecta a los animales cantidades muy altas, los mata en minutos. Los leucocitos incubados con el LA convierten todo en esta toxina hasta que no queda nada, por lo que una parte importante del proceso de la enfermedad en el SDRA es la conversión de LA en leucotoxina. Eso es lo que mata a los pacientes.

El LA provoca la enfermedad cardíaca

Goodrich también explica cómo los niveles altos de LA provocan enfermedades cardíacas. Una de las primeras cosas que sucede en la aterosclerosis son los macrófagos, otro tipo de leucocitos que se convierten en una célula espumosa, prácticamente un macrófago que contiene grasa y colesterol. La placa aterosclerótica está compuesta por macrófagos muertos y por otros tipos de células que contienen colesterol y grasa. Esta es la razón por la que las enfermedades cardíacas se atribuyen al colesterol y a las grasas de la alimentación.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que para que se formen células espumosas, el LDL (colesterol malo) se debe modificar por medio de la oxidación, y los aceites de semillas hacen justo eso. Los aceites de semillas hacen que el LDL se oxide y así forman células espumosas. El LDL por sí solo no inicia la aterosclerosis. La susceptibilidad de LDL a este proceso oxidativo está controlada por el nivel de LA en su alimentación.

“La explicación estándar de por qué padece una enfermedad cardíaca y por qué progresa de la manera en que lo hace es porque las grasas omega-6 en la sangre se oxidan y se vuelven tóxicas, y progresan a través de la aterosclerosis hasta que al final lo mata.

Esa es la explicación de las causas de las enfermedades cardíacas. He hablado con muchos cardiólogos que no entienden que, de acuerdo con la literatura médica, esa es la causa de esta enfermedad”. Dice Goodrich.

Información del aceite de oliva

Como se mencionó antes, el aceite de oliva contiene el LA, pero también tiene otras grasas saludables. Esto hace que el aceite de oliva sea un poco complicado. La principal grasa del aceite de oliva es el ácido oleico, que es una de las grasas favoritas de su cuerpo. Su cuerpo en realidad lo produce, por lo que no se considera una grasa esencial. El ácido oleico es mucho más resistente a la oxidación que el LA, por lo que el aceite de oliva es un aceite de cocina más aceptable.

De acuerdo con Goodrich, el ácido oleico protege contra la oxidación de la cardiolipina y la oxidación de las LDL. Cabe destacar que el ácido oleico también puede reemplazar al LA en LDL. Otras grasas, como el ácido palmítico, no pueden hacer eso. El problema con el aceite de oliva es que también tiene una buena cantidad de LA.

“Los porcentajes que he visto en la literatura varían entre el 2 %, lo que es sorprendente, y el 22 %, lo que no es bueno”, dice Goodrich. El otro problema es que el mercado del aceite de oliva es muy corrupto y tiene muchos fraudes. Muchos aceites de oliva se mezclan con otros aceites de semillas más baratos, lo que aumenta el contenido de LA.

En resumen, si utiliza aceite de oliva, le recomiendo que registre su consumo total de LA. Es probable que cualquier cantidad superior a 10 gramos al día sea dañina (aunque aún se desconoce el límite exacto, por lo que esto es solo una suposición).

Si quiere estar seguro, considere reducir el LA a 2 o 3 gramos por día, para igualar lo que solían obtener nuestros antepasados antes de que todas estas afecciones crónicas de salud se generalizaran. Si el aceite de oliva lo pone por encima del límite, considere cocinar con sebo o manteca de cerdo. El sebo de res tiene un 46 % de ácido oleico y la manteca de cerdo un 36 % de ácido oleico.

Las fuentes de alto contenido de LA que se deben evitar

Como sugiere Goodrich, si desea proteger su salud, sería conveniente evitar todas las fuentes concentradas de LA. Las fuentes principales incluyen papas fritas en aceite vegetal, aderezos comerciales para ensaladas, casi todos los alimentos procesados y cualquier comida rápida y frita.

La importancia de la carnosina

La carne de res, incluso la carne de animales alimentados con granos, tiene un nivel bajo de LA. La carne de res de animales alimentados con pastura tiene más DHA y CLA, lo que la convierte en una opción más saludable. La carne de res es también la principal fuente de carnosina y se ha demostrado que es antiaterogénica.

La carnosina también es un estimulante mitocondrial, un eliminador de productos finales de lipooxidación avanzada (ALE), que es muy similar a los productos finales de glicación avanzada (AGE). AGE es otro nombre para HNE y todas las otras especies reactivas de oxígeno generadas por oxidación del LA.

La carnosina es el eliminador más eficaz de la HNE. La carbonilación de proteínas es el proceso por el cual las proteínas de su cuerpo se dañan y se vuelven ineficaces. La HNE daña el 24 % de las proteínas de las células, por lo que la carnosina puede contribuir a evitar este daño celular.

Tome control de su salud y disminuya su consumo de LA

Como puede ver, la evidencia sugiere que el exceso de LA impulsa todas las enfermedades mortales actuales. Sin embargo, la solución es sencilla. Solo disminuya su consumo de LA. Existe una forma sencilla de hacer esto. No tiene que analizar todos sus alimentos. Solo use una calculadora nutricional en línea como Chronometer para calcular su consumo diario.

Chronometer le dirá cuánto omega-6 obtiene de su comida hasta la décima parte de un gramo, y puede asumir que el 90 % de eso es LA. Una vez más, es probable que cualquier cantidad superior a 10 gramos cause problemas. Como no hay inconveniente en limitar su nivel de LA, debe mantenerlo lo más bajo posible, y lo consigue al limitar los alimentos con alto contenido de LA.

Tenga en cuenta que nunca podrá llegar a cero y tampoco debe hacerlo. Entonces, ¿qué debería comer para mantener bajo su nivel de LA? Goodrich resume su propia alimentación:

“En primer lugar como carne de res. También como vegetales. Cocino con mantequilla. Como un poco de fruta y en algunas ocasiones consumo un poco de granos. De vez en cuando consumo maíz, un poco de arroz y papas. En general, llevo una dieta cetogénica cíclica. Una vez que arregle su sistema metabólico, entonces puede emplear y cancelar la dieta cetogénica mucho más fácil y no veo ninguna razón para llevar una dieta cetogénica estricta a largo plazo. Creo que la dieta [ceto cíclica] es más saludable”.

Esta es otra razón más para hacer ejercicio en ayunas y Goodrich también la recomienda. “Creo que trabajar en un estado de ayuno es una de las cosas de salud más importantes que puede hacer, sin lugar a dudas”, dice. Goodrich también señala que la razón por la que una dieta cetogénica estricta puede causar insuficiencia hepática se debe a las grasas omega-6 en la alimentación. Es fundamental asegurarse de que las grasas que consume sean saludables.

Goodrich finalmente dice: “Debe comer como comían sus antepasados ya que ellos eran más saludables y no consumían aceites de semillas industriales. No consumían grandes cantidades de carbohidratos procesados industriales.

Se aseguraban de consumir mucha carne y grasa animal y además hacían ejercicio. Quiero decir, no importa qué tipo de ejercicio haga, siempre y cuando haga algo”.

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