Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 16 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La deficiencia de vitamina K2, también conocida como menaquinona, causa sangrado en las encías y, sin intervención, podría evolucionar a las siguientes tres etapas de la enfermedad periodontal, lo que puede significar la pérdida de dientes
  • Además de examinar los dientes y el microbioma, el primer paso es revisar sus gabinetes de cocina y el refrigerador, o mejor aún, los alimentos que consume, para mejorar sus dientes y encías tanto interna como externamente
  • La vitamina K2, que trabaja a la par de la vitamina K1, puede mejorar el glutatión para prevenir la muerte de las células nerviosas y el daño neurodegenerativo al prevenir el estrés oxidativo y la inflamación cerebral

¿Alguna vez ha pensado que realmente el panorama global de su salud dental es un reflejo de su salud física general? Esa es la premisa del dentista Steven Lin, quien utiliza un enfoque holístico y dice que cuando los resultados de salud oral no son muy buenos se deben a problemas en otras áreas del cuerpo.

De acuerdo con Lin, si las personas perciben a su boca como “el guardián” de su intestino y mantienen su microbioma equilibrado y saludable, los resultados positivos se manifestarán a través de una boca, dientes y encías sanas, al igual que un cuerpo más saludable.

De cualquier modo, debe cepillar sus dientes después de sus alimentos y usar hilo dental a diario, pero además de cuidar sus dientes y microbioma, Lin sugiere que la siguiente medida es revisar el contenido de los gabinetes de su cocina y del refrigerador, o más concretamente los alimentos que consume.

Mantener una alimentación saludable que incluya suficiente vitamina K2 beneficiará la salud de sus dientes y encías, tanto interna como externamente.

De hecho, la aplicación de este enfoque en niños podría asegurar que crezcan sin problemas dentales e incluso que desarrollen dientes naturalmente rectos. En el caso de los adultos, al enfocarse primero en el intestino podría evitar la necesidad de colocarse empastes, por no mencionar otros procedimientos dentales en los que insisten muchos dentistas y ortodoncistas.

Uno de los mayores problemas relacionados con la enfermedad periodontal, es que muchas personas son deficientes en vitamina K2, también conocida como menaquinona, lo que causa sangrado en las encías.

Con el tiempo, esto podría resultar en la pérdida de encías y hueso. Pero, desafortunadamente, aún si comienza a suministrarle más vitamina K2 a su cuerpo, sus encías y huesos no volverán a crecer.

Al encontrar la clave en la vitamina K2 cambiará el enfoque de la odontología. De hecho, Lin indica que todo está relacionado con la vitamina K2, tanto dentro como por fuera de los dientes, lo que demuestra cómo se puede prevenir la enfermedad periodontal y detener su progresión, si se detecta con suficiente antelación y si se cura la causa directa.

¿Qué es la enfermedad periodontal?

Sin embargo, Lin describe su desconcierto cuando algunos pacientes que se lavaban los dientes fielmente agravaron el estado de su enfermedad periodontal. Comenzó a preguntarse si la causa era algo más que solo la acumulación de placa en los dientes. La conclusión es la siguiente:

“La enfermedad de las encías (enfermedad periodontal) es una enfermedad crónica a largo plazo. Es un padecimiento inflamatorio que a menudo evoluciona sin generar respuesta al tratamiento. Si bien, es posible producir pequeñas cantidades de regeneración en las encías y existen opciones quirúrgicas, en general es irreversible”.

El término periodonto se refiere a dos estructuras que comprenden a las encías, cemento y hueso alveolar. El diccionario Merriam-Webster describe el ligamento periodontal (PDL) como la capa de tejido conectivo fibroso que recubre el cemento de un diente y lo mantiene en su lugar en la mandíbula. Esta es el área a la que ataca la enfermedad y ocurre por etapas:

  • Periodontitis leve: Gingivitis o encías sangrantes
  • Periodontitis moderada: Pérdida de adhesión al ligamento, creación de cavidades o retroceso en las encías
  • Periodontitis severa: Pérdida de hueso alveolar y cavidades profundas en las encías
  • Periodontitis avanzada: Dientes móviles, sueltos y perdidos

Está claro que las personas que experimentan las primeras etapas de la enfermedad periodontal reciben una advertencia justa cuando sus encías comienzan a sangrar, generalmente mientras se cepillan los dientes. Con el tiempo, quizás en breve, más rápido en algunos casos que en otros, la enfermedad podría ocasionar la pérdida de dientes.

Las encías son la parte que envuelve la base de los dientes, por lo cual los primeros signos de enfermedad periodontal, como el enrojecimiento, inflamación y, a menudo, dolor, es denominada como gingivitis. Pero, lo que muchas personas no comprenden es que esta enfermedad se basa en la inflamación, pero la vitamina K2 puede marcar la diferencia.

Cómo la vitamina K2 (junto a la vitamina D) puede ayudar a sus dientes y encías

Más específicamente, indica una “pérdida de tolerancia entre el microbioma oral” y un sistema inmunológico desequilibrado. Cuando las encías sangran puede estar relacionado con el estado de la vitamina D.

La vitamina K2 es un cofactor de la vitamina D y del calcio para mantener la salud ósea, pero también ayuda a reducir la inflamación y los factores relacionados con la enfermedad de las encías al:

  • Disminuir la producción de marcadores inflamatorios
  • Regular las células inmunes que causan inflamación
  • Reducir las células de fibroblastos

Las vitaminas K2 y D (junto con el calcio y magnesio) tienen una relación sinérgica. El calcio fortalece los huesos y mejora la salud ósea en general, pero solo funciona si se encuentra en las áreas correctas. La vitamina K2 dirige el calcio al hueso y evita que se deposite a lo largo de las paredes de los vasos sanguíneos.

Según Lin, la vitamina K2 puede mediar en la inflamación de las encías de dos maneras:

“Disminuye los fibroblastos conocidos por promover el proceso de la enfermedad periodontal. En el proceso de curación, los fibroblastos actúan para formar el tejido cicatricial.

Pero, durante la enfermedad periodontal, su acción es dañina y podría evolucionar en la calcificación del ligamento periodontal, un signo temprano de la enfermedad de las encías.

Activa la proteína GLA matriz, se ha demostrado que esta proteína dependiente de la vitamina K2 puede prevenir la calcificación del ligamento periodontal. Muchos estudios han demostrado que la vitamina K2 tiene los mismos efectos anticalcificantes en todo el cuerpo, incluso en el corazón, riñones y próstata”.

Según otro estudio, la proteína GLA matriz demuestra inhibir la calcificación. Por otra parte, otra sustancia que puede reprimir la inflamación es la coenzima Q10, también conocida como CoQ10, que se produce en el cuerpo de forma natural.

Un estudio señala que la CoQ10 “podría reducir el daño oxidativo en el ADN”, mientras que suprime la inflamación.

El rol de la vitamina K2 en su salud cerebral

Probablemente, la forma más obvia en que la vitamina K2 puede hacer tal diferencia en la salud oral es por la forma en que trabaja conjuntamente con la vitamina D para ayudar a reducir toda esa inflamación y regular las células inmunes. En su cerebro, puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, embolias cardíacas y derrames cerebrales, ya que la proteína GLA matriz puede beneficiar tanto a su salud cardíaca como cerebral.

Pero, otra forma en que se expresa es a través de su sistema nervioso central y periférico; incluso podría ser un antioxidante cerebral. En cambio, un estudio demuestra cómo el medicamento warfarina puede reducir la vitamina K2 en su sistema:

“La relación entre el estado de la vitamina K y la capacidad cognitiva debe investigarse más detenidamente. A pesar de los desafíos metodológicos que involucran tales estudios, sería importante determinar el efecto a largo plazo de la terapia con warfarina en la capacidad cognitiva.

La warfarina, un potente agente anti-vitamina K, se prescribe ampliamente para la profilaxis y como tratamiento de enfermedades tromboembólicas…

Dado que las personas tratadas con warfarina son relativamente deficientes en vitamina K, podrían tener un mayor riesgo de problemas cognitivos en función de los efectos de la vitamina K en el sistema nervioso”.

La vitamina K2, que trabaja junto con la vitamina K1, parece mejorar los efectos del glutatión para prevenir la muerte de las células nerviosas y el daño cerebral. Además, la vitamina K2 puede ser importante en su función para prevenir el daño neurodegenerativo al evitar tanto el estrés oxidativo como la inflamación cerebral.

Lin señala que los bajos niveles de vitamina K2 parecen influir negativamente en la incidencia de la enfermedad de Alzheimer y, en general, ya sea que consuma una cantidad adecuada de vitamina K2 o que la obtenga en forma de suplemento, es importante para prevenir una enfermedad degenerativa y promover una función cerebral óptima.

Uno de los efectos de ser deficiente en vitamina K2 es que se pueden originar síntomas de toxicidad de la vitamina D, que incluye la calcificación inadecuada de los tejidos blandos y que puede progresar a una aterosclerosis.

Osteocalcina: una proteína fundamental para curar la enfermedad periodontal

Lin sostiene que el primer objetivo para detener la enfermedad periodontal es aliviar el sistema inmunológico, y ante el primer signo de sangrado de las encías, debe aumentar su consumo de vitamina K2. Además, la capacidad para reparar el daño de la enfermedad periodontal se debe a la liberación de proteínas activadas por la vitamina K2.

Es ahí donde entra en acción la osteocalcina. La osteocalcina es una hormona proteica que se encuentra en los huesos y en la dentina. El tejido de las encías la libera donde hay inflamación y enfermedad periodontal, especialmente en mujeres posmenopáusicas. De hecho, es crucial para curar la enfermedad periodontal.

Pero, si es deficiente en vitamina K2, su cuerpo puede liberar osteocalcina pero no estará activa. La osteocalcina también puede incrementar la sensibilidad a la insulina, por lo que la diabetes tipo 2 y la enfermedad periodontal avanzada tienen esta proteína en común.

“La vitamina K2 tiene un rol esencial en la pérdida ósea, tanto en la enfermedad periodontal, como en la osteoporosis. La vitamina K2 puede inhibir la pérdida ósea a través de la reabsorción, al inducir la apoptosis de osteoclastos. La gravedad de la pérdida ósea en la enfermedad periodontal es peor en presencia de osteoporosis”.

Lin señala que, aunque se necesitan más estudios, la enfermedad periodontal y la vitamina K2 están relacionadas porque esta vitamina es un mediador principal en la inflamación, regulación inmunológica, proteína GLA matriz y osteocalcina.

Cualquier persona que note sangrado de encías o etapas avanzadas de la enfermedad periodontal puede considerar tomar suplementos de vitamina K2, pero también comenzar a consumir más alimentos que ayuden a obtenerla.

Cómo obtener mayor cantidad de vitamina K2

Hay pocos alimentos con cantidades significativas de vitamina K2, agrega Lin, por lo que debe obtenerla de forma intencional, porque si aún no lo ha hecho, probablemente no reciba suficiente cantidad. Además, es importante saber que la forma en que se preparan sus fuentes alimenticias puede hacer una diferencia en las cantidades que se obtienen al consumirlas.

Al considerarlo, Lin explica que, si la vitamina K2 es de origen animal, debe provenir de animales criados en pastizales. Por ejemplo, el queso Brie y Gouda, son particularmente altos en vitamina K2, al igual que el ghee, la mantequilla de animales alimentados con pastura y los huevos orgánicos de gallinas camperas. La lista parcial de Lin de carnes ricas en vitamina K2 podría incluir:

  • Hasta 2 oz. de carne de gallina campera, carne de pato o paté de hígado de ganso
  • 6 a 12 oz. de piernas o muslos de pollo
  • 2 a 3 rebanadas de hígado de cordero o carne de res orgánica de animales alimentados con pastura

Una de las razones es que, si las vacas se alimentan con soya o granos, no obtendrán vitamina K1, lo que significa que no podrán convertirla en vitamina K2. Si las vacas comen heno “muerto”; es decir, que ya no tiene los nutrientes adecuados, es posible que no produzcan productos lácteos ricos en vitamina K2. Adicionalmente, Lin afirma lo siguiente:

“Una docena de huevos al día de gallinas criadas en confinamiento no suministrarán suficiente cantidad de vitamina K2 para cumplir con el requerimiento diario, mientras que dos a cuatro huevos al día de gallinas criadas en pastizales podrían proporcionar cantidades adecuadas de vitamina K2…

Los alimentos fermentados también proporcionan una forma diferente de vitamina K2, sin embargo, deben cultivarse de forma adecuada y luego almacenarse en un refrigerador, no pasteurizarse ni contaminarse. Hoy en día, consumimos alimentos mucho menos fermentados y ricos en vitamina K2″.

Pero, los vegetales de hoja verde son una excelente fuente de vitamina K2 y puede elegir entre otras opciones adicionales a los tipos de lechuga. Lo que incluye a las hojas de nabo, de mostaza, de col, de betabel y, por supuesto, espinacas y col rizada.

Sin embargo, es necesario decir que los vegetales orgánicos son la única opción, ya que, entre los alimentos de origen vegetal con la mayor carga tóxica por el exceso de pesticidas, encontramos a las espinacas y a col rizada.

Sin embargo, la vitamina K2, nattoquinasa (natto), que es la soya fermentada, es una fuente de vitamina K2 de origen vegetal. La fermentación elimina las desventajas relacionadas con el consumo de soya cruda o cocida. Otras buenas fuentes de vitamina K2 incluyen a los vegetales fermentados en casa por medio de un cultivo iniciador de bacterias productoras de vitamina K2.

Si cree que no obtiene suficiente vitamina K2, además de consumir alimentos fermentados, productos lácteos sin pasteurizar, carne y huevos de animales alimentados con pastura, la otra opción sería recurrir a la suplementación, pero debe ser menaquinona-7, o MK-7, una forma de vitamina K2, que permanece en el hígado y ayuda a mantener los huesos fuertes, pero también ayuda a disminuir la incidencia de enfermedades cardíacas y cáncer.

Lo recomendable es consumir alrededor de 150 microgramos (mcg) de vitamina K2 al día, aunque otros recomiendan un poco más, alrededor de 180 a 200 mcg al día.