Por Cinco Días El País, 01 de octubre del 2020.

  • El laboratorio alemán anuncia un plan de ahorro y la rebaja de previsiones

La compra de Monsanto se ha indigestado a Bayer. Desde su adquisición por más de 50.000 millones hace dos años, la capitalización de la compañía alemana no han dejado de caer. Este jueves volvió a darse otro batacazo en Bolsa, al hundirse un 13% el valor de sus acciones en el mercado de Fráncfort, después de revisar a la baja sus previsiones lastrada por el negocio agrícola debido a la pandemia.

La compañía anunció que asumirá un impacto  de entre 5.000 y 9.000 millones de euros por el deterioro del valor de sus activos en el negocio agrícola, mientras que introducirá nuevas medidas de ahorro de costes, incluyendo ajustes de plantilla, reduciendo sus expectativas de ingresos para el próximo año, así como una ligera caída del beneficio por acción.

La multinacional advirtió de que los efectos directos e indirectos de la pandemia serán más profundos de lo esperado en el negocio agrícola debido a las menores previsiones de crecimiento por los bajos precios de las materias primas y la intensa competencia, así como por la caída del consumo de biocombustibles, a los que se añade el impacto adverso del tipo de cambio, particularmente en el caso del real brasileño, informa Efe.

“No es probable que la situación mejore de manera considerable en el corto plazo”, anticipó Bayer, que espera asumir deterioros del valor de los activos en el negocio agrícola de entre 5.000 y 9.000 millones. En esa división es donde integró a la estadounidense Monsanto, que también ha costado a la compañía un acuerdo para pagar cerca de 11.000 millones de dólares en indemnizaciones en EE UU para cerrar las demandas por el uso del glifosato, acusado de causar tumores aunque la empresa germana siempre lo ha negado.

La compañía alemana pretende compensar en parte el impacto de estas circunstancias mediante la implementación de medidas adicionales de ahorro por un importe superior a los 1.500 millones de euros anuales para 2024, además de las medidas de ajuste por importe de 2.600 millones para 2022 anunciadas en noviembre de 2018.

Las medidas adicionales de ahorro operativo, que pueden conllevar reducciones adicionales de puestos de trabajo, se encuentran actualmente en las primeras etapas de desarrollo, precisó la multinacional, que también planea optimizar aún más su capital de trabajo y sus gastos de capital.

Además, Bayer está revisando sus opciones para salir de aquellos negocios o marcas no estratégicas cuya evolución se encuentre por debajo del nivel divisional.

Por otro lado, aunque el consejo de administración de la alemana subrayó su intención de mantener vigente la política de dividendos de Bayer, que entrega entre el 30% y el 40% de las ganancias básicas por acción a los accionistas cada año, la compañía adelantó que los pagos en los próximos años se situarán en el extremo inferior de este corredor en lugar de en el extremo superior de años anteriores.

La compañía del Dax cuenta actualmente con un valor bursátil de 47.000 millones, tres veces menos que en máximos de 2015.

“Creemos que las medidas adicionales son necesarias para acelerar nuestra transformación general, generar mejoras en los márgenes y así mantener nuestro perfil competitivo”, declaró Werner Baumann, presidente del consejo de administración de Bayer, quien defendió que “ayudarán a mitigar el impacto de la pandemia en el negocio.

“Debemos adaptar nuestras estructuras de costes a los cambios en las condiciones del mercado y al mismo tiempo generar recursos para una mayor inversión en innovación y crecimiento. También mantenemos el compromiso de reducir nuestra deuda financiera neta”, añadió.

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