Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 01 de octubre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Según los datos de 7807 pacientes israelíes, aquellos con un nivel de vitamina D superior a 30 ng/ml (75 nmol/L) tenían un riesgo de 58 % a 59 % menor de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2 en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D por debajo de 29 ng/mL (74 nmol/L)
  • De acuerdo con los investigadores israelíes, tener un nivel de vitamina D por debajo de los 30 ng/ml también podría duplicar el riesgo de ser hospitalizado por COVID-19
  • Investigadores españoles encontraron que administrar calcifediol (un análogo de la vitamina D3) junto con el estándar de atención a los pacientes hospitalizados por COVID-19, redujo las tasas de ingreso en la UCI de un 50 % a un 2 % y eliminó los casos de muerte
  • Un estudio de agosto de 2020 encontró que los pacientes que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 12 ng/mL (30 nmol/L) tenían un riesgo 6.12 veces mayor de enfermedad grave que requería ventilación mecánica invasiva, así como un riesgo 14.7 veces mayor de muerte en comparación con aquellos con nivel de vitamina D por encima de 12 ng/mL

Cada vez hay más evidencia demuestra que la vitamina D reduce el riesgo de infección por SARS-CoV-2, hospitalización, complicaciones graves y muerte. Hace poco, un artículo publicado el 17 de septiembre de 2020 en PLOS ONE encontró que las personas con menores niveles de vitamina D en la sangre tenían un riesgo significativamente mayor de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2.

Tener niveles elevados de vitamina D reduce el riesgo de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2

El Dr. Michael Hollick fue el investigador principal de este estudio y además es uno los expertos en vitamina D más reconocidos a nivel mundial. Ya lo he entrevistado dos veces. Él y su equipo utilizaron un análisis observacional retrospectivo de las pruebas de SARS-CoV-2 para determinar si los niveles de vitamina D en sangre afectaban las tasas de positividad.

Según los resultados de vitamina D de los 12 meses previos y los datos de las pruebas de SARS-CoV-2 que se obtuvieron de 191 779 pacientes de 50 estados de los Estados Unidos (a partir de mediados de marzo hasta mediados de junio de 2020), aquellos pacientes con un nivel de vitamina D de al menos 55 ng/mL (138 nmol /L) tenían una tasa 47 % menor de dar positivo a la prueba del SARS-CoV-2 en comparación con las personas con un nivel por debajo de 20 ng/mL (50 nmol/L).

Como señalaron los autores:

“La tasa de positividad por SARS-CoV-2 fue del 9.3 % y la media ajustada por factores estacionales de 25 (OH) D fue de 31.7 [ng/ml]. La tasa de positividad por SARS-CoV-2 fue mayor en los 39 190 pacientes con valores de 25 (OH) D “deficientes” (<20 ng/ml) (12.5 %) que en los 27 870 pacientes con valores “adecuados” (30-34 ng/mL) (8.1 %) y los 12 321 pacientes con valores ≥55 ng/mL (5.9 %).

El riesgo de positividad por SARS-CoV-2 continuó disminuyendo hasta que los niveles séricos alcanzaron los 55 ng/mL. Este hallazgo no sorprende, dada la relación inversa establecida entre el riesgo de patógenos virales respiratorios, incluyendo la influenza, y los niveles de 25 (OH) D.

La positividad por SARS-CoV-2 tiene una relación estrecha e inversa con los niveles circulantes de 25 (OH) D, una relación que persiste sin importar la latitud, raza, etnia, sexo y rango de edad. Nuestros hallazgos abren la puerta para explorar el papel de los suplementos de vitamina D para reducir el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad de COVID-19″.

El siguiente gráfico de GrassrootsHealth, muestra cómo la tasa de resultados positivos por SARS-CoV-2 disminuye a medida que aumentan los niveles de vitamina D. Le repito, a medida que aumenta su nivel de vitamina D de 20 ng/mL a 55 ng/mL, su riesgo de tener un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 disminuye en un 47 %.

Incluso después del ajustar las variables como el género, la edad, la etnia y la latitud de las personas, en comparación con un nivel de 20 ng/mL, tener un nivel de vitamina D de 55 ng/mL reduce en un 43 % el riesgo de obtener un resultado positivo en la prueba. Entiendo que la prueba para el COVID-19 puede ser inútil y contraproducente dado sus resultados falsos positivos, pero es la única métrica que tenemos actualmente para evaluar las intervenciones.

La vitamina D reduce las tasas de infección y hospitalización

En julio de 2020, un estudio poblacional israelí también confirmó que los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de infección por SARS-CoV-2 (es decir, obtener un resultado positivo en la prueba). Este documento examinó los datos de 7807 personas que tenían datos disponibles sobre sus niveles de vitamina D y que se realizaron la prueba de infección por SARS-CoV-2 entre el 1 de febrero y el 30 de abril de 2020.

En este estudio, aquellos con un nivel de vitamina D por encima de 30 ng/mL (75 nmol/L) tenían un riesgo 59 % menor de dar positivo al SARS-CoV-2 en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D entre 20 ng/mL y 29 ng/mL (50 a 74 nmol/L), y un riesgo 58 % menor en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D por debajo de los 20 ng/mL (50 nmol/L).

La vitamina D reduce las tasas de hospitalizaciones e ingresos a unidades de cuidados intensivos

Al ver cómo los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2, no es sorprendente que otros datos demuestren que los niveles elevados de vitamina D también reduzcan las tasas hospitalización e ingresos en la unidad de cuidados intensivos.

Por ejemplo, el análisis israelí que mencioné anteriormente encontró que entre las personas que dieron positivo en la prueba de infección por SARS-CoV-2, aquellos que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 30 ng/mL también tenían una probabilidad entre 1.95 (razón de momios en bruto) y 2.09 (razón de momios después de ajustar os datos demográficos y trastornos psiquiátricos y somáticos) más elevada de ser hospitalizado por COVID-19.

En otras palabras, tener un nivel de vitamina D por debajo de 30 ng/mL podría duplicar el riesgo de ser hospitalizado por COVID-19. La vitamina D, cuando se administra a pacientes hospitalizados, también podría reducir el riesgo de necesitar cuidados intensivos.

Esto quedó demostrado en un pequeño estudio clínico aleatorizado realizado por investigadores españoles y publicado en línea el 29 de agosto de 2020.

Encontraron que los pacientes hospitalizados por COVID-19 que recibieron calcifediol suplementario (un análogo de la vitamina D3 también conocido como 25-hidroxicolecalciferol o 25-hidroxivitamina D) junto con el estándar de atención, que incluyó el uso de hidroxicloroquina y azitromicina, tuvieron tasas significativamente menores de ingresos en la unidad de cuidados intensivos.

Los pacientes del grupo de vitamina D recibieron 532 microgramos de calcifediol el día que ingresaron (equivalente a 106 400 UI de vitamina D) seguidos de 266 mcg los días 3 y 7 (equivalente a 53 200 UI). Después de eso, recibieron 266 mcg una vez a la semana hasta el alta, la admisión en la UCI o la muerte.

De los que recibieron calcifediol, solo el 2 % requirió ingreso en la UCI, en comparación con el 50 % de los que no recibieron calcifediol. Ninguno de los pacientes que recibieron suplementos de vitamina D murió, mientras que el porcentaje de los casos de mortalidad entre el grupo de pacientes que recibieron tratamiento convencional fue del 7.6.

La vitamina D reduce la mortalidad por COVID-19

Otros estudios también han confirmado que los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de complicaciones y muerte por COVID-19.

Entre ellos se encuentra un estudio de agosto de 2020 publicado en la revista Nutrients, que encontró que los pacientes que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 12 ng/mL (30 nmol/L) tenían un riesgo 6.12 veces mayor de enfermedad grave que requería ventilación mecánica invasiva, y un riesgo 14.7 veces mayor de muerte en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D superior a 12 ng/mL.

Un estudio iraní publicado en línea a mediados de julio de 2020 también encontró que los pacientes con niveles de vitamina D superiores a 30 ng/mL (75 nmol/L) tenían mejores resultados clínicos y un riesgo de muerte mucho menor.

Entre los pacientes con COVID-19 mayores de 40 años que tenían niveles de vitamina D por debajo de 30 ng/mL, el 20 % murió, en comparación con el 9.7 % que tenían niveles iguales o superiores a 30 ng/mL. Entre aquellos con un nivel de vitamina D de al menos 40 ng/mL, solo el 6.3 % murió.

Los niveles bajos de vitamina D son un factor de riesgo de insuficiencia respiratoria

Otro estudio, publicado en el Journal of Endocrinological Investigation en agosto de 2020, encontró que, en Italia, la deficiencia de vitamina D era un factor común entre los pacientes hospitalizados que habían sido diagnosticados con insuficiencia respiratoria relacionada con COVID-19.

Según lo que informó GrassrootsHealth:

“Se midió el nivel de vitamina D de cada paciente y se definió como insuficiente (20-29 ng/mL o 50-74 nmol/L), deficiencia moderada (10-19 ng/mL (25-49 nmol/L) y deficiencia grave (<10 ng/ml o <25 nmol/L). Un nivel normal de vitamina D se definió como 30 ng/mL (75 nmol/L) en adelante.

El 81 % de los pacientes con insuficiencia respiratoria aguda por COVID-19 tenían niveles de vitamina D por debajo de los 30 ng/mL (75 nmol/L); mientras que el 24 % tenía deficiencia grave de vitamina D (≤10 ng/mL o ≤25 nmol/L).

Al observar las tasas de mortalidad después de 10 días de hospitalización, se encontró que aquellos con deficiencia grave de vitamina D tenían una probabilidad de muerte del 50 %, en comparación con el 5 % entre los que tenían un nivel de vitamina D superior a 10 ng/mL (25 nmol/L).

Este es un riesgo 10 veces mayor de muerte entre los pacientes con deficiencia grave de vitamina D en comparación con los pacientes con niveles de vitamina D > 10 ng/mL (> 25 nmol/L) a los 10 días de hospitalización”.

Según los autores del estudio:

“En conjunto, estas consideraciones respaldan la recomendación de que las personas en riesgo de influenza o COVID-19 deben considerar la suplementación con vitamina D con el fin de aumentar sus concentraciones de 25 (OH) D por encima de los 40-60 ng/mL, y que el tratamiento de pacientes infectados con influenza o COVID-19 deberia incluir dosis elevadas de vitamina D”.

Cómo y por qué la vitamina D reduce el riesgo de COVID-19

En mi artículo “La hipótesis de la bradicinina explica las complicaciones del COVID-19“, analicé cómo la vitamina D reduce el riesgo de complicaciones y muerte por COVID-19 al inhibir la tormenta de citoquinas y bradicininas. La vitamina D también:

Reduce la replicación viral
Fortalece la función inmunológica en general al modular las respuestas inmunes, tanto innatas como adaptativas
Reduce la dificultad respiratoria
Mejora la función pulmonar en general
Ayuda a producir tensioactivos en los pulmones que ayudan a eliminar los líquidos
Reduce el riesgo de comorbilidades relacionadas con un mal pronóstico de COVID-19, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas

Todos estos factores hacen que la vitamina D sea un componente importante para prevenir y tratar el COVID-19. A medida que bajan las temperaturas y los niveles de humedad, que son dos factores que influyen en la viabilidad del SARS-CoV-2 en el aire y en las superficies, es muy probable que veamos un rebrote durante el otoño y el invierno.

Mi cuestrionario de riesgo de COVID-19 busca crear conciencia sobre lo importante que es optimizar los niveles de vitamina D para prevenir un rebrote de COVID-19 que provoque más hospitalizaciones y muertes. Una vez reciba sus resultados también tendrá acceso gratuito a mi reporte “Estrategias poderosas para parar en seco al COVID” donde le brindo información detallada sobre la mecánica biológica detrás de los efectos protectores de la vitamina D.

Ahora, a medida que el hemisferio norte se acerca al otoño, si sus niveles de vitamina D están por debajo de 40 ng/mL (100 nmol/L), entonces es el momento ideal para aumentarlos y tomar las medidas necesarias para lograrlo.

Los expertos recomiendan un nivel de vitamina D entre 40 y 60 ng/mL (100 a 150 nmol/L). Una forma fácil y económica de medir su nivel de vitamina D es ordenar el kit de prueba de vitamina D de GrassrootsHealth. Una vez que conozca su nivel actual de vitamina D, utilice la calculadora de vitamina D de GrassrootsHealth para determinar cuánta vitamina D podría necesitar para alcanzar su nivel óptimo.

Para absorber y utilizar mejor la vitamina D, asegúrese de tomarla junto con vitamina K2 y magnesio. Como explico en mi artículo “El magnesio y la vitamina K2 mejoran la absorción de la vitamina D“, tomar magnesio y vitamina K2 puede reducir hasta en un 244 % su requerimiento de vitamina D oral.

Por último, recuerde realizarse la prueba cada tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado su nivel óptimo. De ser así, sabrá que está tomando la dosis correcta. Si todavía tiene niveles bajos (o ha alcanzado un nivel superior a 80 ng/mL), deberá ajustar su dosis según lo requiera y volver a realizar la prueba en otros tres o cuatro meses.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.