Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 17 de septiembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Según los CDC, las enfermedades cardíacas, tumores malignos, derrames cerebrales y diabetes se encuentran entre las siete causas más comunes de muerte en los Estados Unidos
  • Para el estudio de cohorte Danish Diet, Cancer and Health, los investigadores pasaron 23 años analizando la alimentación de 53 048 daneses y encontraron menores riesgos de muerte por cáncer o enfermedades cardiacas cuando consumían flavonoides
  • Otro estudio encontró que cuando las personas que fuman y beben cantidades excesivas de alcohol consumen más flavonoides, pueden disminuir su riesgo de estas enfermedades, pero eso no significa que desaparezcan los efectos nocivos de esos hábitos
  • Los alimentos de origen vegetal contienen más de 6000 compuestos flavonoides, incluyendo varios que se han vuelto más conocidos para los consumidores inteligentes Estos compuestos incluyen a la luteolina, quercetina, apigenina, catequina y antocianina

Es posible que los flavonoides no tengan el mismo reconocimiento que las vitaminas y minerales, pero como antioxidantes con la capacidad para combatir enfermedades y el envejecimiento prematuro, además de disminuir la inflamación, pueden lograr una gran diferencia si sabe dónde encontrarlos.

Por increíble que parezca, existen más de 6000 flavonoides distintos, y cada uno puede proporcionarle un beneficio único al cuerpo. Estos fitonutrientes, presentes en frutas, verduras, frutos secos y hierbas, tienen la capacidad de prevenir muchas de las enfermedades más comunes en el mundo. Los consumidores conocedores reconocen cada vez más a muchos de estos.

Los descubrimientos de un estudio reciente de colaboración entre diversos investigadores en Dinamarca y Australia, así como uno de Irlanda del Norte y Francia, demuestran que podría disminuir su riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, cáncer y mortalidad por todas las causas cuando consume regularmente alimentos que contienen flavonoides.

El estudio presentado, publicado en Nature Communications y conocido como el estudio de cohorte Danish Diet, Cancer and Health, es el trabajo de investigadores que pasaron 23 años analizando la alimentación de 53 048 daneses. Encontraron menor riesgo de muerte por cáncer y enfermedades cardiacas en las personas que consumían más flavonoides. Según los científicos:

“El consumo habitual y moderado de flavonoides está inversamente relacionado con la mortalidad por todas las causas, cardiovascular y vinculada con el cáncer. Las asociaciones inversas entre el consumo total de flavonoides, así como los resultados de mortalidad son más fuertes y lineales en los fumadores que en los no fumadores, así como en los grandes consumidores frente a los consumidores bajo a moderado de alcohol …

El consumo de frutas y verduras está relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD), cáncer y mortalidad por todas las causas, con un estimado de 7.8 millones de muertes prematuras alrededor del mundo en 2013 atribuibles a un consumo de frutas y verduras inferior a 800 (gramos) al día”.

¿Puede disminuir su riesgo de mortalidad?

Según los CDC, en 2016, las enfermedades cardíacas encabezaron la lista de las principales causas de muerte en los Estados Unidos, con el cáncer posicionado en la segunda lugar. El quinto y séptimo lugar lo ocupan respectivamente los derrames cerebrales y la diabetes, dos de los cinco factores de riesgo de síndrome metabólico que también pueden elevar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Pero, los investigadores de la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad Edith Cowan, en Australia, analizaron los datos del estudio de cohorte Danish Diet, Cancer and Health y respaldaron a la cohorte danesa con un informe que indicaba que consumir manzanas y beber té podría disminuir los riesgos de cáncer y enfermedades cardíacas. Ambos son ricos en flavonoides.

Asimismo, encontraron un vínculo entre el consumo regular de flavonoides, consumo de alcohol y tabaquismo. Las personas que tenían un alto riesgo de desarrollar enfermedades crónicas debido al hábito de fumar y tomar más de dos bebidas alcohólicas al día parecían beneficiarse aún más al consumir alimentos ricos en flavonoides. Específicamente, “los participantes que consumieron alrededor de 500 [miligramos] de flavonoides totales al día presentaron el menor riesgo de cáncer o muerte relacionada con enfermedades cardiacas”.

Sin embargo, incluso el estudio danés enlisto los efectos negativos del hábito de fumar y beber; además de ser cancerígenos, también pueden ser perjudiciales para la función endotelial y plaquetaria, de igual manera son culpables de padecimientos como la trombosis, inflamación y presión arterial alta. Un artículo de Health tampoco apoyó a las personas que beben y fuman en exceso:

“Eso no significa que comer alimentos ricos en flavonoides eliminará los efectos nocivos del consumo excesivo de alcohol y tabaquismo, advierten los investigadores. Pero, según el estudio, puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas causadas por estos hábitos”.

Nicola Bondonno, investigadora principal del estudio de la Universidad Edith Cowan, estuvo de acuerdo en que comer muchos alimentos ricos en flavonoides no podría superar el daño causado por el consumo excesivo de tabaco y alcohol, pero que al menos disminuirlo puede ser de utilidad. Enfatizó que ambos hábitos pueden dañar los vasos sanguíneos y promover la inflamación, pero el consumo de flavonoides se focaliza específicamente en ambos. Y añadió:

“Sabemos que estos (tipos) de cambios en el estilo de vida pueden ser muy problemáticos, por lo que alentar el consumo de flavonoides podría ser una nueva forma de aliviar el mayor riesgo, mientras que se insta a las personas a abandonar el hábito de fumar y reducir su consumo de alcohol”.

Consumo de flavonoides: ¿Cuánta cantidad es suficiente?

Según Bondonno, los participantes del estudio consumían alrededor de 500 miligramos (mg) de flavonoides al día para reducir su riesgo de enfermedades. Proporcionó algunos consejos para recrear ese resultado:

“Es importante consumir diversos compuestos flavonoides que se encuentran en diferentes alimentos y bebidas de origen vegetal. Esto puede lograrse fácilmente a través de la alimentación; es decir, una taza de té, manzana, naranja, 100 [gramos] de moras azules y 100 [gramos] de brócoli podrían proporcionarle una amplia variedad de compuestos flavonoides y más de 500 mg de flavonoides totales”.

El estudio danés especificó que 500 mg de flavonoides influyeron positivamente en los resultados de las enfermedades cardiovasculares, pero con respecto a la muerte relacionada con el cáncer encontraron que 1 000 mg al día podrían reducir las “tasas de riesgo”. Otro punto que fue significativo con respecto al consumo de flavonoides para optimizar la salud:

“Que los límites de cada una de las subclases de flavonoides que suman aproximadamente el límite de consumo total de flavonoides es consistente con la idea de que todos son importantes y proporcionan un beneficio adicional. Lo curioso es que estos límites existen dentro de los niveles de una alimentación diaria alcanzable … En esta población es probable que el té, chocolate, vino, manzanas y peras sean las principales fuentes alimenticias de flavonoides”.

Los flavonoides son abundantes en la mayoría de los alimentos de origen vegetal

Por lo general, las frutas y verduras de tonos oscuros, así como el chocolate oscuro, vino tinto y té, proporcionan abundantes flavonoides. Hay seis categorías de flavonoides, con nombres similares debido a su estructura química. Es importante tomar en consideración que la estructura química de estos compuestos también es responsable de generar cambios en la bioactividad y metabolismo, y ahí es donde ocurren los beneficios. Journal of Nutritional Science afirma que:

“Los flavonoides están relacionados con un amplio espectro de efectos que promueven la salud y son un componente indispensable en diversas aplicaciones nutracéuticas, farmacéuticas, medicinales y cosméticas. Esto se debe a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimutagénicas y anticancerígenas, junto con su capacidad para modular las funciones clave de las enzimas celulares”.

Tanto la revista como la base de datos del USDA sobre flavonoides tome en consideración diversas clases y subclases de flavonoides. Enseguida se enlistan ejemplos de sus fuentes y beneficios (junto con otros estudios citados):

Flavonas: La luteolina es antitumoral y antiinflamatoria; bloquea el estrés oxidativo y protege la salud cardiaca (se encuentra en el romero y orégano mexicano); la apigenina es beneficiosa para tratar la diabetes, amnesia, enfermedad de Alzheimer, depresión, insomnio y cáncer (se encuentra en el apio, brócoli, pimientos verdes, tomillo, perejil, menta y orégano)
Flavonoles: La quercetina y el kaempferol contienen antioxidantes y pueden disminuir el riesgo de enfermedad vascular (se encuentran en la calabaza y espinacas); la miricetina e isorhamnetina inhiben los tumores del cáncer de mama (se encuentra en plátanos, manzanas, moras azules, duraznos, peras, té verde, semillas de uva y chiles rojos)
Flavan-3-oles: La catequina y epicatequina son conocidas por sus propiedades antimicrobianas; la epicatequina 3-galato, epigalocatequina y epigalocatequina-3-galato son más abundantes en el té verde, y han demostrado tratar y prevenir infecciones; teaflavina, teaflavina 3-galato y teaflavin 3′-galato (se encuentra en el chocolate y la leche); la epicatequina funciona como un activador del receptor de insulina y puede generar una “actividad potenciadora de la insulina al utilizar la glucosa”.
Flavanonas: La hesperetina, o naringenina, un antioxidante potente, promueve la expresión génica, reduce la adiposidad (obesidad) en modelos animales y ha demostrado ser útil en el tratamiento del síndrome metabólico y eriodictiol; están relacionadas con la eliminación de radicales libres (se encuentran en todos los cítricos, por ejemplo las naranjas y limones, así como en las uvas)
Antocianinas: Los compuestos cianidina, delfinidina, malvidina, pelargonidina, peonidina y petunidina tienen altos niveles de antioxidantes; han demostrado ser quimioprotectores; también protegen la salud cardiaca, son neuroprotectores y combaten la diabetes, inflamación y obesidad; además apoyan la salud ocular (se encuentra en los arándanos, grosellas negras, uvas de color oscuro, batatas y bayas)
Isoflavonas: La genistina, genisteína, daidzeína, gluceteína y daidzina, también llamadas fitoestrógenos, protegen las células contra el daño oxidativo del ADN; pueden reducir el riesgo de osteoporosis; los estudios demuestran que pueden contribuir a disminuir los casos de cáncer de próstata y tumores de mama (se encuentran en la soya [que debe fermentarse para promover la salud óptima] y leguminosas, aunque el consumo debe ser limitado); que ejercen actividad estrogénica.

Estudios sobre flavonoides destacados

Un artículo de Harvard Health indica que una de las razones por las que los consumidores asiduos de té son menos propensos a desarrollar enfermedades cardíacas puede deberse a la potencia de los flavonoides en las hojas de té. Parte de los beneficios de beber té, particularmente para fortalecer los vasos sanguíneos en la salud cardiaca, provienen de los compuestos de catequina y epicatequina. Específicamente:

“La investigación sugiere que los flavonoides ayudan a calmar la inflamación y, que a su vez, pueden disminuir la acumulación de placa dentro de las arterias. El té verde tiene cantidades ligeramente más altas de estas sustancias químicas, en comparación con el té negro …

Los estudios a corto plazo han demostrado que beber té puede mejorar la reactividad vascular, una medida de qué tan bien responden los vasos sanguíneos al estrés físico o emocional. Asimismo, hay evidencia de que beber té negro o verde puede disminuir los niveles dañinos de colesterol LDL … Diversos estudios poblacionales extensos demuestran que las personas que beben té negro o verde con regularidad pueden ser menos propensos a padecer ataques cardíacos y derrames cerebrales”.

Un estudio realizado en el 2019 encontró que, específicamente los flavonoides en las frutas cítricas son un ejemplo de cuán laboriosos y de largo alcance son, en especial al eliminar los radicales libres, así como mejorar tanto la sensibilidad a la insulina como la tolerancia a la glucosa. Pueden deshacer la grasa para obtener energía (metabolismo de los lípidos), disminuir la inflamación, combatir la obesidad y mejorar la función endotelial. Todas estas actividades pueden promover una mayor salud cardiaca y mejorar los niveles de azúcar en la sangre.

En un estudio publicado en Journal of Translational Medicine, se observó que entre más alimentos ricos en flavonoides consumían las personas, menos propensos eran a desarrollar enfermedades cardíacas, experimentar un problema cardíaco no fatal o morir debido a alguna enfermedad cardíaca. Y con base en 12 estudios utilizados en un metanálisis, se informó a través de PLoS One que la incidencia de cáncer de mama “había disminuido significativamente” en las mujeres que informaron un alto consumo alimenticio de flavonoles y flavonas.

Tan solo este ejemplo demuestra cuán poderosos pueden ser los flavonoides para la salud, ya que el conocido como hesperetina, presente en frutas cítricas, por sí solo ha exhibido beneficios drásticos, por su actividad “anticancerígena, antihipertensiva, antiviral, antioxidante, antidiabética, hepatoprotectora [que previene el daño hepático] y antiinflamatoria”.

Cuando se percata de los mecanismos farmacológicos verdaderos que estos compuestos pueden impulsar, es evidente lo valiosos que son para el tratamiento y prevención de enfermedades e infecciones en diversas partes del cuerpo.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.