Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 12 de agosto del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los investigadores identificaron secciones en la superficie de la proteína spike que permiten que el SARS-CoV-2 se adhiera a las células humanas. También advierten que los esfuerzos para desarrollar una vacuna contra el COVID-19 tal vez fracasen porque aún se desconoce la etiología del virus
  • Los estudios de código abierto describen la creación de nuevos virus quimera que tienen como base el coronavirus SARS. Los investigadores han intercambiado propiedades entre coronavirus de murciélago y virus del SARS en humanos. Por lo tanto, no hay ninguna duda de que existe la tecnología y el conocimiento
  • Una nueva hipótesis es que un virus muy similar al que infectó a los mineros con SARS-CoV-2 en 2012, evolucionó hasta convertirse en SARS-CoV-2 en los mineros, que permanecieron enfermos hasta cuatro meses. Y, que las muestras que se tomaron de los mineros escaparon del Instituto de Virología de Wuhan
  • Si el SARS-CoV-2 es un virus artificial y manipulado por el hombre, es una prueba de que la investigación de ganancia de función plantea muchos riesgos para la humanidad, la cual supera cualquier ganancia potencial

El debate sobre el origen del SARS-CoV-2 continúa, al igual que el debate sobre si la pandemia podría haberse controlado si las autoridades chinas hubieran actuado y compartido información antes.

De acuerdo con una científica de Hong Kong que huyó a los Estados Unidos, el gobierno de China y los representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Hong Kong encubrieron el brote de Wuhan, lo que permitió que se extendiera sin control por todo el mundo.

La Dra. Li-Meng Yan, quien trabajó en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong, un importante laboratorio de investigación del coronavirus, afirma que su investigación temprana sobre el brote en Wuhan podría haber ayudado a prevenir el desarrollo de una pandemia global, e hizo que sus supervisores compartieran sus hallazgos.

Yan afirma que su supervisor, Leo Poon, consultor de la OMS, le pidió que investigara los informes de una enfermedad similar al SARS que se propagaba en Wuhan a finales de diciembre de 2019. El gobierno de China había rechazado la participación de expertos extranjeros y Poon quería que ella descubriera lo que estaba sucediendo.

Desde el principio se determinó que el virus se podía propagar de persona a persona

Yan, quien tiene muchos colegas profesionales en China, recurrió a un amigo que trabaja en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China y obtuvo información de primera mano sobre el brote. A Yan le dijeron que era probable que el virus se transmitiera de persona a persona, ya que habían encontrado agrupaciones familiares de casos.

Mientras tanto, la OMS no confirmó este potencial de propagación durante varias semanas. Por el contrario, una declaración oficial de la OMS dijo que el virus “no se transmite entre las personas”. En un Tweet, la OMS también declaró que las investigaciones preliminares de las autoridades chinas “no encontraron evidencia de este tipo de transmisión”.

El 16 de enero de 2020, de nuevo se le solicitó a Yan que se comunicara con sus contactos en China para obtener más información. Sus contactos en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tenían miedo, pero quedó claro que no estaban implementando las medidas de seguridad adecuadas, y que las autoridades chinas estaban tratando de controlar el flujo de información.

Poot le solicitó que permaneciera en silencio y que no se enfrentara al gobierno, de lo contrario, ambos serían “desaparecidos”. Yan sintió que era importante informar a las personas, pero Poon no tomó ninguna medida. El codirector del laboratorio de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong, el profesor Malik Peiris, también permaneció en silencio.

Yan considera que la OMS se coludió con el gobierno del Partido Comunista de China (PCCh) para evitar el flujo de información sobre el virus. La OMS niega sus afirmaciones de manera muy previsible.

Yan describe cómo el PCCh ha estado tratando de difamar su nombre y arruinar su reputación profesional, al decir que ha sido secuestrada por Estados Unidos e incluso que tiene un trastorno mental. Sus páginas web y afiliaciones han sido eliminadas.

Yan no ha revelado nada impactante

En general, Yan no ha dicho nada que no supiéramos. Está claro que China se demoró en publicar el brote de Wuhan. Ella no tiene ninguna información sobre el origen del virus, y no ofrece ninguna recomendación importante sobre cómo protegernos.

De hecho, repite las recomendaciones de la mayoría de los gobiernos: mantenerse a 6 pies de distancia, usar desinfectante a base de alcohol y cubrebocas quirúrgicos. Además de los desinfectantes, que podrían ayudar a eliminar el virus en las manos y las superficies, el distanciamiento social y los cubrebocas no tienen una base científica real.

Para más información consulte el artículo: “Por qué el distanciamiento social no debería ser la nueva normalidad” y “Los tapabocas han creado el debate más controvertido sobre el COVID-19“.

Por supuesto, se sabe que las personas en China han utilizado cubrebocas desde algún tiempo para proteger a las personas de la contaminación del aire, y no de las enfermedades infecciosas. El hecho de que los cubrebocas eviten la contaminación atmosférica peligrosa no significa que funcionen para combatir los virus.

De acuerdo con los datos actuales, Yan también parece exagerar los peligros del virus, al observar cómo la tasa de mortalidad del COVID-19 ha disminuido radicalmente y una gran mayoría de las personas infectadas permanecen asintomáticas (cerca del 90 %).

Dicho todo esto, sin duda tiene razón cuando dice que los intentos del PCCh de mantener en secreto los detalles del brote de Wuhan permitieron que el virus se propagara, no solo a través de China sino a nivel mundial.

El SARS-CoV-2 no evolucionó de manera natural, según científicos

Con respecto al origen del SARS-CoV-2, los científicos continúan encontrando más información que indica que no es un virus que evoluciono de manera natural. Entre ellos existen dos artículos recientes de los investigadores de Noruega y Gran Bretaña, Sørensen, Susrud y Dalgleish.

En el primer artículo, “A Candidate Vaccine for Covid-19 (SARS-CoV-2) Developed from Analysis of its General Method of Action for Infectivity”, publicado en la revista Quarterly Review of Biophysics Discovery, afirman que identificaron secciones insertadas en la superficie spike que le permite unirse y entrar en las células humanas.

De acuerdo con los autores, “La proteína spike del SARS-CoV-2 es muy diferente de cualquier otro SARS que hayamos estudiado”.

El segundo artículo, “The Evidence Which Suggests That This Is No Naturally Evolved Virus: A Reconstructed Historical Aetiology of the SARS-CoV-2 Spike”, publicado por el periódico Minerva el 13 de julio de 2020, presenta varios argumentos sobre por qué es probable que el SARS-CoV-2 haya sido creado en un laboratorio.

Como en el primer artículo, los investigadores enfatizan las anomalías en la proteína del virus. El resumen explica lo siguiente:

“El SARS-CoV-2 posee una doble capacidad de acción. La probabilidad de que esto sea el resultado de un proceso natural es muy pequeña. La spike tiene seis insertos que son huellas digitales únicas con cinco características que indican una manipulación intencional.

Luego agregamos una dimensión diacrónica al analizar una secuencia de cuatro proyectos de investigación publicados que demuestran cómo, dónde, cuándo y quién adquirió sus características especiales. Esta etiología histórica cumple con los criterios de posibilidad, tiempo, agente y lugar para producir suficiente confianza para revertir la carga de la prueba.

De aquí en adelante, quienes sostienen que la pandemia de COVID-19 surgió por una transferencia zoonótica deben explicar por qué esta explicación es incorrecta antes de afirmar que su evidencia es persuasiva, en especial cuando existen errores desconcertantes sobre el uso de la evidencia”.

Estados Unidos y China colaboraron en la investigación del coronavirus

Sørensen también destaca los estudios que describen la creación de nuevos virus quimera que se originan del coronavirus del SARS. Los investigadores han intercambiado propiedades entre coronavirus de murciélago y virus del SARS en humanos.

Por lo tanto, no puede haber ninguna duda de que existe la tecnología y los conocimientos. La reportera Aksel Fridstrom del periódico Minerva, escribe lo siguiente:

“Además, el artículo de Sørensen señala el hecho de que el Instituto de Virología de Wuhan participó en experimentos de ganancia de función con colaboradores internacionales en 2010, donde el coronavirus SARS recibió propiedades adicionales que potencian la capacidad del virus para infectar a los humanos”.

En dicha investigación, se usó un seudovirus del VIH para expresar siete receptores ACE2 de murciélago. Las propiedades de unión de estos receptores ACE2 de murciélago se compararon con los receptores ACE2 humanos para determinar cuál tendría la mayor capacidad para unirse e infectar células humanas.

Los colaboradores internacionales incluyeron investigadores de la Universidad de Carolina del Norte. Cinco años más tarde, en 2015, la Universidad de Carolina del Norte volvió a colaborar con el Instituto de Virología de Wuhan, al realizar investigaciones de ganancia de función en las que los virus de murciélago fueron manipulados para crear un virus quimérico capaz de unirse a las células humanas de las vías respiratorias superiores. Dicho virus se llamaba SHC014-MA15.

“Sørensen y sus coautores escriben que este trabajo creó ‘un virus quimérico con una infecciosidad muy elevada dirigida al tracto respiratorio superior humano’ y que lo que se describe son las propiedades del SARS-CoV-2,” según Fridstrom.

Las publicaciones científicas rechazan artículos sobre el origen del virus

Una de las razones por las que Sørensen, Susrud y Dalgleish eligieron publicar su artículo científico en una revista en lugar de una revista científica es la dificultad de publicar artículos sobre el origen del virus. Existe una difamación importante relacionada.

Hace poco, la revista Nature bloqueo las cuentas de las personas que cuestionan el origen natural del SARS-CoV-2 en Twitter, mientras que varios artículos que discuten la teoría del origen o proponen ingeniería genética están disminuyendo en los servidores de preimpresión, al parecer porque no pueden ser aceptados para su publicación formal. Varios de estos documentos se mencionan en un artículo del sitio web de la organización GM Watch del 16 de julio de 2020.

También ya habían rechazado al primer artículo de Sørensen, Susrud y Dalgleish. Tanto el Journal of Virology como Nature lo rechazaron, ya que afirmaron que era “inapropiado”. Al final, fue aceptado por el Quarterly Review of Biophysics Discovery, una revista presidida por científicos de la Universidad de Stanford y la Universidad de Dundee.

¿Por qué es probable que las vacunas contra el COVID-19 fracasen?

Es importante destacar que, en “A Candidate Vaccine for COVID-19 (SARS-CoV-2) Developed from Analysis of its General Method of Action for Infectivity”, Sorensen y sus colaboradores. advierten que los esfuerzos actuales para desarrollar una vacuna contra el COVID-19 tal vez fracasen porque aún se desconoce la etiología del virus:

Estos datos revelan la estructura biológica de la proteina spike del SARS-CoV-2 y confirman que la carga acumulada de los insertos y los puentes de sal están en superficies que son capaces de adherirse a componentes de la membrana celular del receptor ACE2.

También analizamos la proteína spike del coronavirus como la base de una vacuna, la cual rechazamos debido al alto riesgo de contaminación con epítopos similares a los humanos.

El análisis de la proteína spike de SARS-CoV-2 demuestra un 78.4 % de similitud con epítopos de tipo humano (HL). Para evitar confusiones, las proteínas estándar buscan funcionalidades y homologías con otras proteínas.

Sin embargo, los anticuerpos solo pueden reconocer 5-6 aminoácidos y, por lo tanto, se realizó una búsqueda de 6 aminoácidos para epítopos de anticuerpos.

Una búsqueda tan específica para que coincida con todas las proteínas humanas conocidas dará una similitud humana del 78.4 % con la proteína spike del SARS-CoV-2, es decir, si todos los epítopos en los 1255 aminoácidos de la proteína spike del SARS-CoV-2 se pueden utilizar por anticuerpos, entonces habrá 983 sitios de unión de anticuerpos que también podrían unirse a epítopos en proteínas humanas.

Esto es lo que hicimos y encontramos … [E]n el contexto actual, es posible que cualquier diseño de vacuna de la proteína spike del SARS-CoV-2 no sea inmunogénica debido a su gran similitud humana en comparación con una vacuna con epítopos de NHL seleccionados de forma especial, como lo hace Biovacc-19 y, de hecho, no lo es.

La vacuna contra el Covid-19 diseñada sin considerar estos problemas que podrían correr riesgos similares a los experimentados con las vacunas contra el VIH que no mostraron protección.

La posibilidad de inducir respuestas autoinmunes o mejoras dependientes de anticuerpos, se deben proteger ya que existe evidencia de que una vacuna candidata al VIH ha mejorado la infectividad:

‘Se suspendieron las vacunas; los participantes no estaban cegados. En análisis post hoc, se produjeron más infecciones por VIH en hombres vacunados que en receptores de placebo que tenían anticuerpos neutralizantes de Ad5 o no estaban circuncidados. El seguimiento se extendió para evaluar el riesgo relativo de contraer el VIH en personas vacunadas versus receptores de placebo a lo largo del tiempo’.

Tal mejora dependiente de anticuerpos (ADE por sus siglas en inglés) se ha observado para el coronavirus en modelos animales, lo que les permite ingresar a las células que expresan Fc𝛾R. La ADE no se entiende por completo: sin embargo, se sugiere que las mejoras dependientes de anticuerpos podrían venir como resultado de la variabilidad de aminoácidos y el cambio de antígenos”.

También señalan que elegir un adyuvante después de aplicar la primera vacuna, que es la forma en que se realiza el desarrollo de la vacuna, puede ser otro error grave que podría hacer que la vacuna contra el COVID-19 sea muy peligrosa.

Se han presentado muchas hipótesis diferentes sobre el origen de laboratorio del virus

Otro científico que cuestiona la teoría de la evolución natural es Jonathan Latham, Ph. D., biólogo molecular y virólogo. En un artículo del 2 de junio de 2020 en el sitio web Independent Science News, Latham y Allison Wilson, Ph. D. y genetista, analizan la teoría del origen zoonótico, lo que demuestra que la investigación no respalda esta afirmación.

Aunque no discuten la idea de que el SARS-CoV-2 comenzó como un coronavirus de murciélago, disputan el mecanismo por el cual se supone que ganó la capacidad de infectar a los humanos. En su artículo: Latham presenta varias hipótesis diferentes, que se revisaron en la entrevista publicada en “La cortina de humo alrededor del virus de Wuhan“.

¿El SARS-CoV-2 es en verdad un virus nuevo?

Latham y Wilson continúan buscado la verdad en un artículo del 15 de julio de 2020, en Independent Science News.

“Se ha prestado una enorme atención científica al carácter molecular del virus SARS-CoV-2, incluyendo su nueva secuencia del genoma en comparación con sus parientes cercanos”, Latham escribe.

“Por el contrario, no se ha prestado atención a la procedencia física de los parientes genéticos más cercanos que son dos secuencias virales conocidas como BtCoV/4991 y RaTG13”.

De acuerdo con Latham, es posible que el SARS-CoV-2 no sea un virus nuevo después de todo. En la base de datos se encontraba un ancestro cercano muy conservado con el nombre BtCoV/4991, el cual ya estaba en la literatura publicada. Cuando el laboratorio de Wuhan volvió a secuenciar esta muestra, solo la volvieron a nombrar, lo que oculto su historia.

Como explica Latham en su artículo, que le recomiendo leer en su totalidad, el BtCoV / 4991 se encontró en las muestras recolectadas en unas minas en la provincia de Yunnan, China, en 2012-2013.

Las muestras se recolectaron después de que seis mineros contrajeron una extraña enfermedad respiratoria que suena muy similar, si no es que idéntica, al COVID-19. Tres de ellos murieron. Aunque esta enfermedad solo se describió en una tesis escrita por el médico que trató a los mineros, Latham mando a traducir la tesis al inglés.

“La evidencia que contiene nos ha llevado a reconsiderar todo lo que creíamos saber sobre los orígenes de la pandemia COVID-19”, escribe Latham. “También nos ha llevado a especular sobre una opción por la cual un brote que parecía aislado en una mina en 2012 causo una pandemia mundial en 2019.

El origen del SARS-CoV-2 que proponemos a continuación se basa en el historial de estos mineros y su tratamiento. Esta teoría explica todas las características del nuevo virus SARS-CoV-2″.

Las características que Latham y Wilson creen que pueden explicarse con esta teoría incluyen:

  • El origen del nuevo sitio de escisión de furina en la proteína spike del virus que mejora la propagación en el cuerpo humano
  • La “afinidad excepcional de la proteína spike viral por los receptores humanos”
  • La falta de evolución del virus desde que comenzó la pandemia
  • La razón por la cual el SARS-CoV-2 ataca a los pulmones

Aunque no afirman que el SARS-CoV-2 fue diseñado de manera genética, consideran que la investigación de ganancia de función que se realizó en el Instituto de Virología de Wuhan fue “un factor causal en la pandemia”.

La teoría sobre los mineros de Mojiang

Latham y Wilson continúan explicando su teoría, que han denominado como la teoría de los mineros de Mojiang (MMP). Recomiendo consultar el artículo original, pero he elegido una sección más grande de lo habitual para resumirlo:

“Primero sugerimos que el RaTG13 (o un virus muy similar) evolucionó al SARS-CoV-2 en los mineros, un coronavirus patógeno muy adaptado a los humanos.

En segundo lugar, el laboratorio Shi utilizó muestras médicas tomadas de los mineros y el Hospital de la Universidad de Kunming las envió para su investigación. Fue este virus adaptado al ser humano, ahora conocido como SARS-CoV-2­, que escapó de la WIV en 2019.

El pasaje es una técnica virológica estándar para adaptar virus a nuevas especies, tejidos o tipos de células. Por lo general se realiza al infectar una nueva especie huésped o un nuevo tipo de célula huésped con una dosis elevada de virus. Esta infección viral se extinguiría porque el sistema inmunológico del huésped vence al virus mal adaptado.

Pero, durante el pasaje, antes de que se extinga, se extrae una muestra y se transfiere a un nuevo tejido idéntico, donde se vuelve a iniciar la infección viral. Hecho de forma iterativa, esta técnica selecciona los virus adaptados al nuevo huésped o tipo de célula.

Estamos de acuerdo en que las tasas de evolución ordinarias no permitirán que el RaTG13 evolucione a SARS-CoV-2, pero también creemos que las condiciones dentro de los pulmones de los mineros no eran normales. Cinco factores principales sobre los mineros favorecieron una tasa de evolución muy elevada.

Sugerimos que los pulmones de los mineros soportaron una carga viral muy elevada que causó una evolución viral muy rápida. Además, de acuerdo con la tesis, los sistemas inmunológicos de los mineros se vieron comprometidos y se mantuvieron así incluso para los que fueron dados de alta. Esta debilidad también podría haber causado la evolución del virus.

En apoyo a la teoría MMP, también sabemos algunos aspectos sobre las muestras que se tomaron de los mineros. De acuerdo con la tesis, se tomaron muestras para ‘investigación científica’ y se enviaron muestras de sangre a la WIV.

El curso de dicha investigación sería secuenciar el ARN viral que se extrajo de las muestras de tejido o sangre no congeladas y para generar clones infecciosos vivos para los que sería importante (si no necesario) amplificar el virus al colocarlo en cultivo de células humanas. Cualquier técnica podría haber causado la infección accidental de un investigador de laboratorio.

Proponemos que, cuando las muestras derivadas de los mineros fueron expuestas en el laboratorio de Wuhan, ya estaban muy adaptadas a los humanos en una medida no prevista por los investigadores. Un pequeño error o falla mecánica podría haber llevado a la primera infección humana a fines de 2019.

Por lo tanto, uno de los mineros, el paciente 3 o 4 (a quien le extirparon el timo), fue el paciente cero de la epidemia COVID-19. En este escenario, el COVID-19 no es un virus diseñado; pero, si no se hubiera llevado a Wuhan y no se hubiera realizado ninguna investigación molecular, el virus habría muerto por causas naturales, en lugar de haber iniciado una pandemia”.

La pandemia de COVID-19 debería ser una advertencia para que el mundo reconsidere la investigación de ganancia de función. Las fugas de laboratorio siempre suceden, tarde o temprano. Esta vez tuvimos suerte, en el sentido de que el SARS-CoV-2 es mucho menos mortal de lo que se temía. Pero la respuesta del gobierno ha sido devastadora.

Las ordenes de distanciamiento han tenido un costo masivo en la salud mental y financiera, sin mencionar en la economía global. ¿Podríamos sobrevivir si se escapara un virus más letal? Estas son preguntas importantes que merecen una discusión pública y un análisis minucioso por parte de los legisladores.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.