Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 25 de junio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El sistema inmunológico tiene formas complejas de combatir los virus, pero los virus tienen formas complejas de engañar al sistema inmunológico para invadir las células
  • La “inmunidad colectiva”, también conocida como inmunidad de rebaño, de un país contra el COVID-19 suele basarse en el porcentaje de personas que cuando se realizan una prueba muestran anticuerpos contra el virus, sin embargo, probablemente este no sea el caso
  • Cuando se realizan pruebas en personas con los llamados casos “desnaturalizados” o “aislados” de COVID-19, lo más probable es que sus resultados no muestren anticuerpos porque no hubo respuesta inmunológica
  • Las personas cuyas infecciones por COVID-19 se combatieron con vías mediadas por células T como las células T citotóxicas o que experimentaron una infección similar pero no igual al COVID-19, tampoco suelen mostrar anticuerpos cuando se realizan la prueba
  • Los virus usan proteínas de espiga para invadir las células huésped, que luego comienzan a implantar los virus de sus propias membranas

El mecanismo del sistema inmunológico humano es fascinante y se ha vuelto especialmente importante durante este brote de coronavirus. Y aunque el arsenal terapéutico del sistema inmunológico compuesto por células madre, células T auxiliares, células T citotóxicas y otros combatientes es realmente impresionante, también lo es el arsenal que utiliza un virus para invadir las células y convertirlas en fábricas de replicación.

El vídeo de abajo “The Amazing Immunology of our Viral Issue — and Herd Immunity Revelations!” describe la actual guerra entre su sistema inmunológico y el virus invasor, llamado COVID-19. Este vídeo fue realizado hace poco por Ivor Cummins, un ingeniero químico que dirige el sitio web de salud “The Fat Emperor”. El invitado principal es Creon Levit, científico jefe de Planet Labs.

Levit, quien ha colaborado con los mejores inmunólogos, es un profesional en física aplicada que trabajó como ingeniero aeroespacial en la NASA durante más de 35 años. Planet Labs es una compañía privada de datos satelitales que opera más de 300 satélites de observación en la órbita baja de la Tierra.

En el vídeo “The Amazing Immunology of our Viral Issue – and Herd Immunity Revelations!”, Levit muestra en gráficos e imágenes muy interesantes las muchas complejidades y señales celulares que le permiten al sistema inmunológico combatir virus como el COVID-19 y también muestra la forma en que se defiende este tipo de virus.

Una pregunta especialmente polémica que se hacen Levit y Cummins es si la inmunidad colectiva contra el COVID-19 realmente funciona y cómo se logra. Y llegan a conclusiones sorprendentes.

La prueba de anticuerpos no ayuda a determinar la infección por COVID-19

De acuerdo con Cummins, se cree que solo las personas que se han vuelto inmunes al COVID-19 son las que muestran anticuerpos cuando se realizan la prueba y, que la “inmunidad colectiva” de un país se basa en los resultados de esas pruebas. Por ejemplo, si solo el 7 u 8 % de una población muestra anticuerpos, se supone que un país tiene ese bajo porcentaje de inmunidad colectiva. Esta es una idea falsa, dicen ambos hombres en el vídeo.

Según ellos, la ciencia sugiere que las personas pueden tener una cantidad significativa de inmunidad de facto o efectiva, aunque no muestren anticuerpos. Por ejemplo, algunas personas, denominadas casos “desnaturalizados” o “aislados”, pudieron haber estado expuestos al virus, pero, a diferencia de quienes los rodean, no se enfermaron. De acuerdo con Lev:

“Debido a la suerte de estas personas o su metabolismo saludable, las membranas mucosas y otros tipos de cosas bloquean el virus y simplemente nunca infectaran sus células, por lo tanto, no se despliega una respuesta inmunológica y existe la posibilidad de que se vuelvan a enfrentar al virus, pero esta vez tal vez si se infecten.

Pero, algunas personas expuestas al virus no contraen la enfermedad, aunque esto no se debe a la respuesta inmunológica clásica, más bien a que el virus simplemente fue bloqueado por las membranas corporales y una especie de procesos inespecíficos”.

Según Cummins, si esas personas “superan” el virus “no pueden propagarlo … a menos que tengan una gran carga viral”, entonces el virus podría aparecer una vez más. Y aunque estas personas no contribuyen a la inmunidad colectiva, son “menos propensas” a contraer la enfermedad, aclara Levit.

Otras personas también podrían tener inmunidad de facto

Otras personas también pueden contribuir con la inmunidad colectiva de una región, pero por lo general, no se detectan con las pruebas de anticuerpos actuales. Entre estas personas se encuentran las que se considera que tienen un estado “innato” o “inespecífico”, lo que según Levit, significa:

“… que ciertos aspectos de su sistema inmunológico, ciertos anticuerpos y otros procesos de señalización pueden prevenir o eliminar una infección viral a pesar de que nunca antes haya estado expuesto a ese virus en particular, es decir, sin importar la memoria inmunológica”.

Tales respuestas inmunológicas generalizadas, que pueden reconocer y combatir virus que nunca antes se habían visto, son muy comunes en el mundo animal, especialmente en animales primitivos e incluso en la vida microbiana, dice Levit.

“El único sistema inmunológico que tiene es su sistema genérico, el cual combate todas las bacterias o todos los virus y, no quiere decir que tenga anticuerpos específicos contra un virus específico, pero sí puede identificar cuando ciertas células infectadas hacen ciertas funciones. Y luego el sistema inmunológico activa las células cercanas en una especie de modo antiviral …

… algunas personas logran combatir las infecciones a través de su sistema inmunológico innato sin enfermarse, al generar una respuesta inmunológica adaptativa o adquirida, en este caso si se presenta una batalla inmunológica. Estas personas contribuirán con la inmunidad colectiva pero sus pruebas no mostrarán anticuerpos”.

El papel de las células T en la inmunidad

Según el video, los sistemas inmunológicos de los mamíferos han evolucionado para atacar virus específicos o familias de virus, y todo este mecanismo se basa en células T: linfocitos producidos o procesados por la glándula timo.

Si alguien está infectado con un virus, su cuerpo puede desplegar una respuesta de células T dirigida a ese virus en particular y a las células infectadas, en especial cuando tienen memoria inmunológica. La memoria inmunológica es un concepto bien conocido, dice Levit:

“Todos hemos escuchado sobre esto, una vez que desarrolla inmunidad a algo, puede permanecer inmune durante años o toda su vida. Puede tener memoria inmunológica a un virus que, aunque no son idénticos, son muy similares”.

Según Levit, la infección previa con SARS u otros coronavirus como el resfriado común puede proporcionar dicha inmunidad previa y memoria inmunológica. Su sistema de células T puede eliminar la infección causada por virus similares, pero no idénticos. Y lo mejor es que, según él, esto puede lograrse “sin generar muchos anticuerpos”.

Además, dice Levit que las pruebas de anticuerpos para COVID-19 “solo prueban una pequeña fracción de los posibles anticuerpos contra el COVID”.

Cómo funcionan las células T

Uno de los componentes más sorprendentes del sistema inmunológico del que se habla en “The Amazing Immunology of our Viral Issue” son las células T. Su intuición y adaptabilidad para combatir los virus invasores es casi milagrosa. De acuerdo con Levit:

“… hay cientos de miles o millones de diferentes tipos de células T y la diferencia entre una célula T y otra es que cada una está destinada a reconocer un fragmento de péptido específico contenido en una molécula MHC [complejo mayor de histocompatibilidad].

Las únicas que están en su vida cuando ya no está sano, es decir, las únicas que están en su circulación durante la vida normal son aquellas que se dirigen a las proteínas no propias.

Todas las células T que se dirigen a las proteínas propias se eliminan en el timo cuando cuando se es muy joven, por lo que solo tiene células T circulando en su cuerpo que se dirigen al MHC que contiene péptidos externos. [Este tipo de célula T] es una variante específica de una célula T que solo reconoce este péptido externo en particular. Reconoce cosas que nunca ha visto antes como el SARS-CoV-2″.

Otras respuestas inmunológicas posiblemente no produzcan anticuerpos

Las células B, que son los linfocitos que no se procesan por la glándula timo, las células T y los genes MHC (complejo mayor de histocompatibilidad) que codifican los antígenos principales, también pueden generar respuestas inmunológicas, dice Levit.

“Esto pareciera como si nunca antes hubiera visto el virus y desplegara una respuesta inmunológica que comienza con las células T y MHC … puede eliminar la infección de su cuerpo a través de una variedad de mecanismos diferentes … Algunos de estos mecanismos no activan el sistema que produce los anticuerpos que se detectan al realizar la prueba…

En un principio, su infección puede eliminarse por una de las vías mediadas por las células T, como las células T citotóxicas que no se analizan con la prueba de anticuerpos”.

Las personas que han combatido el COVID-19 de esta manera “están contribuyendo a la inmunidad colectiva en la sociedad, sin la necesidad de hacer tantas pruebas”, resume Cummins. Aquellos que se someten a pruebas para detectar anticuerpos contra el COVID-19 y que reciben un resultado “falso negativo” cuando en realidad albergan los anticuerpos del coronavirus, también contribuyen a la inmunidad colectiva. Aunque ambos hombres dicen en el vídeo que no está claro con qué frecuencia sucede esto.

Los virus pueden engañar al sistema inmunológico

El “objetivo” de un virus es replicarse en las células de un huésped. A diferencia de las bacterias, un virus no puede reproducirse por sí solo. Pero, de acuerdo con Levit, si mil virus entran a su cuerpo por el estornudo de alguien, pero no llegan a sus células para reproducirse, no causarán daño. “Solo habrá un millar de virus flotando, pero no irán a ninguna parte”.

Las muchas proteínas que el virus necesita para replicar e infectar otras células “están ocultas dentro del virus donde los anticuerpos nunca las verán”, por lo que no desencadenarán una respuesta “cuando el virus esté flotando libremente”, dice Levit.

Pero, y es un gran pero, los virus son cautelosos y usan proteínas de espiga para invadir las células del huésped, señala Levit.

“El virus debilita su célula, al hacerlo, la célula comienza a implantar el virus de sus propias membranas y, finalmente, la célula puede volverse casi como un cristal de virus. La célula puede ser tan absorbida por los virus que simplemente deja de funcionar. Los virus incluso pueden haber infectado su núcleo … así que la célula está perdida”.

Levit dice que lo ideal es que el sistema inmunológico no permita que el virus entre.

“Una cosa que su cuerpo puede hacer si tiene los anticuerpos adecuados para deshacerse de los virus es … rodear el virus por completo. Puede hacer que deje de funcionar porque ya no hay más proteínas de espiga que pueda utilizar para meterse en la célula.

Además, una vez que el virus está rodeado de anticuerpos, otras partes del sistema inmunlógico saben que, si ven algo rodeado de anticuerpos, deben combatirla y eliminarla … el virus en sí, es como una bola o esfera que tiene proteínas identificables. Si tiene memoria inmunológica y ha creado anticuerpos … puede matar el virus rápidamente”.

Su sistema inmunológico es asombroso

Le aseguro que si ve este fantástico vídeo quedará sorprendido con la inteligencia de su sistema inmunológico para movilizar sus defensas y combatir los virus como COVID-19 y otros patógenos.

Las formas en las que su sistema inmunológico reconoce los virus invasores también sugieren que la inmunidad colectiva contra el COVID-19 puede ser aún mayor a la estimada por los funcionarios de salud pública. Como Levit resume al final del vídeo:

“… parece que puede haber un grupo de personas que han sido infectadas con COVID pero que no están produciendo anticuerpos, quizás porque estos otros mecanismos inmunológicos, células T o el sistema innato, o ambos, los eliminaron de manera efectiva antes de comenzar a producir muchos anticuerpos.

Además, también tenemos este otro fenómeno de que un grupo de personas que nunca se han infectado con COVID parecen tener parte de la maquinaria inmunológica que está parcialmente especializada para tratar con COVID porque en el pasado se infectaron con virus homólogos.”

Una de las conclusiones que podemos sacar del vídeo es que basarse en las pruebas de anticuerpos para establecer la inmunidad colectiva, no es la mejor opción. Aquellos que pudieron haber sido infectados no siempre albergan anticuerpos, esto incluye a las personas asintomáticas cuyas enfermedades no eran detectables.

Al final del vídeo, Cummins expresa su asombro y admiración por el sistema inmunológico humano que, a través de sus múltiples mecanismos, nos ayuda a mantenernos sanos y a promover la inmunidad colectiva.

“Creo que se trata de la maquinaria inmunológica más compleja del universo … todo este sistema que se describió no es el sistema de anticuerpos, sino todo el sistema de células T que se ha desarrollado. Además, considero que es bastante efectivo después un millón de años de evolución”.

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