Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 22 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La vacuna para el COVID-19 puede ser la vacuna que se desarrolle y produzca de forma más rápida en la historia, lo que requiere la eliminación de los pasos de prueba de seguridad requeridos, como las pruebas en animales
  • Pfizer, en colaboración con BioNTech, comenzó las pruebas en humanos para la vacuna de COVID-19 en los Estados Unidos el 11 de mayo de 2020. Si la vacuna tiene éxito se podría lanzar en septiembre de 2020
  • Al igual que Moderna y varios otros competidores, la vacuna Pfizer / BioNTech utiliza ARN mensajero (ARNm) en lugar de virus vivos o atenuados (desactivados) cultivados en células animales
  • Los intentos anteriores de crear vacunas contra el coronavirus han fallado debido a que los coronavirus desencadenan la producción de dos tipos diferentes de anticuerpos, uno que combate la enfermedad y otro que desencadena el “fortalecimiento del sistema inmunológico” que da como resultado una enfermedad muy grave o la muerte
  • Las vacunas que fortalecieron el sistema inmunológico en un principio parecían muy prometedoras, ya que producían respuestas de anticuerpos muy fuertes. Sin embargo, cuando los hurones y los niños se exponen al virus natural, se enferman muy grave y muchos mueren

Bill Gates, que invierte de manera ilegal en las industrias a las que hace donaciones caritativas y promueve una agenda de salud pública global que beneficia a las empresas en las que ha invertido, afirma que la vida no puede volver a la normalidad hasta que podamos vacunar a todo el mundo contra el COVID-19.

Y, de acuerdo con el documento técnico de la Fundación Rockefeller, el “Plan de Acción Nacional de Pruebas de COVID-19”, las preocupaciones de privacidad “se deben dejar de lado” para acceder y validar la infección antes de ingresar a escuelas, oficinas, lugares de trabajo, aeropuertos, conciertos, zonas deportivas y más.

En la actualidad nos dicen que “debemos” renunciar a nuestra libertad porque podríamos transmitir un virus a una persona vulnerable. Para evitar muertes, se nos dice que dejemos de vivir.

Sin embargo, en cada temporada de gripe a lo largo de la historia, las personas se han mudado, propagan la infección y favorecen la inmunidad de todas las personas. No cabe duda que la mayoría de las personas que han salido de su casa con un resfriado, un virus estomacal u otra influenza, sin saberlo, han propagado la infección a más personas, y es probable que algunas tuvieron complicaciones y otras, hasta la muerte.

No hay manera de evitar dicha cadena de eventos. Como señaló el Fiscal General William Barr en una entrevista con Hugh Hewitt el 21 de abril de 2020, se adoptaron “medidas con respecto a la libertad” con el propósito de frenar la propagación, es decir, aplanar la curva. No las adoptamos como la forma general de lidiar con esta enfermedad”.

De hecho, la idea de renunciar a nuestra libertad como un esfuerzo para prevenir todas las muertes futuras por enfermedades infecciosas está muy equivocada y no funcionará a largo plazo.

Aun así, se ha manipulado y lavado el cerebro de todas las personas del mundo de manera efectiva con propaganda muy elaborada derivada de la vigilancia conductual masiva, para poner la vida en pausa hasta que exista una vacuna. Es obvio que, para entonces, la vacuna tal vez sea obligatoria para cualquier persona que quiera volver a tener una vida normal.

Para llevar a cabo este plan global de “vigilancia de enfermedades” (que eventualmente estará relacionado a las finanzas digitales y los esquemas de identificación que también están en proceso), necesitan una vacuna y la necesitan rápido, mientras que el temor domina las noticias.

Los fabricantes de vacunas compiten por crear la vacuna contra el COVID-19

De inicio, generalmente las pruebas de seguridad para las vacunas son insuficientes, pero cuando se trata de una vacuna contra alguna pandemia acelerada, las pruebas de seguridad se apresuran y se tornan aún más inadecuadas.

De hecho, la vacuna para el COVID-19 puede ser la vacuna más rápida en la historia, que requiere la eliminación de los pasos de prueba de seguridad requeridos y las pruebas en animales.

El 5 de mayo de 2020, The New York Times informó que Pfizer, en colaboración con BioNTech, comenzó a realizar pruebas en humanos de la vacuna para el COVID-19 en los Estados Unidos el 11 de mayo de 2020. Si tiene éxito, la vacuna se podría lanzar en septiembre de 2020, un hecho inaudito para el desarrollo de cualquier vacuna.

Otros fabricantes de vacunas anunciaron que los candidatos también estarán listos en septiembre, mucho antes de los 18 meses a dos años originales que Gates, Fauci y otras autoridades predijeron al comienzo de esta pandemia.

El 23 de abril de 2020, una docena de voluntarios alemanes sanos, de entre 18 y 55 años, recibieron la vacuna de Pfizer, conocida como BNT162. Se espera que esa prueba se amplíe a 200.

Es importante preguntarse, por qué se excluyeron los adultos mayores, si son los más vulnerables a las complicaciones de COVID-19, en especial cuando se trata de las vacunas contra el coronavirus que van a fortalecer el sistema inmunológico. (Comentaré sobre esto en una sección más adelante).

La prueba de Estados Unidos incluirá 360 voluntarios sanos en la primera etapa y hasta 8000 en la segunda etapa. Los voluntarios se dividirán en cuatro grupos, cada grupo recibirá una de las cuatro variaciones de la vacuna.

La prueba se lleva a cabo en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, el Centro Médico de la Universidad de Rochester y el Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati.

“Tan pronto como las compañías farmacéuticas puedan demostrar que una vacuna es efectiva y no crea daños graves, pueden solicitar este tipo de aprobación, que permite a los médicos administrar la vacuna a las personas más necesitadas.

Pero aún pueden ser necesarios resultados de estudio más detallados para convencer a los reguladores federales de que aprueben a un candidato para el público en general “, informa The New York Times.

La vacuna del COVID-19 será diferente

Al igual que Moderna y varios otros competidores, la vacuna de Pfizer/BioNTech utiliza ARN mensajero (ARNm) en lugar de virus vivos o atenuados (desactivados) cultivados en células animales. Entre los candidatos a la vacuna se encuentran los que contienen ARNm uridina (ARNm), ARNm modificado con nucleósidos (ARNmod) y ARNm autoamplificado (ARNaa). Como lo explicó The New York Times:

“… el ARN mensajero… lleva las instrucciones para que las células produzcan proteínas. Al inyectar un ARN mensajero diseñado en el cuerpo, la vacuna podría decirles a las células cómo producir la proteína spike del coronavirus sin enfermar a una persona.

Debido a que el virus usa esta proteína como clave para desbloquear y tomar el control de las células pulmonares, la vacuna podría entrenar al sistema inmunológico para producir anticuerpos y combatir una infección … Pero ninguna vacuna hecha con esta tecnología para otros virus ha llegado al mercado.”

Entonces, no solo lidiamos con un virus nuevo, cuya mecánica aún no se comprende por completo (algunos expertos ahora dicen que parece ser un virus genéticamente modificado que ataca la sangre más que los pulmones, por ejemplo), también usan una nueva vacuna a base de ARN que nunca antes se había usado.

¿Qué podría salir mal? En mi opinión, casi todo. Podría convertirse en una catástrofe mundial, algo que nunca antes hemos experimentado.

Una vacuna creada apresuradamente podría tener consecuencias catastróficas

El desarrollo de la vacuna para el coronavirus, que comenzó después de que surgieron tres epidemias de SARS, y comenzó a principios de 2002. Dos de esas tres epidemias fueron organismos creados en laboratorio. Los chinos, las personas en Estados Unidos y los europeos comenzaron a investigar sobre una vacuna para el coronavirus y alrededor de 2012, existían unos 30 candidatos prometedores.

Según Robert Kennedy Jr., los cuatro mejores candidatos para vacunas fueron hurones, que son el análogo más cercano a las infecciones pulmonares humanas. Kennedy explicó lo que sucedió después:

“Los hurones tuvieron una respuesta de anticuerpos muy buena, y la FDA se basa en ese resultado para autorizar las vacunas … Realizan una respuesta serológica [prueba para] ver ‘¿Desarrolló en su sangre anticuerpos contra ese virus?’ Los hurones desarrollaron anticuerpos muy fuertes, por lo que pensaron: “Lo logramos”. Las cuatro vacunas … fueron perfectas.

Entonces sucedió algo terrible. Esos hurones fueron expuestos al virus natural, y murieron. [Desarrollaron] inflamación en todos sus órganos, sus pulmones dejaron de funcionar y murieron…

Lo mismo sucedió en la década de 1960 cuando intentaron desarrollar una vacuna para el VRS, que es una enfermedad de las vías respiratorias superiores muy similar al coronavirus.

Esa vez, no la probaron en animales. Fueron directo a las pruebas en humanos. Creo que lo probaron en 35 niños y sucedió lo mismo. Los niños desarrollaron una respuesta positiva de anticuerpos: fuerte y resistente.

Era perfecta [pero] cuando los niños estuvieron expuestos al virus natural, todos se enfermaron. Dos de ellos murieron. Renunciaron a la vacuna. Fue una vergüenza para la FDA y los NIH”.

La causa detrás del fortalecimiento del sistema inmunológico

¿Qué podría explicar este resultado? ¿Por qué murieron los hurones cuando se expusieron al virus natural a pesar de que tenían una respuesta de anticuerpos muy fuerte a la vacuna?

Según Kennedy, después de investigar el asunto, los investigadores descubrieron en 2012 que los coronavirus producen dos tipos diferentes de anticuerpos: anticuerpos neutralizantes que combaten la infección y anticuerpos de unión (también conocidos como anticuerpos no neutralizantes) que no pueden prevenir la infección viral.

Los anticuerpos de unión son incapaces de prevenir la infección viral y pueden desencadenar una “respuesta inmunológica paradójica” o “mejora inmunológica paradójica”. “Lo que significa que todo va bien hasta que se contrae la enfermedad, y se convierte en algo mucho peor”, dijo Kennedy, y agregó:

Las vacunas contra el coronavirus pueden ser muy peligrosas, y es por eso que nuestros enemigos, las personas que nos odian, Peter Hotez, Paul Offit, Ian Lipkin, explican que ‘tenemos que tener mucho, mucho cuidado con esta vacuna.'”

La Dra. Meryl Nass señala que Ralph Barric, de la Universidad de Carolina del Norte —que colaboró con Shi Zhengli, del Instituto de Virología de Wuhan— es muy reconocido como el virólogo líder en coronavirus en el mundo que predijo que la vacuna sería un error en los adultos mayores que más la necesitan.

Muchas de las vacunas actuales del COVID-19 utilizan ARNm para instruir a sus células para que produzcan la proteína spike de SARS-CoV-2 (proteína S), en otras palabras, la glucoproteína que se une al receptor ACE2 de la célula. Esta es la primera etapa del proceso que usan los virus para ingresar a las células.

La idea es que al crear la proteína spike de SARS-CoV-2, su sistema inmunológico comenzará a producir anticuerpos, sin enfermarlo en el proceso. ¿Pero ya verificaron cuál de los dos tipos de anticuerpos producirá este proceso?

¿La inyección de ARNm desencadenará la producción de anticuerpos neutralizantes o producirá anticuerpos de unión/no neutralizantes? No es suficiente verificar la respuesta de anticuerpos. El rápido desarrollo de las vacunas tiene riesgos considerables.

El mejor de los casos (casi improbable) es que sea ineficaz (que suele ser el caso de la vacuna contra la influenza estacional), o, algo mucho más probable, que cause efectos secundarios graves (como fue el caso con las vacunas rápidas de 1976-1977 y 2009-2010 H1N1 contra la gripe porcina), o podría empeorar la infección en lugar de prevenirla, como ha sido el caso con las vacunas anteriores contra el coronavirus. Según lo informado por Reuters:

“Los estudios han sugerido que las vacunas contra el coronavirus conllevan el riesgo de lo que se conoce como mejora de la vacuna, donde en lugar de proteger contra la infección, puede empeorar la enfermedad cuando una persona vacunada está infectada con el virus.

El mecanismo que causa ese riesgo no se comprende por completo y es uno de los obstáculos que ha impedido el desarrollo exitoso de una vacuna para el coronavirus…

“Entiendo la importancia de acelerar los plazos para las vacunas en general, pero por todo lo que sé, con esta vacuna no se puede hacer”, dijo el Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine a Reuters”.

Al venir de un firme propagandista de vacunas como Hotez, eso en realidad dice algo. No hace falta decir que los fabricantes de vacunas del COVID-19 serán indemnizados de responsabilidad financiera, sin importar cuántas víctimas pueda causar una vacuna rápida.

La vacuna contra la gripe porcina creada apresuradamente causó alteraciones genéticas

La gripe porcina H1N1 de 2009 fue la pandemia más reciente, y vale la pena recordar lo que sucedió con la vacuna rápida europea. Europa aceleró su proceso de aprobación y permitió a los fabricantes omitir las pruebas en humanos a gran escala, una decisión que resultó tener consecuencias trágicas para un número incalculable de niños y adolescentes en toda Europa.

En los años siguientes, la vacuna contra la gripe porcina con adyuvante ASO3 Pandemrix (lanzada en Europa y no en los Estados Unidos en 2009-2010) se relacionó con la narcolepsia infantil, que se disparó en varios países.

Los niños y adolescentes en Finlandia, el Reino Unido y Suecia son los más afectados. Otros análisis detectaron un aumento en la narcolepsia entre los adultos que recibieron la vacuna, aunque la relación no fue tan obvia como la de los niños y adolescentes.

Un estudio de 2019 informó que encontró una “asociación novedosa entre la narcolepsia relacionada a Pandemrix y el gen de ARN no codificante GDNF-AS1”, un gen que se cree que regula la producción de factor neurotrófico derivado de la línea de células gliales o GDNF, una proteína que desempeña un papel importante papel en la supervivencia neuronal.

También confirmaron una fuerte relación entre la narcolepsia inducida por la vacuna y un cierto haplotipo, que sugirió “la variación en los genes relacionados con el sistema inmunológico y la supervivencia neuronal para aumentar la susceptibilidad a la narcolepsia inducida por Pandemrix en ciertas personas”.

Además de eso, existe la investigación que demuestra que la vacuna contra la gripe porcina H1N1 fue una de las cinco vacunas desactivadas que aumentaron la mortalidad general, en especial entre las niñas.

El fracaso de Pandemrix debería ser útil. Nadie anticipó que una vacuna contra la gripe tuviera consecuencias genéticas. Ahora proponen inyectar ARNm para hacer que cada célula de su cuerpo produzca la proteína spike de SARS-CoV-2. ¿Cómo podemos pensar que las consecuencias a largo plazo de esto serán claras para septiembre?

Se pueden desarrollar vacunas más seguras

En mi reciente entrevista con Judy Mikovits, Ph. D., quien es bióloga celular y molecular, ella señala que existe una manera de producir una vacuna mucho más segura contra el COVID-19. Por supuesto, su propuesta nunca se revelará ni será considerada.

Ella propone una nueva vacuna para el virus como el SARS-CoV-2 que involucra el interferón alfa, pequeñas cantidades del virus y el péptido T, que bloquearían la interacción del virus y evitarían que las células T se infecten.

El interferón tipo 1 es un tipo de citoquina que el cuerpo libera como una defensa para combatir las infecciones virales. En pocas palabras, interfiere con la replicación viral. También se ha demostrado que suprime ciertos tipos de tumores. Como parte del sistema inmunológico, digiere el ADN viral y las proteínas virales en las células infectadas, mientras protege las células no infectadas.

El interferón alfa y beta también ayudan a regular la respuesta inmune. Como se señaló en un documento del 2018 sobre la naturaleza dual de los interferones Tipo 1 y Tipo 2, “las funciones antivirales e inmunomoduladoras son importantes durante la infección por virus no solo para limitar la replicación del virus e iniciar una respuesta inmunológica antiviral, sino para regular esta respuesta para minimizar el daño tisular”.

A diferencia de las vacunas convencionales, que en su mayoría se inyectan, esto sería oral y solo estimularía las respuestas humorales de los anticuerpos. Su versión también causaría una inmunidad celular innata de las células T. Como lo explicó Mikovits en nuestra entrevista más reciente presentada en mi artículo anterior “¿Los retrovirus podrían ser factores importantes para el COVID-19?“:

“Fui parte del equipo que utilizó la terapia inmunológica por primera vez, que es un interferón alfa tipo 1 purificado, como terapia curativa para la leucemia. Esa investigación está en curso desde hace décadas, [aún] la Administración de Alimentos y Medicamentos dijo: “No se puede usar para evitar que los coronavirus se traspasen de los animales [a los humanos]”.

El interferón tipo 1 es un alimento simple. Es un aerosol simple. Fue fabricado por Merck y ya está disponible, [pero] Merck dejó de usarlo. Pero ¿por qué si es la primera línea de prevención? El interferón alfa es el mejor antiviral para combatir los coronavirus y retrovirus”.

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