Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 17 de mayo del 2020.

  • Asimismo, parece que el SARS-CoV-2 fue manipulado para incluir componentes del VIH que destruyen la función inmunológica junto con los XMRV
  • Las personas ya infectadas con XMRV pueden desarrollar un caso grave de COVID-19 o morir a causa de la enfermedad. La investigación de Mikovits sugiere que más de 30 millones de personas en los Estados Unidos portan XMRV y otros gammaretrovirus a causa de vacunas contaminadas y suministros de sangre
  • Mikovits considera que las dosis bajas de interferón tipo 1 podrían ayudar a tratar el COVID-19
  • La prueba de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa), que se utiliza para diagnosticar una infección activa al detectar la presencia de material genético del SARS-CoV-2, subestima las tasas de infección. Para determinar la prevalencia del COVID-19, es necesario analizar los anticuerpos

Judy Mikovits, Ph. D., bióloga celular y molecular, e investigadora y antigua directora del Instituto Whittemore Peterson que investiga y trata el síndrome de fatiga crónica (SFC, por sus siglas en inglés) en Reno, Nevada.

Es probable que sea una de las científicas más calificadas para comentar sobre esta enfermedad debido a su investigación en biología molecular y virología. Mikovits es absolutamente brillante, pero al igual que muchos investigadores talentosos, sus complejas discusiones sobre la ciencia son bastante desafiantes para el promedio.

Es posible que el SARS-CoV-2 no sea la causa del COVID-19

Una de las revelaciones más impactantes que revela Mikovits es que no considera que el SARS-CoV-2 sea la causa del COVID-19, sino que simplemente activa o libera una infección latente por XMRV. Afirma que las personas con COVID-19 tienen la misma característica de citoquinas que el gammaretrovirus XMRV, que publicó hace muchos años.

XMRV significa “gamma retrovirus xenotrópico relacionado con el virus de la leucemia murina”, en donde xenotrófico se refiere a un virus que solo se replica en las células que son distintas de las de la especie huésped. Por lo tanto, los XMRV son virus que infectan células humanas, pero no son virus humanos.

El retrovirus XMRV es un virus que tiene la misma característica de tormenta de citoquinas que el COVID-19, y no de los coronavirus que son mucho más benignos. (Más información a continuación).

Además, puede haber otras infecciones que también contribuyen a la infección, como Borelia y Babesia o parásitos, por lo que algunos de los medicamentos antiparasitarios como la Ivermectina y la hidroxicloroquina han demostrado ser efectivos.

Los gammaretrovirus vacunales se han adaptado y esparcido

La investigación de Mikovits demostró que muchas de nuestras vacunas están contaminadas con gammaretrovirus. ¿Cómo sucedió esto? En resumen, los virus de la vacuna se replicaron y crecieron en cultivos de células animales que ya estaban contaminados con retrovirus. Es decir, la causa del problema proviene de usar líneas de cultivo celular contaminadas.

La fabricación de vacunas implica el uso de tejidos animales y muchas vacunas son líneas celulares de cultivo animal. Como se señaló en el documento de 2010, “Of Mice and Men: On the Origin of XMRV”, publicado en Frontiers in Microbiology (en el que Mikovits no participó):

“El nuevo gammaretrovirus xenotrópico relacionado con el virus de la leucemia murina (XMRV) es quizás el virus más controversial de este momento. Después de su descubrimiento en el tejido del cáncer de próstata de personas de Norteamérica, se detectó en personas con síndrome de fatiga crónica del mismo continente.

La detección de provirus XMRV en el tejido del cáncer de próstata demuestra que es un virus que se replica en las células humanas, y se desconoce cómo ingresó a la población humana.

Es posible que se haya transmitido de la exposición directa de ratón a humano o mediante el uso de productos relacionados con el ratón por parte de los humanos, como las vacunas.

Creemos que las células del ratón o las líneas celulares humanas que se utilizaron para la producción de vacunas podrían haberse contaminado con una variante de los precursores de XMRV codificados por el genoma del ratón”.

Mikovits va más allá, al explicar que “en 2011 se hizo evidente que estos virus se habían adaptado para hacerse volátiles”. Este es un hallazgo sorprendente, y esto es lo que permite que los gammaretrovirus se propaguen en los laboratorios de una línea celular a otra.

Esto podría estar relacionado con la investigación catalizada por Charles Lieber, antiguo jefe del departamento de química de Harvard, que es experto en nanociencia y fue arrestado por las autoridades federales a principios de este año por trabajar con el Instituto de Virología de Wuhan.

Los trabajadores del laboratorio también pueden estar propagándolos sin saberlo, ya que están utilizando líneas celulares contaminadas con retrovirus en la producción de vacunas que podrían provocar la propagación de estos retrovirus a través de la vacuna terminada. Mikovits sospecha que el COVID-19 puede ser un tipo de infección retroviral, derivada o inducida por la vacuna.

“No creo que él [COVID-19] sea una infección de la naturaleza”, explica. “Creo que su propagación en [210] países fue causada por inyección, y hay suficiente evidencia para respaldar dicha teoría”.

Una combinación de SARS, gammaretrovirus y VIH

Otra de sus teorías es que es poco probable que el SARS-CoV-2 tuvo un origen zoonótico, sino que quizás se produjo de manera sintética. Ella cree que se originó y escapó o filtró de un laboratorio de bioseguridad. Mikovits cree que ambos escenarios podrían ser una opción, donde un virus creado por el laboratorio está causando una infección grave o muerte solo en aquellos que tienen retrovirus en su cuerpo.

Mikovits sospecha que en las personas que no tienen infecciones retrovirales, el SARS-CoV-2 causa síntomas leves. Otra posibilidad es que el virus SARS-CoV-2 sea el resultado del crecimiento de coronavirus en líneas celulares contaminadas con retrovirus, lo que produce un virus portador de gammaretrovirus.

Según Mikovits, su trabajo del 2009 al 2011 sugirió que entre 25 y 30 millones de personas en los Estados Unidos eran portadores de XMRV y otros gammaretrovirus. Esa estimación tiene más de una década, por lo que es probable que la cifra sea mucho más elevada.

“Hay una familia de gammaretrovirus [en] el suministro de sangre contaminada y vacunas que aún se inyectan casi 10 años después”, explica.

“No necesitamos un virus infeccioso si se inyecta el modelo, si se inyecta el provirus. Y hay muchos datos que respaldan que el COVID-19 no es SARS-CoV-2, sino que es una combinación deSARS-CoV-2, XMRV (gammaretrovirus humanos) y VIH”.

¿Los tapabocas pueden aumentar las probabilidades de enfermarse?

Mikovits también es muy crítica con la recomendación (y en algunos lugares obligación) de usar un tapabocas o cubierta de tela como un pañuelo alrededor de la cara. Ella considera lo siguiente:

“Usar un tapabocas causará más secreciones, albergará a más células y amplificará cualquier virus. Los tapabocas son inmunosupresores, ya que limitan la capacidad de producir interferón tipo 1.

Lo que impulsa la infección en el cuerpo y no evita su propagación. [En cambio], amplifica [la replicación de] [SARS-CoV-2] y muchos otros [virus], incluyendo los XMRV, la influenza u otros virus.

¿Qué mantiene a esos virus inactivos? Las células asesinas naturales (NK, por sus siglas en inglés), los mastocitos y los macrófagos. Ahí es donde se desarrolla la característica inflamatoria.

Entonces, cada virus que amplifica impulsa la característica inflamatoria, y desarrollará la infección. [La enfermedad resultante] no tiene que ser SARS-CoV-2. Se enferma al activar los virus. Es una locura”.

Según explica, usar un tapabocas después de recibir una vacuna contra la gripe puede empeorar el resultado. Pero ¿por qué? Mikovits explica que, al estar inyectando tres o más cepas de virus de la gripe en su cuerpo, esto debilita la función del sistema inmunológico. También almacena los virus que están contenidos en la vacuna. Los tapabocas pueden beneficiar la infección, ya que los virus se almacenan ahí.

Por otro lado, no usar uno podría poner en peligro la salud de los demás. “Si expulsa [los virus] en el aire, hará que otra persona contraiga otra infección de las vías respiratorias superiores que permitirá que el [SARS-CoV-2] los enferme”, advierte.

Por qué las pruebas de PCR son una mala idea

También nos están mintiendo sobre la prevalencia de la infección. Nos enfrentamos a cifras de casos inflados porque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ya no necesitan que los médicos realicen pruebas para confirmar que un paciente está infectado o fallecido por COVID-19. Las cifras ahora incluyen casos “sospechosos” y “supuestos”.

Por supuesto, sin pruebas generalizadas y precisas, no hay forma de saber la prevalencia de la infección, y cuántas personas se enferman y mueren a causa de ella. El énfasis inicial en las pruebas de PCR resultó en falsos positivos masivos y un gran número de personas infectadas.

Como señaló Mikovits, es muy importante confirmar cada caso a través de las pruebas, ya que hay cientos, si no miles, de microbios que pueden causar infecciones de las vías respiratorias superiores, incluyendo los virus de la influenza estacional. Ninguno de esos debe agruparse con el COVID-19 si queremos comprender la verdadera naturaleza y el peligro de esta enfermedad.

Además, fue imprudente determinar el uso de la prueba de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa) en lugar de la prueba de anticuerpos, ya que prácticamente garantiza una sobreestimación del problema.

Ahora se está utilizando la prueba RT-PCR para diagnosticar una infección activa al detectar la presencia de material genético de SARS-CoV-2. Sin embargo, al hacerlo, terminaremos con altas tasas de falsos positivos. Mikovits explica cómo funciona la prueba RT-PCR:

“Tomamos un hisopo y raspamos algunas células epiteliales [desde la parte posterior de los senos paranasales o la garganta] porque eso es lo que infectan los coronavirus.

Obtenemos un poco de ARN, porque es un virus de ARN, lo transcribimos en reversa, lo que significa que lo escribimos al revés con enzimas en el laboratorio, y lo amplificamos [a través de] una reacción en cadena de la polimerasa.

Solo estamos tomando una parte del virus y no el virus completo, mientras que la Administración de Alimentos y Medicamentos y los CDC De los Estados Unidos admitieron que las pruebas de PCR estaban contaminadas.

Y al amplificarlo un millón de veces, o 10 millones de veces, en 30 ciclos más o menos, se estimula excesivamente el ARN, mientras que no se identificó ni aisló ninguna partícula [viral] de la saliva o fosas nasales Nadie tomó las secreciones de la nariz o la boca y aisló el virus [real].

[Cuando aislé]el VIH en 1983, lo aislé de la saliva. Lo que hacemos es tomar el virus y lo cultivamos en cualquier célula humana, en una línea celular apropiada, de esta manera hacemos muchas copias. La replicación viral significa que existe [una prueba positiva para] dicho virus. Luego se secuencia todo el virus.

Una prueba PCR, puede arrojar muchos falsos positivos [al amplificar fragmentos del ARN].

[También] demostramos que las personas que tenían [VIH] tenían anticuerpos, que habían estado expuestos por completo y que no era un fragmento de ácido nucleico en una biopsia, ni en la garganta ni en la nariz. [Una porción de ácido nucleico] no es un virus. Y sin duda no es infeccioso.

Si el ARN está allí y en una menor cantidad, no es posible que lo esparza al toser, en especial si no tengo tos. No hay manera que lo respire [e infecte] a otra persona porque no hay evidencia de un virus infeccioso”.

Los anticuerpos son la mejor estrategia de prueba

En lugar de usar pruebas de PCR, “se debió utilizar la prueba de anticuerpos”, dice Mikovits. Esto es lo que se hizo en Corea del Sur. Una prueba de anticuerpos determinará si tuvo la infección en algún momento y si ha desarrollado una fuerte respuesta inmune o memoria inmunológica que le permitirá combatir la infección.

“La epidemiología no se realiza con la prueba PCR. De hecho, Kary Mullis, quien inventó la PCR, el Premio Nobel y otros, dijo que la PCR nunca fue diseñada para pruebas de diagnóstico. Eso lo explica todo.

No se necesita mucho tiempo para desarrollar una prueba serológica [es decir, anticuerpos], solo toma algunas semanas. Es bastante fácil porque las personas que se han recuperado desarrollan anticuerpos. Entonces, aislamos dichos anticuerpos, tomamos el plasma, purificamos los anticuerpos y los cultivamos.

Y así se desarrollan las pruebas. En general, es ELISA o Western Blot [quienes verifican] la unión entre la proteína y el anticuerpo. El cuerpo desarrolla una actividad inmune que se detecta con un tinte. Es posible hacer la prueba con un dedo y toma 15 minutos obtener la respuesta, es como una prueba de embarazo”.

Creo que fue intencional usar la prueba PCR en lugar de una prueba de anticuerpos, ya que aumenta el número de casos. Mikovits está de acuerdo y explica lo siguiente: “No me haría ninguna prueba en este momento. Solo me lavo las manos y bebo agua de limón caliente como siempre durante cualquier temporada de gripe”.

El SARS-CoV-2 puede ser un virus creado en laboratorio

En el documental de Epoch Times, “Tracking Down the Origin of the Wuhan Coronavirus“, Mikovits detalla algunas de las pruebas que respaldan la opinión de que el SARS-CoV-2 no es un virus que evolucionó de manera natural, sino que fue creado en un laboratorio.

Una evidencia es que el virus contiene una envoltura proteica del virus VIH. También se asemeja al SARS que, según el experto en armas biológicas Francis Boyle, es un arma biológica diseñada.

Según lo explicado por Mikovits, un artículo detalló la presencia de Gp120, una envoltura proteica del virus del VIH. Ese documento se retiró demasiado rápido debido a la presión política. Sin embargo, el colega de Mikovits, Luc Montagnier, hizo un descubrimiento similar al encontrar Gp41 en el virus SARS-CoV-2, que es el dominio transmembrana del virus VIH.

“La gente de la India también tenía GAG. Es decir, proteínas estructurales. Eso le da una pista de que no fue una técnica CRISPR o un seudotipado donde se expresó de una manera de terapia génica. Si fuera CRISPR, no podríamos colocar las secuencias GAG.

Lo que se hizo es que el virus se adquirió a medida que desarrollaban el SARS-CoV-2 en las células Vero-E6, las células en el riñón de los monos donde se desarrolla el VIH.

El virus de la inmunodeficiencia de los simios fue el origen, y en los años 80 se dijo que una persona olvidó cocinar sus alimentos en África y unos cuantos hombres propagaron este virus en todo el mundo. Entonces, se pueden observar las mentiras de nuevo y las personas terminan creyéndolas”.

La adición de esta envoltura proteica del VIH le da al SARS-CoV-2 la capacidad de dañar el sistema inmunológico. También contribuye a su patogenicidad. Mikovits continúa su explicación de la siguiente manera:

“Primero se debe cultivar un virus para producir más. Entonces, se cultiva en líneas celulares. No tomaron el [SARS-CoV-2] de un murciélago que saltó a un humano. Por lo general pasa por una célula [de] un mono o un animal más pequeño. La línea celular que apoya el crecimiento y la expansión [de los virus] son las células renales de mono.

Quizás el [SARS-CoV-2] no fue diseñado en lo absoluto, pero el resultado final es que ahora no solo infecta las células epiteliales de los pulmones, sino que también infecta los glóbulos blancos y las células inmunes. Vemos la esplenomegalia en bazos grandes, así como penias, citopenias. Estamos perdiendo células como las células T que eliminan el VIH.

Por lo tanto, no solo tiene un rango más amplio de huéspedes, sino también síntomas de enfermedad que no pertenecen a un coronavirus.

Así que, estamos matando a las personas porque están tratando una infección de las vías respiratorias superiores, y están obteniendo esa característica de enfermedad inflamatoria porque infecta la respuesta inmunológica innata, los macrófagos, los monocitos, las células asesinas y las células T. En especial, las células T en los macrófagos porque son las células que el VIH 120 y el Gp41 infectan a través del CCR5 en el receptor CD4.

Entonces, afectaremos la respuesta inmunológica adaptativa, y de esta manera se fomentar la inflamación. Y la inflamación es lo que daña los tejidos”.

Otra característica que sugiere que el SARS-CoV-2 es un virus fabricado es su construcción de proteínas de espiga, que se unen a los receptores ACE2 para acceder a la célula. Esto es una característica de la ingeniería. Según Mikovits, está bastante claro que las proteínas provienen del virus SARS original, que también infecta por medio de los receptores ACE.

También hay “mutaciones de un solo punto que lo hacen mucho más infeccioso y fácil de propagar”, explica, “y nadie puede decir cómo se adquirieron”. Al menos no todavía. La nanotecnología también puede haber sido utilizada para facilitar la transmisión.

“El [tamaño] aumenta el rango del huésped. Así que ahora puede ingresar en cada célula. Ahora puede atravesar la barrera hematoencefálica. Eso es nanotecnología No se necesita un receptor. Es posible respirarlo y puede ingresar en cada célula del cuerpo. No se necesita un guardia, un receptor, una cerradura o una llave.”

Línea celular contaminada

Según Mikovits, una línea celular contaminada es la línea celular que proviene del riñón de un mono llamada Vero E6, que fue administrada por Fort Detrick, que es una instalación del Comando Médico del Ejército de los Estados Unidos que alberga muchos de nuestros programas de defensa biológica, así como el laboratorio del Instituto Nacional del Cáncer, donde solía funcionar el laboratorio de bioseguridad 4 (BSL-4) de Wuhan, China.

Esta línea celular es lo que el laboratorio de Wuhan usó para cultivar y estudiar los coronavirus, explica.

La línea celular de Vero aparece en el artículo del 2015, “A SARS-like Cluster of Circulating Bat Coronaviruses Shows Potential for Human Emergence,” (“Un grupo de coronavirus de murciélago similar al SARS ha demostrado ser una promesa para casos de emergencia en humanos”), coescrito por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y el Dr. Shi Zhengli, un virólogo chino en el laboratorio de Wuhan quien en 2010 publicó un artículo en el que se analizaba el uso del virus del SARS como arma.

Las células contaminadas del riñón también se usaron para producir vacunas contra la poliomielitis, señala Mikovits. Las vacunas originales contra la poliomielitis pasaron a través de los cerebros de los ratones, ya que en 1930 no existían líneas celulares en cuando se desarrolló dicha vacuna.

Según Mikovitz, la propagación de este retrovirus se ha producido a través de trabajadores de laboratorio y cuidadores de hospitales durante décadas.

“Es por eso que los estudios que hicimos fueron tan importantes”, dice, al referirse a los estudios en los que se realizó un seguimiento de la transmisión retroviral para determinar cómo se propagó entre los miembros de la familia.

Por desgracia, cada vez que se detectaban patrones, siempre se le indicaba que los tapara. Su negativa a ocultar la información fue lo que la llevó a su despido en 2011. Según Mikovits, estamos viendo el mismo patrón de evidencia durante la pandemia de COVID-19.

“Los patrones son los mismos en lo que respecta a la ciencia, así como en la corrupción política, la plaga de la corrupción, en el encubrimiento de datos”, dice.

Investigación pionera de XMRV

En 2009, Mikovits generó controversia cuando escribió un artículo que informaba sobre un retrovirus conocido como gammaretrovirus xenotrópico relacionado con el virus de la leucemia murina que puede ser un factor causal en el SFC y otras enfermedades, como el autismo. La entrevisté sobre esta historia intrigante y compleja en diciembre de 2018 (de clic en el link).

Su trayectoria profesional y problemas pasados también involucraron a Fauci quien, según Mikovits, es culpable del fraude científico. Ella detalla esto en su nuevo libro, Plague of Corruption: Restoring Faith in the Promise of Science.

Según Mikovits, Fauci no parece haber cambiado su estrategia, y sigue engañando al público y ocultando la verdad sobre el SARS-CoV-2, al igual que lo hizo con el virus del VIH y las enfermedades retrovirales.

“Creo que la mejor manera de abordar esto es al recordar mis primeras interacciones con el Dr. Tony Fauci cuando yo tenía 25 años y era un técnica de laboratorio en el Instituto Nacional del Cáncer. En ese momento, habíamos aislado, el virus de la linfadenopatía de la sangre y la saliva.

El cual fue llamado como virus asociado a linfadenopatía (LAV, por sus siglas en inglés) por Luc Montagnier, ganador de un Premio Nobel que aisló y descubrió ese virus y su relación con el VIH/SIDA.

En ese tiempo, Fauci retrasó las pruebas de serología [para averiguar] quién estuvo expuesto [al VIH]. Se politizó de tal manera que las únicas personas que [se decía que] eran susceptibles a infectarse eran los hombres homosexuales [y] las personas que utilizaban drogas administradas por vía intravenosa.

Se les dijo a las personas que no tenían que preocuparse. Ya que solo se propaga a través de la sangre y los fluidos corporales y no debería ser un problema para la mayoría de las personas.

Por lo tanto, las pruebas que podrían haberse realizado no se realizaron por razones políticas, mientras que los tratamientos no se realizaron porque Fauci tenía patentes y se estaba utilizando el tratamiento incorrecto. Eso condujo a la propagación y [muerte] de millones de personas en todo el mundo”.

El descubrimiento de los gammaretrovirus humanos

En última instancia, Mikovits y sus colegas descubrieron que el virus del VIH se propagó a través de un suministro de sangre contaminada. Después de eso, procedieron a buscar otras “enfermedades retrovirales relacionadas”, como el SFC, ciertos tipos de autismo, cáncer, leucemias y linfomas.

Los gammaretrovirus son virus que pueden causar cáncer, leucemia y deficiencias inmunes en varios animales. Los ejemplos incluyen el virus de la leucemia murina, el virus de la leucemia felina y el virus de formación. Como se explica en un documento de 2011 sobre retrovirus gamma:

“Los retrovirus son portadores genéticos optimizados que se han adaptado de manera natural a sus anfitriones para administrar sus ácidos nucleicos en la cromatina de la célula diana, lo que supera así las barreras celulares naturales.

Los vectores retrovirales son herramientas de entrega fascinantes y eficientes para transferir ácidos nucleicos. Como característica principal, todos los retrovirus son capaces de transcribir su genoma de ARN monocatenario en ADN bicatenario, que se integra de manera estable en el genoma de la célula huésped.

Dado a que son parásitos que evolucionaron, actúan en conjunto con los factores del huésped para entregar su ácido nucleico al núcleo, donde se aprovechan de la célula huésped para su propia replicación y se produce la expresión a largo plazo”.

La clave es que los retrovirus están “integrados en el genoma de la célula huésped” y la infección puede dar como resultado “una expresión a largo plazo”. Es decir, una vez que están en el cuerpo, pueden permanecer latentes, solo para reactivarse cuando las condiciones sean favorables.

En este sentido, son bastante diferentes de un virus promedio que, cuando está expuesto, invade las células, se replica, causa síntomas, y se elimina del cuerpo a través de la respuesta inmunológica.

En 2009, Mikovits y su equipo descubrieron y aislaron la primera familia de retrovirus de gammaretrovirus humanos, conocidos entonces como XMRV. Como se mencionó anteriormente, XMRV significa “gamma retrovirus xenotrópico relacionado con el virus de la leucemia murina”.

Xenotrófico se refiere a un virus que solo se replican en células distintas de las células de la especie huésped. Por lo tanto, los XMRV son virus que infectan células humanas, pero no son virus humanos.

Mi entrevista con Judy Mikovits

Para reiterar algunos de los mensajes más importantes que se mencionaron en la entrevista:

Ella cree que el COVID-19 no es causado solo por el SARS-CoV-2, sino que es el resultado de una combinación de SARS-CoV-2 (que parece haber sido manipulada para incluir componentes del VIH que destruyen el sistema inmunológico). La infección previa por XMRV (gammaretrovirus humano) puede facilitar la expresión del COVID-19.

Es decir, el SARV-CoV-2 puede iniciar el COVID-19, pero depende de una infección preexistente y el despertar de otros virus como XMRV, retrovirus gamma, Lyme y otras coinfecciones, incluyendo parásitos, y esta es la razón por la cual los medicamentos antiparasitarios como la hidroxicloroquina y la ivermectina pueden ayudar a tratar la infección.

Los productos sanguíneos y las vacunas están contaminados con XMRV que pueden dañar el sistema inmunológico y causar SFC, cáncer y otras enfermedades crónicas.

Los virus se propagan dentro de los laboratorios, ya que se han adaptado para activarse y contaminar las líneas celulares que se utilizan en la producción de vacunas y otras investigaciones virales, incluyendo la investigación sobre el coronavirus.

Las vacunas contra la gripe han propagado una serie de virus peligrosos en todo el mundo, que luego pueden interactuar con el SARS COV-2.

Es posible desarrollar vacunas más seguras, mientras que el interferón alfa podría ser una alternativa valiosa para combatir el COVID-19. Además de los interferones, otras opciones de tratamiento incluyen oxigenoterapia hiperbárica, cannabinoides (CBD), péptido T y soporte antioxidante.

El SARS-CoV-2 es más peligroso y virulento que los coronavirus típicos porque incluye secuencias de VIH, SARS y otro virus, ya que no solo infectan el epitelio respiratorio. También puede infectar células sanguíneas y órganos hematopoyéticos como el bazo.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.