La milpa es sustentable por donde la mires. Además, en torno a ella ha florecido nuestra cultura. Sin embargo, hemos estado cerca de perderla y olvidarla. Por eso hacer milpa es un acto de resistencia. 

Todas estas premisas están detrás del programa “Milpa sustentable” de la UNAM: una iniciativa brillante que podría ayudar a sembrar una milpa en cada casa. Pensemos que si cada familia mexicana tuviera la suya, no sólo se recuperaría la conexión esencial con el propio territorio; también obtendríamos los medios para que todos los habitantes de este país coman rico, sano y abundante. 

Probablemente la milpa, un genial sistema del pasado, sea la mejor forma de alimentarnos en el futuro y, de paso, hacerlo sin seguir abusando del medio ambiente.

¿De qué se trata “Milpa sustentable?

Durante los últimos cuatro años, estudiantes de la UNAM han colaborado para que más de 1,500 familias en comunidades del Estado de México, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala cuenten con una fuente de comida sustentable. Para lograrlo, idearon un esquema eficiente, sencillo y muy barato.

“Es una alternativa tecnológica que hace más eficiente la producción de maíz y que puede cambiar las condiciones de marginación de familias campesinas.” Así lo explicó Eduardo León Garza, creador del proyecto.

El sistema permite que el maíz utilice solo el agua que necesita, pues tiene una válvula para drenar la maceta (es una pequeña siembra). El agua drenada —que es está enriquecida por los nutrientes de la tierra donde se usó— pasa a otra maceta y es aprovechada por una nueva planta.

Esta micro-milpa no depende de la temporada de lluvias y gasta solo el 10% del agua que requieren los grandes cultivos. Las familias que utilicen esta idea podrían cosechar, por lo menos 3 veces al año, suficiente para alimentarse. Además, con los mismos recursos, podrían sembrar cultivos asociados al maíz: frijol, chile, calabaza, cilantro, rábano, haba, jitomate. Y no solo eso, es posible incluir alguna de estas 31 plantas medicinales asociadas a la milpa.

Cada familia podría comenzar a comer estos increíbles alimentos que se cultivan en sus propios patios y que se complementan entre sí —igual en la tierra que en la mesa— para nutrir al cuerpo. La dieta de la milpa es sin duda una opción muy atractiva, pues no solo es deliciosa, también es muy saludable y nos reconecta con nuestras tradiciones gastronómicas.

Sin duda sembrar maíz en casa es un esquema circular que no solo todos debemos apoyar, también deberíamos comenzar a practicar.

A favor de la salud, la justicia, las sustentabilidad, la paz y la democracia.