Por FAO, 9 de abril de 2019

Al participar en la Conferencia “Políticas de la Sader”, realizada en El Colegio de México (Colmex), el subsecretario informó, a un auditorio conformado por académicos fundamentalmente, sobre las especificidades de la política agrícola, que entre sus características cuenta con: impulsar salarios justos a los trabajadores del campo, un uso sustentable del agua y el suelo, la erradicación de plaguicidas altamente tóxicos, un impulso importante a prácticas agroecológicas, el rechazo a maíz y soya transgénicos y una orientación preferente al mercado interno para lograr la autosuficiencia en los productos principales de la dieta popular, lo cual hace contraste con las políticas inerciales prevalentes en las tres décadas recientes, de corte neoliberal.

Esta conferencia, que es un primer encuentro de varios que sostendrá la Sader con Colmex, forma parte del trabajo de la Red de Desigualdades de Colmex, la cual busca promover el conocimiento de las desigualdades en el medio rural en México, así como vincular a los sectores privado, gubernamental y académico para proponer soluciones innovadoras que abatan estas desigualdades.

En la conferencia, convocada por el Colmex y Sader, así como por la Representación en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Fundar, Relaser, Red GTD y la Red Mexicana de Agricultura Familiar, Víctor Suárez dijo que este gobierno aspira a un crecimiento anual de 4% del Producto Interno Bruto sectorial, en comparación con el 2.37% registrado en 2018.

“El modelo exportador de los gobiernos neoliberales demostró su fracaso, pues aunque se tuvo ese récord de la balanza agroalimentaria, con un superávit de 5 mil 800 millones de dólares en 2018, el crecimiento sectorial fue limitado y, si se toma en cuenta el aumento demográfico, fue apenas de 1%”, afirmó.

Agregó que, en cuanto a las importaciones, las realizadas en ese 2018 tanto en alimentos como en insumos y medios de producción (como semillas y maquinaria) sumaron alrededor de 380 mil millones de pesos, esto es “tres veces el presupuesto de las Secretarías de Bienestar y de Agricultura juntos”. 

El funcionario resaltó el Programa Producción para el Bienestar, el cual, con apoyos directos a productores de granos, está avanzando en pro de la autosuficiencia alimentaria.

“Hay datos que nos demuestran que es viable alcanzar la autosuficiencia; por ejemplo, el promedio anual de rendimientos por hectárea de maíz en el mundo es de 5 toneladas, y en México estamos en tres. Tenemos potencial para crecer”, comentó.

Dijo que Producción para el Bienestar tiene como característica también cerrar brechas sociales y regionales, al enfocarse en productores de pequeña y mediana escala, con predios de hasta 20 hectáreas, incorporar población indígena, y favorecer en montos y beneficiarios a la región sur-sureste. Otra característica del Programa es fomentar fuertemente las prácticas amigables con el medio ambiente.

Antonio Yúnez-Naude, académico del Centro de Estudios Económicos de Colmex, afirmó que la separación de la política social de la política económica fue un factor fundamental que propició el rezago de los productores de pequeña escala.  En los años recientes estos productores fueron atendidos con políticas asistenciales y no de fomento productivo.

En el evento estuvo presente Crispim Moreira, representante de la FAO en México, y participaron académicos de diversas instituciones, como Armando Bartra, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X); John Scott, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raymundo Campos, del Colmex, y Julio Moguel Viveros, de la Cátedra Thierry Linck, así como representantes de la sociedad civil, como Juliana Martínez Nacarato de Fundar, y César Ramírez de Red GTD.