Por Dr. Joseph Mercola, 7 de mayo de 2019

Historia en breve

El jurado le ordenó a Monsanto pagar 289 millones de dólares por daños y perjuicios a Johnson, de los cuales 33 millones fueron destinados a cubrir daños no económicos, por dolor y sufrimiento. En octubre, el juez confirmó el veredicto de culpabilidad, pero redujo la compensación económica total a 78 millones de dólares

Pero, Bayer/Monsanto apeló el veredicto. En su escrito de apelación, la empresa solicitó la reversión de la compensación económica otorgada por daños con base en el hecho de que Johnson estaba a punto de morir

Las investigaciones recientes demuestran que el glifosato puede tener efectos multigeneracionales. Las ratas preñadas y expuestas a la mitad del nivel de glifosato de efecto adverso no observado, establecido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria entre el 8. º y el 14. º. día de gestación, tuvieron descendientes con tasas más altas de defectos de nacimiento, obesidad y enfermedades renales, de la próstata, testiculares, de los ovarios y glándulas mamarias (senos)

Los varones de tercera generación exhibieron una tasa de enfermedad de la próstata 30 % más alta que los controles, mientras que las mujeres de una tercera generación presentaron una tasa de enfermedad renal 40 % más alta. La probabilidad de cáncer se elevó en ratas de segunda generación, al contrario de la primera y tercera generación

El 10 de agosto de 2018, un jurado encontró que Monsanto (ahora propiedad de Bayer AG) había “actuado con malicia u opresión” y que era responsable de “fallas negligentes” al no advertirles a los consumidores sobre la carcinogenicidad de su herbicida ‘Roundup’. La parte demandante en este caso histórico es Dewayne Johnson, de 46 años, quien está muriendo de un linfoma no Hodgkin.

Johnson fumigó con alrededor de 150 galones de ‘Roundup’ 20 a 40 veces al año mientras trabajaba como jardinero en el distrito escolar de Benicia, en California, desde 2012 hasta finales de 2015. Su demanda, presentada en 2016 después de que enfermó demasiado para poder trabajar, acusó a Monsanto de encubrir los peligros del ‘Roundup’ para la salud.

El jurado ordenó a Monsanto pagar 289 millones de dólaares por daños a Johnson, de los cuales 33 millones fueron destinados a cubrir daños no económicos, por dolor y sufrimiento. En octubre, el juez confirmó el veredicto de culpabilidad, pero disminuyó la compensación económica total a 78 millones de dólares.

Monsanto/Bayer quiere que se reduzca la compensación económica por daños con base en que el demandante está a punto de morir

Como se esperaba, Bayer/Monsanto apeló la resolución. Lo impactante es el argumento de la empresa para disminuir significativamente aún más la compensación económica por daños. En su escrito de apelación, la empresa solicita la reversión de la compensación económica otorgada por daños con base en el hecho de que Johnson a punto de morir. En la página 87, la apelación establece que:

“Un jurado puede otorgar compensación por daños no económicos futuros, tan solo por cuestión del dolor y sufrimiento que un demandante podría razonablemente experimentar con base en su ‘vida proyectada en el momento del juicio’…

[‘[El] daño causado por dolor y sufrimiento futuro se basa en la probable esperanza de vida del demandante con respecto al estado de su lesión… [La] compensación por dolor y sufrimiento es una indemnización por el dolor y sufrimiento que realmente se experimenta, y en la medida en que la muerte prematura termine con el dolor y sufrimiento, la compensación debe terminarse’]…

Una indemnización es excesiva si ‘sugiere que hubo consideraciones impropias que influyeron en el jurado’ … En el último alegato, el abogado del demandante ignoró estos principios. Le solicitó al jurado otorgar 1 millón de dólares al año por daños no económicos pasados y futuros, y afirmó que el demandante ‘viviría entre 2 y 33 años’.

Al hacerlo, el abogado del demandante instó al jurado a ignorar las pruebas presentadas a través de su médico experto, el Dr. Nabhan, que indicaban que el demandante no viviría más allá de diciembre de 2019, o aproximadamente un y medio años después del juicio…

Luego, pidió 33 millones de dólares en daños no económicos futuros, ‘[si] vive solo dos años, los años restantes que no pueda vivir también representan un millón de dólares.

Entonces, no importa si muere en 2 o 20 años… [M]erece recibir esa compensación económica’… [solicitó al jurado otorgar U33 millones de dólares en daños no económicos futuros con base en la ‘posible expectativa de vida del demandante a lo largo de los años que no vivirá’…]).

Y el jurado le otorgó a la parte demandante exactamente lo que su abogado solicitó, 33 millones de dólares en daños no económicos futuros…

El tribunal planteó dos preguntas para que las partes las abordaran en el argumento, ‘¿es la compensación económica de 33 millones de dólares por daños no económicos futuros basada en el argumento de la parte demandante de indemnizar con 1 millón de dólares por cada año de esperanza de vida perdida?

Si es así, ¿Dicha compensación es inadecuada en cuestión de ley? ‘Sin embargo, el tribunal de primera instancia se negó a seguir esta línea de investigación hasta su conclusión inevitable…

El Dr. Kuzel también sugirió que la parte demandante “podría curarse de esta enfermedad y tener una esperanza de vida normal’. Pero, incluso bajo esta hipótesis… el jurado no tenía bases para indemnizar los daños por dolor y sufrimiento después de que la parte demandante fuera curada…

En resumen, el tribunal debe revertir la compensación por daños no económicos futuros, porque no está respaldada por pruebas de expectativa de vida proyectada de la parte demandante al momento del juicio”.

En esencia, la empresa es culpable de matar a Johnson 33 años antes de tiempo, si asumiera que tendría una esperanza de vida normal de 79 años, ¡y ahora Bayer quiere disminuir la compensación económica por daños debido a que solo le quedan menos de dos años de vida!

Incluso, para el estándar de Monsanto, esto es más bajo, y representa una prueba evidente de la insensible falta de consideración de la empresa hacia la vida humana.

La segunda demanda finaliza en veredicto de culpabilidad y 80 millones de dólares por daños

El 19 de marzo de 2019, un jurado de los Estados Unidos dictaminó que el ‘Roundup’ era un factor causal y sustancial en el cáncer de un segundo demandante, Edwin Hardeman. El juez Vince Chhabria aprobó la moción de Monsanto de dividir el juicio en dos fases, la primera fase limitaba la evidencia a lo que se relacionaba solo con causalidad.

En la segunda fase, los miembros del jurado escucharon evidencia relacionada con responsabilidad. El 27 de marzo, el jurado determinó que Monsanto había actuado con negligencia y le otorgó a Hardeman 80 millones de dólares por daños, incluyendo 75 millones de dólares por daños punitivos.

Un tercer caso contra Monsanto (Stevick versus Monsanto) estaba originalmente programado para juicio el 20 de mayo. Sin embargo, recientemente Chhabria anuló la fecha del juicio y ordenó a Monsanto/Bayer comenzar la mediación con todas las partes demandantes restantes en el litigio federal multidistrital supervisado por él, alrededor de 800 partes en total.

Además de esto, Monsanto se enfrenta a más de 10 000 demandantes adicionales que afirman que ‘Roundup’ causó su linfoma no Hodgkin.

Las partes demandantes solicitan orden de restricción contra la publicidad de Monsanto

En otro juicio de ‘Roundup’, en el Tribunal Superior del Condado de Alameda, una pareja casada, Alva y Alberta Pilliod, afirmaron que desarrollaron un linfoma no Hodgkin después utilizar ‘Roundup’ con regularidad. Según informó el grupo U.S. Right to Know (USRTK):

“El abogado de las partes demandantes, Mike Miller, le solicitó al juez Winifred Smith que emitiera una orden de restricción temporal contra Monsanto por la excesiva publicidad que la empresa emitía en defensa de la seguridad de sus herbicidas, incluyendo un anuncio de una página completa en el períodico Wall Street, el 25 de marzo, el día en que comenzó el voir dire para la selección del jurado en el caso Pilliod”.

El equipo jurídico de Monsanto respondió que The Miller Firm había participado en su propia campaña publicitaria en un esfuerzo por añadir más clientes en su litigio contra el ‘Roundup’. La firma también publicó un anuncio en el San Francisco Chronicle siete días antes de que comenzara el caso Pilliod, en el que afirmaban que la exposición al ‘Roundup’ podría duplicar o triplicar el riesgo de linfoma no Hodgkin.

Así mismo, Monsanto argumentó que se habían publicado 2 187 anuncios contra el ‘Roundup’ en televisión y radio entre el 1 de diciembre de 2018 y 21 de marzo de 2019 en el mercado de San Francisco.

Al final, el juez Smith rechazó la solicitud del demandante para que Monsanto dejara de anunciar que ‘Roundup’ tenía 40 años de uso seguro y que los estudios científicos demostraban su seguridad.

Los documentos de Monsanto revelan una estrecha relación con una reportera de Reuters

En noticias relacionadas, los documentos descubiertos durante los múltiples juicios contra Monsanto (conocidos coloquialmente y colectivamente como Los Documentos de Monsanto) revelaron que la empresa había reclutado a la reportera de Reuters, Kate Kelland, en su intento por desacreditar a la Agencia Internacional para la Investigación Contra el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), una división de la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de que los científicos de IARC reclasificaran el glifosato como probable agente cancerígeno humano en 2015.

La reportera de investigación de USRTK, Carey Gillam, escribió:

“No solo Kelland escribió una historia en 2017 que Monsanto le solicitó que escribiera exactamente de la forma en que Sam Murphey, ejecutivo de Monsanto, le requrió escribir (sin revelarles a los lectores que Monsanto era la fuente), sino que ahora hemos encontrado evidencia de un borrador de otra historia que Kelland había redactado sobre el glifosato que fue entregada a Monsanto antes de su publicación, una práctica que normalmente es desaprobada por los medios de comunicación… La versión final se publicó el 13 de abril de 2017″.

Otro correo electrónico sugiere que Monsanto participó en la elaboración de al menos otros dos informes de Kelland que eran fundamentales para IARC, incluyendo su informe “Special Report: How the World Health Organization’s Cancer Agency Confuses Consumers”, publicado en abril de 2016.

Según Gillam, Kelland también “ayudó a Monsanto a crear una historia falsa sobre el científico del cáncer Aaron Blair, en su rol como jefe del grupo de trabajo de IARC, quien clasificó al glifosato como un probable agente cancerígeno”.

La correspondencia interna de la empresa demuestra que Murphey envió la historia y puntos de debate que deseaba que ella utilizara y cubriera, incluyendo las partes de una declaración que Blair había otorgado, la cual no se había presentado ante un tribunal. Kelland publicó la historia, al citar “documentos legales” como su fuente, cuando de hecho su fuente era Monsanto.

“Al atribuir falsamente la información con base en estos documentos legales, evitó revelar el rol de Monsanto en la dirección de la historia”, escribió Gillam, y agregó que, “cuando se publicó la historia, expuso a Blair como una fuente de ‘información importante’ oculta, quien no encontró vínculos entre el glifosato y cáncer por medio de IARC.

Kelland escribió que una declaración exponía que Blair “había señalado que los datos habrían alterado el análisis de IARC”, aunque una revisión de la declaración real demuestra que eso no fue lo que indicó Blair. Kelland no proporcionó ningún vínculo con los documentos que citó, lo que hace imposible que los lectores puedan saber que tan imprecisa es su declaración”.

Esta historia fue ampliamente utilizada por Monsanto en sus esfuerzos por desacreditar al IARC y despojarla de los fondos de los Estados Unidos. Gillam agregó, “como nota personal, pasé 17 años como reportera en Reuters encubriendo a Monsanto y me horroriza esta violación en los estándares periodísticos”.

Según Gillam, el editor de Reuters, Mike Williams, y la editora de ética, Alix Freedman, apoyan la historia de Kelland sobre Blair y se han negado a hacer una corrección, sobre lo cual indica que, “en particular, es digno de mención que Alix Freedman es la misma persona que me dijo que no tenía permitido escribir sobre varios estudios científicos independientes sobre el glifosato de Monsanto que demostraban sus efectos dañinos”.

La EPA solo es otra agencia captada por Monsanto

Los correos electrónicos y documentos internos también demuestran que los funcionarios de alto rango de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos se había aliado y protegido los intereses de Monsanto por medio de la manipulación y prevención de investigaciones clave sobre el potencial cancerígeno del glifosato.

En otras palabras, el dinero de los contribuyentes se ha utilizado para proteger a Monsanto de la responsabilidad y obstruir la capacidad de los consumidores para demostrar los daños.

La empresa Monsanto ha defendido la seguridad de ‘Roundup’ en los tribunales al apoyarse en un informe de la EPA realizado en 2016, que encontró que el glifosato “no era probable agente cancerígeno” para los seres humanos.

En ese momento, Jess Rowland era el director asociado de la Oficina de Programas de Plaguicidas (OPP) de la EPA, la División de Efectos en la Salud, y también era el autor clave de ese informe.

La conclusión de la EPA, que está en contra de la determinación de IARC de que el glifosato era probable agente cancerígeno, recibió severas críticas; tanto así que, recientemente se convocó un panel asesor científico para evaluar la solidez de la determinación de la EPA.

Según algunos de los miembros de este panel, la EPA violó sus propias directrices al descartar y minimizar los datos de los estudios que relacionaban el glifosato con el cáncer.

La correspondencia por correo electrónico entre la toxicóloga de la EPA, Marion Copley y Rowland, sugiere que Rowland se puso de acuerdo con Monsanto para exponer al glifosato como un agente no cancerígeno.

Copley citó evidencia que demuestra que el glifosato es tóxico para los animales y acusó a Rowland de participar en el “juego de intrigas políticas con los estudios científicos” para ayudar a Monsanto. Rowland también le advirtió a Monsanto sobre la determinación de IARC meses antes de que se hiciera pública, lo que le dio tiempo a la empresa para planificar su estrategia de defensa.

La correspondencia por correo electrónico también demostró que Rowland había ayudado a detener una investigación sobre glifosato por parte de la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés), que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, en nombre de Monsanto.

En un correo electrónico, Jenkins relata una conversación que tuvo con Rowland, en la que Rowland indicó que, “si puedo detenerla, debería obtener una medalla”, en referencia a la investigación de la ATSDR.

En la correspondencia entre Daniel Jenkins, Gerente de asuntos regulatorios de Monsanto, y William Heydens, Científico en jefe de Monsanto, Jenkins también confirma que Monsanto tenía muchas más razones para preocuparse por la ATSDR que por la EPA, ya que la primera tenía la reputación de ser “MUY conservadora y similar a IARC” y “un peligro”.

Rowland no era el único funcionario de la EPA que trabajaba en nombre de Monsanto

En un artículo de Huffington Post de 2017, Gillam citó evidencia que demostraba que Rowland no actuaba solo.

Otros ejemplos de funcionarios de la EPA de alto rango que también parecen haber trabajado en nombre de Monsanto son Jim Jones, Administrador asistente de la Oficina de Seguridad Química y Prevención de la Contaminación, quien supervisó el OPP de la EPA, “una persona designada por el presidente que ejerció una gran influencia”, escribió Gillam, y Jack Housenger, director de OPP.

“En vez de alentar y apoyar la revisión de la toxicología del glifosato, los funcionarios de Monsanto y EPA se quejaron repetidamente ante la ATSDR y HHS [El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos] que dicha revisión fue innecesariamente “duplicada” y debería situarse en segundo plano en una revisión de la EPA que también se encontraba en curso”, escribió Gillam.

En su artículo, presenta un cronograma diario de correspondencia (con enlaces a los documentos en cuestión) que se realizaron entre el 19 de mayo y 23 de octubre de 2015, momento en el que la revisión de ATSDR se encontraba “totalmente en pausa”.

Un nuevo estudio demuestra que el glifosato podría dañar la salud de múltiples generaciones

En otras noticias relacionadas, los investigadores de la Universidad del Estado de Washington informan que el glifosato puede generar efectos multigeneracionales.

Según los investigadores, el primer estudio en su tipo encontró que las ratas preñadas y expuestas al glifosato entre el 8. º y el 14. º día de gestación tenían descendientes con tasas más altas de defectos de nacimiento, obesidad y enfermedades renales, de la próstata, testiculares, de los ovarios y glándulas mamarias (senos).

Las ratas de tercera generación también exhibieron tasas significativamente más altas de ciertas patologías. Por ejemplo, los machos de tercera generación tenían una tasa de enfermedad de la próstata 30 % más alta que los controles, mientras que las hembras de tercera generación tenían una tasa 40 % más alta de enfermedad renal.

Un tercio de las hembras de segunda generación también tuvieron partos difíciles, y 2 de cada 5 ratas de tercera generación eran obesas. Lo más notable es que la dosis utilizada (25 mg/kg de peso corporal al día) fue la mitad del nivel de efecto adverso no observado (50 mg/kg/día) establecida por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en 2015.

El cáncer aumentó en ratas de segunda generación, al contrario de la primera y tercera generación. De forma curiosa, la pubertad tardía afectó a los machos de primera y segunda generación, pero no a los machos de tercera generación, mientras que, en las hembras, la etapa de pubertad se retrasó solo en la segunda generación. Según los autores:

“El estudio actual proporciona el primer análisis de los posibles impactos transgeneracionales del glifosato en mamíferos. La exposición de una hembra gestante expone directamente a la hembra de la generación F0, descendencia de la generación F1 y línea germinal en la descendencia de la generación F1 que puede generar los nietos de la generación F2.

Por lo tanto, la primera generación transgeneracional son los bisnietos de la generación F3, quienes no tienen ninguna exposición directa, Fig. 7 …