Por Consumo Responsable, abril de 2019

Una forma de ejercer un consumo responsable es consumir productos ecológicos. Esta agricultura se basa en sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente, y busca obtener alimentos libres de contaminantes; reduce costes de producción y ofrece una rentabilidad razonable a los productores.

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Andalucía cuenta en la actualidad con 866.792 hectáreas de superficie de agricultura ecológica, el 54% del total nacional, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. España, por su parte, es líder en la Unión Europea en estos cultivos, a lo que hay que unir además las más de 1.700 explotaciones ganaderas ecológicas de Andalucía, que suponen también más del 50% del total nacional.

La ganadería ecológica genera también productos con alto valor añadido, ya que los ganaderos mantienen el ciclo natural y el espacio al aire libre necesario para los animales. Así, el alimento del ganado se cultiva en fincas ecológicas, sin emplear hormonas ni aditivos, e intentando minimizar los tratamientos veterinarios, que se aplican sólo cuando es imprescindible para el bienestar animal.

Por otra parte, en la última década están surgiendo con fuerza actividades como la acuicultura ecológica. Andalucía es, de hecho, la única Comunidad Autónoma que produce pescado y caviar ecológico, y podemos encontrar trucha, esturión, lubinas y doradas.

Los productos ecológicos pueden reconocerse gracias su etiquetado, ya que la normativa dicta unos requisitos mínimos en cuanto a la identificación de alimentos producidos mediante este tipo de agricultura.

La etiqueta contendrá obligatoriamente el nombre y/o el código de la entidad certificadora. Dicho código está formado por las iniciales ES, que indican que el producto está certificado en España; las iniciales AN de Andalucía, un número de dos dígitos que identifica a la entidad certificadora, y concluye con las siglas AE en referencia a la Agricultura Ecológica.

Etiqueta europea

Existe además otro distintivo, como es la etiqueta ecológica Unión Europea, que supone un canon de calidad que otorga el ejecutivo comunitario. Su objetivo es fomentar los productos con un impacto reducido en el medio ambiente antes que los demás productos de la misma categoría, y proporcionar a los consumidores información exacta y con base científica sobre los productos.

En este enlace a la web de la Comisión Europea podéis encontrar más información sobre este tema.

Ventajas del consumo de alimentos ecológicos

– No utilizan en su producción fertilizantes y pesticidas químicos y están protegidos por una estricta normativa de calidad y control.

– Tienen más sabor al no utilizar aditivos ni conservantes.

– Fomentan un desarrollo rural sostenible.

– Facilitan la conservación de los suelos, al afectar en menor medida a sus componentes naturales.

– Conservan la biodiversidad de las especies naturales.

– Limitan los problemas de contaminación de las aguas y los suelos provocados por la utilización abusiva de fertilizantes y pesticidas químicos.

– Fijan poblaciones en los núcleos rurales al desarrollar un modelo agrícola sostenible.

– Contribuyen al mantenimiento de las pequeñas explotaciones.

– Promueven el empleo.

– Aumentan la autoestima, la innovación y el interés social de los productores.

– Mejoran la salud pública.

– Se basan en la equidad y en un mercado justo.

– Promueven sistemas productivos eficientes.

– Protegen el medio ambiente.

– Promueven la estabilidad de los sistemas agrarios.

– Potencian la diversidad.