Por Dr. Joseph Mercola, 12 de febrero de 2019

Historia en breve

  • En 2016, los investigadores descubrieron que el gen ANP32 de los pollos codifica una proteína que es necesaria para que el virus de la gripe prospere y se encontraron con que al retirar este gen de las células éstas se volvían inmunes a la gripe
  • Los científicos utilizaron la tecnología CRISPR para eliminar una parte del gen ANP32 y de esta manera crear pollos resistentes a la gripe
  • Los alimentos producidos por medio de la edición genética no están sujetos a las regulaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ni a las de otras agencias reguladoras. Sin embargo, un consejo consultivo del USDA recomendó que no se etiquete a estos productos como orgánicos

El nacimiento de los primeros pollos genéticamente editados ya se ha programado y ocurrirá en el Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo en Escocia.

Estas aves de corral han sido modificadas para resistir la gripe ya que ésta es una afección que se propaga a gran velocidad entre las aves de las CAFO (operaciones concentradas de alimentación animal) y tiene el potencial de ser transmitida a los humanos.

En un comunicado de prensa, Wendy Barclay, viróloga del Imperial College de Londres, dijo que “Si pudiéramos evitar que el virus de la influenza sea transmitido desde las aves silvestres a las gallinas, frenar el origen la siguiente pandemia”.

Por supuesto, la forma más sencilla de frenar la propagación masiva de la gripe aviaria sería cambiar la forma en que se crían los pollos, colocándolos en pastizales al aire libre en lugar de dejarlos abarrotados en operaciones tipo CAFO que están plagadas de enfermedades.

Pero, en 2016, los investigadores descubrieron que el gen ANP32 de los pollos codifica una proteína que es necesaria para que el virus de la gripe prospere y se encontraron con que, al retirar este gen de las células, éstas se volvían inmunes a la gripe.

Se crean pollos con ADN modificado

Para poder crear pollos transgénicos, los científicos utilizaron la tecnología de edición de genes conocida como CRISPR, cuyo acrónimo en inglés significa repeticiones palindrómicas regularmente interespaciadas y agrupadas.

A diferencia de los alimentos genéticamente modificados (GM), a los cuales se les pueden insertar genes de otras especies, la edición de genes implica alterar el ADN de un organismo.

Lo que estos científicos hicieron fue enfocarse en eliminar una parte del gen ANP32 para crear pollos resistentes a la gripe.

“Hemos identificado que esta pequeña modificación detendrá a este virus antes de que pueda desarrollarse”, dijo Barclay. Pero se están dando cuenta de que la recepción de estos pollos transgénicos por parte del público no será tan positiva.

Barclay dijo a Reuters que “la gente come productos de animales de granja que han sido alterados tras décadas de reproducción tradicional. Pero puede que se sientan nerviosos con la idea de comer alimentos cuya genética ha sido editada”.

De hecho, tal como ocurre con los organismos genéticamente modificados (transgénicos o GMO), existen muchas incógnitas sobre la edición de genes en lo que respecta a la salud y al medio ambiente.

Además, los alimentos producidos por medio de la edición genética no están sujetos a las regulaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ni a las de otras agencias reguladoras. Sin embargo, un consejo consultivo del USDA recomendó que no se etiquete a estos productos como orgánicos.

De hecho, en marzo de 2018, el USDA emitió una declaración en la que señaló que no se encargaría de regular los cultivos editados con la tecnología CRISPR y dijo que: “De esta manera, el USDA busca permitir la innovación siempre y cuando no se presente ningún riesgo”.

Debido a la ambigüedad en las regulaciones, así como por la accesibilidad y resultados rápidos proporcionados por la edición genética, se ha denominado como la próxima “revolución alimenticia”, por lo menos con respecto los alimentos de origen vegetal, pero aún no se sabe si lo mismo ocurrirá con los animales.

En los Estados Unidos, se ha propuesto que no es necesario etiquetar a este tipo de alimentos, pero la Unión Europea dictaminó que deberían regularse en la misma medida en que se regula a los GMO.

Edición de genes tiene efectos secundarios en los animales

Las tecnologías de edición de genes son muy recientes, pero avanzan a un ritmo acelerado. Sin embargo, con esta innovación han surgido algunos contratiempos que deberían, al menos, levantar algunas advertencias.

Los investigadores han utilizado la herramienta CRISPR-Cas9, así como otras tecnologías de edición de genes, para crear vacas que resistan a temperaturas más cálidas (para que puedan criarse en los trópicos), cabras con más lana de cachemira y conejos y cerdos con mayor volumen de tejido muscular.

Sin embargo, hubo graves efectos secundarios, como el crecimiento exagerado de las lenguas de los conejos.

Entre el 20 % de los cerdos que fueron alterados por medio de la eliminación del gen MSTN que se encarga de la producción de miostatina, proteína que limita el crecimiento muscular, se encontró que junto con el desarrollo de músculos más grandes venía la aparición de vertebras adicionales.

De acuerdo con los investigadores “este fenómeno nunca se había reportado en otros animales que hayan tenido una modificación del gen MSTN”, y es ahí donde radica el problema.

Si bien los científicos han hecho grandes avances en el mapeo genético de organismos completos, aún falta mucho por aprender acerca del propósito de los genes individuales y de cómo interactúan entre sí.

Como tal, hacer ajustes a los genes, incluso aquellos que buscan ser precisos, a menudo tiene consecuencias inesperadas e indeseadas.

Los alimentos de edición genética podrían afectar los patrones de expresión génica en humanos

En los Estados Unidos, la FDA considera que la mayoría de los alimentos de edición genética (GE, por sus siglas en inglés) son “sustancialmente equivalentes” a los alimentos sin edición genética y, por lo tanto, los clasifica con un “reconocimiento general de seguridad”, por lo que no necesitan aprobación previa para su comercialización.

Sin embargo, hay mucho que no sabemos sobre el destino de los alimentos de edición genética ni del ADN que se deriva de ellos una vez que ingresan a nuestros cuerpos.

Sin embargo, una investigación publicada en Food and Chemical Toxicology reveló que, más allá de sobrevivir a las duras condiciones de digestión y procesamiento, los “fragmentos de ADN pueden sobrevivir en grandes cantidades y llegar a la sangre y tejidos de los consumidores humanos y animales”.

Contamos con pocas pruebas de que el ADN que proviene de los alimentos se puede integrar al genoma del consumidor y de que puede haber una transferencia horizontal del ADN de cultivos transgénicos hacia las bacterias intestinales”.

La transferencia vertical de genes, o herencia vertical (es decir, la reproducción natural), es la transmisión de genes de la generación parental hacia su descendencia a través de la reproducción sexual o asexual, como la cruza de un macho y una hembra de cierta especie.

Por el contrario, la transferencia horizontal de genes implica inyectar un gen de cierta especie a otra especie diferente, lo que produce resultados inesperados y, a menudo, impredecibles. Mae-Wan Ho, director del Institute of Science in Society del Reino Unido, declaró que:

“Es evidente que la transferencia horizontal de ADN genéticamente modificado es una realidad, y una muy frecuente.

Hay evidencia que se remonta a inicios de 1990 e indica que el ADN obtenido de alimentos y piensos puede sobrevivir al tracto digestivo y pasar a través de la pared intestinal para ingresar al torrente sanguíneo. El tracto digestivo es un espacio clave para la transferencia horizontal de genes hacia (y entre) las bacterias y otros microorganismos.

La evidencia reciente, obtenida con métodos de detección directa, indica que la transferencia horizontal del ADN genéticamente modificado se ignora con frecuencia, en gran parte debido a que la gran mayoría de las bacterias en el entorno biológico, sobre todo en el intestino, no pueden ser cultivadas.

… no obstante, los organismos más desarrollados, incluyendo a los seres humanos, son mucho más susceptibles a la transferencia horizontal de genes en comparación con las bacterias.

Lo anterior se debe a que las bacterias requieren un alineamiento de secuencias (similitudes) para poder incorporarlo en el genoma, que es algo que los organismos desarrollados no necesitan”.

Un estudio de la revista Food and Chemical Toxicology encontró que el ácido micro-ribonucleico (microARN) de los alimentos genéticamente modificados puede ingresar al cuerpo y afectar la expresión de genes en diferentes órganos.

Según Ho, “Un tipo de ácidos nucleicos, los microARN, regulan de manera directa la expresión de los genes a través de un proceso sumamente complejo y flexible que cambia según el contexto en el que se encuentren.

En consecuencia, los GMO basados en los microRNA (miRNA en inglés) tienen muchos efectos perjudiciales que son en extremo impredecibles e incontrolables”.

Si bien los alimentos genéticamente modificados y los alimentos de edición genética no son lo mismo, existen preocupaciones similares para ambas tecnologías.

Jaydee Hanson, analista del grupo de defensa del Centro para la Seguridad Alimentaria y de Nutrición, dijo para National Geographic que, en pocas palabras, la edición genética es “la nueva forma de ingeniería genética, ya sea que se le llame transgénico [GMO] o no”.

Pollos transgénicos son producidos para hacer medicamentos más baratos

Los científicos del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo (el instituto responsable de crear a la oveja Dolly, que fue el primer animal clonado) también han creado pollos transgénicos que tienen genes agregados para codificar la IFNalpha2a, una proteína humana con efectos anticancerígenos y antivirales, y la MCSF, una proteína que ayuda a producir glóbulos blancos.

Estos pollos ponen huevos que tienen efectos anticancerígenos en sus claras y los investigadores creen que las sustancias podrían extraerse para ser usadas como parte de un método rentable de producción de medicamentos.

Anteriormente, los investigadores usaron la codificación del ADN para introducir el parásito de la malaria en el genoma de las cabras relacionado con la producción de la leche.

Los experimentos estaban enfocados a producir una vacuna contra la malaria que fuera “comestible”, con el objetivo de que los niños se vacunen por medio de beber leche.

Se está ‘editando’ a estos animales para prevenir enfermedades

Los pollos inmunes a la gripe del Instituto Roslin son solo un ejemplo de la tecnología de edición de genes en acción.

Los investigadores también han extraído una sección del ADN de los cerdos que se encarga de prevenir el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS, por sus siglas en inglés), una enfermedad común entre los cerdos de las CAFO que puede ser mortal. Este tipo de ediciones son permanentes y se transmiten a las siguientes generaciones.

En otro proyecto, que fue financiado por el USDA, los investigadores agregaron el gen SRY al ganado, lo cual provocó que las vacas hembras se convirtieran en machos. Estos nuevos especímenes desarrollaron músculos más grandes, así como un pene y testículos, pero sin la capacidad de producir esperma.

El ganado macho (o similar al macho) es más valioso para la industria de la carne porque crece mucho más y con mayor rapidez, lo que permite a las empresas obtener mayores ganancias en menos tiempo.

Otras compañías de biotecnología han decidido enfocarse en los genes destinados a aliviar el sufrimiento de los animales, ya que creen que esto puede suavizar la tensión que hay por parte de los reguladores y consumidores que desconfían de esta tecnología. “Se trata de una historia más interesante”, dijo Tammy Lee, presidente ejecutivo de Recombinetics, para New York Post.

Esta compañía ha hecho cosas como eliminar los genes para el crecimiento de los cuernos en las vacas lecheras, lo que significa que éstas no se verían sometidas a los crueles procedimientos que hoy en día se usan para eliminar sus cuernos (sin poder aliviar su dolor).

¿Ya están a la venta los alimentos con edición genética?

Se espera que los primeros alimentos de edición genética comiencen a venderse en los Estados Unidos a partir de 2019. Entre las posibilidades se encuentran los aceites de soya “saludables para el corazón”, el trigo rico en fibra o bajo en gluten, así como hongos que no se ponen negros.

En cuanto a los animales con genéticamente editados, la FDA propuso clasificar a los animales con ADN editado como medicamentos, lo cual provocó una reacción violenta por parte de la industria biotecnológica que no quiere clasificar a este tipo alimentos.

En cuanto a si estos alimentos son seguros o no, nadie lo sabe, pero lo que sí se sabe es que la edición de genes produce cambios imprevistos en el ADN.

Cuando los investigadores del Instituto Wellcome Sanger en el Reino Unido estudiaron sistemáticamente las mutaciones provocadas por la herramienta CRISPR-Cas9 en células de humanos y ratones, se observó que hubo grandes cambios en el orden genético, incluyendo supresiones e inserciones de ADN, cerca de la sección modificada.

Dichas supresiones de ADN podrían resultar en la activación de genes que deberían mantenerse “apagados”, como los genes que provocan cáncer, y puede que bloqueen la expresión de aquellos genes que deberían estar “encendidos”.

Aún no se sabe si el gobierno decidirá clasificar a los alimentos de edición genética de manera similar a los GMO o a los alimentos convencionales, pero mientras no se muestre en la etiqueta no habrá manera de saber si los alimentos que consume han sido editados genéticamente o no.

Jennifer Kuzma, del Genetic Engineering and Society Center de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, estimó que posiblemente alrededor de 20 cultivos de edición genética entren al mercado de los Estados Unidos en los próximos cinco años, sin mencionar el potencial de los animales genéticamente editados durante ese periodo.

Hasta ahora, todos los cultivos de edición genética no están certificados como alimentos orgánicos, así que por lo pronto la mejor manera de evitar estos alimentos, si así lo desea, es comprar productos orgánicos.