Por Dr. Joseph Mercola, 20 de enero de 2019

Historia en breve

  • Durante muchas generaciones, la medicina tradicional ha utilizado el tamarindo para tratar resfriados, fiebre, ictericia, trastornos estomacales, diarrea, entre otras y la ciencia moderna ha confirmado su capacidad para combatir los radicales libres
  • Su contenido de aminoácidos esenciales, antioxidantes y sus muchos fitonutrientes, hacen que el tamarindo ayude en el tratamiento de muchas enfermedades y trastornos diferentes, como: la gota, conjuntivitis, fiebre, infección, inflamación y parásitos
  • Varios estudios y ensayos clínicos han demostrado los muchos beneficios del tamarindo para ayudar a tratar, aliviar o prevenir problemas de salud

El tamarindo es una fruta tropical poco conocida entre las poblaciones occidentales, su apariencia es similar a la de una vaina de frijol marrón, por dentro tiene un sabor dulce-ácido y cuando la fruta está madura tiene una consistencia pegajosa. El tamarindo, también recibe el nombre de Tamarindus indica L y se conoce como “el dátil de la India”.

El árbol de tamarindo es nativo de África, pero fue transportado a la India hace miles de años y posiblemente a Egipto desde el año 400 a. C., un estudio realizado en 2012 en la India se refiere al tamarindo como una “una de las especies de árboles de frutas tropicales más importantes por sus múltiples usos”.

Este árbol fue traído al continente americano en el siglo XVI, crece en gran parte en México.

Desde que se tiene memoria, las personas en Uganda le han dado múltiples usos, la fruta madura la comen como botana, las vainas verdes también las comen frescas o las hierven con gacha, arroz, pescado y carne para darle un sabor amargo.

Sus hojas parecidas a las de un helecho se cocinan y comen como vegetales y algunas veces, la pulpa se utiliza para hacer vino o se combina con otras frutas tropicales como la guayaba, papaya o plátano.

Con frecuencia, el tamarindo se utiliza para condimentar y espesar salsas, sopas, conservas, mermeladas y jaleas. Cuando la fruta está madura, se quita la vaina o cáscara y se remoja en agua fría con el fin de preparar una bebida refrescante.

En las Bahamas, el tamarindo se asa y se come con las cenizas de la leña y es uno de los ingredientes principales de la salsa Worcestershire y barbecue.

Durante generaciones, las culturas indígenas del este de Uganda han cultivado tamarindo y le han dado usos culinarios y medicinales. Ha sido fundamental para muchas otras cosas, desde tradiciones culturales y sociales, hasta para la generación de ingresos y mejoras en el medioambiente.

Al igual que la mayoría de los alimentos de origen vegetal, el tamarindo tiene sus propios compuestos complejos y únicos que lo hacen beneficioso para la salud.

La fruta tiene usos culinarios y medicinales que incluyen comerla cruda, seca y molida en forma de especia en seco para preparar dulces y una vez que está completamente madura, se agrega a deliciosos postres y platillos.

También tiene la capacidad de mejorar una serie de problemas de salud en todo el cuerpo, que incluyen:

Reforzar la salud respiratoria Promover la salud cardiaca al reducir la presión arterial
Regular los niveles de glucosa en la sangre para ayudar a controlar la diabetes Ayudar en la pérdida de peso al inhibir las enzimas que almacenan grasa
Aliviar el dolor, incluyendo dolor de cabeza Combatir infecciones al fortalecer el sistema inmunológico
Reducir la fiebre Proteger contra parásitos intestinales
Reducir el dolor e inflamación causadas por las hemorroides Estimular la liberación de jugos gástricos para ayudar a regular la digestión a través de su fibra
Mejorar la circulación sanguínea debido a su contenido de hierro Proteger su piel del envejecimiento prematuro
Mejorar la función nerviosa debido a su alto contenido de tiamina Aliviar los trastornos cutáneos

Aspectos polifenólicos del tamarindo

Los estudios han demostrado que el tamarindo tiene un alto contenido de vitaminas y minerales, lo que incluye “un alto nivel de proteína con muchos aminoácidos esenciales que ayudan a fortalecer los músculos”.

También tiene cantidades significativas de calcio, fósforo, potasio, hierro, sodio, cobre, zinc y níquel, éste último solo es necesario en cantidades mínimas para ayudar a mejorar la capacidad del cuerpo para absorber el hierro, prevenir la anemia y fortalecer los huesos para contrarrestar la osteoporosis.

La tiamina es una de las vitaminas del complejo B que sirve para mejorar su función nerviosa y desarrollo muscular, además contiene un compuesto único conocido como ácido hidroxicítrico (HCA, por sus siglas en ingles) que puede extraerse y utilizarse como especia para suprimir el apetito y promover la pérdida de peso.

Las hojas de tamarindo contienen una “buena” cantidad de vitamina C y β-caroteno, así como un alto contenido de minerales como fósforo, potasio, calcio y magnesio. Y a pesar de que la pulpa y las semillas han demostrado ser ricas en poderosos antioxidantes y otros fitonutrientes, en algunos lugares, no las utilizan porque las consideran inservibles.

Un estudio universitario realizado en 2017 en Kenia, revela sus usos medicinales comunes:

Tradicionalmente, las bebidas de tamarindo se recomendaban a personas convalecientes y mujeres embarazadas.

En algunas entrevistas realizadas en Tororo, informadores clave revelaron que la pulpa de la fruta de tamarindo se utilizaba como conservador para el pan de mijo con el que se alimentaban los guerreros durante las guerras tribales entre los Jopadhola y Banyole.

La bebida de fruta de tamarindo también se utilizaba con fines de rejuvenecimiento al regresar de la guerra”.

En una revisión en la que se habla sobre el alcance del “potencial explorado” de la planta, también se menciona la capacidad de los extractos de tamarindo en la medicina tradicional, al señalar que sirven para tratar infecciones por helmintos (parásitos), dolor abdominal, diarrea, disentería, heridas, malaria, fiebre, estreñimiento, citotoxicidad celular y gonorrea. Además:

Se reporta que la planta posee actividad antidiabética, antimicrobiana, antivenómica, antioxidante, antimalárica, hepatoprotectora, antiasmática, antihiperlipidémica y laxante. Todas las partes de la planta son útiles para las necesidades humanas, desde la raíz hasta las puntas de las hojas”.

Su contenido de poderosos polifenoles ayuda a explicar por qué el tamarindo ha sido utilizado durante miles de años por sus efectos beneficiosos para la salud. Research Journal of Microbiology enlista al ácido tartárico, ácido acético, ácido succínico, alcaloides, flavonoides, sesquiterpenos y glucósidos como algunos de los ingredientes activos en el tamarindo.

Además, sus proantocianidinas incluyen apigenina, procianidina, epicatequina, dímero de procianidina, trímero de procianidina y en menor cantidad, pero lo suficiente como para proporcionar beneficios están la taxifolina, eriodictiol y naringenina, en ese orden respectivo.

Importancia histórica y usos del tamarindo

El proceso desde su siembra hasta su cosecha es largo y lento, ya que el árbol —que puede alcanzar hasta 80 pies de altura en climas áridos, pero solo de 18 a 20 pies en California— no produce frutas durante cuatro o cinco años.

Una vez maduros, los árboles de tamarindo pueden producir hasta 350 libras de fruta al año. Por lo general, la recolección se hace al sacudir  el árbol para que caigan las frutas.

El “conocimiento indígena de la fruta” (llamado “IK” en el estudio) de los pueblos se ha basado en el uso, preservación y conservación del Tamarindus indica L, su nombre científico. De hecho, los usos del tamarindo explican por qué al menos la mitad de los lugareños que colaboraron en el estudio cultivaban el árbol en su jardín.

Sin embargo, el 52 % de los árboles de tamarindo fueron identificados por los científicos como autopropagados.

Los usos prácticos y adicionales a la cocina reportados sobre el árbol de tamarindo incluyeron su capacidad rompevientos y de sombra para proteger los hogares nativos, así como material de construcción, para la higiene bucal (como cepillo de dientes), textiles, tintes, pólvora, alimento para ganado y conservador de alimentos.

Más estudios sobre el tamarindo para múltiples enfermedades y trastornos

Durante los últimos años, se han realizado varios estudios que han identificado que el tamarindo tiene compuestos útiles para el tratamiento de varias enfermedades, incluyendo la diabetes. Uno de ellos, es un estudio realizado en 2014 en la India, que señala:

Las plantas están siendo probadas de forma efectiva en una variedad de estados fisiopatológicos.

El Tamarindus indica Linn es una de estas plantas. En este estudio, se encontró que el extracto acuoso de semilla Tamarindus indica Linn tiene una potente actividad antidiabetogénica que redujo los niveles de azúcar en la sangre en ratas macho con diabetes inducida por estreptozotocina (STZ)”.

Un estudio realizado en 2013 por la Universidad de Adelaide en Australia, analizó los usos medicinales tradicionales del tamarindo en el tratamiento de resfriado, fiebre, ictericia, trastornos estomacales, diarrea y como limpiador cutáneo.

Algo aún más importante fue que el estudio comparó los “taninos, saponinas, sesquiterpenos, alcaloides y flobataminas y extractos” probados como activos con las bacterias gram positivas y negativas.

La conclusión del estudio señala una “actividad antibacteriana de amplio espectro y una fuente potencial de nuevas clases de antibióticos que pueden ser útiles en la quimioterapia y para controlar las enfermedades infecciosas”.

Las semillas han demostrado tener la capacidad de combatir los radicales libres, y de acuerdo con el libro Woody Plants of Ghana —publicado por primera vez en 1930 y actualizado en 1961—, la fruta puede actuar como laxante debido a los ácidos málico, tartárico y potásico.

Otro estudio también mencionó su capacidad para curar heridas y tratar enfermedades como malaria y disentería. El alto contenido de fibra del tamarindo es responsable de sus propiedades laxantes, ya que puede ayudar a aumentar el volumen de las heces y al mismo tiempo, estimular la actividad biliar y digestión.

Además, en la revista Food and Chemical Toxicology, se reportó que el tamarindo reduce la presión arterial, posiblemente debido a su contenido de potasio y de acuerdo con la Universidad de Wisconsin.

También contiene un compuesto llamado lupeol que proporciona propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, además, el tamarindo puede ayudar a reducir las irritaciones oculares como conjuntivitis, también conocida como ojo rosado y tratar el dolor causado por enfermedades como gota, reumatismo y artritis.

Algo que vale la pena mencionar es que el tamarindo tiene una tendencia a actuar como anticoagulante, así que debe tener cuidado si está tomando aspirinas, que tienen el mismo efecto.

Pero la capacidad de esta fruta exótica para fortalecer su sistema inmunológico, combatir las infecciones microbianas y fúngicas, así como actuar como antioxidante hacen que el tamarindo pueda considerarse como un alimento de origen vegetal muy nutritivo.