Por Paul Antoine Matos, Biodiversidadla, 2 de enero de 2019

Apenas el lunes, un grupo de ocho representantes de la Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán –formado por organizaciones de Campeche, Yucatán y Quintana Roo- se reunieron con distintas dependencias del gobierno federal, encabezados por Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, en la Secretaría de Agricultura.

Los representantes de la Alianza dieron a conocer, en rueda de prensa, los acuerdos a los que llegaron con el gobierno para proteger e impulsar la apicultura peninsular. Entre ellos se encuentra la urgencia de declarar a la península de Yucatán como Zona de Emergencia por el uso de agrotóxicos.

José Eduardo Moo Pat, de la organización La Flor de Tajonal, en Felipe Carrillo Puerto, señaló que notaron sensibilidad por parte de los funcionarios federales, y que Suárez Carrera les dijo que el sector apícola provocará que se trabaje de manera coordinada con las autoridades.

Señaló que presentaron propuestas sólidas para que la autoridad reconozca la actividad apícola como preponderante en la península y como una fuente de ingreso para más de 25 mil familias en las tres entidades.

Son cuatro componentes en los acuerdos logrados: articulación territorial, disminución de la amenaza territorial y agrotóxica, capacitación e interconexión con el extensionismo, y apoyo al comercio.

Los acuerdos logrados fueron las respuestas de dependencias federales como la Seder, Cofepris, Semarnat, Cibiogem, Conafor, entre otras, con lo que comenzó una mesa de diálogo. Se planteó la prohibición inmediata de fumigaciones aéreas y se entregaron los expedientes de denuncia de esos casos.

Se pidió hacer efectiva la prohibición de transgénicos y se acordó revisar el uso del Fipronil y los neonicotinoides en el campo. El gobierno se comprometió a comprar miel para comedores escolares, revisar la parcelación de los ejidos con selva y detener el deterioro de ésta, y apoyar las demandas del sector.

También pidieron incorporar a la apicultura a los programas estratégicos del gobierno y la voluntad política para impulsar la actividad.

Zona de emergencia

Leydi Pech Martín, representante del Colectivo Apícola Los Chenes, de Campeche, subrayó que “es la primera vez que presentamos los problemas y las propuestas de solución” ante la autoridad federal.

Manifestó que la península debe declararse Zona de Emergencia, debido a la contaminación y males de salud que provoca el uso de agroquímicos.

“Los problemas cada día son más graves, pero los mayas nos estamos uniendo porque políticamente somos tres estados, pero culturalmente un solo territorio”, expresó.

Los plaguicidas tóxicos, dijo, se filtran a través del suelo cárstico, lo que provoca la contaminación de los cenotes. Por lo tanto es un problema que atañe a todos los habitantes de la región, no sólo a los apicultores.

Luis Alberto Cauich, apicultor de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, señaló que quieren ser actores en las políticas públicas del nuevo gobierno federal. Enfatizó que quieren resolver los problemas que enfrentan, como daños por fumigaciones en Campeche y Yucatán, el uso de pesticidas prohibidos en el campo y detener la deforestación por la agricultura intensiva.

“Fuimos muy claros al pedir Zona de Emergencia”, manifestó. Reconoció que hay químicos catalogados como cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que puede ser declarado como un problema de salud pública. “Remarcamos el freno a los agrotóxicos”, reiteró.

Marco Antonio Cupul, apicultor de Dzonot Carretero, comisaría de Tizimín, Yucatán, expresó que luchan por un trato digno hacia los indígenas y respeto a las prácticas tradicionales de la región. Manifestó que las fumigaciones aéreas de un empresario de Mérida en la zona provocó la pérdida de 91 de 300 colmenas orgánicas, cada una valuada en 4 mil pesos; alrededor de 350 mil pesos en total.

Pech Martín destacó la importancia de la agricultura debido a que es parte de su economía y se heredó de sus ancestros, además que provoca que los jóvenes se arraiguen a su comunidad y no migren.

Los agrotóxicos, dijo, están asociados a un modelo de agricultura a gran escala que afecta a las abejas, mientras la frontera agrícola crece y afecta la producción de miel. Se han registrado casos de muertes de abejas por el uso de plaguicidas y fumigaciones aéreas, manifestó, por lo tanto esperan que el uso se prohíba.

También, insistió en que no deben permitirse los cambios de uso de suelo sin tomar en cuenta la forma de vida de los mayas, ya que son víctimas de la venta ilegal de tierras que aumenta la tenencia de la misma para los empresarios.

“No se puede hablar de un desarrollo sin que estemos presentes”, expresó. “Los mayas hemos manejado de forma sustentable el territorio”, indicó. Señaló que también tienen derechos, no solo los grandes empresarios, por lo que espera que se generen espacios de diálogo para vivir en convivencia, porque “no por tener dinero estarán encima de nosotros”.

Recordó que en Hopelchén, Campeche, no se ha podido realizar la consulta indígena obligatoria sobre la libre autodeterminación, debido a que no se tienen las condiciones, pero que están en pláticas con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) para que se logre.

“Los pueblos originarios decimos cómo; no sólo es validar los proyectos, tienen que estar de acuerdo con los actores del territorio”, manifestó.

Consideró que debe haber una nueva voluntad política para impulsar el sector, porque si los funcionarios hicieran su trabajo y se coordinaran, entonces las condiciones de la apicultura mejorarían, y al mismo tiempo las de las comunidades mayas de la península, porque la actividad mielera es un elemento importante en su desarrollo.

Pech Martín indicó que a Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) se le pidió que la miel se introduzca en los espacios de alimentación, como parte de la canasta básica. Cada año se consume entre 200 y 300 gramos de miel per cápita en México, añadió.

Indicó que con ello esperan eliminar el coyotaje, que provoca que los apicultores reciban menos dinero. Además se propone que se regulen los jarabes que se venden como “miel” pero en realidad son de otras sustancias que la imitan.

La alianza se constituyó hace ocho años, cuando notaron que había problemas en la apicultura, y en 2016 se realizó un foro.

Contribución económica de las abejas

Si las abejas desaparecen, sería cuestión de un par de años para que la humanidad se acabara, comentó el apicultor Alfonso Cestelos, para Notimex.

La abeja es capaz de polinizar tres cuartos de todas las plantas del mundo, lo que representa de manera directa 80 por ciento del consumo diario de una persona, labor que, si fuese pagada, costaría al año 152 billones de euros a la economía mundial, comenta el cofundador y presidente del proyecto Apicultura MX, que busca acercar a las personas a este insecto. Señaló que de 2010 a 2016, México perdió 25 por ciento de colmenas.

Liborio Carrillo Miranda, responsable del módulo de Apicultura de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, resaltó a su vez que en México hay un millón 900 mil colmenas, en su mayoría de abejas híbridas; es decir, una cruza de la abeja africana, que entró a México en los años 80 del siglo pasado, y la abeja europea.

En México, al año se producen alrededor de 50 mil toneladas de miel, de las cuales 70 por ciento se exportan a Alemania, 8 por ciento a Estados Unidos y 10 por ciento a Reino Unido, entre otros.

De esta forma, México se ubica en el sexto lugar como productor de miel en el mundo. Entre los estados que mayormente la producen están Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Jalisco y Veracruz.

Fuente: La Jornada Maya