Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 8 de noviembre de 2018

Mientras la obesidad crece de manera descontrolada en América Latina y el Caribe, persiste la presencia de personas subalimentadas, establece un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura (FAO) presentado ayer.

Cada año se suman 3.6 millones de obesos en esta región. Ahora 250 millones de personas viven con sobrepeso, lo que equivale a 60 por ciento de la población regional.

Venezuela es ahora “uno de los países con mayor número de personas subalimentadas en la región, ya que 3.7 millones –11.7 por ciento de su población– experimenta esta situación.

El estudio cita también a Haití, nación con 5 millones de habitantes, donde 45.7 por ciento de su población está malnutrida, y México, con 4.8 millones en esa condición, equivalente a 3.8 por ciento de su población.

El informe de la FAO destaca que “en Haití y México el hambre se redujo en los pasados tres años, así como en Colombia y República Dominicana. Son los únicos cuatro países que han logrado esta reducción desde 2014”.

Por el contrario, desde ese año en Argentina, Bolivia y Venezuela se incrementó el número de personas subalimentadas: “El mayor aumento se dio en Venezuela: 600 mil personas más sólo entre 2014-2016 y 2015-2017”.

En el texto se destaca que en todos los países de la región la tasa de obesidad de las mujeres adultas es más grande que la de los hombres. En 19 naciones es al menos “10 puntos porcentuales mayor a la de los hombres”.

El informe titulado El panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2018 establece que los problemas de malnutrición de la región son resultado de los cambios que han afectado a sus sistemas alimentarios. Advierte que las de-sigualdades sociales y económicas que caracterizan al área agravan el problema de la malnutrición, ya sea por exceso o falta. Añade que los grupos que enfrentan mayor vulnerabilidad son los pobres, niños, niñas, mujeres, los integrantes de pueblos indígenas, los afrodescendientes y habitantes rurales.

En América Latina 8.4 por ciento de las mujeres viven en inseguridad alimentaria severa, comparados con los hombres, cuya proporción es de 6.9. En 10 países 20 por ciento de los niños y niñas más pobres sufren tres veces más la desnutrición crónica.

Aunque los sectores más excluidos de la sociedad han podido aumentar el consumo de alimentos saludables como leche y carne, muchas veces deben optar por productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, porque son más baratos.

En conferencia de prensa transmitida por Internet desde Santiago, Chile, la FAO invitó a las empresas a hacerse responsables por sus productos en el mercado y celebró la obligatoriedad del etiquetado frontal que deba incluir información nutricional.