Por Guillermo Rivera, El Sur, 5 de octubre de 2018

Apenas comienza la charla, el próximo titular de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria de la Sagarpa, efectúa una crítica voraz al trabajo que se ha realizado, hasta hoy, en la dependencia, cuyo apoyo se ha centrado en sectores de agricultores mayores y empresarios agroexportadores, olvidando al resto de los productores y regiones rurales del país, que representan más del 85 por ciento de las unidades de producción.

Esto, analiza el próximo funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ha generado una gran desigualdad en el campo mexicano. Por un lado, existe uno productivo, dinámico, vinculado al mercado exterior, “en el que se reparte casi todos los apoyos públicos”. Por el otro, está la mayor parte de campesinos y pequeños y medianos productores del resto del país, “en total abandono, apenas apoyados por programas de carácter asistencialista, incapaces de impulsar la productividad y mejoría de ingresos en las familias”.

Por eso, dice Suárez, han crecido en los últimos años la pobreza rural, la migración hacia Estados Unidos, la erosión y destrucción del tejido social y comunitario, y, consecuentemente, la expansión del crimen organizado en la mayor parte de los territorios rurales.

Sí, han crecido las exportaciones agrícolas de una manera importante, hay un superávit en la balanza comercial agroalimentaria. Pero, al mismo tiempo, un aumento de las importaciones de alimentos, de tal forma que “somos potencia importadora de alimentos como maíz, arroz, frijol, trigo, arroz, leche, cárnicos, pescado”. Esto coloca al país en una situación de gran dependencia alimentaria y ese patrón de abandono del campo y de las importaciones “se expresa en un modelo en el que hay 10 millones de mexicanos que sufren hambre y desnutrición, y más de 70 millones personas que padecen obesidad y sobrepeso”.

El resultado es adverso, concluye Suárez, “cuando el fin es el bienestar de la gente, la justa distribución del ingreso, que las familias rurales vivan mejor, que haya crecimiento en el sector y que se cuiden los recursos naturales para las siguientes generaciones”. Sin embargo, esto no ha sido sucedido.

En lo que corresponde a Sagarpa y la política agroalimentaria de Enrique Peña Nieto, lo que México ha vivido “es un modelo neoliberal y continuista en los últimos cinco sexenios. Es una política fallida que no le ha servido al campo, sino a una minoría de grandes agricultores corporaciones agroalimentarias, principalmente trasnacionales. Debe cambiar”.

La trayectoria

Víctor Suárez es regresado de la Universidad de Chapingo, ingeniero agrónomo, con especialidad en economía agrícola. Ha sido diputado federal e integrante de las comisiones de Agricultura y Economía. Durante varios años ha trabajado en regiones y con organizaciones indígenas y campesinas, en defensa, indica, de la agricultura campesina, de la soberanía alimentaria “y en contra del sistema de producción y alimentación que responde a los intereses de las corporaciones agroalimentarias”.

Cuenta: “Hemos impulsado modelos alternativos de producción sustentable de alimento”. Además, durante 23 años ha trabajado con 35 organizaciones de producción en distintas partes del país, bajo un método de producción –que llama agricultura campesina de conocimientos integrados y manejo de cultivos inducidos– “en donde el conocimiento científico se fusiona con el campesino”, con el objetivo de llevar a cabo una agricultura que no dependa de los insumos, “sino del conocimiento y trabajo de los lugareños, produciendo semillas y materia propias”.

Esas experiencias en agricultura, en pequeña y mediana escala -maíz, frijol, trigo, sorgo, café, caña de azúcar-, dice, demuestran que es posible “bajar los costos, aumentar los rendimientos y rentabilidad para los productores, y, también, poseer más resistencia a plagas, enfermedades y eventos climáticos adversos”.

Tres vías para la autosuficiencia alimentaria

Se comenta a Suárez que el próximo titular de Sagarpa, Víctor Villalobos, ha hablado de autosuficiencia alimentaria y se le pregunta cómo se conseguirá. Responde: “El planteamiento de Andrés Manuel López Obrador es rescatar al campo mexicano, establecer la autosuficiencia alimentaria como una de las principales vías para ese rescate. Debemos producir los alimentos que consumimos y que quienes los producen coman y vivan bien. Se va a aumentar la producción de maíz: somos el primer importador de éste en el mundo. Además, producir frijol, carnes de res y cerdo, leche, trigo y arroz”.

–Suena bien, pero ¿cómo?

–Impulsando la productividad de este sector de la agricultura familiar-comunitaria, de los pequeños y medianos productores, que representan el 85 por ciento de las unidades de producción que en estos 30 años fueron abandonadas. Suárez enumera tres vías:

1.- Establecer un precio de garantía para maíz, frijol, leche, en determinadas regiones pobres del país, a través de compras garantizadas vía Diconsa y Liconsa. Afirma que esto “permitirá garantizar un ingreso remunerativo” a esos productores y una seguridad en la compra de sus cosechas. Al mismo tiempo, “mantener un sistema de apoyos a los precios para los sectores comerciales de la agricultura, a través de mecanismos de ingreso objetivo, agricultura por contrato, cobertura de precios y pagos compensatorios. Los precios son el principal factor de impulso o desincentivo de la productividad”.

Es cierto que, en las últimas décadas, los precios de mercado internacional han sido depredadores a los pequeños y mediados productores, no les ha permitido recuperar sus costos de producción y tener utilidades para poder pagar sus créditos, ingresos para vivir y sembrar en los siguientes ciclos. Por precios injustos, “muchos productores se vieron obligados a abandonar la actividad agrícola o vender las parcelas”.

2.- La segunda acción para apoyar la productividad, bajar las importaciones y tener autosuficiencia, es poner en marcha la planta de fertilizantes nitrogenados, en el sur de Veracruz, que quedó en manos de Pemex después de haber sido comprada a un privado en condiciones de corrupción a una empresa de Grupo Acevedo del Norte. “Se quedó abandonada y no produce una tonelada de fertilizante químico hoy en día”. Con el uso de esa planta, afirma, ya no se importarán 2.5 millones de toneladas de fertilizantes químicos. “Se van a producir en México y distribuir a bajo precio a un sector de productores y sin costo a productores pobres”.

3.- Por último, se debe replantear el programa de apoyos directos a la producción, hoy llamado Proagro, “transformarlo en uno nuevo, que se llamará Agrorescate y se concentrará en pequeño y medianos productores”.

Buscar a los jóvenes

–¿Y cuáles son los planes para los jornaleros, aquellos que no tienen tierras?

–Son dos acciones para quienes no tienen tierra y están en posibilidad de trabajar o estudiar. Planteamos el Programa Jóvenes Construyendo la Esperanza, pensado para 2.3 millones de jóvenes, principalmente de zonas indígenas, rural y suburbanas de alta marginación, para lograr un primer empleo con una beca de unos 3 mil 600 pesos mensuales, y que tendrán como tutores a empresas del sector privado y a los sectores gubernamental y social.

De acuerdo con Suárez, se establecerán 100 universidades para dar acceso a estudios superiores a 200 mil estudiantes de esas zonas y, además, convenios con universidades públicas y privadas con el objetivo de que se rechacen a los alumnos de nuevo ingreso.

También menciona el programa de reforestación de árboles frutales y forestales, sobre todo en el sursureste del país, donde se promoverá la creación de empleos.

–¿Cómo se elige a esos jóvenes?

–Se buscarán en las comunidades. Miles de representantes del próximo gobierno irán a efectuar censos de jóvenes entre 18 y 29 años con disponibilidad. Se les ofrecerá una certera de trabajo, lo más cercano a su localidad o en la misma, para incorporarse al programa.

–Una de las razones del abandono del campo es la corrupción. Al final de la cadena, el recurso no llega a donde se debería. ¿Cómo garantizar que no pasará esta vez?

–Con la misma estrategia: establecer censos y padrones para entregar directamente los diversos apoyos del gobierno federal, productivos, sociales, a la población. Todo esto se va a efectuar en estos meses, ir a todas las localidades. Además, depurar padrones alterados para fines de corrupción. Incorporar a quien no estaba. No será sencillo, pero se tiene que hacer.

Colaboración entre secretarías

Existe una crítica constante al programa de reforestación de árboles frutales y forestales que se planea para el sursureste del país, en la región de la Selva Lacandona, se dice que afectará a las comunidades, al medio ambiente, pero Suárez afirma que será todo lo contrario: “Se va a mejorar el medio ambiente, porque este programa se llevará a cabo en terrenos degradados, potreros abandonados y acahuales secundarios de baja calidad. Se trata de recuperar esas áreas para restablecer una cubierta vegetal diversa”.

Detalla: “Esto no se va a efectuar en la región de la Selva Lacandona, pues es una extensión muy grande, que es Reserva de la Biósfera y hay regulaciones específicas. En ese gran territorio, hay selva desmontada, transformado en potreros improductivos. Es ahí donde se van a establecer programas de agroreforestación, con población comunitaria, que permita una reconstrucción de la cubierta vegetal, con actividad productiva e ingresos, mientras estas plantaciones fructifican y maduran.

“Esto permitirá resolver el grave problema de desempleo en esas zonas del sursureste del país, las más pobres, afectadas por la caída de la actividad petrolera. La gente migra y es presa del crimen organizado en diferentes modalidades”.

–Se requiere colaboración entre secretaría.

–Normalmente, cada una va por su rumbo. Ahora, todo se va a concentrar a través de esos programas. En cada una de las regiones del país existirá un programa de desarrollo y un coordinador o coordinadora. Entonces, será un cambio.

–Cuando se habla de Sagarpa, se olvida el sector pesquero, también olvidado.

–Es cierto. Se impulsarán alimentos del mar y acuicultura para sustituir importaciones de productos pesqueros y proveer en la canasta alimentaria atún y sardina. Se debe de apoyar a los pequeños y medianos acuicultores, también excluidos en 30 años. Se establecerá una nueva cultura a través de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.

–Un tema polémico es el transgénico.

–La decisión de López Obrador es la prohibición de la siembre de maíz transgénico en México y el apoyo a los maíces criollos del país. No está a discusión. No a los transgénicos.