Si con atolito vamos sanando, pues atolito vámosle dando

Más vale atole con risas que chocolate con lágrimas

Tienes atole en las venas

(Refranes populares)

De nuestro maíz obtenemos muchos platillos y bebidas deliciosas. Hoy hablaremos del atole, ese compañero de las mañanas frías que tanto alimenta nuestro cuerpo y espíritu.

El atole viene de “atolli” de “atl” que quiere decir agua y “toloa”, comer o tragar.

El atole es una de las bebidas más populares en todo el país. En cada región se prepara con diferentes ingredientes, de modo que es casi infinita la variedad de sabores de atoles. En algunos casos se endulza con azúcar, piloncillo o miel y la base puede ser agua y/o leche.

Aunque el atole se concibe como una bebida espesa caliente y dulce, existen algunas excepciones que no contienen endulzante o azúcar; pueden ser de sabor agrio, salados y picantes, pero en todos los casos son líquidos, espesos y se sirven calientes. Los atoles salados y picantes que no son totalmente líquidos son considerados más cercanos a un guiso. Entre los más conocidos están los chileatoles, debido a que existen innumerables variedades preparadas con diversos chiles, verduras y carnes. Es una bebida tan importante para los mexicanos, que además de ser valorada como alimento, también se utiliza con fines medicinales, ceremoniales y rituales

Existen muchas variedades de atole, en Larousse cocina nos habla de algunos ejemplos:

“El necuatolli se hacía con miel de maguey y se tomaba con chile verde para estimular el apetito sexual. El atole hecho con chile amarillo se llamaba chilnecuatolli. El xocoatolli era un atole agrio de masa de nixtamal que se dejaba fermentar para desleírla y después hervirla con más masa fresca; se tomaba con chile y sal. También se preparaba un atole con las partes suaves de los centros de tortillas gruesas, que machacaban con agua fría, al que llamaban tlaxcalatolli. El chianatolli se elaboraba con semillas de chía; el hoauhatolli con amaranto rojo y miel; el izquiatolli con maíz tostado, molido y hervido con chile, servía para quienes siempre estaban tristes o quienes poseían un corazón débil; el huanexatolli era un atole muy espeso, blanco y condimentado con tequesquite; con el atole con chile o chillatolli (hoy chileatole), al parecer curaban el catarro y se daba a beber a las mujeres después del parto”.

Una de las varias formas de hacer atole es con masa de maíz ( nixtamalizado, como si fuera para tortillas), primero hidratada y luego calentada con más agua, y otros ingredientes, hasta espesar.

Tristemente el atole se ha ido transformando hasta llegar a prepararse con un sobrecito, con el que además de perderse el valor nutritivo, se pierde el valor ritual, el proceso invaluable aprendido por generaciones… Así que ¡A preparar atoles con masa de  maíz nixtamalizado! Y así tener un alimento nutritivo y delicioso que conserva nuestra identidad y nuestro campo.

Para que no haya pretexto, aquí te compartimos unas recetas:

Atole de zarzamora (Diana Kennedy)

Atole de tamarindo ( Yuri de Gortari)

Y si quieres escuchar un poco de lo que María de Jesús, cocinera profesional, nos cuenta del atole, puedes escuchar el programa de Radio Vía Orgánica “Atole Sabroso y Nutritivo”.