Los mexicanos comemos mucho maíz, es básico en la alimentación diaria. ¿Qué sería de nosotros sin la tortilla? ¡Ni pensarlo! Sin embargo, en ocasiones ya no tienen el sabor a maíz o se endurecen rápidamente. Pero hay una tortillería que está trabajando para que esto cambie. Sus objetivos principales son: fomentar el uso de las tortillas a mano y promover que se consuma el maíz con mayor calidad. Este lugar se llama Maizajo.
Los especialistas en gastronomía mexicana que la crearon son: Santiago Muñoz, Gerardo Vázquez Lugo y Eric González, quienes se dieron cuenta de la importancia del maíz, de sus usos y, preocupados por su calidad, decidieron que naciera Maizajo a finales del 2016.
Las tortillas aquí se hacen a mano, con el proceso original de nixtamalización (mediante el cual, el maíz se hace digerible, partiendo de una base alcalina y calor) y se preparan con maíz criollo. Hasta en el aroma se nota que hay algo diferente con estas tortillas. ¡Su textura es incomparable!¡Qué delicia!
Una empresa seria
En Maizajo se dedican a comercializar tortillas azules, rosas, amarillas y ¡hasta tricolor!, además venden maíz negro, blanco, rojo, pinole, masa, tostadas, cal para nixtamalizar, etc. Y, por si fuera poco, también realizan investigaciones sobre sembradíos productores de maíz en el país, como los del Estado de México, Oaxaca, Puebla, Querétaro y Tlaxcala.
Además, si te interesa, a veces dan cursos de nixtamalización. De hecho, puedes encontrar cosas muy interesantes que han descubierto en su página web.
A pesar de que el precio de la tortilla de Maizajo es un poco elevado, siguen trabajando para bajarlo pues están conscientes de que rescatar el maíz nativo mexicano es algo complicado por el uso de transgénicos, pero los motiva su amor por la tortilla y por el inigualable maíz que nos identifica en el mundo entero.
Cada esfuerzo vale la pena por este alimento tan importante. Maizajo se encuentra en la Delegación Azcapotzalco y si quieres contactarlos, entra a su perfil de facebook. Ya vimos que se toman muy en serio la creencia de que estamos hechos de maíz y quieren que sea de la mejor calidad.
