Por Intramed, julio de 2018

Pueden poner en riesgo la salud de los niños según un nuevo informe

Autoría: Leonardo Trasande, Rachel M. Shaffer, Sheela Sathyanarayana

Introducción

Nuestros propósitos con esta declaración política y su informe técnico son revisar y resaltar los problemas emergentes de salud infantil relacionados con el uso de colorantes, aromatizantes y químicos añadidos deliberadamente a los alimentos durante el procesamiento (aditivos alimentarios directos) y sustancias en los materiales en contacto con alimentos, incluidos adhesivos, tintes, recubrimientos, papel, cartón, plástico y otros polímeros, que pueden contaminar los alimentos como parte de un equipo de embalaje o fabricación (aditivos alimentarios indirectos).

Para hacer recomendaciones razonables que el pediatra pueda ser capaz de adoptar en la orientación proporcionada durante las visitas pediátricas; y proponer reformas urgentemente necesarias para el actual proceso regulatorio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para aditivos alimentarios.

La preocupación por los aditivos alimentarios ha aumentado en las últimas 2 décadas, en parte debido a los estudios en los que los autores documentan alteraciones endocrinas y otros efectos adversos para la salud.

En algunos casos, la exposición a estos químicos es desproporcionada entre las poblaciones minoritarias y de bajos ingresos. La regulación y supervisión de muchos aditivos alimentarios es inadecuada debido a varios problemas clave en la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos.

Los requisitos actuales para una designación “generalmente reconocida como segura” (GRAS) son insuficientes para garantizar la seguridad de los aditivos alimentarios y no contienen protecciones suficientes contra el conflicto de intereses. Además, la FDA no tiene la autoridad adecuada para adquirir datos sobre productos químicos en el mercado o reevaluar su seguridad para la salud humana.

Estas son debilidades críticas en el sistema regulatorio actual para los aditivos alimentarios. Los datos sobre los efectos en la salud de los aditivos alimentarios en bebés y niños son limitados o están ausentes; sin embargo, en general, los bebés y niños son más vulnerables a las exposiciones químicas.

Se necesitan urgentemente mejoras sustanciales al sistema regulador de aditivos alimentarios, incluido el fortalecimiento o la sustitución del proceso de determinación de “generalmente reconocido como seguro” (GRAS), la actualización de la base científica del programa de evaluación de seguridad de la FDA, la nueva prueba de todas las sustancias químicas aprobadas previamente y el etiquetado directo aditivos con datos de toxicidad limitados o nulos.

Resumen

Numerosos aditivos alimentarios, ya sean los que se agregan directamente a los alimentos durante el procesamiento o los utilizados en la fabricación o envasado, pueden poner en riesgo la salud de los niños, según un nuevo informe técnico y declaración de política de la Academia Estadounidense de Pediatría.

Estos son algunos de los aditivos con mayor evidencia de preocupación:

•    Bisfenoles: usados en envases de plástico y en el forro de latas de metal, los bisfenoles (como el BPA) pueden alterar la función endocrina, reduciendo potencialmente la fertilidad y cambiando el momento de la pubertad. La investigación también sugiere efectos sobre los resultados del neurodesarrollo y la obesidad infantil.

•    Ftalatos: se encuentran en envoltorios de plástico para alimentos, así como en tubos de plástico utilizados durante la fabricación de alimentos. Los ftalatos se han relacionado con alteraciones endócrinas (incluida la toxicidad testicular), efectos cardiotóxicos y estrés oxidativo.

•    Nitratos y nitritos: agregados directamente a los alimentos (generalmente carnes procesadas) como conservante o para mejorar el color, estos compuestos se han relacionado con el cáncer y la disfunción tiroidea.

Para ayudar a reducir la exposición, la AAP recomienda que los médicos aconsejen a las familias que consuman más frutas y verduras frescas o congeladas (en lugar de enlatadas) y que eviten las carnes procesadas. Además, el plástico no debe colocarse en microondas o lavavajillas, ya que el calor puede hacer que los productos químicos se filtren a los alimentos.

La lista completa de sustancias químicas de interés – y más recomendaciones para los médicos – están disponibles EN INGLÉS en los enlaces de la AAP

Fuente: Pediatrics July 2018 From the American Academy of Pediatrics Food Additives and Child Health